María de los Ángeles 23

No había sido fácil llegar a esa mañana para Angie. Muchos rezos en las noche, pidiendo un trabajo que le diera cierta estabilidad. Al principio sus rezos fueron enfocados a la profesión para la que se había preparado, después tuvo que variar y pedir lo que fuese, que le posibilitará pagar sus recibos. El verdadero curro, fue patearse Madrid echando currículums e inscribirse en cientos  de páginas webs de búsqueda de empleo. Que lo del rezo solo, como que no valía. 

Y llego, llego la llamada para una entrevista primero, y otra después para un currito de media jornada. Obvio, la noticia de su curro corrió por el bloque y puede que hasta su vecino el pajero se alegrase por ella. Limpiar oficinas de bancos, no era la gran cosa, pero estando las cosas como estaban en Europa, bien valía. 

La mañana en que oficialmente se estrenaba en su nuevo curro, Jess entro como un vendaval en su casa y fue directamente a por ella. En la cocina y con la vista fija en una pequeña cajita es que la encontró.

-¿Como está la currita del año?-a los gritos llego Jees. Pero fue verla con la mirada en la cajita e interesarse por la misma. Más si Angie no le saludaba, solo sonreía e inconsciente la acariciaba con un dedito- Eh...¿es para el almuerzo?- se interesó, encontrándole solo ese uso posible. De metal, con dibujos góticos y con la forma de bocadillo, solo había que sumar. Angie dejo la caja y se giró hacia ella con una sonrisa inundando su cara.

- Si..me la regaló May-le contestó, deteniendo toda sonrisa al encontrarse con la más burlona de Jess- Ya ves...quiere que almuerce trabajando cuatro horas-continuó, como lo hizo la sonrisa de Jess en silencio. Sería pecado odiar, pero ella empezaba a odiar esa sonrisa de su amiga.

- Yap- fue lo dicho por Jess- Lo vi en alguna película que ahora no recuerdo. O espera si..una de amor- con toda la intención le lanzó, pero...

- El enano ya está listo para el Cole- quien entró ahora a la cocina fue May, anunciando a un enano que tardó en verse, lo que este tardó en trepar la espalda de May- Lo del circo, empiezo a verlo.

Las tres pronto cambiaron de tercio, que si el nuevo curro, Jess, darle el desayuno a Keko, Jess, prepararse para salir de la casa y Jess que volvía a lo suyo.

- ¿Se puede saber cuando hablaremos de lo mío?- preguntó caprichosa.

- En cuanto regrese Luka- le contestó May.

- Ah no- le rebatió la rubia.

- Ah si...y no es una película de amor- guardada se la tenía May, que aprovechó una breve asistencia de Angie.

- Jajaja...ya claro feminismo y eso..pero no te equivoques, su trasfondo era de amor- le insistió Jess, y hubiese obtenido respuesta de May, de no ser porque Angie volvía- Uhm..la tengo loca- le susurró Jess a esta. Que divertido, pero qué divertido era jugar con esas dos. Con las dos que, cerquita de ella y ya en la puerta del piso, se besaban en la mejilla.

- Cualquier cosa me llamas-le decía May, preocupada de veras. Tenía tantas ganas de que Angie encontrase la estabilidad y muy pocas de encontrarse después con la sonrisa de Jess, como le ocurrió.

Así Angie marcho para su nuevo trabajo ilusionada, May a llevar a Keko al colegio y después a su curro, y Jess se quedo sola en la puerta. 

- Esto...¿yo que tenía que hacer?

Poco. En verdad abrir su consulta, sita en su mismo piso, y esperar que alguna pareja confiara en ella para resolver sus problemas sexuales. Esa mañana ni una entro, es que por no entrar, no entro ni el repartidor. Así que, cogio el móvil y se dispuso a entretenerse. Los mismos chistes en tuiter, las fotos machaconas de hijos en Facebook, las famosas de turno en Instagram y finalmente whatsapp y en él; Luka.

Mensaje de Luka: Nenaaaaa, vete desnudando que llego.

Mensaje de Jess: Vuelve a escribirme nena y te tragas el móvil.

Mensaje de Luka: Uff..ese puntito violenta también me gusta.

Mensaje de Jess: Lukaaaaaaa

Mensaje de Luka: Jeeeeeeeeeeeeees

Los mensajes de este par durarían un ratito más, en tanto Angie regresaba a casa tras su primera media jornada laboral en Madrid. Tantos días parada, le hacían regresar una mijita cansada, pero altamente satisfecha. Desde que Keko entrase al Cole, había echado de menos dedicarse a algo, más allá de las tareas propias del hogar. Contenta llego al portal y así saludo a la mujer que en esos momentos abría la puerta. 

Una mujer a la que no había visto nunca en ese bloque de pisos. Mujer a la que el pudor debía haber abandonado. Vistiendo algo parecido a un vestido, que más bien pareciera un camisón de bajas pasiones y unas altísimas botas, de pelo negro y corto, la mujer le cedió el paso ante su saludo. Al hacerlo, Angie pudo verle el rostro. Tan escandaloso como su propia vestimenta. En silencio, las dos caminaron hasta el ascensor, donde la atrevida mujer volvió a cederle el paso. Bueno, para Angie ya era un gran paso no haber tenido impulsos de santiguarse, puede que lo dejara para unos minutos más tarde. Dentro del ascensor, la mujer que por sus gestos parecía amable, la dejo parada al hacerla sentir terriblemente observada.

- Uhm...sigue haciendo muchísimo calor-dijo la mujer, acariciandose la nuca. Estaba claro para Angie que había sido una clara alusión a la rebeca que ella llevaba puesta. Lo de caminar por la calle con los hombros despejados, aún le costaba. 

- Si..eso parece-contestó a la mujer irguiéndose. Después de todo no se iba a dejar amedrentar por la primera que se subiese en el ascensor, por muy rojo pasión que llevase los labios. 

- En fin- escucho musitar a la mujer y a Dios gracias llegaron a su planta, donde sorprendentemente la mujer se bajo- Chao, chao- se despidió.

Angie permaneció quieta, como preveyendo hacía que piso en concreto se dirigía la mujer y cuando confirmó sus sospechas, paso de mirar más y se fue directa al suyo, para escribir:

Mensaje de Angie a Jess: Hay una mujer.

Mensaje de Jess a Angie: Eh? Ay Dios mío...lo sabía, mi gadyator no podía engañarme contigo. Bajo y me cuentas.

Mensaje de Angie a Jess: Deja de nombrar a Dios. Pero Ay Dios...si la vieras. Era la tentación echa mujer.

Mensaje de Jess a Angie: Espera, espera estoy llegando..que me mato escribiendo con el móvil. ¿Te la has tirado?

Mensaje de Angie a Jess: ¿Pero qué dices? De hacerlo será May..entro a su casa.

Para cuando Angie escribió  el último punto, el ímpetu de Jess se estrellaba contra su puerta.

- Joder...putos tacones. Estas ganas de saber mías, un día me matan. Angie ábreme.