lunes, 22 de agosto de 2016

María de los Ángeles 3

Como cada noche, a esta le siguió la mañana. Con luz o sin ella, con una nueva tia en la cama o con un nene risueño y feliz. Como fuese, al día siguiente fue mañana para todos, solo cambio que el día empezó según se despertaron. 
Luka lo hizo decidido, si en la noche los nuevos vecinos de May habían necesitado una ayudita por la mañana no sería distinto salvo milagro. Joder, sería flipante que ahora tuviesen luz y que en una de las paredes del salón de María de los Ángeles sangrasen los estigmas del señor todopoderoso. Pasa que…¿qué mierda era un estigma? ¿Eso se daba en el Colegio? A saber, esquivando cuerpos por el piso de May, consiguió llegar a la cocina. Siendo su despertar, lo hizo con la bandera izada en todo lo alto, apestando a la cerveza tomada en la noche y rascándose como mandril. Daba igual su imagen, su misión esa mañana era preparar un rico vaso de leche con cacao al que acompañar con unas estupendas galletas. Parecía fácil, pero lo cierto es que May tenía la cocina pelada de leche y galletas. Tanto que solo quedaba el brik usado la noche anterior y que misteriosamente le fue quitado de las manos.
-A ver..les llevas esto, es lo único que tengo. He encontrado la tarjeta del tipo que nos hizo la ampliación en el salón, si le dices que diga mi nombre le hará el favor de arreglarle lo que sea que le pasa en su piso. Siendo nuevos aquí, yo que sé..indicales dónde está el registro y esas mierdas..tendrá que empadronarse para que el niño vaya al Cole, que digo yo ira y..y yo qué sé tío..lo que sea que se haga.
Quien hablaba era May dándole un vaso de leche con cacao y galletas del salón de tatuajes que ambos llevaban. Claro, May preocupándose de la pueblerina como la había llamado la anterior noche era igual a Luka flipando. Lo que dejaba más tiempo a May ordenando.
-Sabes que estas cosas no se me dan bien y la tipa es de lo más rara, con su jesucristo y esas cosas. Mejor te ocupas tú y abro yo el salón-prosiguió May para el asombro de su colega.
Bueno, él tenía don de gentes y en verdad, se moría por volver a ver al crío. Pero, ¿May?
-Deja de mirarme así..y ve, no hay todo el día para estar con estas gilipolleces-concluyó May, esta vez para alivio de Luka.
-Joder..me estabas dejando de piedra- dijo Luka cogiendo el vaso, pasa que volvió a dejarlo para dar unos saltitos que aliviasen su carga mañanera. Obvio, May puso cara de asco y él se ofendió- Perdona..yo dormí solo-se justificó para enseguida atacar-Recuerda la ley del karma, algún día esa sonrisa sobrada que llevas se te revolverá en tu contra.
-Jajajaja ya ya..mientras tanto la disfruto-contestó a su ataque May y vale ya.
 Los dos se habían levantado a preparar un colacao que ya estaba listo y de seguro, un crío guapisimo lo estaba esperando. Pues nada, uno ilusionado lo cogió peinándose la barba mientras andaba y la otra lo siguió esperando ver la cara de sorpresa de cierta pueblerina para después marcharse a sus cosas, pero cuando ambos abrieron la puerta, los asombrados fueron ellos. Nada más abrirla se abrió también la del ascensor y por ella apareció María de los Ángeles con el rostro feliz e iluminado, de su dedo Keko y tras ellos un tipo con mono azul y una caja de herramientas.
-Buenos días nos de el Señor- les saludo a su estilo María, a pesar de la boca abierta de ambos y de la inmensa sonrisa de Keko.
-Jijijiji cacao esta iquisimooooo..mmm- se relamió el renacuajo pasando delante de ellos. 
Pues si, ni tan pueblerina, ni tan tonta. Parecía que ella sola, había solucionado sus problemas eléctricos. Algo que a Luka dejó con una sonrisa boba y que a May en cambio…
-Me pasa por dejarme llevar por tus tonterías y comidas de tarro-se quejo May y lo que le quedaba. 
Porque conforme fueron pasando las horas, Luka se fue poniendo más y más pesado. ¿De dónde había sacado el técnico María de los Ángeles? ¿Sería un tipo de fiar? ¿Le daría factura? Estas y otras preguntas, no sólo se las hizo a él mismo, sino que fue con ellas a May, revolviéndola al punto de empezar a aborrecer a la nueva vecina y su Dios superstar. Aguantar a Luka en modo cansino, no era la mayor cualidad de May y al final, aprovechando que debía volver a su piso, optó por intentar estar tranquila lo que quedaba de día.
-Me acerco, averiguo qué hizo el tío ese y no quiero escucharte hablar más sobre esa mujer. ¿Hecho?- trato de cerrar un trato y obvio, Luka se le tiró a los brazos agradecido.
-Es solo para quedarnos tranquilos. Joder May parece estar sola aquí, que penilla me da-insistió Luka y vale. A fin de cuentas, May debía volver a su casa, solo era cuestión de tocar donde doña pueblerina, verificar que todo estaba bien y listo. 
Pero claro, siendo la una urbanita pro-moderna y la otra, de iglesia pan y vino, lo que debía ser un intercambio breve y eficaz entre nuevas vecinas se convirtió en una dulce María de los Ángeles abriendo la puerta feliz y una May avinagrada, saludando seca.
-Hey-fue el saludo breve de May, con el casco de su espectacular Harley colgando del brazo. Por no faltarle, ni le faltó masticar chicle con demasiada chulería. A María de los Ángeles, esa forma salvaje de masticar, unido a ese saludo breve y un tanto pastora de cabras, le hizo abrir los ojos primero, entrecerrárarlos  después y finalmente, volver a sonreír. ¡Que pobre descarriada tenía en su frente!. Tanta gesticulación no verbal, a la chula que era May, no es que le sentará muy bien, de hecho y de no ser una tía segurísima de sí misma, hasta se habría revisado, pero siendo May, pasó a lo práctico- ¿Te solucionó el problema?-quiso saber que para eso había ido. Pasa que la vista se le fue al salón, donde el crío jugaba con algo y si, también le sonreía.
-Si..fue rapidito. Resultó ser una instalación antigua y se habían fundido los plomos, de paso arreglo unas cuantas cositas más. Fue un sol el muchacho. Se portó genial con nosotros-risueña y mostrándole el automático, María le explicó los trabajos realizados por el técnico, sin que May pudiera atenderla mucho. Luka tenía razón. Ambos eran igual de pelirrojos y los dos, tenían la misma rojez en sus pómulos. En resumen, ambos eran la viva estampa de una familia bonita y cristiana. Lo que unido al olor tan sumamente agradable de la vivienda, más la extraña paz y armonía que se sentía y hasta empapaba, erizaron a May al punto de incomodarse y querer salir de ahí cuanto antes. De ahí, que no midiese sus prisas.
-A lo importante, ¿te la ha metido?-inquirió, y de no ser por las tres veces seguidas en que se santiguó María, ni se habría extrañado. A las santiguaciones le siguió querer fundirla con la mirada y obvio, May finalmente cayó en la expresión utilizada- Joder..me refiero a que
-Que no hables así-recuperada del susto, María de los Ángeles pasó a regañarla, haciendo imposible que ese par se entendiera.
-Madre mía..solo quiero saber si el tío se ha aprovechado de ti-arremetió May, sin dejar de revisar que el niño estuviese bien. Ok, el crío seguía pintando el sofá de lo más a gusto.
-Por pueblerina, claro-le siguió María. Cosas de la vida, esa mujer le hacía crecerse y defenderse, claro.
-Exac..entiéndeme, eres nueva aquí y eso-trato de excusarse May, demostrando que no era su fuerte.
-Ya-aseveró  María con sorna. Era el momento justo de arreglarse la falda con genio. Provocando que May flipase con el largo de la tela y su falta de forma. 
-¿Lo hizo o no?-volvió a interrogar. Esa falda parecía una sotana, con la angustia que le daban a ella las sotanas, sacerdotes y demás capilladas.
-No se...como soy tonta-con ironía le contestó María. Qué gente era esta de las ciudades, mal pensar antes de conocer.
-Ufff-resopló May. Anotándose comprarle al niño rotuladores fluorescentes y a poder ser, permanentes.
-No..fue súper amable, ni siquiera quiso cobrar sus honorarios y le bastó con una invitación a cenar en casa en unos días-dijo María de los Ángeles y la incomodidad era tal en May, que dio por buena su explicación y volvió a su mundo. 
Allí donde la gente entiende las frases con más  de un sentido y no arañan a la primera de cambio. Que para ella la explicación fuera dada por buena, no significase que fuese igual para Luka, quien montó el pollo en cuanto supo los cobros que pretendía el tipo de profesión electricista. Una cena..si, si.
-Será hijo puta, ese se la quiere chuscar. Pues va listo, May tenemos cenita con la vecina-dijo.
-Y una mi...-se quejó May y vale, en principio se negó en rotundo a acudir a esa cita, a la que por otro lado, nadie les había invitado. 

5 comentarios:

  1. .,,,,Y aquello que dice '' que el traje no hace al monje '' o algo así ....creo yo ...que puede suceder aquí ...Eh??... Porque ni una es tsn brava ni la otra Santa ...o eso ....o eso me parece a mí ...Cono fuese es embriagador desde ya ...ver esta guerra entre las dos ...y en medio ese niño y ese amigo que creo yo de duro tiene ..lo que unas galletas dentro del cola cao ...
    Me encanta esta Historia ya!! Cosa que leerte a ti Escritora está garantizado ...
    Esperando su llega o no esa cena y viendo cómo pasa por fin ya agosto ...que tiene su pesadez también eh??
    Gracias ....por Tanto!!
    Celeste -Negro

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  2. Fantástico este trozo donde vamos viendo poco a poco como son los personajes y me sumo a lo dicho por celeste, "el hábito no hace al monje".

    Gracias.

    A.

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  3. Jesús!!..unas horas de conocerse y ya tan "metiches"??..jajjaja, es lo que tienen las comunidades de vecinos...
    Te sigo Gemo.

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  4. Digo lo mismo que mis tres antecesoras y digo mas...

    No tengo claro quien va a redimir a quien aunque me cuesta muchisimo ver a Maria de los Angeles vestida de cuero pero cosas mas raras hay..jajajaja

    Divina-Wilson

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    1. jajjaj y a May ¿la ves con un rosario en las manos?...complicada,complicada está la cosa

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