Y los sueños...2

Alguien dijo y los sueños..sueños son. Pues que le dieran mucho por saco. Ella no era de quedarse parada saludando apresumbrada a un nuevo sueño que se quedaba en eso..sueño. Ella era más de acelerar tras ese sueño, coger la salida, adelantar la mirada y perseguirlo, como lo hizo hasta enganchar a Merche y su coche en la autopista. 

- Jajaja, cucú...aquí me tienes de nuevo-

Riendo, bendijo a las autopistas y sus peajes que obligan a detenerte. Merche debía haberse dado cuenta que continuaba detrás de ella y lo corroboro, cuando al llegar a la recogida del ticket, Merche detuvo el coche lo suficientemente lejos de la máquina, como para tener que bajarse del coche a recogerlo.

- Grrrr...como me flipan las mujeres guerreras-

Y para no hacerlo. La estrategia de Merche no tenía otro propósito que dejarla babeando ante su figura, como ocurrió. Solo con los taconazos que marcó lo habría hecho, pero es que encima Merche se giró lo bastante como para dejarla agarrando el volante con todas sus fuerzas. Era eso o salir del coche, llegar hasta ella, quitarle el ticket de la mano y un beso de sus labios. 

Pero la cabrona no le dio tiempo bastante de reacción, sonriente triunfadora se volvió a meter en el coche y aceleró. 

A ese paso la ensalada que le esperaba para comer, se estropearía. ¿Y que más daba? ¿Cuantos días llevaba sin sentir esa cosa circulando libre por su cuerpo? ¿Cuantos sin sentir su sexo vivo por algo real? 

Demasiados como para no seguir a Merche por la autovia, está vez sin rebasarla. Dejando que esta vez ella marcase el ritmo. Algo que a Merche, pareció no agradar.

- Pasito a pasito fiera-

Musitó al verla frenar haciéndola a ella frenar a su vez. Estaba claro que Merche pedía la misma caña que habían tenido en la nacional e incluso, la obligó a tener que sobrepasarla. Pues bien, ella lo hizo disminuyendo la velocidad para que ambas pudieran mirarse. La nueva sonrisa de Merche fue un nuevo pinchazo de deseo. Que ganitas de hacerla frenar y morderle esa sonrisa. Pero ojo, no circulaban solas como parar arriesgar a más gente en su pique. Lo que no quitaba, tomar precauciones. Yendo delante ella, corría el riesgo de que Merche la dejaste tirada en alguna salida, por eso obró para volver a quedarse tras ella y una nueva salida..la 775.

Con el corazón bombeando adrenalina volvió a cogerla tras Merche y flipó al verla detenerse en un pequeño descampado. Ahora sí que si..y lo sueños...¿sueños son?

Sin pensárselo detuvo el coche en paralelo al de Merche y salió en su busca, con las piernas temblándole. Lo mismo se llevaba una hostia, pero oye al menos tendría algo para contar; un día seguí a una tía y me plantó una hostia. Así soy yo..una loca. Vale, siendo sincera lo habría adornado más egolotramente: seguí a una tía, le pegue un beso y la loca me hostio. Ay Dios, sus pensamientos volaron necesariamente, era eso o sentir como estaba a punto del mareo al llegar hasta la ventanilla bajada de Merche. ¿Que locura era esa? Para su suerte, Merche tomó la iniciativa.

- No sé quién eres, pero estás muy pirada- le dijo tomándola de la camiseta y acercando peligrosamente sus rostros. Tanto que su aliento acaricio sus labios.

- No parecías asustada- le dijo ella obligándose a no cerrar los ojos gimiendo de placer. 

- Uhm...si otra vez coindimos lo podremos debatir ahora llego tarde-le dijo Merche soltándola. Pero que hija de puta. Ni siquiera le dio tiempo a contestarle o a perder la cabeza intentando besarla. En primera salió rancheando, haciéndola correr hasta su coche. Eso no quedaba ahí. Ni de coña, se iba a dar ahora por vencida. Arriesgando como no lo había hecho, consiguió darle alcance, cuando Merche estacionaba en doble fila en un colegio. ¿En un colegio?

- No me jodas..no me jodas-