domingo, 5 de marzo de 2017

Y los sueños...3

Arriesgando como no lo había hecho, consiguió darle alcance, cuando Merche estacionaba en doble fila en un Colegio. ¿En un Colegio?
- No me jodas..no me jodas-
Daba para alucinar y maldecir a los putos sueños. ¿De qué una tía a la que había visto en una carretera le iba salir bien? ¿En qué momento su imaginación había ido más rápido que su cordura?
Ahí estaba ella, estacionada a la salida de un Colegio, babeando por una tía que salía y corría a abrazar a una adolescente. Sea..había que joderse. Una adolescente. Eso para una adulta sin hijos era igual a caer en brazos de una penca en plena primavera. Ya estaba de nuevo su imaginación por delante. No había domingos aguantando los mil quinientos selfies de la adolescente para decirle en cual parecía más puton, mientras la madre, la verdadera puton que la tenía mojando bragas se daba un baño en la piscinita del bungalow a las afueras de la cuidad. Es que por no haber, no había ni ilusión posible. Porque tras la adolescente, llego un tío a quien Merche también abrazo.
Y los sueños..sueños son. Iba a tener razón el desgraciado que escribiese eso y que le perdonasen y obviasen el insulto. La situación daba para eso y para más. Pues nada, igual que a flipada no le ganaba nadie a masoca tampoco, por eso se salió del coche, dispuesta a contemplar la divina escena familiar fumándose un piti. 
Con todo perdido, se bajó del coche y apoyo en el capó dispuesta a echárselo. Hasta en familia Merche le continuaba pareciendo súper follable. No tenía caso mentirse, podía llamarse enferma, pero eso no cambiaría sus  sensaciones. Fumando no apreció como el cielo se encapotaba y el viento comenzaba a soplar, tampoco de como Merche subía a la adolescente y al otro en su coche, ni menos como se aproximaba a ella. ¿Como culparla? Ella seguía a las suyas, continuando en su imaginación lo que el Colegio había cortado. En sus sueños, no había un Colegio, ni una cría saliendo de él. Lo que había eran las piernas infinitas de Merche caminando hasta ella, y su boca llegando pasos después a la propia.
- Adoro el descaro y no me digas porqué..pero también como me miras. Mm..imagina cómo sería beberlo-
En su locura, Merche tenía una voz rasgada capaz de hacerla correrse sin haberla tocado. Pero no quedaba ahí, la muestra de su aroma más íntimo con el que Merche le había pintado los labios, era absoluta locura. La que jamás había probado. 
Tanta, que cuando quiso espabilar y dejar de soñar despierta, Merche regresaba a su coche y en sus labios, un aroma loco y salvaje, amenazaba con hacerle perder la cabeza. Aunque, de nuevo no iba a tener tiempo. Merche se había girado indicándole algo al tiempo que el cielo crepitaba y una espantosa tormenta caía sobre la ciudad. El cigarro se le apago entre los dedos y pensándole el cuerpo, logró meterse dentro del coche. Cuando lo hizo, el cuerpo le crujió. Merche había dejado su teléfono pintado sobre el capó de su coche  y estaba lloviendo a mares.
- Nooooo...no, no..no puede ser joder-
Las prisas por volver a salir e intentar que el agua no borrase el número, si que fueron un sueño....¿imposible de conseguir?

2 comentarios:

  1. .... acelera esa Merche....y como¡¡.....acelera ....arriesga..y rompe¡¡...rompe hasta limites insospechados...seductora...canalla no duda en ponerla al limite...Debe ser un sueño si...el más húmedo de todos los sueños....que corras tras una quimera...y que te despierte mojando tus labios con su aroma...si además lo dejo en ese numero de teléfono....merece la pena mojarse....y mucho...para conseguirlo....
    ....absolutamente soberbia una vez más Escritora¡¡¡...

    gracias....siempre....por ¡¡tanto¡¡¡

    celeste-negro..

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  2. Qué mal le ha sentado ese piti...tiene ese sueño real delante de las narices y ella perdida en su mundo imaginario. Baaaja de las nubes niña y apréndete ese número antes de que se borreee..

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