Tres 7

Mientras que Rocío y Vega, desfilaban por esa alfombra bajo el foco de las cámaras de los periodistas haciendo gala de su insuperable conexión. La celebración de la entrega de uno de los más importantes premios de la música se celebraba y como se esperaba de ellas, participarían de él con el toque justo de escándalo.

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Como les había advertido Tony minutos antes  en el coche, nada más atravesar la alfombra, Vega y Ro fueron guiadas directamente a camerinos. Vega no había tenido más tiempo de descanso que el corto trayecto en AVE desde Alicante. En el coche, antes de ser llevadas a los camerinos, Tony cumplió con demasiado celo, a ojos de Rocío, con su trabajo.

-¿Cuánto llevas sin dormir?- quiso saber Tony, aunque a simple vista, él ya apostaría por más de dos días. Vega, la dueña de la respuesta, rodó los ojos molesta. Ni idea tenía de cuántos días llevaba sin dormir y de Tony, no es que quisiera la típica charla de cuidarse y demás mierdas. Lo que quería era lo que sin contestarle, éste le ofrecía a escondidas del conductor.

-Un día esa mierda te matará- fue el susurro de Ro, mirando demasiado golosa la papelina que Vega ya desenvolvía. Conociéndose a la medida, Vega sonrío antes de meterse el primer tiro.

-Y tú está noche quieres morir un poquito- le dijo pasándosela mientras Tony se ocupaba de distraer al conductor. A Vega la minicharla con Ro desde Alicante me había dejado mosca, por eso le bastó que Ro pidiera mierda, para dar por hecho que en el paraíso particular de Ro, algo no marchaba bien. No había problema, tenían toda la noche por delante para olvidar penas y disfrutar de lo que las dos más amaban; la música.

Pero la música no era sólo subirse a un escenario y disfrutar con sus fans tocando, también llevaba obligado galas como las de esa noche. 

Minutos más tarde cuando ya habían sido conducidas hacia los camerinos, las dos se prestaban a saludar alegres, con las energías renovadas, dispuestas a disfrutar la noche y así hubiera sido, si no se hubieran tropezado con una de las presentadoras de la Gala.

-Mi vida-exclamó la mujer, corriendo a los brazos de Vega, su hija. Ro tuvo que reprimir la carcajada al ver la cara de Vega examinando el mini vestido de su madre. Si es que se le podía definir como vestido. Nada pudorosa, Alejandra mantenía su estilo vinculado siempre a aquello que le había mantenido en el mundo del espectáculo; su increíble sensualidad. De ella había vivido y por ella, se había convertido en una showoman que seguía activa aguantando lo que otras por edad, ya no podían. Pudiera haber sido motivo de orgullo para Vega, pero la pasión desmedida de su madre por el mundo del espectáculo la había mantenido y mantenía alejada de ella, forjando entre ellas una atípica relación madre e hija. Tan atípica, como para que Vega claramente molesta, la distanciara de si, sin pensar en morderse la lengua.

-Cualquier día te beso las tetas antes que la cara-dijo para asombro de las otras dos. La primera su madre.

-Vega-exclamó Alejandra reprobándola. Aunque, quizás solo fue por el personal staff que merodeaba por allí.

-Va-ayudo Ro, desconfiando del estado de Vega- Estás guapísima, Alejandra-sin olvidarse de calmar a la otra fiera. Sabiéndolas manejar, consiguió calmar a Vega y aceptó el saludo más bien falso de la madre de ésta. Motivos para esa falsedad no había para ella, pero podía entender que el ego enorme de la showoman le costase aceptar que el éxito a su hija, le hubiese llegado en su compañía. Salvada la tensión, ahora fue Alejandra la que supo despacharla para quedarse a solas con su hija. Como Rocío sabía, la mujer era capaz de aprovechar cualquier oportunidad para tratar de hacer resaltar a su hija y alguien para esa noche, le había hecho el trabajo.

-Primero vuelve a pasar por maquillaje. A las niñas no le gustas tan demacrada, después déjate solo solo la brazer con el sujetador, pediré que te pongan aceite-apremio a su hija.

-Estoy bien, mamá. La gira ha sido mortal, solo necesito unas vacas y unos días contigo en la casa de la pradera- la interrumpió Vega con toda la ironía posible. Esa era su madre, siempre pensando en pro del espectáculo y no de ella. Alejandra no gastó esfuerzos en molestarse, prefirió vanagloriarse del portentoso físico de su hija, ese que continuó realzando, sin olvidarse de sus planes para esa noche.

-Nunca dije que fuera buena madre. A lo que vamos, quieren animar la gala con una tonteriita de nada y han pensado en ti- la informó sin que Vega se contagiase de su mismo entusiasmo. Esa tonteriita, es la que después mientras retocaban en el maquillaje de las dos componentes de Mane, mantenía a ambas cuchicheando entre bromas.

-¿Por qué siempre te eligen a ti para esas cosas?- se quejó Ro, ofendida entre risas. Vega paso a repasar su propia figura, ante las miradas curiosas de las maquilladoras.

-De mi quieren la carne, de ti el corazón del que salen nuestras letras más eh..-al llegar a la definición de esas letras y para cachondeo de Ro, fingió atascarse- pues en fin...esas letras- rodando los ojos, consiguió que Ro riese.

-Jajajaja, de amor....puedes decirlo, incluso creo que puedes decirlo sin vomitar-prosiguió la guasa Ro y en ese punto, consiguieron que las maquilladoras quisieran verla pronunciando la ñoña palabra. Algo que no iba a ocurrir, mientras a Vega le quedasen recursos.

-Caye no la deja hablarme así, que lo sepáis- tirando del tercer lado del triángulo peculiar que habían formado a lo largo de su vida, a Ro le tocó aceptar la derrota, en tanto Vega extrañaba a la nombrada- ¿En qué anda hoy?

-Pufff, últimamente está box- contestó Ro, perdiendo la mirada por unos instantes. Bingo, pensó Vega, su intuición no le había fallado.

-Naah, nada que no arregle una escapada. Se lo dije la otra noche, necesitamos liarla a nuestra manera, pillar el coche y largarnos a cualquier sitio...las tres-corrió a decirle y ahora sí, el nuevo brillo en los ojos de Ro, le supieron a..- y empezaremos a liarla esta noche. Quieren un toquecito lésbico, pues le daremos un toquetazo.

-Me encanta cuando hablamos el mismo idioma- lo dio por bueno Ro, necesitándolo. Si, definitivamente tenía el día imbecil y estaba segura que de mano de Vega, alguna solución tendría.

El escenario lo tenían, la música siempre las llamaba y la sorpresa fue, que en el toquecito lésbico había una tercera invitada. El público asistente se entregó esperando ser partícipes de ese momento que se recuerda durante años, ellas lo dieron todo, tonteo máximo con una de las presentadoras, la madre de Vega disfrutando de la atención de los focos hacia su hija, ésta hincándose de rodillas buscando directa una pelvis en concreto de mujer, con la delicadeza necesaria para no hacerlo pornográfico y esa pelvis, que le recordó a otra pelvis y la llevó directa a los ojos azules que la miraban divertidos desde arriba.

-No me lo puedo creer- musitó transpirada por el espectáculo que venía ofreciendo y la dueña de piel morena y ojos azules, la tomó del pelo acercándola más, para entusiasmo de todo el público.

-Calla y...sonríe.