"La hostia que sigue al beso me la has dado sin tocarme" las palabras de Estefa resuenan en sus oídos como si el despacho se riese de ella repitiéndolas en eco. Tanto, que Martha siente que la hostia fue dada y no esa noche, si no en la noche que compartió con Valeria. Aquella noche, donde se sintió renacer, esta la hace sentirse morir y la mirada de Estefa, dolida y clavada a sus ojos, no la ayudan a sentirse mejor.
Es
hora, de ser clara o por lo menos de intentarlo. Sus charlas, sus
confidencias y los raritos compartidos con ella en definitiva,
merecen una explicación.
Cogiendo
aire y cruzándose de brazos, rompe el doloroso contacto visual y se
dispone hablar, algo que nunca fue su virtud.
Mr:
Estoy hasta arriba de mierda, podría buscar unas palabras más
poéticas, pero poesía en mis últimos veinte años, no hubo.
Es:
Martha- viendo lo que se viene, con la introducción que hace Martha,
hace que Estefa quiera detenerla, no quiere escucharlo de su boca, no
quiere hacerlo. Pero en los ojos que ahora la esquivan, lo lee
clarito. No habrá compasión para ella.
Mr:
No, ahora me escuchas. Veinte años Estefanía. Pocos más tienes tú,
practicamete tú vida es lo que yo he pasado sufriendo. Primero
perder a Daniel y podría dejar de enumerar, porque Daniel era todo
para mi. Segundo verme forzada a
Es:
Por favor- súplica y se queda a medio paso dado, la mano de Martha
la frena en seco.
Mr:
Después continuar sobreviviendo hasta Maca.
Es:
Anna no sabe que...Anna cree que
Mr:
Anna ni se molestó en saber la verdad y hazme el favor de dejarlas
fuera de este despacho- exige alzando la voz, no va a ser tan fácil
como pensaba dejar las cosas claras entre las dos.
Es:
Yo también puedo elevar la voz
Mr:
Lo siento pero....
Es:
Dejémoslo Martha, no me importa.
Mr:
¿No te importa? Tú cara no decía lo mismo cuando viste a tu
hermana, la misma a la que no hablas desde que te enteraste.
Es:
Genial, y veo que también habláis.
Mr:
¿También?
El
paso a medio dar no dado por Estefa lo da Martha, no va a tolerar más
celos entre ambas. Los gritos, el querer ser clara de una vez, los
ojos dolidos de Estefa y ésta que tampoco anda mucho mejor, hacen
que ambas se miren en tensión, mientras sus cuerpos se aproximan.
Pero
no se aproximan tanto como lo están Maca y Anna. La expectación
generada por su padre, les había hecho regresar al salón, donde
todos los presentes miraban alternativamente a ellas y al viejo
zorro.
Macarena
no la había soltado, sus manos se mantenían unidas y Anna, hacia
cómo el resto. Miraba la estúpida sonrisa que lucía el viejo y
tras ello miraba a Maca.
M:
Que diga lo que quiera y nosotras nos vamos- informa Maca bajito, el
beso no ha sido para desaprovecharlo, por eso quizás no la suelte.
Lo único que quiere, es que su padre termine de llamar la atención
como siempre y marcharse con ella a la Laguna.
Pero
Anna, aún estando hombro con hombro con ella, no la escucha. La
sonrisa del viejo zorro conforme empieza hablar de nuevo la alerta
sobremanera y es a ella, a la que más sonríe.
Fr:
Todos los aquí presentes me conocéis y sabéis lo mucho que me
gustan los niños.
"No
puede ser" piensa Anna prestandole atención y mecánicamente
intenta soltarse de Maca. Los resultados de su embarazo no se han
perdido y si llegaron a la mansión Wilson.
Fr:
Tres hijos, uno perdido para mi desgracia y sólo una nieta. Es hora
de aumentar la familia. Esta mía, que tanto por esta tierra hace.
"Cabrón",
es un hecho. El viejo sabe de su embarazo y quien empieza a apretarle
fuerte la mano, no.
An:
Maca, vámonos ya
M:
Espera, no se de que narices habla.
An:
Yo te lo explicó en la Laguna, vámonos.
Fr:
No me alargare mucho más. Mi brindis de esta noche, va para la
mujer, hermosa donde las halla, que lleva en su ser un nuevo miembro
de mi familia.
Prosigue
el viejo y la mano que se cierne sobre la de Anna aprieta aún más
fuerte, tanto que empieza a quemar, porque ahora no aprieta fuerte y
segura, ahora aprieta queriendo lastimar.
An:
Maca, todo tiene una explicación
Fr:
Brindemos por Anna, mi nuera y presidenta actual de las Bodegas
Wilson.
An:
Maca me haces daño
Fr:
Y el próximo Francisco Wilson
An:
Maca
Las
súplicas de Anna no son atendidas, como no son atendidos los deseos
de Isabel, la Jefa de Aduanas.
Aún
en el chillaout, mueve el tenedor inquieta, no es lo suyo esto de
mantener conversación con una mujer a la que desea y mucho.
Y
a quien desea, que no es otra que Valeria, la observa divertida. Es
evidente que la jefa de aduanas, no sabe o no quiere saber, como
flirtear.
V:
Yo no puedo más- informa dejando los cubiertos, su hambre ha sido
saciada.
Is:
Yo tampoco- murmura cabreada, no parece que ésta noche vaya a
triunfar.
V:
¿Café?
Is:
Que remedio
V:
Jajaja, ni siquiera disimulas. Pero no, esta noche no.
Is:
¿Mañana?- pregunta olvidando el cabreo, hay una puerta que la
ilusionada, será cuestión de tocar.
V:
Escucha esto- divertida y olvidando todos los malos rollos que las
rodean, coge de la barbilla a la jefa de aduanas, provocando que está
le responda con una subida y bajada de párpados provocativa- jajaja,
esta noche no follas o por lo menos, no conmigo.
Is:
Me encanta el verbo follar- susurra, que continúan en una terraza y
además, su barbilla sigue cogida por Valeria.
V:
¿Te pone?- pregunta entrando al trapo sin soltarla e
inconscientemente, acerca su rostro al de ella.
Is:
Muchísimo
V:
A mi también, pero....-la suelta besando al aire y se ríe a
carcajadas por la cara que pone Isabel.
Is:
Joder
V:
Jajaja, si quieres algo conmigo, ya puedes currartelo. Para que veas
que no soy mala, te ayudo. Ahora me llevarás a bailar.
Is:
¿Bailar? Tengo treinta y ocho años
V:
¿Y?
Pregunta
Valeria y mientras Isabel piensa como escaquearse de tal cosa, en el
salón donde se celebra un evento benéfico, Macarena da un fuerte
silbido y al instante, sus chicos entran al mismo.
M:
Llevárosla al coche
To:
Maca eh...
An:
Maca por favor
M:
He dicho que al puto coche.