La Granja de San Ildefonso |
jueves, 28 de febrero de 2013
Wilson S.L. 23
¿Te
has imaginado viviendo otra vida? Había sido la pregunta de
Macarena, pregunta evadida por ella y pregunta, que tras acostar a
Adri, le había llevado a ese balcón.
Le
encantaba la noche, dormir mas de seis horas le parecía una
autentica perdida de tiempo. Y le gustaban particularmente las noches
como de la hoy.
Negras,
profundamente negras, donde todo se confunde, donde las formas
pierden su definición y donde las estrellas y las constelaciones que
forman, se distinguen perfectamente sobrecogiendo almas.
No
se había regañado por sonreír al escucharlas bromear y reír en la
habitación de Adri. Hubo un tiempo en que lo hacia, se auto regañaba
y se odiaba un poco mas, por vender semejante falsa a su hija.
Pero
ahora, esa oscura noche parece reírse de ella, veía a la perfección
las constelaciones que desde niña admiraba contagiada por su madre,
las escuchaba reír rozando aquello que llaman felicidad y ella,
contemplando esa risueña noche, deseaba que Macarena, la buscara.
Pasaban
los años, su hija crecía como crecía el odio por todo aquello que
llevase el sello Wilson y el deseo por ella, permanecía intacto.
Y
no era inconsciente a él, como tampoco ha todo lo sentido y
escondido tras la mayor desilusión de su vida.
Pero
ya no había marcha atrás, a pesar de la desilusión, del dolor, del
recuerdo hiriente de aquella noche, oscura como hoy, donde todo
parecía poder ser, hasta que su silencio, el silencio de Macarena
ante las palabras de su padre y hermano, la hicieron toparse con la
realidad Wilson.
El
viejo zorro aprobaba la elección y la elección era ella misma
tratada como una adquisición más, pero la dueña de la elección no
era Macarena sino Francisco. Y callo, Macarena callo aceptándolo y
propinándole así, el mayor golpe recibido en su vida.
Se
resguardo en Madrid y se recompuso a su estilo, buscando no ser una
copia de Rosario Fernandez. Había aceptado ese compromiso por una
razón muy concreta, pero ella no sería la mujer florero que los
avaricios Wilson creían haber conseguido.
Consiguió
independencia, mientras su padre, ya viudo, luchaba como podía
contra el imperio Wilson, imperio del que recibía constantes
noticias y que por su compromiso con Francisco, creía que finalmente
no actuarían contra sus bodegas. Algo que termino por ocurrir, con
Macarena nuevamente callando y aceptando, a pesar de su encuentro en
Madrid y a pesar de creer otra vez, que Macarena en verdad la amaba y
que solo necesitaba el coraje necesario para enfrentar a su padre y
con él, su imperio.
Años
después y en esta noche oscura, vuelve a sonreír oyéndolas
despedirse para dormir y cuando escucha las pisadas desnudas de Maca
hasta el salón, suspira y decidida a mantener sus planes, se regaña,
ahora si lo hace, por el deseo que comienza a sentir.
Ese
que ha permanecido intacto, rozando lo enfermizo, que brota con
violencia ante un cruce de palabras subidas de tono, ante una
discusión o simplemente como ahora, por unas pisadas que se acercan
pausadas a su habitación.
Años
dudando por su juventud, años odiando su falta de coraje, años
odiando aquello en lo que se había convertido, le daban el derecho
de dejar todo fuera de la puerta y disfrutar dentro, de lo único que
siempre las había unido, el deseo físico, infinito y ardiente de
una por la otra.
Si
alguna duda podía quedarle, de entregarse a ella, sin fingir, queda
solventada cuando se despoja de su camisón cara a ella y ella, la
nombra. Anna.
Un
Anna, que hace estragos en ella, cerca de su cuarta década con
demasiado vivido, con mil odios acumulados y su nombre en boca de
ella, le continua pareciendo único. Anna, desde la primera vez que
la nombre suplicando al hacerla quedarse en bikini para subir al
caballo. Anna, ahora frente a ella lo repite, su nombre es
pronunciado lento y sus ojos clavados en ella, la estremecen y
encienden por igual.
Pero
no, se prometió no volver a interpretar los ojos que la miraban
devotos, es mentira no hay devoción, solo el ansia de todo Wilson
ante un capricho, poseerlo y moldearlo a su antojo. No lo hará, no
volverá a interpretar esa devoción como amor, pero si cultivara el
toque de narcisismo que alimenta su deseo y placer. Disfrutará de lo
único real obtenido de ella, placer.
Uhm...primer
gemido que se escapa de su cuerpo cuando Macarena, despojada de la
camiseta que cubría su torso, atrapa sus carnosos labios con los
suyos mas finos...uhm...segundo, cuando ambos torsos desnudos se
encuentran...uhm....tercero, cuando es llevada con urgencia hasta una
de las cristaleras del balcón....uhm...cuarto, cuando su labios
carnosos ganan la batalla a los mucho mas finos de Macarena y con el
terreno ganado, los delinea impartiendo calma al encuentro.
Quiere
la excitación que le supone ver sus ojos inyectados en deseo, quiere
que sus manos le quemen cada trocito de piel y quiere disfrutar de
cada movimiento que le regalara y que excitara a ambas por igual.
No
quiere nada fiero o salvaje como otras veces, lo quiere como quiere y
sabe como conseguirlo. Conoce y está orgullosa de su cuerpo, no le
hace falta que alguien lo alabe, le basta con mirarse a la cristalera
que ahora tiene en frente y que Macarena, despojándose del pantalón,
le permite ver. Conoce y sabe manejar ese cuerpo hermoso, para causar
y recibir excitación, y como sabe lo que quiere, cuando Macarena
vuelve a pegarse a ella, eleva los brazos apoyando las palmas de la
mano en la cristalera que sirve de sujeción para ambos cuerpos y se
expone ante ella, como una venus ardiente, que ordena ser venerada
sin necesidad de hablar.
Uhm...quinto,
cuando Macarena aprieta su firme y generoso pecho con ambas manos y
entierra el rostro entre ambos senos, aspirando fuerte por la nariz.
No es cocaína, pero su aroma es terriblemente adictivo para ella
como la misma coca.
Una
puta diosa, así la definió su hermano y joder, que poco se
equivocaba. Una diosa que encorva su cuerpo, mientras ella le aprieta
el pecho queriendo retenerlo para siempre en sus manos, haciendo que
este aún se muestre mas sugerente y firme.
Uhm...primero,
cuando lamiendo su entre pecho, desliza su lengua y labios hacia uno
de sus senos y atrapa el pezón que erguido como su dueña, parece
esperarla...Uhm segundo, cuando Anna alza su rostro y abre un poco
sus piernas sin bajar los brazos...Uhm...tercero, cuando con dolor
para sus sentidos se separa centímetros de ella, solo para verla y
uhm cuarto y seguido cuando se estira más en esa cristalera y sus
ojos, los ojos de Anna ahora la miran con la boca de toda diosa
entreabierta....Uhm...quinto, cuando no castiga a sus sentidos con
esa lujuriosa separación y se une a ella, en un beso que durará
gemidos incontables.
M:
Anna
Ahí
está, otra vez su nombre llenando su boca, el silencio de la noche y
el silencio obligado de su alma. No la dejes hablar, no dejes que sus
ojos te convenzan, porque no son reales ni es tu realidad. La
realidad es, que a noche su boca se llenaba con otro nombre que no
era el tuyo.
Removida
por su inoportuna conciencia, esa que a veces parece ir mas en su
contra que a favor, se despega de la cristalera y entre caricias
dadas y recibidas, llegan a la cama, donde se tumba y vuelve a
exponer su cuerpo mirando el blanco techo.
“Tendrás
mi cuerpo y aunque sin yo quererlo, tienes algo más de mi, jamas
llegaras a saberlo y mucho menos a sentirlo”.
Encerrada
entre sus piernas, Macarena trata de infligir al cuerpo expuesto ante
ella, todo el placer que es capaz de dar.
Pero
se pelean sus sentidos y lo hacen hasta sus dedos y boca. Los ojos no
quieren cerrarse ni tan siquiera lo necesario, lo que quieren es
contemplarla, llenarse de Anna.
Es
una puta diosa, capaz de hacerte perder los sentidos. Los pierde, los
está perdiendo. Sus ojos no obedecen, como no lo hace su nariz,
oliendo su sexo y los jugos de ambas mezclados en él.
Su
cuerpo deslizándose solo milímetros por las blancas sabanas, su
mano que baja acariciándose a ella misma, mientras su espalda se
encorva cuando la lengua de quien la mira embelesada, acaricia su
abultado clítoris en círculos que lo abultan aún mas.
Y
su lengua exige mas Anna, quiere su clítoris y quiere sus labios,
pero los dedos también participan y también parecen querer mas. No
les basta salir y entrar en ella, cuando salen quieren recorrer mas
piel y cuando entran, no lo hacen rígidos, buscan y encuentran, y no
saben si quedarse o marcharse.
Es
una puta diosa, capaz de llevarte a la locura. Si no tenia bastante
con sincronizar a cuatro de sus sentidos, se une el quinto a la
discordia. Anna enmudece los gemidos que su cuerpo quiere evocar y
ella se maldice, por no poder escucharla.
“Dámelo
Anna, dámelo, no pido mas que oírte, solo oírte”
Y
no lo logra, Anna continua enmudeciendolos y solo deja emitir
aquellos que son humanamente infrenables.
“Lo
harás, esta noche me conformo solo con oírte y te oiré”
Quiere
oírla y quiere hacerlo como aquella primera vez en la cueva, por eso
deja de luchar contra sus perdidos sentidos y se olvida del egoísmo
que los cinco muestran, para darle el mayor de los protagonismos a su
corazón. Ese que egoísta como los sentidos, quiere llenarse de
Anna, aunque solo lo haga a través de unos gemidos.
Es
una puta diosa, capaz de destruir una familia. Jodete pedazo de hija
de puta, la única familia real que has tenido es aquella que ella te
ha dado, a minutos, horas o días, breve y centelleante, pero real,
hay cosas, gestos y momentos, imposibles de disimular.
“Callate,
no es a ti a quien quiero escuchar. ¿Donde estuviste tu?”
Anulada
por ti, ¿no lo recuerdas? Me anulaste aquella noche en Colombia,
convirtiéndote en lo que eres y en lo que en lo mas profundo de ti,
detestas.
“Basta,
callate y dejame que la oiga. Es Anna, mi puta diosa”
miércoles, 27 de febrero de 2013
Wilson S.L. 22
Anhelar,
definido por la real academia española como tener ansia o deseo
vehemente de conseguir algo y definición perfecta para Estefanía al
ver su hermana mediana, había anhelado sus locuras, sus brazos que
evocan a los de su madre, su olor, sus ocurrencias y su encomiable
labor de equilibrio que realizaba entre Anna y ella misma.
Quizás
por eso en medio del local, mantiene el abrazo y oculta sus
emocionados ojos del resto, escondiéndose en el cuello de su
hermana.
V:
Yo igual o mas- susurra en el oído de su hermana, cerrando el
abrazo.
Abrazo
que mas de uno no se pierde, tras la entrada triunfal de Valeria en
el negocio, bailando con los brazos alzados y moviendo sus caderas
sensualmente.
Y
abrazo, que Martha curiosea sin saber si sonreír o no, hasta que la
mujer que abraza a Estefania, clava su vista en ella y abre la boca,
mostrando sorpresa.
Mr:
Jajaja, no me lo puedo creer- poco mas necesita, para reconocer a la
mujer que abraza a Estefania y sale de la barra,
V:
Martha- pronuncia todavía abrazada a su hermana y provoca que ésta
se separe al momento mirando a una y a otra.
Es:
La..la...la
V:
Lala la lala lala laaaaaa- canta imitando a la ganadora de eurovisión
Masiel y a continuación ríe al ver a su hermana molesta- ¿Si la
conozco?
Es:
Si
V:
Martha- se lanza a por la nombrada y mira de reojo como su hermana
parece enfadarse por no contestarla ¿o por algo mas? Lo cierto es,
que la vehemencia con la que se aproxima a Martha, no le da para
detenerse a pensar en la reacción de Estefa y si, en lo bien que la
mujer que está a dos pasos de abrazar, le cayo el verano pasado-
Dejame decirte que el pacto con el diablo que firmaste va de lujo-
abre sus brazos sin dejar de escanearla sin disimulo alguno.
Mr:
Jajaja No creí volver a verte- sin aún abrazarse a ella, la mira no
creyéndose el encuentro y menos aún, donde se ha dado.
V:
Conmigo eso nunca se sabe- tira del pequeño chaleco que lleva Martha
y tras un pequeño abrazo, la separa para cogerle el rostro.
Mr:
Val- deja los ojos en blanco, al saber que tipo de análisis le
realiza.
V:
Mañana, misma hora y mismo sitio.
Mr:
Así será.
V:
Guapa- la piropea besando fuerte su mejilla y provoca la risa de
Martha, que se extraña por un segundo, al ver a Estefania fingiendo
no estar atentas a ellas dos- Es mi hermana pequeña- informa
soltándola al ver como la mira.
Mr:
Eh- es lo único que puede contestar totalmente sorprendida por la
información.
V:
Muerta te has quedado
Mr:
Eh.... jajaja, bastante
V:
Si es que no me dejaste hablar nada
Mr:
Jajaja, cualquiera que te oiga pensaría en otra cosa. Esto...si
Estefania es tu hermana
V:
Anna también. Seguro la conoces, es la mujer de Maca
Por
supuesto que la conocía y por supuesto, que ante el descubrimiento
del parentesco entre ellas, la habían dejado sin reacción. ¿Como
era posible que tres hermanas de los mismo padres pudieran ser tan
diferentes?
Fau:
Martha, será mejor que subas, es Miriam
Faus,
acercándose a ella y tras saludar educado a Valeria, corta la
conversación entre ellas y por el tono usado, hace que Martha
suspire y excusándose con Valeria, suba con verdadera premura, las
escaleras que comunican con la vivienda de Miriam.
Una
vez arriba, sale a su encuentro uno de los chicos de Maca, que le
hace un gesto con la mano, evidenciando la urgencia.
Mr:
¿Que ha pasado?
- Joder, hice lo que me pediste pero....no se como cojones lo hizo, consiguió despistarme y cuando la volví a encontrar, ni si quiera me reconocía. Está como alucinando, no hace mas que hablar cosas extrañas, temblar y.... y acojonado me la he traído, ¿crees que puede ser una sobredosis?
Mr: Fantástico, llama al doctor de Maca y que nadie se entere.
- ¿Llamo a Maca?
Mr:
No
Mientras
tanto en el local, Valeria con el rostro de su hermana cogido, la
mira a los ojos y Estefania tranquila, espera a que termine su
ritual.
V:
¿Has sido buena?- pregunta tras su examen y sin esperar
contestación, besa su mejilla fuertemente.
Es:
Jajaja, que pavi eres.
V:
Jajaja, ya está- deja otro fuerte beso y se separa de ella
sonriendo- luego te doy mas.
Es:
Si, guardate algunos- cogiéndola de una mano, la lleva a la barra,
donde ambas toman asiento- ¿Viste a Anna y Adri?
V:
Si, vengo de la Laguna, con un tipo mas sieso que yo que se.
Es:
Jejeje- niega con la cabeza encantada de estar con ella- es por
seguridad.
V:
Eah, lo que vosotras digáis. Oye, pues no está tan mal el local
este.
E:
¿Te imaginabas un antro?
V:
Si, es como Anna siempre lo ha descrito. ¿Hablamos en serio ahora o
ya en tu casa?
Es:
En casa, ahora ¿como es que conoces a Martha?
V:
Pues- hace una pausa para examinar nuevamente los ojos de su hermana,
pero su hermana ahora la rehuye- de puta madre, ¿en este pueblos
estáis todos zumbados?
Es:
Baja la voz.
V:
Olvidate, ¿me entiendes? Ya estas pasando de esa mujer.
Es:
No le digas esa mujer. Es Martha.
V:
Ay madre mía, que no, que te olvides pero ya.
Es:
¿Por que debería hacerlo?
V:
Primero por la edad, te saca diez años y segundo, porque te lo digo
yo.
Es:
Estupendo, ¿te vas a poner en plan Anna?
V:
Aquí no, pero en casa no te diré que en algunas cosas, si. Por
cierto y ya que la nombras, están solitas en Laguna.
Es:
Pues no se si me alegra. Hay...hay algo en un sitio, algo que llegado
el momento llegara a tus manos.
V:
Jajajaja, ¿pero que estas diciendo? ¿en serio te has creído ser
mafiosa?
Es:
Sigue riéndote, nos están mirando, te llegara un sobre y tu, solo
deberás hacer lo que se disponga en él, no dejes de reír, vamos
jejeje vamos Val
V:
Jajaja, me estas acojonando pero bien jaajajaja, ¿sigo?
Es:
Jajaja
V:
¿Esto no hubiese sido mejor en casa?
Es:
No, me la tienen pinchada
V:
¿Maca?
Es:
Alguien suyo, llegado el momento a Anna no le preguntes, te las
llevas a la fuerza si es preciso.
V:
¿Que?
Es:
Que te echaba de menos.
V:
Ays, si por eso me fui de aquí. Que penita de pueblo.
Cazados 22
Tras
una cena de lo mas agradable, donde cada cual ha contado experiencias
y vivencias y donde las fotos de los diferentes hijos han estado en
las manos de cada una de ellas. Han tomado varias copas, retomando
anécdotas, bromas y risas.
Pero
ya es tarde, y cada una de las respectivas parejas, llaman a sus
hijos para confirmar que están en sus camas y poder así, seguir
tranquilas con la noche.
Así
está la chapuzas, tirada en un sofá individual y móvil en mano,
escucha las aventuras de su Pedro mulato.
Pe:
Brum brum y plof, accidente, tita Claudia herida, no pasa naita yo
curo. Vilchez, ¿que tenemos?
M:
Jejeje, moreno ¿la atropellaste?
Pe:
Fue sin querer mami- tirado como ella en su cama estruja la foto de
sus mamis, mientras su abuela niega con la cabeza y le soba la
barriguita.
M:
¿Y las hermanitas?
Pe:
Fooh- protesta en cuanto se las nombra y se lleva una regañina de su
abuela- Cansaitas durmiendo, no paran las eaitas.
M:
¿Las has besado?
Pe:
Seeh, besitos a mama y a eaitas
M:
Jejeje ¿y a mi no?
Pe:
Que no paro, morena
M:
Se sale mi moreno.
Pe:
See y toy mu loco.
Y
mientras ellos hablaban, una mulata de cuerpo de infarto, no ha
dejado de babear al verla ahí tirada sin dejar de sonreír y ha ido
a su encuentro.
E:
¿Subimos castaña?
M:
Jejeje, ande tu quieras morena.
Pero
la chapuzas no es la única que hablaba por teléfono, lo hacia la
Maca con vocación hippie con su pequeñín, y no se sabe que vino
han bebido y cuales son sus efectos, pero su Esther sexologa, también
le ha propuesto subir ya a la habitación.
E:
¿Nosotras?- pregunta la Consejera, al ver como dos parejas ya se han
despedido y marchado a sus habitaciones.
M:
Uhm, llamamos a los nanos y- hace un pausa acercándose a su boca- y
después ya
E:
Ufff
M:
Jajaja, ufff muy, muy largo.
E:
Jejeje Maca- se sonroja al momento y al momento recibe un pequeño
mordisco en sus labios.
M:
Vamos
Cuando
ambas se despiden de las únicas dos que continúan en la mesa, la
Magistrado busca por la sala a su Sargento y sonríe al verla de
espaldas agarrándose el culete.
E:
¿Cuantas veces lo puede hacer?- le pregunta la Consejera mirando
hacia donde lo hace ella.
M:
Jajaja, muchas y después de tantos años, me encanta que lo haga,
aunque ella crea lo contrario.
E:
Ve
M:
¿Que?
E:
Que vayas con ella, estas deseando hacerlo.
M:
Si, ha sido un autentico placer conoceros.
E:
Lo mismo te digo
Se
despiden con un beso y la magistrado camina hacia su sargento,
parando a un par de metros.
E:
Cachis en la mar, ¿pero que dices canija?
Pt:
Como te lo digo mami, no me fío del jardinero de los abuelis, el
tipo es capaz de mirar a dos sitios a la vez.
E:
Jejejeje es que es bizco.
Pl:
Jajaja, es la flipada de los GarWi.
E:
Eh...no meterse con ella e id dándome lo mio y lo de mama
Pe:
Si y ya sabes que os queremos
E:
¿Cuanto?
Pt:
Muchísimo y mucho mas
E:
Jejeje enga y ahora el beso GarWi
Tras
escuchar el beso sonoro que se dan sus tres canijos, cuelga la
llamada y guarda el móvil en un bolsillo. Cuando vuelve a mirar la
ventana, que miraba durante la llamada, el reflejo de la Magistrado
en ella, le hace emocionarse y pucherear sin esconderse.
E:
No...no te puedes hacer una idea, de lo muchísimo que os quiero-
confiesa con una lágrima cayendo por su rostro y al momento es
abrazada.
M:
Y nosotros a ti. ¿Subimos?
E:
Jum, enga.
Con
ellas abandonando la sala, la Presidenta de Madrid, mantiene su vista
clavada en la espalda de la Subinspectora. Quien apoyada en una
columna, con las piernas cruzadas, ríe a pura carcajada. Imagina que
habla con Pedro y que seguro sus hijos, Fer y Sara, también lo
hacen.
Degustando
el último sorbo de su copa de vino, la ve girarse y hacerle la señal
de que se acerque. Pero justo en esos instantes comienzan a sonar los
primeros acordes de un tango. Acordes, que la hacen sonreír de lado
y revisar la sala. Apenas quedan el camarero y ellas, será fácil
pedirle que las deje solas.
Decidida,
se incorpora de la silla, pero para ello descruza sus piernas y lo
hace despacito, al ser consciente de la mirada fija en ella de Maca.
E:
Jajaja- ríe al verla abrir la boca exageradamente y dispuesta a
bailar tango, recoge su larga melena usando una pinza- Vengo borracha
de amor- susurra mordiéndose el labio sin dejar de mirarla en la
distancia y vuelve a reírse al verla terminar la llamada al momento.
Y cuando la ve avanzar hacia ella, le hace un pequeño gesto
advirtiéndole de la presencia del camarero.
M:
Hay que joderse- protesta a su estilo mirando a uno y a otro, y
aunque no sabe, para que le estorba a Esther el camarero, tampoco es
que pierda mucho el tiempo en ir a por el camarero- Ehm....¿podrías
dejarnos solas unos minutos?
-
Claro- contesta el camarero soltando el trapo con el que secaba una
copa y mirando a una y a otra, no puede evitar preguntar- ¿Lo ha
pedido ella?
M:
Jajaja, no, pero haznos ese favor.
- Ah ¿quito la música?
M: No, haz que esta canción vuelva a comenzar.
- Es un tango flamencado, a mi me encanta.
M: ¿Bailarlo sabes?
- Jajaja, es tango. Solo dejate llevar por lo que sientes.
M: Facilito lo ves
- Jajaja, porque no seré yo quien baile con semejante mujer, sino estaría tan acojonado como usted. Suerte.
Así se despide y antes de marcharse, cumple haciendo que vuelvan a sonar los primeros acordes del tango, Borracha de Amor.
M: Vengo borracha de amor- repite girándose hacia la Presidenta, quien de pie, espera junto a la mesa, con la falda mas subida- Bailá tango conmigo- imita el acento argentino caminando hasta el centro de la pista e irremediablemente se queda enganchada a las piernas que caminan orgullosas hacia ella- No se bailarlo.
E: El tango es deseo, pasión y un poquito de posesión.
M: De eso tengo un montón.
E: Jajaja, cuatro tiempos- advierte justo antes de dar los últimos cuatro pasos que la separan.
M: Ay madre, by Eri- murmura subiendo las mangas de su camisa y se estira todo lo que puede- Me ha faltado titar una colilla...uhm...- la recibe y coloca una mano en su cintura y entrelaza la otra con una de Esther- ¿Viste?
E: Jajaja sush y no es un cuarto cerrado, en realidad es corrido hasta el octavo- la empuja hacia atrás llevándola y como no, su mano vuela en busca de su nuca preferida.
M: Eh...- se enreda a sus ojos y aprieta su cintura- deseo va habiendo.
E: Y mas que habrá- desliza la mano por su nuca hacia su cuello y ahí la araña un segundo para girarse y pegar la espalda a su torso.
M:
Dios- se olvida del tango y toma su estrecha cintura con ambas manos,
mientras aspira su aroma, besando su largo cuello- Esther
E:
Uhm....¿y el tango?- expone el cuello, sumergiéndose de lleno, en
el deseo que emiten las manos, labios y aliento de la Subinspectora.
M:
Lo seguimos arriba....Si me quieres aquí estoy- continua la letra
del tango, avanzando sin despegarse de ella, hacia sus cosas- sino
date media vuelta, que no me marees, que no voy, que no voy, que no
voy a perder la cabezaaaa
E:
Jajaja ¿seguro que no?
martes, 26 de febrero de 2013
Recomendación
Hoy
traigo otra recomendación de algo "bollito interesting",
seguramente muchas la habréis visto y sino aquí os la dejo.
Y como no, agradecer el aporte a Divina.
Por cierto, si alguna tiene otra sugerencia, no dudéis en mandárnosla, okis?
Ya me diréis, que os pareció
Cazados 21
Cabreadisima,
preocupadisima y todo aquello que te ponga de los nervios acabado en
isima, es como se encuentra Esther, una vez Maca consigue instalar la
polea, que los sacará de ahí.
Ha
sido cerca de una hora, maldiciendo las dichosas convivencias de
Javi, verla subir sola sin nada que le asegure no caer de esa pared y
ella abajo, preocupada por la que sube y pendiente de los puñeteros
lobos. Con mil y una ganas, de salir de ahí sanos y salvos, subirse
al jeep y que la lleve donde quiera llevarla.
E:
¿Perdona?
Ge:
Ya estamos
E:
Mujer, te pones a dar por hecho cosas así, como el que da una
receta, sin más.
No
voy a discutir con ella, porque miembros del grupo ya van subiendo la
pared gracias a la polea y Maca, la fumetas con mas poquilla hambre
de la historia, se come una media barrita mientras ayuda a que suban.
E:
Maca- la llama susurrando, que no quiere que nadie mas la escuche.
Pero Maquita, sigue recordando las risas con Hugo y los hostiazos
recibidos, por lo que decide, hacerse la durilla, habrá que ver si
sabe- Maca- insiste, tiene que insistir y como ve que la ignora, le
agarra un brazo- Maca, cariño
OMG,
la denomina cariño, y hasta la tía que iba a comenzar a subir mira
a su compañera, con las cejas alzadas, que sabe de lo poco gustosa
para apelativos cariñosos que es Esther, que frase mas rara me ha
quedado, pero no doy para más y la dejo sin editar, un poquito de
por favor, hombre ya.
M:
¿Que?- enfurruñada como está, ella ni se da cuenta del cariño
usado por Esther, ella solo se centra, en mostrar su enfado, a su
estilo, girando la cabeza para otro lado.
E:
Jajaja, ¿estas enfada conmigo?- no suelta el brazo que le había
cogido y cansada como está, apoya la barbilla en su hombro.
M:
Un poquillo, que estabas a las risitas- por fin la mira y claro,
natural en ella, besa la frente que tan a mano de sus labios ha
quedado.
E:
Me cae genial Hugo- se abraza a ella, medio temblando...sush...por el
frío, que no me das tiempo ni a continuar.
M:
Jejeje, es mi brother- mira hacia arriba intentado verlo, pero nada,
que se le olvida como a mi, que es noche y como no lo puede ver, pues
vuelve a besar cualquier parte de su carilla, menos los labios, no
vaya ser que le de un hostiazo, y provoque que los que suben se
peguen el hostiazo padre.
-
Esto...¿me vas a subir?- las interrumpe la tía que esta colgada a
la espera.
Y
ambas se miran a los ojos y la fumetas antes de retomar sus
funciones, vuelve a besuquearla.
E:
Jajaja, va, acabemos aquí de una vez- dice encantada y ahora yo no
tengo ninguna culpa, examina la frase que has dicho.
M:
Jejeje, ¿así sin cenita ni nada?
E:
Por favor, siempre pensando en lo mismo.
Jajaja,
¿pero es que hay algo mejor en lo que pensar? Si quieres pensamos en
lo altísima que está la prima de riesgo en España, del Ibex en
constante rojo, en los mas de seis millones de parados, de los miles
de desahucios que se están produciendo, de...paso de seguir, que
solo falta que baje el turismo en España.
Cr:
Se acercan los lobos otra vez, por favor sacarlos de ahí
La
infortunada Cruz, pegadita a las cámaras, ni siquiera deja que la
asisten los servicios médicos y alerta a la policía del inminente
ataque de los lobos.
M:
Esto te sujeta como al resto- explica a su gafis, concentrada y
E:
Me encanta, así me encanta no te lo puedo negar
Ge:
Por fin, pero ¿solo así?
E:
De momento no digo mas y ya tienes bastante.
Ge:
Que carácter, mare.
M:
Jejeje ¿de que habláis?
Ge:
Sush, estate a lo que estas.
M:
Es guapísima boss, ni se, como he podido ponerle el arnés sin
meterle mano.
Ge:
Te llevarías uno y de los que hacen época.
M:
La almi te dio uno bien grande ¿a que si?
Ge:
Jejeje, calla, esto no es sobre mi, sino sobre ti.
E:
Maca los lobos- grita rozando la histeria, los lobos se aproximan a
ellas, las únicas que quedan ahí abajo y antes de que Esther pueda
decir más, Maca comienza a subirla y le tiembla hasta la campanilla
al verse sola ahí abajo.
M:
Ay, ay ay los lobos que vienen por mi. Hey, bonitos, tranquilos si
soy un triste saco de huesos, aquí no hay chicha ninguna- les grita
a los lobos mientras sus manos se mueven a mil sobre la cuerda, como
lo hacen las de los hombres fuertes que ya están arriba.
E:
Dios mio- subiendo, no puede creerse estar en esa situación y
desenfunda su arma a lo heroína que quiere salvar a su chica. Yo
aprovecho y lo digo ahora, que esta acojonaita.
Y
es inevitable que me ponga seria, porque Esther sabe como yo, que
solo le queda una bala y a mitad de la pared, ella distingue a mas de
tres lobos que corren feroces hacia la fumetas.
M:
Jopes, con lo poquilla cosa que soy. ¿Puedo pedir un último deseo?
Ge:
Snif, claro
M:
Cuéntame como terminan la noche las marcadas.
Ge:
Enga, snif, pero antes dejame decirte una cosa, te he querido tanto
como al resto.
M:
Snif, y yo a ti.
Ge:
Y en verdad le gustas.
M:
Snif, ¿se puede amar en un día?
Ge:
Se puede, yo me enamore en una noche y solo escuché su voz.
Wilson S.L. 21
Tras
ver dormir a su hija, camina descalza y en silencio por la casa.
Predeciendo que Anna estará en la habitación principal, se detiene
en medio del salón y da el ultimo trago a la copa que lleva en su
mano.
Divisando
el salón, aparta los recuerdos de su madre en esa casa, donde se
escondía de todos inmersa en la depresión en la que se sumía,
cuando chocaba con la realidad de su vida.
Recuerdo
que le hace mirar el lienzo y que provoca, que el latido tranquilo de
su corazón, se acelera al pensar en lo mucho que esa casa le gusta a
Anna.
Inquieta
y maldiciéndose, por haber seguido los pasos marcados por su padre,
baja la cabeza y trata de autoconvencerse, de que para ella no hubo
oportunidad ninguna de desviarse. Y si la hubo, no supo verla.
¿Estaría aun a tiempo? Es lo que piensa, al recordar ahora sus
planes.
Vuelta
a suspirar, por no disponer de un solo segundo de sosiego, agudiza el
oído, intentando averiguar que hace Anna y el sonido de una lluvia
fina cayendo la relaja y le hace entender porque Anna, no escucha
música, como es su costumbre.
Parada
aun, piensa en que hacer, pocas veces han coincidido ambas en esa
casa y no sabe como actuar con la niña dormida.
Y
finalmente, decide entrar en la habitación, la misma que tiene la
puerta abierta y que al llegar a ella, vuelve a hacerle detener sus
pasos, al contemplar a Anna, mirando la noche con el balcón
abierto.
M: Me encanta el olor que desprende la tierra mojada- murmura sumergiéndose de lleno, en un recuerdo del pasado.
M: Me encanta el olor que desprende la tierra mojada- murmura sumergiéndose de lleno, en un recuerdo del pasado.
Recuerdo
donde Anna pronunciaba esas mismas palabras, resguardadas en una
pequeña cueva, esquivando la copiosa lluvia que caía sobre los
campos.
M:
Anna
An:
¿Uhm?
M:
¿Volverás a Madrid?
A:
Si, tengo que hallar la forma de salvar las bodegas.
M:
Sera fácil ahora que aceptaste el compromiso con mi hermano- fueron
las palabras claves que pronunció, tratando de herirla como lo
estaba ella, desde que ese compromiso se hiciera oficial.
Palabras
que hicieron que Anna dejase de mirar los campos mojados, para
mirarla a ella de frente y en extrema seriedad.
Pero
no se achicó, llevaba días buscando ese encuentro, buscando una
explicación a ese compromiso y ahora, no iba amedrentarse por una
dura mirada. Que por otro lado, no la sorprendió lo mas mínimo.
M:
¿Lo has pasado bien?
An:
No tengo nada que explicarte y no tengo porqué
M:
¿Te has divertido lo suficiente conmigo estos veranos?- la
interrumpía encendida, al notar como Anna, no solo iba a explicarle,
sino que como siempre, su contestación era replicarla sin mas.
An:
¿Te divertiste tú en Colombia?- preguntó asestando un golpe
directo y totalmente sorpresivo, que la dejo muda durante unos
segundos- Hasta dicen que te trajiste a una de esas zorras.
M:
Hablas sin saber
An:
¿Sin saber? De todos es sabido como tu padre os inmiscuye en sus
costumbres y turbios negocios, de todos es sabido las fiestas a las
que acuden tus hermanos de la mano del carter de Colombia y solo me
quedo saber que aceptaste lo mismo que ellos, para dejar de verte
como alguien diferente.
M:
¿Quien...quien...quien te lo ha contado?
An:
Jajaja, ya veo que no me mintieron
Nueva
replica que le soltaba sin dejar el reto que mantenía desde que se
girase y sin argumentos coherentes con los que defenderse que no la
involucraran directamente a ella como la mayor culpable de que
aceptara ese regalito, se aproximó a ella, reduciendo cualquier
mínima distancia entre ellas y solo para enfrentar sus rostros y
gritarle todo aquello que la quemaba por dentro.
Pero
no se inmutaba, Anna a pesar de la manifiesta cercanía, mantenía su
sonrisa más cínica, terminando de desatar con ella, el genio de la
joven, que ante esa sonrisa, no pudo mas que besarla a pesar de las
reticencias.
Su
sabor, contemplando su hermosa espalda y sumergida en el recuerdo, es
su sabor lo que su paladar se empeña en resaltar. Su sabor y la
textura de los labios, que en esa cueva besaba por primera vez, tras
años de deseo funesto. Unido al inmenso placer que sintió al
penetrar su boca, al tocar su piel, al contemplarla desnuda y al
amarla como tantas noches había soñado.
Y
ahí, en ese punto del recuerdo, la tristeza la invade de golpe,
cuando las palabras que Anna pronunció en sus brazos, toman otro
sentido al entendido por ella aquella tarde.
An:
Pase lo que pase conmigo, no sigas los pasos de tu hermano. Tu no
eres como ellos.
Pum,
pum, pum, galopa de repente su corazón y un nudo en la garganta la
paraliza, no eres como ellos, no sigas sus pasos. Se excuso con
Martha en que el valor principal que le había faltado para
desobedecer a su padre, era el amor de Anna, ¿no era amor esas
palabras? ¿Por que no le hizo caso?
Y
su sabor, el sabor de Anna, grabado a fuego desde muy joven, su
regreso a Madrid, las largas noches de juerga sin sentido, buscando
no ser consciente de su lejanía y paradojicamnte, de su regreso para
unirse a su hermano. Su piel, morena como la canela, suave como lo es
una pluma, intacta al paso del tiempo y que se dejar adivinar por la
fina tela que esta noche la cubre. Mas juerga, la llegada de Miriam a
su vida, el encuentro con Anna en Madrid, el embarazo repentino, la
cercanía de la boda y.....los ojos de Anna.
Ojos
negros, profundos, ojos de los que nunca supo leer y ojos que ahora
la miran y a los que apenas puede responder, ante el sobrecogimiento
que todo su ser siente.
Pero,
pese al estado semi autista en el que se encuentra justo en ese
momento, los lee, lee los ojos negros que continúan mirándola, y
puede ver correr como en una cinta de película en un antiguo
proyector, los años ligados a ella.
Y
su sabor y su piel y su textura y sus ojos, pum pum pum, no
desacelera, su corazón no desacelera y no es capaz de disminuir su
velocidad, menos aun, cuando la dueña de esa piel y de esos ojos, de
pie y dándole la espalda a la cerrada noche, se despoja en
movimientos lentos y armoniosos del camisón que la cubre, sin dejar
de mirarla.
M:
Anna
lunes, 25 de febrero de 2013
Wilson S.L. 20
Con la pregunta realizada por su cuñada, martilleando en su cabeza, apura su cigarro, definiendo los planes inmediatos, esos que solo Martha conoce.
Pero la puerta vuelve a abrirse y dando por hecho, que debe ser Anna, porque su hija no se mantendría en silencio, tira la colilla sin despegarse de la pared donde está apoyada.
An: ¿Problemas?- pregunta apoyada en el marco de la puerta y se abraza, al sentir el frío de la noche.
M: Uhm...los habituales- contesta en un hilo de voz y apoyada como está, gira el rostro para poder verla. Cuando lo hace, sonríe al verla abrazada y vestida con solo un corto camisón. Y sonríe, al comprobar como por muchos años que vayan pasando el cuerpo de esa mujer continua haciendo estragos en ella, pero la pregunta de su cuñada ha removido sus cimientos y no deja que el deseo la acapare- Alguna vez, ¿te has imaginado teniendo otra vida?- termina por preguntar sin apartar la vista de ella y provoca que Anna le de frente sin avanzar hacia ella.
Sin notar en ella ningún atisbo de duelo o reto, Anna la observa y se muerde el labio, reteniendo muchas cosas que contestarían a su pregunta.
An: Hace frío, mejor entramos- evade la pregunta y suspira al verla sonreír irónica, consciente de la evasión.
M: Uhm, no parece que tu tengas- molesta con ella, por no permitirle una simple conversación ataca como siempre y señala su corto camisón.
An: Subí la calefacción, estamos en el salón- se desapoya y entra en la vivienda dando por finalizada la breve conversación.
M: De puta madre, así lo mismo ardo de una buena vez- murmura, ganando la desilusión de una noche diferente al enfado. Y mastica unas cuantas semillas antes de seguir sus pasos.
Cuando entra en la casa y dispuesta a distraerse con cualquier cosa que no sea Anna, ve unas botellas sin etiqueta y por como están colocadas en la botellera de la cocina americana, sabe que es alguna creación nueva.
Escuchando como Anna y su hija conversan, apuesta que todavía frente al lienzo, coge una copa y una de esas botellas.
Con curiosidad infinita, sirve apenas dos dedos de vino en la copa y lo examina a trasluz, sonriendo al ver como el color tinto del vino a trasluz, muestra pequeñas tonalidades violetas que se mezclan don el rojo de base.
Comprobado como los movimientos del vino en la copa están muy conseguidos, lo huele reteniendo en sus fosas el aroma que emite y al fin, toma un pequeño sorbo de la copa.
M: Mm- con el liquido retenido en su boca expulsa aire por la nariz, buscando que el paladar y sus fosas nasales, retengan el sabor del vio y una vez hecho, lo ingiere y sonríe orgullosa, por lo exquisito que le resulta. Volviendo a suspirar, termina con el vino que queda en su copa y junto a esta, retoma la botella para acudir junto a ellas.
Apenas a unos metros, de donde ellas efectivamente hablan de pie frente al lienzo, se detiene deleitándose con la imagen de ambas y confirma sus planes mas inmediatos como acertados, soñando con que puedan ser una realidad, a pesar de todo y en ese todo, incluye a Anna.
An: Viste el vino- la observa copa en mano y se maldice por dentro, al sentir como su opinión sobre el vino en cierta forma la inquieta.
M: Uhm- contesta a su estilo y ahora si, se aproxima a ellas.
Ad: A mi me encantó el color y Flor dice, que sera algo por lo que se venderá muy bien.
An: Tu y yo, mañana vamos a tener una charla muy seria- advierte a la niña.
Ad: No hice nada- se encoge de hombros deslizándose por la pared,, para quedar sentada en el suelo.
An: Ni yo estoy diciendo que lo hayas hecho- mira a Maca buscando la complicidad necesaria para con la niña.
M: Mama solo quiere hablarte de...de....de, no puedes estar pensando en cosas de mayores.
Ad: Mm, no lo hago.
M: Jajaja, si que lo haces- toma asiento junto a ella y niega con la cabeza, al verse mirando el lienzo blanco.
Ad: Solo os digo cosas que se.
An: ¿Y por quien las sabes?- pregunta aunque sabe muy bien quien es el culpable.
Ad: El abuelo
An: Genial, el abuelo- murmura para ella y de pie aun gira a mirar a Macarena y sonríe de lado al pillarla de lleno, mirándole las piernas y retiene una carcajada, al ver como Macarena arruga los labios quitando importancia a su pillada.
M: Me gusta, lo equilibrado que esta la madera con las frutas- da otro sorbo a su copa y busca cambiar de tema- evoca regaliz sin llegar a ser constante. Perfecto para
Ad: Una agradable conversación- prosigue a su madre, observando vivaz la copa.
An: Adri- protesta y suspira sentándose junto a ellas
Ad: Solo era una aseveración- se defiende como niña que es y hace que Anna niegue con la cabeza, a pesar del orgullo que siente por la inteligencia de su hija y a Maca, le hace subir una ceja, ante las continuas sorpresas que su hija da.
M: ¿Ase que?- pregunta bromeando y sonríe besándola al ver como la niña ríe tapándose la boca.
Ad: Es como afirmar, mami.
M: Afirmo que te- se detiene aposta estrechándola entre sus brazos.
Ad: Que me quieres
M: Jajaja, muchísimo
Se abrazan ambas ante la mirada de una Anna, que suspira y regresa su mirada al lienzo, sin un solo trazo después de todo un día.
An: ¿Que dibujo?- pregunta recogiendo las piernas y apoyando los codos en las rodillas con la mirada fija en él. Provocando que madre e hija se miren traviesas, por lo usual que les resulta que Anna, comience un nuevo hobby y no sepa como- ¿No me ayudáis?- se gira hacia ellas colocando su larga melena en un hombro y Maca, no puede evitar quedarse enganchada a esa imagen.
Ad: Las antiguas Bodegas Paredes ¿no Mami?- pregunta a su madre y al no obtener ninguna contestación, pasea la mano por su rostro llamando su atención.
M: Perdona, ¿que?- reacciona y relajada por el ambiente se ha formado entre ellas, lo aprovecha intentado disfrutar del momento.
Ad: Jajaja mami
M: Mami ¿que?
Ad: Estabas como tonta
M: Culpa de mama
Ad: Jejeje- ríe tapándose la boca y se gira hacia Anna, que se limita a subir los ojos coqueta- es que estas guapa.
An: ¿Si?
Ad: Pues yo creo que si, ¿no Mami?
M: Mucho, si. Pero ¿y yo que?
Ad: Jejeje, no seas celosa
Y mientras ellas entre bromas y sintiéndose como una verdadera familia, deciden que pintará Anna, Estefania mira las cámaras del satanás tras hablar con Colombia.
Cámaras por las que ve entrar a Miriam por la puerta trasera del local y que le hacen apoyar la barbilla en las manos, suspirando por la marea de preguntas que se almacenan en su cabeza, más tras conocer por Colombia, los futuros planes de Macarena.
Pero, cuando divisa una figura muy conocida en el local, niega con la cabeza y se tapa la cara, no creyéndose verla ahí.
Pero la puerta vuelve a abrirse y dando por hecho, que debe ser Anna, porque su hija no se mantendría en silencio, tira la colilla sin despegarse de la pared donde está apoyada.
An: ¿Problemas?- pregunta apoyada en el marco de la puerta y se abraza, al sentir el frío de la noche.
M: Uhm...los habituales- contesta en un hilo de voz y apoyada como está, gira el rostro para poder verla. Cuando lo hace, sonríe al verla abrazada y vestida con solo un corto camisón. Y sonríe, al comprobar como por muchos años que vayan pasando el cuerpo de esa mujer continua haciendo estragos en ella, pero la pregunta de su cuñada ha removido sus cimientos y no deja que el deseo la acapare- Alguna vez, ¿te has imaginado teniendo otra vida?- termina por preguntar sin apartar la vista de ella y provoca que Anna le de frente sin avanzar hacia ella.
Sin notar en ella ningún atisbo de duelo o reto, Anna la observa y se muerde el labio, reteniendo muchas cosas que contestarían a su pregunta.
An: Hace frío, mejor entramos- evade la pregunta y suspira al verla sonreír irónica, consciente de la evasión.
M: Uhm, no parece que tu tengas- molesta con ella, por no permitirle una simple conversación ataca como siempre y señala su corto camisón.
An: Subí la calefacción, estamos en el salón- se desapoya y entra en la vivienda dando por finalizada la breve conversación.
M: De puta madre, así lo mismo ardo de una buena vez- murmura, ganando la desilusión de una noche diferente al enfado. Y mastica unas cuantas semillas antes de seguir sus pasos.
Cuando entra en la casa y dispuesta a distraerse con cualquier cosa que no sea Anna, ve unas botellas sin etiqueta y por como están colocadas en la botellera de la cocina americana, sabe que es alguna creación nueva.
Escuchando como Anna y su hija conversan, apuesta que todavía frente al lienzo, coge una copa y una de esas botellas.
Con curiosidad infinita, sirve apenas dos dedos de vino en la copa y lo examina a trasluz, sonriendo al ver como el color tinto del vino a trasluz, muestra pequeñas tonalidades violetas que se mezclan don el rojo de base.
Comprobado como los movimientos del vino en la copa están muy conseguidos, lo huele reteniendo en sus fosas el aroma que emite y al fin, toma un pequeño sorbo de la copa.
M: Mm- con el liquido retenido en su boca expulsa aire por la nariz, buscando que el paladar y sus fosas nasales, retengan el sabor del vio y una vez hecho, lo ingiere y sonríe orgullosa, por lo exquisito que le resulta. Volviendo a suspirar, termina con el vino que queda en su copa y junto a esta, retoma la botella para acudir junto a ellas.
Apenas a unos metros, de donde ellas efectivamente hablan de pie frente al lienzo, se detiene deleitándose con la imagen de ambas y confirma sus planes mas inmediatos como acertados, soñando con que puedan ser una realidad, a pesar de todo y en ese todo, incluye a Anna.
An: Viste el vino- la observa copa en mano y se maldice por dentro, al sentir como su opinión sobre el vino en cierta forma la inquieta.
M: Uhm- contesta a su estilo y ahora si, se aproxima a ellas.
Ad: A mi me encantó el color y Flor dice, que sera algo por lo que se venderá muy bien.
An: Tu y yo, mañana vamos a tener una charla muy seria- advierte a la niña.
Ad: No hice nada- se encoge de hombros deslizándose por la pared,, para quedar sentada en el suelo.
An: Ni yo estoy diciendo que lo hayas hecho- mira a Maca buscando la complicidad necesaria para con la niña.
M: Mama solo quiere hablarte de...de....de, no puedes estar pensando en cosas de mayores.
Ad: Mm, no lo hago.
M: Jajaja, si que lo haces- toma asiento junto a ella y niega con la cabeza, al verse mirando el lienzo blanco.
Ad: Solo os digo cosas que se.
An: ¿Y por quien las sabes?- pregunta aunque sabe muy bien quien es el culpable.
Ad: El abuelo
An: Genial, el abuelo- murmura para ella y de pie aun gira a mirar a Macarena y sonríe de lado al pillarla de lleno, mirándole las piernas y retiene una carcajada, al ver como Macarena arruga los labios quitando importancia a su pillada.
M: Me gusta, lo equilibrado que esta la madera con las frutas- da otro sorbo a su copa y busca cambiar de tema- evoca regaliz sin llegar a ser constante. Perfecto para
Ad: Una agradable conversación- prosigue a su madre, observando vivaz la copa.
An: Adri- protesta y suspira sentándose junto a ellas
Ad: Solo era una aseveración- se defiende como niña que es y hace que Anna niegue con la cabeza, a pesar del orgullo que siente por la inteligencia de su hija y a Maca, le hace subir una ceja, ante las continuas sorpresas que su hija da.
M: ¿Ase que?- pregunta bromeando y sonríe besándola al ver como la niña ríe tapándose la boca.
Ad: Es como afirmar, mami.
M: Afirmo que te- se detiene aposta estrechándola entre sus brazos.
Ad: Que me quieres
M: Jajaja, muchísimo
Se abrazan ambas ante la mirada de una Anna, que suspira y regresa su mirada al lienzo, sin un solo trazo después de todo un día.
An: ¿Que dibujo?- pregunta recogiendo las piernas y apoyando los codos en las rodillas con la mirada fija en él. Provocando que madre e hija se miren traviesas, por lo usual que les resulta que Anna, comience un nuevo hobby y no sepa como- ¿No me ayudáis?- se gira hacia ellas colocando su larga melena en un hombro y Maca, no puede evitar quedarse enganchada a esa imagen.
Ad: Las antiguas Bodegas Paredes ¿no Mami?- pregunta a su madre y al no obtener ninguna contestación, pasea la mano por su rostro llamando su atención.
M: Perdona, ¿que?- reacciona y relajada por el ambiente se ha formado entre ellas, lo aprovecha intentado disfrutar del momento.
Ad: Jajaja mami
M: Mami ¿que?
Ad: Estabas como tonta
M: Culpa de mama
Ad: Jejeje- ríe tapándose la boca y se gira hacia Anna, que se limita a subir los ojos coqueta- es que estas guapa.
An: ¿Si?
Ad: Pues yo creo que si, ¿no Mami?
M: Mucho, si. Pero ¿y yo que?
Ad: Jejeje, no seas celosa
Y mientras ellas entre bromas y sintiéndose como una verdadera familia, deciden que pintará Anna, Estefania mira las cámaras del satanás tras hablar con Colombia.
Cámaras por las que ve entrar a Miriam por la puerta trasera del local y que le hacen apoyar la barbilla en las manos, suspirando por la marea de preguntas que se almacenan en su cabeza, más tras conocer por Colombia, los futuros planes de Macarena.
Pero, cuando divisa una figura muy conocida en el local, niega con la cabeza y se tapa la cara, no creyéndose verla ahí.
domingo, 24 de febrero de 2013
La chorrailla de estos días
Es la imagen recibida en mi guasap, en estos días en la montañita. Una chorrailla, pero, ¿Acaso no es verdad?
Wilson S.L. 19
Acompañando
de regreso al Satanás a los rubios hermanos, escucha como Toncho,
repasa mentalmente los pasos a seguir los próximos días, mirando la
negrura de la noche a través de la ventanilla.
To:
Tenemos a los chicos ya en Galicia, faltamos nosotros y la pasta. Y
no se por qué cojones, estoy como Maca, esta recepción me tiene
tenso. Estoy deseando llegar, dejarlo en las naves y volver aquí
solo con la puta madera- lanza sus pensamientos al aire, conduciendo
el coche y repiquea los dedos contra el volante, mostrando el
nerviosismo que dice.
Fa:
¿Te dijo Maca si tendríamos aquí apoyo del Colombiano?
To:
No, el cabrón tiene encima a los yankis, de su territorio no quiere
salir en un tiempo.
Es:
¿No son fiables?
Fa:
Jajaja, estamos hablando de dos carters de la droga, la fiabilidad
con esa gente no existe, pequeñaja.
To:
No empieces a picarla.
Es:
Deja que te- se gira en el asiento dispuesta a enganchar la melena
del pequeño de los hermanos, pero un destello visto a través de la
luna posterior, le hace poner toda la atención en la oscura
carretera.
Fa:
¿Que pasa?- se gira mirando hacia donde lo hace ella y tras dos
segundos gira su cabeza mirando de nuevo a la pequeñaja.
Es:
Joder, nos siguen Toncho- protesta sacando el arma escondido entre
sus jeans y el cinturón, al ver como Faus hace lo propio.
Fa:
Hijos de puta- abre la ventanilla y a punta hacia fuera, mientras el
coche que hasta ahora, los seguía sin luces, las enciende y trata de
darles alcance.
To:
No falla, la cabrona huele los problemas.
Es:
Nos cogen, acelera mas.
Fa:
No dispares, tenemos que saber quienes son.
Es
lo último que hablan entre ellos, pasando a estar totalmente tensos
y atentos al coche que cada vez se aproxima mas a ellos. Con ellos
dos apuntando al coche, Toncho intenta pese a lo castigado que esta
el camino darles alcance, pero el coche que les persigue toma ventaja
y en dos maniobras mas, logran impactar el todo terreno en el que
ellos van.
Acostumbrados
a estos lides, Toncho no insiste en continuar la marcha y saca el
arma como sus dos compañeros, apuntando al coche.
Fa:
Hijos de la gran puta- murmura entre dientes parapetándose como
puede en el asiento trasero y vuelve a protestar cuando una
ventanilla del coche baja lenta y puede entonces divisar, como son
apuntados por cuatro armas.
To:
Un movimiento mas y te vuelo los sesos- advierte al tipo que frente a
si, le apunta directamente a la cabeza.
- Si disparas como conduces, lo mismo revientas la vaca que hay detrás jajaja- se burla sin dejar de apuntar y provoca la risa de sus tres acompañantes, pero en seguida cesa las risas, retomando sus funciones- Recado para Macarena Wilson, una mínima jugada de las suyas en la entrega y deseara arder en el infierno junto a alguien muy querido.
Minutos más tarde y ya en el Satanás, Toncho llama a Macarena alertándola del incidente, mientras algunos de sus chicos, rebuscan en el pueblo y alrededores a los portadores de la amenaza.
To: No deben estar aquí, pero los tengo dando una barrida-la informa desde el despacho de Maca, sin perder de vista las pantallas de televisión por las que ve las diferentes zonas del local.
M: Bien, refuerza la seguridad en casa de mi padre y mandame a alguien mas aquí.
To: Como me digas, ¿Colombia?
M: Si, hay que hablar con ellos, dile a Estefania que se ponga en contacto con Montoya.
To: ¿Estefania?- se sorprende creyendo que sería él quien se ocuparía de los colombianos e instintivamente la busca en las pantallas de televisión.
M: Toncho
To: Como tu digas
Poco más dura la conversación entre ambos y cuando Toncho deja el teléfono, se enciende un cigarro, sin dejar de mirar a Estefania.
Quien sentada en el mismo taburete de cada noche, consume un gin tonic en soledad, extrañada `porque Miriam no haya aparecido aún en el satanás.
Mr: Que callada estas esta noche- se une a ella tras la barra y puesta al día del incidente por Faus, trata de no ser directa con ella.
Es: Miriam ¿no trabaja si no esta Maca?
Mr: Wau, esta noche Martha estas guapísima, me encanta ese vestido y el tono mas rubio de tus mechas, también.
Es: Jejeje- ríe tapándose la cara con una mano y abre los dedos para mirar por ellos a Marta, quien apoyada en la barra le guiña un ojo- añade todo eso antes de mi pregunta.
Mr: Já, ya no vale, me he tenido que piropear yo.
Es: Pero yo nunca te piropeo
Mr: Empiezas a ser cruel con tu tita- con la barbilla apoyado en las manos, se inclina quedando muy cerca del rostro de Estefania, pudiendo observar así, aquello que tanto le gusta, la sonrojez de ésta.
Es: Jajaja- ríe olvidándose de todo al poder mirar de tan cerca, esos ojos marrones.
Mr: Uhm- suspira apoyando la cara en una sola mano y con la libre, dejándose llevar por una comodidad infinita, toca una de las muchas pulseras que se acumulan sin sentido en la muñeca derecha de Estefania- ¿No estas asustada?
Es: No- contesta rápido sin querer perderse el poder contemplarla de tan cerca y cierra los ojos un segundo, cuando los dedos de Martha le acarician la muñeca- Maca había avisado de que algo así podía suceder, es una entrega muy importante- encoge los hombros y ahora si, retira la vista de ella, para mirarse la mano, aquella que ha puesto palma arriba buscando mas caricias de una Martha, que prosigue dándolas con el ceño fruncido.
Y es así, como prosiguen unos instantes mas, hasta que el teléfono interno del local suena y Martha contesta la llamada, sin retirar la mano de esa otra que alza la propia, para un mundo aparte entrelazar sus dedos.
Mr: Toncho pide que subas- informa nada mas colgar y desune las manos suspirando, mirándola ahora fijamente.
Es: Ah- consigue contestar y sopla incorporándose del taburete- pues, voy para arriba.
Mr: Si- continua mirándola igual y se pellizca el labio, reteniendo las ganas repentinas de decir aquello que piensa.
Es: Antes- se introduce en la barra en busca de su inseparable mochila y Martha da un paso atrás, observando sus movimientos- guardame esta botella en horizontal y que nadie la mueva- extrae de su mochila una botella de vino sin etiqueta y se la ofrece a Martha, tratando que el vino de su interior apenas se mueva, como bien pide.
Mr: ¿Va a explotar?- bromea al ver sus lentos movimientos y alza una ceja evidenciando la broma.
Es: Jejeje, no. Pero es un caldo nuevo y no se debe mover, ya lo he hecho bastante trayendolo hasta aquí, es..es....era una sorpresa, pero ahora pues- se rasca la cabeza
Mr: ¿Para quien?- finge desconocer para quien es, aunque por dentro sonríe encantada por el detalle.
Es: Jejeje, Martha
Mr: Jajaja vale, venga sube.
Es: Si..es...es...es el nuevo vino en el que está trabajando Anna, es un fantasía.
Mr: ¿Fantasía?
Es: Si- vuelve a encoger los hombros y mirando la botella sonríe orgullosa, al pensar en la creadora del vino- Anna es como era mi padre- acaricia la botella, sumergiéndose en sus recuerdos- y tampoco es de extrañar, siempre estaba pegada a él. Por eso y por su continua formación, conoce tanto de vinos.
Mr: Uhm....un portento tu hermanita- contesta por inercia y los ojos que ahora la miran fijos, la hacen arrepentirse, aunque el halo de orgullo por su hermana visto en Estefania, le agrada sobremanera.
Es: Anna...Anna puede tener muchas fallas pero
Mr: Hey- la interrumpe y la toma por la mejilla- solo bromeaba, mejor sube ya- concluye y sin poder evitarlo deja un beso en su mejilla, girándose rápido al ser consciente de lo innato de su gesto.
Y
mientras Estefania, sube aún sonrojada por eso beso al despacho de
Macarena, ésta con solo un pantalón negro de chándal y camiseta,
fuma en el porche de la casa de las lagunas, con la vista perdida en
la negra noche.
Vl:
¿Que coche me llevo?- la interrumpe ya preparada para ir al pueblo y
al no obtener contestación, se fija en el rostro de su cuñada-
Maca- toca su hombro, llamando su atención.
M:
Si, perdona. Llevate el que quieras, pero no iras sola.
Vl:
¿Que? No pienso ir con ninguno de tus secuaces.
M:
No voy a discutir mas- suspira denotando cansancio- iras como te
digo.
V:
Pues que ni me hable.
M:
Ujum
V:
Y toma- le ofrece un bolsa de plástico con semillas en el interior.
M:
¿Que es esto?
V:
Bayas del tibet, son geniales para la ansiedad- abre la bolsa
cogiendo unas cuantas semillas y se aproxima a su cuñada sonriendo-
hubo un tiempo en el que siempre me dejabas sin chucherías.
M:
Jajaja
V:
Y en el que hasta me hacías caso, masticalas y te ayudaran. ¿Tu
intento va en serio?
M:
Si
V:
Me alegro- deja la bolsa y el puñado de semillas en manos de su
cuñada y comienza a bajar los escalones del porche, mientras
Macarena silba, alertando a sus chicos- ¿Realmente te gusta vivir
así?
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