Verano, playa..tú 5

Cuando la alarma después de muuuuchos días, sonó alertándola de que era hora de despertarse, Martina paso de ella totalmente. Como lo hizo a las llamadas que anunciaba el vibrador de su móvil y como no pudo hacerlo con el teléfono fijo. ¡Joder!

Era lunes del mes de julio, tenía que volver al curro y afuera de su pequeña buhardilla harían ya 32 grados. 

¡¿Por qué? ¿Por que la vida debía de ser así de dura?! 

No estaba preparada para vestirse con pantalones largos, vestidos, tacones, maquillarse, salir temprano de la cama, aguantar la pesadez del tráfico y para nada, que no significase seguir tirada en cualquier playa, cargada de cervezas y por supuesto..de su Kayak.

Adiós, a noches interminables bajo la luna, a la magnífica sensación del agua mojando su piel en la madrugada, a las risas entrecortadas por alguien pidiendo silencio de regreso al hotelito, a miradas que le habían sabido a gloria y se la habían conseguido en sábanas revueltas en eterna pasión. Adiós a días, que si bien no habían detenido el tiempo, le habían otorgado sueños inimaginables para ella.

Y ahí estaba, arrastrándose hasta poder llegar al teléfono bostezando sin control, encontrándose al otro lado de la línea..con su señora abuela. 

- Ay cariño..ay mi vida entera. ¡Que eres famosa! Me han llamado ya todos los del pueblo y quieren venir este fin de semana a verte. Lo que pasa, que mi primo el de la Tia Manuela de Francia, que sabes mi otro primo Jesus le pagó los estudios por aquel mala pécora del marido de mi prima que derrochó los dineros que tantos esfuerzos le había costado ahorrar a mi prima la Manuela..pues que dice, que no muevas un pie sin antes tener representante. ¡Dios mío! Que vas a ser una Belen Esteban o más-le cotorreo a lo loco su abuela, sin que ella pillase ni media.

Estaba recién despertada y bajada a la realidad más cruda, vamos la de cualquier curtido de a pie que no amanece pegada a una súper estrella, y su abuela hablándole de Belen Esteban..que por cierto:

- ¿Que le ha pasado ahora a Belen Esteban?- preguntó, llevada por una curiosidad absurda dadas las circunstancias. Mientras rebuscaba su móvil, por aquello de consultarlo como cada mañana en su ruinosa vuelta a la rutina.

- Que ha ganado el juicio a su..ay cariño. Tienes que tener mucho cuidado al elegir representante. A ver si te va a sacar los cuartos- le dijo su Abuela y para que más. Martina abrió la boca, no entendiendo nada. 

De no haber conseguido su móvil, habría intentado que su abuela le explicase para qué necesitaba ella un representante, pero la cantidad de mensajes y correos que encontró en su móvil, le hicieron callarse y consultarlos mientras su abuela..seguía:

- Si vas a un reality de esos, yo te voy a defender. ¿Te acuerdas de los dos vestidos que tengo sin estrenar? Me los pondré y le diré a la Lolo que me peine. Yo en televisión Jesus: por mi nieta mato....eso diré y lo mismo..me hago yo también famosa. 

Y continuó haciéndolo mientras a Martina se le abría más y más la boca, alucinando con las fotos que varios amigos y algún compañero le habían enviado. Fotos de ella misma, ¿que fotos? Retratos de ella misma en su sueño particular. De alucinar paso a ponerse..moña y hasta cuki. Ría se veía en ellas absolutamente espectacular. Tal cual, llevaba días soñándola y tal cual, aunque aún no se lo creyese la había tenido.

- Está increíble..- balbuceo, llevada por mil sensaciones distintas. En otro universo paralelo, en otra dimensión. En tanto su abuela seguía en el suyo.

- Por mi nieta mato..eh, ¿quien?- hasta que la escucho y detuvo todo.

- Ría- contestó.

- Tu si que lo estás. Te brillan los ojos en todas- le dijo la abu, desarmándola.

- Puff..se suponía que la prensa se había marchado- 

- ¿Importa? ¿No me digas que te quiere ocultar? A ver si es lesbiana de esas a medias..ay cariño, que en el instaman ese ella no ha puesto nada, sólo fotos de sí misma en la playa.  Pues esa no sabe con quién se está metiendo ..que yo por mi nieta

- Mato Jajajaja- tuvo que reír Martina. ¡A la mierda! Pasara lo que pasase, su abuela y las fotos, le estaban dando realismo a lo vivido con Ría. Había ocurrido, la había disfrutado..daba igual lo que esas fotos ahora provocasen. Relajándose por momentos, prefirió antes qué alarmarse o preocuparse, hacer feliz a su abuela- ¿Y? ¿Que vestido te pondrás primero?

Nada habían hablado, los días juntas habían sido dedicados a recorrerse, a disfrutarse y a llenarse la una de la otra sin importar vidas, rutinas, profesiones. Mujer a mujer, piel a piel, devorándose como si el tiempo fuese solo presente. El de esos días.

Martina continuó con su abuela, ya habría tiempo de excusarse en el curro, le valía decir que su puerta estaba llena de paparazzi, como en realidad lo estaba. Puede que, hablar con su abuela, le sirviera para huir de un nuevo futuro. ¿Que estaría pensando Ría de las fotos? ¿Que ocurriría con ellas ahora? 

Para su suerte y también para que su abuela tuviese la oportunidad de tragar saliva y beber agua, su móvil sonó dejando a ambas calladas.

- ¿Quien es? Ay cariño..ya te llueven las exclusivas veras. Atiende..cogelo- le apremio su abuela.

- Es ella- le dijo Martina. Parada mirando su móvil...Ella. Ría. 

- Ayyy..con más razón. Cogelo ..pero que yo lo escuche. Ver que pasa ahora..madre mía. Y que la escuche ¿eh? Las abuelas sabemos calar a la gente- continuó su abuela. 

Aunque, Martina ya no podía prestarle atención.

¿Para que pararse? ¿Para qué temer la reacción de Ría? Ya nadie le quitaba los días vividos y..como su querido kayak..¿que importaba una grieta más si seguía a flote?

- Sush..luego te cuento Yaya- así se despidió de su abuela, para a continuación y pese a las protestas de ésta, aceptar la llamada de Ría.

- Pirata- 

Escuchar su voz y esa forma especial de llamarla, le hizo sonreír boba. ¡Que perdida estaba!

- Hey- saludo temerosa, sin saber que esperarse.

- No me lo puedo creer. ¿Te asustan unos paparazzi?- respondió así la actriz a su temor. A veces los piratas, necesitan de ciertas ayuditas y Martina no era menos, ni más- ¿Como era eso de?...no soy un fulano con la lágrima fácil, de esos que se quejan solo por vicio- continuó tarareándole, quitándole todo miedo. Era su canción, SU canción.

- Arañazo en tu espalda...eso elijo yo- le continuó Martina a su forma y fuera. 

Ya vendrían las presiones, los problemas, pero también las miradas, los besos y los amaneceres únicos.

Esa tarde en algún programa del corazón, se vio por pantalla a una abuela bien orgullosa luciendo peinado...

- Yo ni digo ni no digo. Pero como os metáis con mi nieta, que sepáis que yo...por mi nieta MATO. Jejeje..no me saquéis tan de cerca que se me ven las arrugas. ¿Puedo saludar a los del pueblo?

Fin