- ¿Hey, pirata... ¿te dije que me encantó tu Kayak?-
Ante la pregunta retórica de Ría, Martina tragó saliva repetidamente. Que ella no se dejaba vacilar, pero cuando una tía de increíbles curvas y guapa hasta decir basta, le repetiera que le había encantado su Kayak...significaba morir de amor..por ambos.
El ritmo cardiaco le subió enseguida, la transpiración se adueño de sus manos y así...tuvo que buscar tranquilizarse y no parecer una quinceañera. Tocaba repetir las preposiciones sin equivocarse y rapidito. Un recurso para ella infalible..o no.
¡A, ante, baje, con, contra, de, desde, en, entre, hacia, hasta, para, por, según te veo te echaba un polvazo! ¡No, no...y no! Tratar de recitar mentalmente las preposiciones mientras una mujer de más de metro setenta se recogía la túnica y mostraba el esplendor de sus piernas..era tirarse al río, que no al mar, donde ella seguía con el Kayak que estrelló en la roca.
Nada mejor para superar un arranque, que hacer el ridículo delante de quién te provoca el arranque. Porque es escribir, sino me hubiese asfixiado.
¡Aquí no pasa ná! Martina consiguió sobreponerse, disimulando la lagrimilla que amenazaba con precipitarse por su mejilla, el Kayak había sufrió otro golpe más. Pero debía reaccionar...
- Hey..¿tú también te repites?- recordando su pique anterior con Ría le tiro por ahí y la sonrisa de esta fue inmediata.
!Joder..¿estaban de nuevo en San Juan?! Una sonrisa así, solo se podía ver en San juan, hasta arriba de alcohol y tras haber pedido tu deseo al pasar la hoguera. Porque lo sueños, sueños son y da igual que sean más fantasía que sueños.
Ría no sólo sonrió, sino que se incorporó ágil y le tendió la mano, esperando ser subida al precisado Kayak.
- No suelo repetirme, pero sí suelo pecar de atrevida. Sácame de aquí, aunque sea un ratito- le pidió, denotando no temer caer al agua. Martina tomo su mano y no sin ciertos malabarismos, la actriz tomó asiento a su espalda.
¡Atrevida! Otro detalle importantísimo que sumarle. La gracia de la petición, hizo crecerse a Martina. ¡Que cojones! Siempre le había encantado las historias de piratas.
- Entonces, ¿dispuesta a surcar mares?- quiso saber Martina, tirando de guasa. No sería un velero lo que tenía, pero su puto favorito y querido Kayak. La risa de Ría sonó a locura. La de dos locas que en ese momento y sin conocerse, les apeteció surcar mares en busca de paraísos improvisados.
- Aja...a ver de lo que eres capaz, pirata- contestó Ría.
- Si me dan a elegir entre todas las vidas, elijo la del pirata cojo-canto.
- Con pata de palo y parche en el ojo-la siguió Ría, en tanto el Kayak gracias a los remos de Martina partía sin rumbo fijo.
¡Resumamos que no es gerundio! El mar estaba la hostia de apetecible, calma y absolutamente cristalina. Martina llevaba a un pedazo de tía tras ella, retrepaita, tomando el sol y como el mar...la hostia de apetecible. Pero ojo, Martina tampoco es que fuese la típica lesbiana que por una pedazo de tía remara como las cosas tontas, como por igual sudaba. Que un ratillo de remo la actriz tenía, pero que ella no tenía complejo de gondolera.
- ¿A gusto?- preguntó entredientes, sin disimular su disgusto. Ría haciendo honor a su nombre volvió a reír, dejando su cómoda postura para que Martina se electrificará al sentirla demasiado cerca de su espalda.
- En la gloria, pero me da que puedes mejorarlo- le dijo, extasiándola.
¿Que Martina no era la típica lesbiana capaz de remar como las cosas tontas por una tía? Ese día sería su excepción que confirmaría la regla. Martina remo y lo cierto es que, disfrutó de algo único. Ría no sólo provocaba en ella unas maripo..unas ganas de follar locas, sino que además y a la vez, la dejaba disfrutar del mar y de su Kayak.
Sin conocerse mucho la zona, Martina recordó haber visto varias calas de difícil acceso, pero erró. Porque las calas que deberían estar solitarias, no lo estaban. Lo que la llevo a seguir remando hasta que la propia Ría, se apiadó de ella.
- A todos nos gusta lo salvaje. Paremos en esta misma- le dijo señalando la pequeña calita que tenían al alcance.
Martina en principio no tuvo ninguna objecion, la cala se veía extraordinariamente salvaje como decía Ría, pero..
- Hay peña, capaz que te reconozcan- le advirtió girándose hacia ella. Ría torció los labios en un gesto que para Martina fue brutal de sensual.
- ¿Esperemos que les pase como a ti?-aludió la actriz con sorna. Pero Martina paso mucho de comprobarlo.
Decidida rebusco en el cajón del Kayak y saco de su mochila una camiseta de tirantes y larga. De tirantes y larga...y pelín desgastada. Ensimismada en sus intenciones, no apreció el gesto de sorpresa de la actriz, y tampoco su sonrisa cuando Martina se acercó a ella, dispuesta a quitarle la túnica.
- Guau..no te van los preliminares. Aunque, en según qué ocasiones... son una pérdida de tiempo ¿No crees?- prosiguió la actriz y a Martina le fallo no tener transmisiones, ni bengalas de socorro, ni tierra firme donde aguantar el temblor que sintió.
¡Atención a todos los bañistas. Desalojen la playa. Se acerca tsunami provocado por una tirillas!
Y a mi estas cosas..¿por qué no me pasan?
...... Nada mejor que llegar a tu espacio...ahora con sabor a mar...a aventuras de una Pirata surcando los mares con su Dama vistiendo tunica...Y encontrar la sonrisa como ellas quieren encontrar sus calas...Nada mejor Escritora...¡¡
ResponderEliminarPues...pues que siga la aventura que invita de nuevo a soñar...a vivir locuras...¡¡me encanta¡¡...Para las noches...las madrugadas ya...llenas de calor...nada mejor que buscar entre las olas el deseo de las dos aventureras...ese rincón donde quedarse.
......gracias.....siempre.....por ¡¡tanto¡¡¡¡
celeste-negro