Tras
ver dormir a su hija, camina descalza y en silencio por la casa.
Predeciendo que Anna estará en la habitación principal, se detiene
en medio del salón y da el ultimo trago a la copa que lleva en su
mano.
Divisando
el salón, aparta los recuerdos de su madre en esa casa, donde se
escondía de todos inmersa en la depresión en la que se sumía,
cuando chocaba con la realidad de su vida.
Recuerdo
que le hace mirar el lienzo y que provoca, que el latido tranquilo de
su corazón, se acelera al pensar en lo mucho que esa casa le gusta a
Anna.
Inquieta
y maldiciéndose, por haber seguido los pasos marcados por su padre,
baja la cabeza y trata de autoconvencerse, de que para ella no hubo
oportunidad ninguna de desviarse. Y si la hubo, no supo verla.
¿Estaría aun a tiempo? Es lo que piensa, al recordar ahora sus
planes.
Vuelta
a suspirar, por no disponer de un solo segundo de sosiego, agudiza el
oído, intentando averiguar que hace Anna y el sonido de una lluvia
fina cayendo la relaja y le hace entender porque Anna, no escucha
música, como es su costumbre.
Parada
aun, piensa en que hacer, pocas veces han coincidido ambas en esa
casa y no sabe como actuar con la niña dormida.
Y
finalmente, decide entrar en la habitación, la misma que tiene la
puerta abierta y que al llegar a ella, vuelve a hacerle detener sus
pasos, al contemplar a Anna, mirando la noche con el balcón
abierto.
M: Me encanta el olor que desprende la tierra mojada- murmura sumergiéndose de lleno, en un recuerdo del pasado.
M: Me encanta el olor que desprende la tierra mojada- murmura sumergiéndose de lleno, en un recuerdo del pasado.
Recuerdo
donde Anna pronunciaba esas mismas palabras, resguardadas en una
pequeña cueva, esquivando la copiosa lluvia que caía sobre los
campos.
M:
Anna
An:
¿Uhm?
M:
¿Volverás a Madrid?
A:
Si, tengo que hallar la forma de salvar las bodegas.
M:
Sera fácil ahora que aceptaste el compromiso con mi hermano- fueron
las palabras claves que pronunció, tratando de herirla como lo
estaba ella, desde que ese compromiso se hiciera oficial.
Palabras
que hicieron que Anna dejase de mirar los campos mojados, para
mirarla a ella de frente y en extrema seriedad.
Pero
no se achicó, llevaba días buscando ese encuentro, buscando una
explicación a ese compromiso y ahora, no iba amedrentarse por una
dura mirada. Que por otro lado, no la sorprendió lo mas mínimo.
M:
¿Lo has pasado bien?
An:
No tengo nada que explicarte y no tengo porqué
M:
¿Te has divertido lo suficiente conmigo estos veranos?- la
interrumpía encendida, al notar como Anna, no solo iba a explicarle,
sino que como siempre, su contestación era replicarla sin mas.
An:
¿Te divertiste tú en Colombia?- preguntó asestando un golpe
directo y totalmente sorpresivo, que la dejo muda durante unos
segundos- Hasta dicen que te trajiste a una de esas zorras.
M:
Hablas sin saber
An:
¿Sin saber? De todos es sabido como tu padre os inmiscuye en sus
costumbres y turbios negocios, de todos es sabido las fiestas a las
que acuden tus hermanos de la mano del carter de Colombia y solo me
quedo saber que aceptaste lo mismo que ellos, para dejar de verte
como alguien diferente.
M:
¿Quien...quien...quien te lo ha contado?
An:
Jajaja, ya veo que no me mintieron
Nueva
replica que le soltaba sin dejar el reto que mantenía desde que se
girase y sin argumentos coherentes con los que defenderse que no la
involucraran directamente a ella como la mayor culpable de que
aceptara ese regalito, se aproximó a ella, reduciendo cualquier
mínima distancia entre ellas y solo para enfrentar sus rostros y
gritarle todo aquello que la quemaba por dentro.
Pero
no se inmutaba, Anna a pesar de la manifiesta cercanía, mantenía su
sonrisa más cínica, terminando de desatar con ella, el genio de la
joven, que ante esa sonrisa, no pudo mas que besarla a pesar de las
reticencias.
Su
sabor, contemplando su hermosa espalda y sumergida en el recuerdo, es
su sabor lo que su paladar se empeña en resaltar. Su sabor y la
textura de los labios, que en esa cueva besaba por primera vez, tras
años de deseo funesto. Unido al inmenso placer que sintió al
penetrar su boca, al tocar su piel, al contemplarla desnuda y al
amarla como tantas noches había soñado.
Y
ahí, en ese punto del recuerdo, la tristeza la invade de golpe,
cuando las palabras que Anna pronunció en sus brazos, toman otro
sentido al entendido por ella aquella tarde.
An:
Pase lo que pase conmigo, no sigas los pasos de tu hermano. Tu no
eres como ellos.
Pum,
pum, pum, galopa de repente su corazón y un nudo en la garganta la
paraliza, no eres como ellos, no sigas sus pasos. Se excuso con
Martha en que el valor principal que le había faltado para
desobedecer a su padre, era el amor de Anna, ¿no era amor esas
palabras? ¿Por que no le hizo caso?
Y
su sabor, el sabor de Anna, grabado a fuego desde muy joven, su
regreso a Madrid, las largas noches de juerga sin sentido, buscando
no ser consciente de su lejanía y paradojicamnte, de su regreso para
unirse a su hermano. Su piel, morena como la canela, suave como lo es
una pluma, intacta al paso del tiempo y que se dejar adivinar por la
fina tela que esta noche la cubre. Mas juerga, la llegada de Miriam a
su vida, el encuentro con Anna en Madrid, el embarazo repentino, la
cercanía de la boda y.....los ojos de Anna.
Ojos
negros, profundos, ojos de los que nunca supo leer y ojos que ahora
la miran y a los que apenas puede responder, ante el sobrecogimiento
que todo su ser siente.
Pero,
pese al estado semi autista en el que se encuentra justo en ese
momento, los lee, lee los ojos negros que continúan mirándola, y
puede ver correr como en una cinta de película en un antiguo
proyector, los años ligados a ella.
Y
su sabor y su piel y su textura y sus ojos, pum pum pum, no
desacelera, su corazón no desacelera y no es capaz de disminuir su
velocidad, menos aun, cuando la dueña de esa piel y de esos ojos, de
pie y dándole la espalda a la cerrada noche, se despoja en
movimientos lentos y armoniosos del camisón que la cubre, sin dejar
de mirarla.
M:
Anna
Genial el relato, estaba con ellas en esa habitación y en los recuerdos de Maca.
ResponderEliminarConsigues que siempre me quede con ganas de más.
Gracias.
Genu.
:::Vamos cada vez más interesante, como se va desarrollando la trama... aun faltan muchas cosas, pero se ve mucho fondo en la historia, realmente muy buena..
ResponderEliminarGosto dessa tua imaginação inquieta, que não pára e que nos envolve numa espiral de curiosidade. Encanta-me este desejo de ler mais, no fim de cada capítulo. Esta tua história é apaixonante... Obrigada, escritora.
ResponderEliminarFlechazo1958
Divina-Wilson...
ResponderEliminarA veces me dejas sin nada que decir niña..Tu manera de describir los sentimientos..las miradas..los deseos ocultos...Ufff...
Lo visualizo todo en mi mente facilmente..
Eres muy..muy buena....con esa fluidez que tienes y que parece tan sencillo como lo haces Ufffff
Me encanta como escribes Gemo..De verdad niña
Sin palabras me deja la manera tan sublime en al que describes esta gran ecena. Sin duda para mi una de las mejores y que marca la pauta de lo que habia t ah pasado con ellas... Pero me inquieta pensar que todos estos dolorosos y a la vez dulces recuerdos por asi decirlo sean el escalon perfecto para ir disculpando a Maca de todo sus lastres emocionales y sexual. Y se me hace increible que a estas alturas rozandose entre carteles y prostubulos por ser Maca se crea que puede hacer borron y cuenta nueva.
ResponderEliminarCari.
joDer!!!!!!!! y ahora que se te dice EH???????
ResponderEliminara sus PIES artisstazaaaaaaaaa
GRACIAS
Divina-Wilson
ResponderEliminarMi querida Cari(alias la desaparecida jaja)es que
MACA...ES MACA..y se le perdona todo..
Para que hablar mas....jajaja
hasta ahora una de las mejores escenas entre las dos... mostrando un poco el drama que vivieram en el pasado y que perdura en la actualidad ..
ResponderEliminarbeijos
IMPREEEESIIIIOOOONAAAANTEEEE¡¡¡¡¡¡ me dejas con la boca abierta¡¡¡¡¡
ResponderEliminarBesicos desde R. aLLTAF ÞITT