Ay, Trini 12

- Que nooo, que tu que- iba a seguir Trini pero le dio la luz de la cordura-Paz calla ya, aquí se está cometiendo un delito o dos o...Ay Paz en la que me he metido.

¿Cómo resumirle a Paz que moría por ser la heroína de Alba? ¿Cómo explicarle que allí algo pasaba sin saber que era? ¿Como explicarse al teléfono si Paz ya llegaba hasta ella? ¿Cómo no quererla con todo su corazón? ¿Y cómo no fingir no conocerla si llegaba con los rulos puestos?- Pero

-¿Qué está pasando?- pasando justamente de los rulos es que Paz se colocó a su lado, bien parapetada en la pared sin olvidarse de inspeccionar cualquier cosa que las rodease. Trini aún flipando y sin que tuviera tiempo para dejar de hacerlo, se limitó a abrir los ojos e incluso quiso abrir la boca, pero Paz no la dejó- Sush...mejor empieza a llamarme de otra manera....uhm tijerita-le pidió alzando las cejas en modo soy la puta hostia pensando y además voy caliente como plancha de internado. Obvio, Trini tenía dos opciones; flipar  más o pasar de ella.

-Paz joder te digo que están pasando cosas- optó Trini por lo más realista dentro de lo surrealistas que ellas dos juntas podían ser y puso tanto empeño, que se pego a Paz de tal forma que sus tetas quedaron a la altura de la boca de la nueva tijeritas.

-Ay Trini- fue lo poco que pudo decir Paz, con ese par de protuberancias a centímetros de su boca. Podría haber sido buen momento para salir del paso o darlo directamente cantando eso de la mordidita de Ricky Martín, pero conociendo las tendencias sexuales del cantante, pudiera ser que él no se estuviese refiriendo a las tetas de Trini y siendo así- Que bajón, joder. 

No, no fue fácil que ninguna de las dos espabilase y pudieran por fin, centrarse en lo que las había llevado a esa calle y local. Cuando lo consiguieron, acabaron en una mesa del local de Alba, cuchicheando y otras cosas. Cuando Paz supo de las sospechas de su amiga, prefirió entrar al mismo local. No había nada raro en que Trini al salir del mismo hubiese tropezado con una amiga, le hubiera puesto las tetas en la boca, y decidido tomarse algo en ese mismo after. Lo segundo Paz podría haberlo olvidado, pero la chica estaba en pleno descubrimiento de la sensualidad femenina y Trini y sus movimientos femme fatal no ayudaban a la causa; apagar fuegos uterinos. 

-Tápate una mijilla, puede haber micrófonos- sin que tuviera nada que ver, Paz mató dos pájaros de un tiro. Según le había contado Trini, Alba pudiera o pudiese estar siendo chantajeada y de ser así...¿no estarían espiándola? ¿No lo haría cualquiera con tal de verle las piernas a Trini? Buena excusa para meter la cabeza debajo de la mesa y verificar que...-Ay Trini creo que me- pudo decir antes de que la misma Trini tirase de ella, le cogiera el rostro y le plantará un beso que no tenía fin. Más que nada porque Trini no quería que terminase mientras la pobre Paz...-Uhmmmmmmmm- lo disfrutaba a muerte. Hasta que el beso termino y con los ojos en blanco se quedo mirando si ver.

-Uff..menos mal que me he visto toda la saga del Agente 007, no dejaban de mirarnos- informó Trini, siempre detective, aunque lo hacía obviando que ambas estaban buenísimas y que por eso justamente las miraban. Daba igual, no es que Paz después del lote que le acababa de meter, le importase mucho, pero para ella también había un "aunque". Y es que eso de ser el centro de atención, sumado al besazo con Trini más su retro calentamiento, la pusieron nerviosa de más, y siendo Paz pues...

-Tranquilos todos, somos lesbianas- dijo a viva voz y con asentimientos claros e inequívocos con la cabeza. Seeh, eran lesbianas estaban buenísimas, todo el pub las miraba y ella siendo así, no podía contenerse- Venga...uno de lesbianas, ¿porque las lesbianas son tan indecisas? Porque no saben que coño comerse. Jajajaja eh...un poco antiguo, ¿no? Pues esto que iba un gallego...

Paz presa de muy poco sentido del ridículo se arrancó por chistes, en tanto Trini trataba por todos los medios de mantenerle la mirada a Alba. La empresaria de la noche había aparecido de la nada y frente así, la miraba sin pestañear. 

"Ay Trini" se dijo la rubia, ganando autoconfianza. ¿Cuantas veces había ganado al juego de mantenerse la mirada? Muchas...pero cuidado. Su labor de investigación, no podía verse mermada por un estupido juego, además de que toda femme fatal que se precie, no solo mira...también seduce. Bien valía perder si a cambio noqueaba a la empresaria con un aleteo misterioso y sensual de pestañas. No podría entonces la empresaria retener el impulso de acercarse a su mesa, tomarla del vestido y levantarla, con el único propósito de fundirse en un ardiente y apasionado beso. Pero claro, para eso debería callar a Paz y sus chistes malos. 

Alba no fue a por ella e incluso puede que no llegase a ver su aleteo glorioso de pestañas. La culpa la tuvo una mujer, que fue quien se llevó toda su atención. 

-Aja...tenemos nueva gallita en el corral.