María de los Ángeles 6

Un salón de tatuajes, un niño adicto a los rotuladores, folios y calcos  donde el niño podría  volcar su improvisado arte y un sofá minimalista de cuero blanco, la combinación perfecta para que Keko pasase de los folios que May le había dado y se volcase a placer en el sofá.

¿Cómo se detenía a esa cosa que media metro? ¿Qué técnica se utilizaba con esos bichos cuando la palabra no, no servía de nada?

 May siendo hija unica, sin sobrinos de ningún tipo y con un colega que tampoco era padre, había visto bichos así en anuncios, en algún bar jodiendole la cerveza y puede que algún ascensor, ¿pero así? ¿A un palmo de ella risueño, sonrojado y pintando su sofá feliz? Jamás en la vida. Por eso May paso de negarle varias veces pintar el sofá, a ponerle folios encima que causaron el mismo efecto y al final, a pasar del sofá. Ya inventaría alguna excusa con el seguro. Vale, todo sería sentarse en el suelo junto a él, ¿y hacer que?

-Tío..¿la comprensión cuando la aprenderás?-quiso saber erróneamente, dando por hecho que Keko tampoco comprendería lo que acababa de preguntarle y seguramente no, pero el niño estaba en esa edad, donde todo es cuestionable.

- ¿Por qué?- ahí estaba Keko con sus mofletes sonrojados adentrándose en el peligroso mundo Hamtleriano.

- Pues- respondía May abriendo los ojos, dada su nula experiencia en estas lides- Yo que sé..pero el sofá no se pinta, el mío no-se fue a lo practico; el de tu madre si, el mío no. Debía quedar claro, al menos en Barrio Sésamo era así. 

- ¿Por qué?-insistía Keko, sin dejar el sofá eso sí. 

- Ufff, pues porque no es para eso. Para eso están los folios-le echaba paciencia May, siendo un arte poco habitual en ella. Y mal, así no iba bien.

- Tu pinta ahí-con un zasca le respondió Keko señalándole los brazos que ella llevaba no pintados y si tatuados. May se quedo por unos instantes noqueada. ¿Estaba ante un niño superdotado? ¿No entendía un no pero si sabía darle un zasca? ¿Lo habría adiestrado su madre para atacarla? ¿Por qué se arrimaba a ella? ¿Por qué rompía su espacio vital? ¿Por qué bostezaba? 

- Eh..colega, ¿qué pasa?-rígida como una tabla con su zona de confort totalmente allanada por el contacto directo con un niño de casi tres años, el niño se la merendó. Si, porque Keko se subió en sus piernas y se acomodó sobre ella.

- Sueño, May-le dijo antes de cerrar los ojos y que a May, le atravesará un rayo de arriba a abajo. Que sensación más extraña la recorrió. Incapaz de describirla, tuvo que moverse y sujetarlo contra ella para que no cayese al suelo. 

- Pues, pues...pues duerme colega-le dijo en cuanto pudo recuperar el habla. Keko olía a algo que tampoco sabía definir. Estaba claro que a limpio, también que llevaba alguna colonia infantil, pero había algo más que la perturbaba, haciendo que la sensación que le había sacudido permaneciera en ella. Sus muelas, a más se acomodaba Keko en ella, más insistente se hacía esa sensación. Calma, May se pidió calma. Estaría hormonando o estaría por llegarle el periodo. Esta tontería de besarle la cabecita y de más moñadas, se le irían con una juerga, dos o tres. Pero mientras, se fue a lo practico.

Mensaje de May a Empotrador: Tete...el niño se me ha quedado dormido encima. ¿Tú sabes cuánto duermen estos?

Mensaje de Empotrador: Depende del tipo de batería y año de fabricación. Vamos...no me jodas.

Mensaje de May: Casi tres años creo. Empieza el colegio ahora.

Mensaje de Empotrador: Jajajajajajja, ¿pero qué vi yo en ti?

Mensaje de May: Ok. Que duerme como cualquiera.

Mensaje de Empotrador: Ya ves que si..come, bebe, respira y entre muchas cosas más, espero y deseo que te babee la camiseta. Jajajajajajaa cuidado, eso puede provocarte erupción cutánea por ternura.

Bue..¿Para qué intercambiar más mensajes con Luka? Solo para que la vacilara. Pues nada, ahí estaba sin poder dibujar, con un niño en brazos que sonreía hasta dormido y no, no babeaba. Lo que la llevo a...¿Cómo alguien puede sonreír dormido? La respuesta a esa pregunta, la obtuvo acomodándose apoyada en el sofá. Le bastó cerrar los ojos y que dentro de si, estuviese la respuesta. Ni una sola vez en que se hubiese cruzado con Angie, la había encontrado sin una sonrisa pintando sus labios. Parecía que fuese su carmín favorito. Hostias, necesitaba una juerga urgente. Olvidarse de tanto cotillear a la vecina y de esperar como una niñata poder encontrarse en cualquier sitio con el enano que sostenía en brazos. Pues bien, ahí estaba WA para ayudarla.

Mensaje de May a María de los Ángeles de todos los Santos y Apóstoles del Señor: Hey..¿qué te queda?

Mensaje de María de los Aneles de todos los Apóstoles del Señor: ☺️ Voy de 🏃. Por cierto, has sido un ❤️.

Correcto. El mensaje de Angie a May le costó digerirlo. Primero traducir tanta mariconada junta, segundo ..¿qué ella había sido un amor? Ja.

Mensaje de May a Angie: Vale, vale..la cosa es que vengas.

Mensaje de Angie: Uhm, ¿ya salió el mal carácter?

Mensaje de May: ¿Tú no 🏃?

Mensaje de Angie: Puedo hacer más de una cosa, ¿sabes?

Ahí estaba. Estas eran las cosas que Angie le decía, que para ella resultaban puro vacileo y que Luka no le creía. 

Mensaje de May a Empotrador: Ya está..le preguntó cuánto va a tardar en regresar y me vacila.

Mensaje de Empotrador: Otra vez con eso. ¿Pero tú le has visto la carita que tiene? Angie ni sabe que es vacilar.

Mensaje de Angie a May: ¿La chica dura se ha enfadado? 

Mensaje de May a Empotrador: Que me llama chica dura, tete..venga ya.

Mensaje de Empotrador: Jajajajajaj, ¿pero tú no vas de eso?

El sonido del timbre del salón, interrumpió las ganas de May de contestar a ambos muy malamente. Lo era si, lo suficientemente dura para no querer despertar al niño por abrir la puerta. 

- ¿May? Ya estoy aquí. Traigo merienda para los tres.