¡Ay, Trini! 4

2.

Stacy. Si Trini no recordaba mal, era la peliteñida de generosisimo pecho, relaciones públicas del local más rentable de Alba. Por lo que debía entender, que su baja laboral jodiera a Alba, aunque a ella y tirando de malicia, le sacara una sonrisa.

Vamos ya. La tal Stacy se estaría escaqueando por toda la cara. Una baja laboral debería ser para quien se limpia tres oficinas bancarias, dos casas y unas escaleras en una sola mañana como era su caso. Tanto fregar, barrer, limpiar polvo, recoger e incluso planchar, te dejaban las cervicales que ni tocarte la cosita podías viendo The L Word por décimo sexta vez. Baja ni baja. Según lo veía ella, claro. Porque Alba se mostraba bastante jodida y no dejaba de teclear en su móvil, como si en esa cocina, sólo existiera la baja laboral de "Bigtits" y no una pedazo tía de quitar el hipo. 

A ver, proponerse ser una femme fatal, llevaba consigo o debería llevarlo, comenzar a quererse mucho. Alba debía sobrepasar el 1,70 descalza, pues ella  casi los rozaba si se subía a unas plataformas de 14 centímetros. Y no sólo debía tomar a Alba como ejemplo, también le podía valer la sonrisitas tetona Stacy. ESA podría haber pasado por quirófano y sobrepasarse con escotes que le acababan en la pelvis, pues ella ni había pasado por quirófano ni la naturaleza le había sido generosa, pero escotazo podía llevar, porque sus tetas bien alzadas estaban...aún. 

Como fuera, tanta pestaña extralarga, tanta teta operada y tanta tia subida en andamios. ¿Pero porqué a Alba le tenían que gustar las muñecas de plástico?  ¿Y porqué ella sentía la necesidad de aniquilarlas a todas?

- Trini...creo que esa bayeta ya está más que escurrida- dijo Alba sobresaltandola. Vaya, por fin había dejado el móvil o es lo que creía Trini que todavía aniquilando a la bayeta-barbie, se giró esperando poder fijar la mirada en ella. Lo haría directa, sin dudas, firme y segura. Después bastaría tirar la bayeta, dar un paso sobre otro, la mirada aún fija, guardarse de mojarse los labios tan sensualmente, que no solo ellos quedasen mojados y...y nada, porque Alba no tecleaba pero si hablaba por teléfono. 

A la bayeta otra vez a estrujarla con ganas, pero sin perder detalle de la conversación que Alba mantenía. Confirmado, le había jodido muchísimo el pequeño accidente de la barbie tits, porque le imposibilitaba para ocuparse de una especial noche en "Femmes" 

- Ujum- murmuró Trini, dejando los azulejos de la cocina más limpios que recién puestos. La noche especial sería el próximo sábado y por la seriedad con la que Alba hablaba, debía ser un encargo de gente pudiente- Ya ves tú- prosiguió a los murmuros Trini. Stacy era una de las muchas barbies que rodeaban a Alba, que más daba como se llamasen, si parecían cromos. Que si, que para atender a la yet set lesbiana, habría que dar una impresión, ¿pero tenían que ser todas barbies tits? Pues sería sólo en los locales de Alba, porque ella recordaba perfectamente la única noche que había salido con Paz a esos sitios.

Sentirse atraída por una mujer y confesarselo a Paz, había sido casi al momento. Le bastaron varios días de babeo por Alba, para soltarselo a su amiga, sin medir que ésta comía sopa con fideos.

- Creo que me gusta mi nueva Jefa- le dijo llevándose una cachito pan a la boca, como si lo soltado después de treinta y tantos años de amistad y dramas por tíos egoístas, manipuladores y pocas pichas, fueran nada.

- Cof...cof, me ahogo...¿que te gusta qué?- quiso confirmar Paz, ahogándose con el fideo que no se decidía a bajar o subir por su garganta.

- Ríete tú de como me deja las bragas cada vez que estoy con ella. Es que con sólo gestos, me pone la almeja a punto de bailar la conga- había confesado a su forma Trini. Lógico, el ahogo fue mayor cuantos más datos le había dado Trini, pero al final y repuesta, Paz había reaccionado como ella esperaba, siempre apoyándola.

- Jajajajaj, ¿tú con una tía? Y yo monja de clausura.

Bueno, quizás no la apoyó en un principio. Pero llegado el día, fue Paz quien la arrastró literalmente a las puertas de un pub de lesbianas. 

- Paz que si entramos ahí, ya no salímos- muerta de miedo, como el loco de las alturas que se sitúa por primera vez al filo del precipicio, quiso resistirse a sus instintos Trini. Tras esa puerta habría mujeres a las que le gustaban las mujeres. ¿Habría una doble de Alba?

- Eso será un mito- contradijo Paz y el recuerdo de AQUELLA noche, a Trini la tenía muerta de risa en el presente. Lo que no quitaba, pegar la oreja a Alba.

- Genial...necesito a alguien para el sábado y sabes muy bien a qué me refiero con a alguien- remarcando a ojos de Trini, Alba exigía. Pues mira ya. Trini si que no tenía idea con a qué se refería pero SI estaba segura de poder ser Stacy, uno de esos alguien.

- Me hago cargo yo, Alba...¿mujer para qué estamos sino?- dijo y ella misma al escucharse tan decidida abrió los ojos como platos. ¿Eso lo había dicho ella? ¿Ella como relaciones públicas de una disco de lesbianas? Sonar...sonaba de puta madre. Aunque, no pareciera que Alba lo viese igual.

- Jajaja, por un momento hasta te creí. Adoro tu humor.