lunes, 25 de febrero de 2013

Wilson S.L. 20

Con la pregunta realizada por su cuñada, martilleando en su cabeza, apura su cigarro, definiendo los planes inmediatos, esos que solo Martha conoce.

Pero la puerta vuelve a abrirse y dando por hecho, que debe ser Anna, porque su hija no se mantendría en silencio, tira la colilla sin despegarse de la pared donde está apoyada.

An: ¿Problemas?- pregunta apoyada en el marco de la puerta y se abraza, al sentir el frío de la noche.

M: Uhm...los habituales- contesta en un hilo de voz y apoyada como está, gira el rostro para poder verla. Cuando lo hace, sonríe al verla abrazada y vestida con solo un corto camisón. Y sonríe, al comprobar como por muchos años que vayan pasando el cuerpo de esa mujer continua haciendo estragos en ella, pero la pregunta de su cuñada ha removido sus cimientos y no deja que el deseo la acapare- Alguna vez, ¿te has imaginado teniendo otra vida?- termina por preguntar sin apartar la vista de ella y provoca que Anna le de frente sin avanzar hacia ella.

Sin notar en ella ningún atisbo de duelo o reto, Anna la observa y se muerde el labio, reteniendo muchas cosas que contestarían a su pregunta.

An: Hace frío, mejor entramos- evade la pregunta y suspira al verla sonreír irónica, consciente de la evasión.

M: Uhm, no parece que tu tengas- molesta con ella, por no permitirle una simple conversación ataca como siempre y señala su corto camisón.

An: Subí la calefacción, estamos en el salón- se desapoya y entra en la vivienda dando por finalizada la breve conversación.

M: De puta madre, así lo mismo ardo de una buena vez- murmura, ganando la desilusión de una noche diferente al enfado. Y mastica unas cuantas semillas antes de seguir sus pasos.

Cuando entra en la casa y dispuesta a distraerse con cualquier cosa que no sea Anna, ve unas botellas sin etiqueta y por como están colocadas en la botellera de la cocina americana, sabe que es alguna creación nueva.

Escuchando como Anna y su hija conversan, apuesta que todavía frente al lienzo, coge una copa y una de esas botellas.

Con curiosidad infinita, sirve apenas dos dedos de vino en la copa y lo examina a trasluz, sonriendo al ver como el color tinto del vino a trasluz, muestra pequeñas tonalidades violetas que se mezclan don el rojo de base.

Comprobado como los movimientos del vino en la copa están muy conseguidos, lo huele reteniendo en sus fosas el aroma que emite y al fin, toma un pequeño sorbo de la copa.

M: Mm- con el liquido retenido en su boca expulsa aire por la nariz, buscando que el paladar y sus fosas nasales, retengan el sabor del vio y una vez hecho, lo ingiere y sonríe orgullosa, por lo exquisito que le resulta. Volviendo a suspirar, termina con el vino que queda en su copa y junto a esta, retoma la botella para acudir junto a ellas.

Apenas a unos metros, de donde ellas efectivamente hablan de pie frente al lienzo, se detiene deleitándose con la imagen de ambas y confirma sus planes mas inmediatos como acertados, soñando con que puedan ser una realidad, a pesar de todo y en ese todo, incluye a Anna.

An: Viste el vino- la observa copa en mano y se maldice por dentro, al sentir como su opinión sobre el vino en cierta forma la inquieta.

M: Uhm- contesta a su estilo y ahora si, se aproxima a ellas.

Ad: A mi me encantó el color y Flor dice, que sera algo por lo que se venderá muy bien.

An: Tu y yo, mañana vamos a tener una charla muy seria- advierte a la niña.

Ad: No hice nada- se encoge de hombros deslizándose por la pared,, para quedar sentada en el suelo.

An: Ni yo estoy diciendo que lo hayas hecho- mira a Maca buscando la complicidad necesaria para con la niña.

M: Mama solo quiere hablarte de...de....de, no puedes estar pensando en cosas de mayores.

Ad: Mm, no lo hago.

M: Jajaja, si que lo haces- toma asiento junto a ella y niega con la cabeza, al verse mirando el lienzo blanco.

Ad: Solo os digo cosas que se.

An: ¿Y por quien las sabes?- pregunta aunque sabe muy bien quien es el culpable.

Ad: El abuelo

An: Genial, el abuelo- murmura para ella y de pie aun gira a mirar a Macarena y sonríe de lado al pillarla de lleno, mirándole las piernas y retiene una carcajada, al ver como Macarena arruga los labios quitando importancia a su pillada.

M: Me gusta, lo equilibrado que esta la madera con las frutas- da otro sorbo a su copa y busca cambiar de tema- evoca regaliz sin llegar a ser constante. Perfecto para

Ad: Una agradable conversación- prosigue a su madre, observando vivaz la copa.

An: Adri- protesta y suspira sentándose junto a ellas

Ad: Solo era una aseveración- se defiende como niña que es y hace que Anna niegue con la cabeza, a pesar del orgullo que siente por la inteligencia de su hija y a Maca, le hace subir una ceja, ante las continuas sorpresas que su hija da.

M: ¿Ase que?- pregunta bromeando y sonríe besándola al ver como la niña ríe tapándose la boca.

Ad: Es como afirmar, mami.

M: Afirmo que te- se detiene aposta estrechándola entre sus brazos.

Ad: Que me quieres

M: Jajaja, muchísimo

Se abrazan ambas ante la mirada de una Anna, que suspira y regresa su mirada al lienzo, sin un solo trazo después de todo un día.

An: ¿Que dibujo?- pregunta recogiendo las piernas y apoyando los codos en las rodillas con la mirada fija en él. Provocando que madre e  hija se miren traviesas, por lo usual que les resulta que Anna, comience un nuevo hobby y no sepa como- ¿No me ayudáis?- se gira hacia ellas colocando su larga melena en un hombro y Maca, no puede evitar quedarse enganchada a esa imagen.

Ad: Las antiguas Bodegas Paredes ¿no Mami?- pregunta a su madre y al no obtener ninguna contestación, pasea la mano por su rostro llamando su atención.

M: Perdona, ¿que?- reacciona y relajada por el ambiente se ha formado entre ellas, lo aprovecha intentado disfrutar del momento.

Ad: Jajaja mami

M: Mami ¿que?

Ad: Estabas como tonta

M: Culpa de mama

Ad: Jejeje- ríe tapándose la boca y se gira hacia Anna, que se limita a subir los ojos coqueta- es que estas guapa.

An: ¿Si?

Ad: Pues yo creo que si, ¿no Mami?

M: Mucho, si. Pero ¿y yo que?

Ad: Jejeje, no seas celosa

Y mientras ellas entre bromas y sintiéndose como una verdadera familia, deciden que pintará Anna, Estefania mira las cámaras del satanás tras hablar con Colombia.

Cámaras por las que ve entrar a Miriam por la puerta trasera del local y que le hacen apoyar la barbilla en las manos, suspirando por la marea de preguntas que se almacenan en su cabeza, más tras conocer por Colombia, los futuros planes de Macarena.

Pero, cuando divisa una figura muy conocida en el local, niega con la cabeza y se tapa la cara, no creyéndose verla ahí.

1 comentario:

  1. Momento insolito...Todo a ido como la seda..
    En verdad parecian una pareja normal..la niña las
    une mas que las separa..una buene influencia...
    ¿Que fue lo que paso que las separo de esa manera
    tan drastica..tan brutal?...
    Ainsss..Esperando el momentazo...

    Divina-Wilson

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