¿Te
has imaginado viviendo otra vida? Había sido la pregunta de
Macarena, pregunta evadida por ella y pregunta, que tras acostar a
Adri, le había llevado a ese balcón.
Le
encantaba la noche, dormir mas de seis horas le parecía una
autentica perdida de tiempo. Y le gustaban particularmente las noches
como de la hoy.
Negras,
profundamente negras, donde todo se confunde, donde las formas
pierden su definición y donde las estrellas y las constelaciones que
forman, se distinguen perfectamente sobrecogiendo almas.
No
se había regañado por sonreír al escucharlas bromear y reír en la
habitación de Adri. Hubo un tiempo en que lo hacia, se auto regañaba
y se odiaba un poco mas, por vender semejante falsa a su hija.
Pero
ahora, esa oscura noche parece reírse de ella, veía a la perfección
las constelaciones que desde niña admiraba contagiada por su madre,
las escuchaba reír rozando aquello que llaman felicidad y ella,
contemplando esa risueña noche, deseaba que Macarena, la buscara.
Pasaban
los años, su hija crecía como crecía el odio por todo aquello que
llevase el sello Wilson y el deseo por ella, permanecía intacto.
Y
no era inconsciente a él, como tampoco ha todo lo sentido y
escondido tras la mayor desilusión de su vida.
Pero
ya no había marcha atrás, a pesar de la desilusión, del dolor, del
recuerdo hiriente de aquella noche, oscura como hoy, donde todo
parecía poder ser, hasta que su silencio, el silencio de Macarena
ante las palabras de su padre y hermano, la hicieron toparse con la
realidad Wilson.
El
viejo zorro aprobaba la elección y la elección era ella misma
tratada como una adquisición más, pero la dueña de la elección no
era Macarena sino Francisco. Y callo, Macarena callo aceptándolo y
propinándole así, el mayor golpe recibido en su vida.
Se
resguardo en Madrid y se recompuso a su estilo, buscando no ser una
copia de Rosario Fernandez. Había aceptado ese compromiso por una
razón muy concreta, pero ella no sería la mujer florero que los
avaricios Wilson creían haber conseguido.
Consiguió
independencia, mientras su padre, ya viudo, luchaba como podía
contra el imperio Wilson, imperio del que recibía constantes
noticias y que por su compromiso con Francisco, creía que finalmente
no actuarían contra sus bodegas. Algo que termino por ocurrir, con
Macarena nuevamente callando y aceptando, a pesar de su encuentro en
Madrid y a pesar de creer otra vez, que Macarena en verdad la amaba y
que solo necesitaba el coraje necesario para enfrentar a su padre y
con él, su imperio.
Años
después y en esta noche oscura, vuelve a sonreír oyéndolas
despedirse para dormir y cuando escucha las pisadas desnudas de Maca
hasta el salón, suspira y decidida a mantener sus planes, se regaña,
ahora si lo hace, por el deseo que comienza a sentir.
Ese
que ha permanecido intacto, rozando lo enfermizo, que brota con
violencia ante un cruce de palabras subidas de tono, ante una
discusión o simplemente como ahora, por unas pisadas que se acercan
pausadas a su habitación.
Años
dudando por su juventud, años odiando su falta de coraje, años
odiando aquello en lo que se había convertido, le daban el derecho
de dejar todo fuera de la puerta y disfrutar dentro, de lo único que
siempre las había unido, el deseo físico, infinito y ardiente de
una por la otra.
Si
alguna duda podía quedarle, de entregarse a ella, sin fingir, queda
solventada cuando se despoja de su camisón cara a ella y ella, la
nombra. Anna.
Un
Anna, que hace estragos en ella, cerca de su cuarta década con
demasiado vivido, con mil odios acumulados y su nombre en boca de
ella, le continua pareciendo único. Anna, desde la primera vez que
la nombre suplicando al hacerla quedarse en bikini para subir al
caballo. Anna, ahora frente a ella lo repite, su nombre es
pronunciado lento y sus ojos clavados en ella, la estremecen y
encienden por igual.
Pero
no, se prometió no volver a interpretar los ojos que la miraban
devotos, es mentira no hay devoción, solo el ansia de todo Wilson
ante un capricho, poseerlo y moldearlo a su antojo. No lo hará, no
volverá a interpretar esa devoción como amor, pero si cultivara el
toque de narcisismo que alimenta su deseo y placer. Disfrutará de lo
único real obtenido de ella, placer.
Uhm...primer
gemido que se escapa de su cuerpo cuando Macarena, despojada de la
camiseta que cubría su torso, atrapa sus carnosos labios con los
suyos mas finos...uhm...segundo, cuando ambos torsos desnudos se
encuentran...uhm....tercero, cuando es llevada con urgencia hasta una
de las cristaleras del balcón....uhm...cuarto, cuando su labios
carnosos ganan la batalla a los mucho mas finos de Macarena y con el
terreno ganado, los delinea impartiendo calma al encuentro.
Quiere
la excitación que le supone ver sus ojos inyectados en deseo, quiere
que sus manos le quemen cada trocito de piel y quiere disfrutar de
cada movimiento que le regalara y que excitara a ambas por igual.
No
quiere nada fiero o salvaje como otras veces, lo quiere como quiere y
sabe como conseguirlo. Conoce y está orgullosa de su cuerpo, no le
hace falta que alguien lo alabe, le basta con mirarse a la cristalera
que ahora tiene en frente y que Macarena, despojándose del pantalón,
le permite ver. Conoce y sabe manejar ese cuerpo hermoso, para causar
y recibir excitación, y como sabe lo que quiere, cuando Macarena
vuelve a pegarse a ella, eleva los brazos apoyando las palmas de la
mano en la cristalera que sirve de sujeción para ambos cuerpos y se
expone ante ella, como una venus ardiente, que ordena ser venerada
sin necesidad de hablar.
Uhm...quinto,
cuando Macarena aprieta su firme y generoso pecho con ambas manos y
entierra el rostro entre ambos senos, aspirando fuerte por la nariz.
No es cocaína, pero su aroma es terriblemente adictivo para ella
como la misma coca.
Una
puta diosa, así la definió su hermano y joder, que poco se
equivocaba. Una diosa que encorva su cuerpo, mientras ella le aprieta
el pecho queriendo retenerlo para siempre en sus manos, haciendo que
este aún se muestre mas sugerente y firme.
Uhm...primero,
cuando lamiendo su entre pecho, desliza su lengua y labios hacia uno
de sus senos y atrapa el pezón que erguido como su dueña, parece
esperarla...Uhm segundo, cuando Anna alza su rostro y abre un poco
sus piernas sin bajar los brazos...Uhm...tercero, cuando con dolor
para sus sentidos se separa centímetros de ella, solo para verla y
uhm cuarto y seguido cuando se estira más en esa cristalera y sus
ojos, los ojos de Anna ahora la miran con la boca de toda diosa
entreabierta....Uhm...quinto, cuando no castiga a sus sentidos con
esa lujuriosa separación y se une a ella, en un beso que durará
gemidos incontables.
M:
Anna
Ahí
está, otra vez su nombre llenando su boca, el silencio de la noche y
el silencio obligado de su alma. No la dejes hablar, no dejes que sus
ojos te convenzan, porque no son reales ni es tu realidad. La
realidad es, que a noche su boca se llenaba con otro nombre que no
era el tuyo.
Removida
por su inoportuna conciencia, esa que a veces parece ir mas en su
contra que a favor, se despega de la cristalera y entre caricias
dadas y recibidas, llegan a la cama, donde se tumba y vuelve a
exponer su cuerpo mirando el blanco techo.
“Tendrás
mi cuerpo y aunque sin yo quererlo, tienes algo más de mi, jamas
llegaras a saberlo y mucho menos a sentirlo”.
Encerrada
entre sus piernas, Macarena trata de infligir al cuerpo expuesto ante
ella, todo el placer que es capaz de dar.
Pero
se pelean sus sentidos y lo hacen hasta sus dedos y boca. Los ojos no
quieren cerrarse ni tan siquiera lo necesario, lo que quieren es
contemplarla, llenarse de Anna.
Es
una puta diosa, capaz de hacerte perder los sentidos. Los pierde, los
está perdiendo. Sus ojos no obedecen, como no lo hace su nariz,
oliendo su sexo y los jugos de ambas mezclados en él.
Su
cuerpo deslizándose solo milímetros por las blancas sabanas, su
mano que baja acariciándose a ella misma, mientras su espalda se
encorva cuando la lengua de quien la mira embelesada, acaricia su
abultado clítoris en círculos que lo abultan aún mas.
Y
su lengua exige mas Anna, quiere su clítoris y quiere sus labios,
pero los dedos también participan y también parecen querer mas. No
les basta salir y entrar en ella, cuando salen quieren recorrer mas
piel y cuando entran, no lo hacen rígidos, buscan y encuentran, y no
saben si quedarse o marcharse.
Es
una puta diosa, capaz de llevarte a la locura. Si no tenia bastante
con sincronizar a cuatro de sus sentidos, se une el quinto a la
discordia. Anna enmudece los gemidos que su cuerpo quiere evocar y
ella se maldice, por no poder escucharla.
“Dámelo
Anna, dámelo, no pido mas que oírte, solo oírte”
Y
no lo logra, Anna continua enmudeciendolos y solo deja emitir
aquellos que son humanamente infrenables.
“Lo
harás, esta noche me conformo solo con oírte y te oiré”
Quiere
oírla y quiere hacerlo como aquella primera vez en la cueva, por eso
deja de luchar contra sus perdidos sentidos y se olvida del egoísmo
que los cinco muestran, para darle el mayor de los protagonismos a su
corazón. Ese que egoísta como los sentidos, quiere llenarse de
Anna, aunque solo lo haga a través de unos gemidos.
Es
una puta diosa, capaz de destruir una familia. Jodete pedazo de hija
de puta, la única familia real que has tenido es aquella que ella te
ha dado, a minutos, horas o días, breve y centelleante, pero real,
hay cosas, gestos y momentos, imposibles de disimular.
“Callate,
no es a ti a quien quiero escuchar. ¿Donde estuviste tu?”
Anulada
por ti, ¿no lo recuerdas? Me anulaste aquella noche en Colombia,
convirtiéndote en lo que eres y en lo que en lo mas profundo de ti,
detestas.
“Basta,
callate y dejame que la oiga. Es Anna, mi puta diosa”
Magnífico!
ResponderEliminarEste episódio deixou-me sem fôlego...
Imprimiste a este momento carregado de erotismo, um ritmo poético carregado de dores e de revoltas silenciadas que dialogam connosco, desvendando-nos pouco a pouco alguns "porquês"... Estou seduzida, Gemo, obrigada por escreveres assim.
Flechazo1958
Divina-Wilson
ResponderEliminarUff...
Un momento intensisimo y las dos luchando..
una..acallar lo que siente en realidad y la otra..muriendose por oir aquello que tuvo una vez..Un trocito lleno de detalles..de pasion..de lucha..de dejarse llevar...de conquistar..de sufrirde intentar no caer..a pesar de desearlo..de intertar tener lo que ya no existe
Y al final...tu manera de escribir..tu manera de narrar lo que sienten estas dos mujeres..dos mujeres que estan enamoradas hasta los huesos la una de la otra..pero puede mas lo que paso...y eso es dificil de arreglar cuando hay unos sentimientos tan profundos...Y tu Gemo..tu..que eres de lo mejorcito que he leido yo..aqui y en novelas que he leido...No me cabe duda que acabaras escribiendo novelas niña...Y yo sere la primera en comprarla...seguro...
Pedazo de trozo Gemo...escribes como los Dioses
Impresionante trozo,enhorabuena por la historia y por la forma de escibirla.
ResponderEliminarGracias, muchísimas gracias.
Genu.
ResponderEliminarHay de pasiones a pasiones pero la que sientes estas dos es ya enfermiza...
Cari.
JODER!!!!!!!!! que lucha, que dificil, cuando el orgullo o el pasado pesa más, QUE REALIDAD!!!!tan perfecta expresada!!!!!!!!!!
ResponderEliminarSe me encoge todo, al leerte DE VERDAD
GRACIAS ARTISSTAZAAAAA
Divina-Wilson...
ResponderEliminarComo la tuya Cari...como la tuya...jajajajajaja
Sehhh Divina ... MI gran pasion enfermisa es jugar al ajedrez. Que le voy hacer jajjaja
ResponderEliminarcomo siempre, me dejas sin aliento¡¡¡¡ jejeje
ResponderEliminarBesicos desde R. APA