lunes, 29 de agosto de 2016

María de los Ángeles 5

Suiza como los buenos relojes, así se había vuelto May para según qué cosas. Hay quien elige ver programas tipo Sálvame para echar la siesta, si pueden evadirse de los gritos que ahí se dan, hay quien en cambio prefiere documentales de animales, quien elige alguna teleserie y hay quien como May, prefiere leer conversaciones ajenas. Si, le había pillado vicio al grupo que había formado Luka y en el que solo había tres integrantes, de los que solo dos intercambiaban mensajes. 

jueves, 25 de agosto de 2016

María de los Ángeles 4

Por suerte o por desgracia, con intervención divina o sin ella, por el destino o por casualidad, la cosa era, que María de los Ángeles y May ahora eran vecinas. Para la primera podría definirse como; los caminos del Señor son inescrutables, en cambio para May sería algo así como; coñazo de beata, joder. 
Pues si, porque eran vecinas y peor, vecinas de planta. Lo que les hacía coincidir no sólo en el rellano sino también en el ascensor. Una con sus faldas rectas, camisas antiquísimas y zapatos de tacón ortopédico, pero siempre con una sonrisa y la otra, con pantalones pegados como una segunda piel, camisetas apocalípticas, tatuajes demoniacos y cara vinagre según el momento. La cara y la cruz, obligadas a compartir breves momentos en minimos espacios.

lunes, 22 de agosto de 2016

María de los Ángeles 3

Como cada noche, a esta le siguió la mañana. Con luz o sin ella, con una nueva tia en la cama o con un nene risueño y feliz. Como fuese, al día siguiente fue mañana para todos, solo cambio que el día empezó según se despertaron. 

jueves, 18 de agosto de 2016

María de los Ángeles 2

La leche con cacao para Keko era indiscutible, por eso se dejó llevar por el tipo de barba escasa y tatuajes, hacia dentro de ese piso. Nada más entró, detuvo sus pasos. En la aldea jamás se había encontrado con una escena como la que acontecía en ese piso. Es que ni había podido imaginar que algo así pudiera darse.

martes, 16 de agosto de 2016

María de los Ángeles 1


Primera noche en esa ciudad, en ese bloque, en ese piso y sin luz. Puede que a su pequeño trasto le hiciera gracia estar sin luz, pero a ella le daba pavor. En el pueblo sabría que hacer, pero ahí y tras comprobar que el automático no funcionaba, ni idea tenía de qué.