¡Ay, Trini! 3

Lo había hecho, había sido mala, por fin. Ya estaba bien de ser la niña buena de Papá, la que nunca había desobedecido, la sufridora de amores no correspondidos, la simple limpiadora y todo lo que había sido hasta ahora. Se acabó, ya estaba bien. Ahora si que si, tiró el cepillo al suelo, se desabotonó la bata y se giró para encaminarse paso a paso, hacia el baño. Pasa que en esos momentos, salió Alba sin nada que cubriera su desnudez deliciosamente salpiqueada por gotas de agua.

El golpe de calor sufrido al verla así, le recorrió todo el cuerpo. Adiós a la femme fatal, a la limpiadora, a la hija de Papá y a todo. Descuajada y a punto de babear por esa mujer, Trini se quedó paraita frente a ELLA. Si, ese cuerpo terso, fuerte y delineado, no podía tener un tratamiento simple, era ELLA. Porque una mujer capaz de moverse desnuda por una habitación desordenada como esa, sumamente elegante y segura, no podía ser tratada de Tú. Sólo ELLA podía sacudir la exclusiva camisa antes de ponérsela, como si fuera la tela más preciada del mundo. Sólo ELLA podía ponérsela sin sujetador y dejarla desabrochaba allí donde su escote se convertía en precipicio hacia la locura. Como sólo ELLA podía ponerse el pantalón de altísimo talle y quedársele mirando.

- Mm...¿todo bien Trini?

Y sólo ELLA podía hacerla sentir pequeñísima al descubrirse mirándola boba prácticamente sin respirar. Cómo contestarle, si ni el aire cruzaba sus pulmones. Fue peor, comprobar de reojo en el espejo de la cómoda, que no es que estuviera excitadisima, es que encima se le notaba sonrojadisima como estaba.

- Jajajaja- rió Trini como salvavidas. Era eso o suspirarle una devoción extrema. A su cuerpo, a esa bendita mirada que caía sobre ella directa o a toda ELLA- Aquí- con un hilito de voz, salido a trompicones, intentó explicarse y no. Ese no era el plan. Se había propuesto dejar de babear y comportarse como una mujer de bandera. Y una mujer de bandera, por muchas escaleras que fregase, no balbuceaba ante la mujer que pensaba merendarse...desayunarse, comerse y todo lo que acabe en ese. Trini recordó como acababa de echar a la marrana que le había robado los gemidos que quería para ella, como se había soltado la melena y desabrochado la bata. Pasa que, también recordó que esa mañana no se había planchado el pelo y ahora lo tendría encrespado. Es lo que tiene haberse limpiado un oficina bancaria antes de desabrocharse la bata que ahora dejaba ver como increíble prenda sexi, una camiseta publicitaria- Ayyy- lloró para sus adentros, mientras Alba esperaba con una ceja alzada, que algo más le dijese- No que...mm- imitando el murmuro más sensual y atractivo de la misma Alba, apretando dientes, se prometió ser MALA- Tarde vas hoy, le voy poniendo el café-cadereando pensó salir triunfal, pero la mezcla en el trato, más agacharse a por el cepillo de barrer y golpearse al cogerlo con la cómoda, muy femme fatal no le quedó- Jejeje, torpecita...de lunes- se excusó y salió por patas de la habitación de Alba. 

Quizás debería mejorar algunas cosas como MALA mujer, pero el camino estaba iniciado. No en vano, su tarde de domingo del día anterior, comiendo "guarrerías" con su compañera de piso, tragándose películas tv movie como la gran cosa, le habían servido para algo. 

- A ver, tienes que verlo como si fuese un tío. Acuérdate del último petardo con el que estuviste- le había comentado Paz, su compañera de piso.

- Si...qué pequeña la tenía- le había dicho Trini- Ayyy, pensar que nunca he pedido una pizza pequeña y en cuánto pichitas, he tenido una suerte que vamos ya- en sus intentos por trazar un plan "caza Albas" no había faltado el humor.

- Jajaja, céntrate. Tienes que ir a por todas. Esa tía está acostumbrada a tener a la chica que le da la gana. Pues tienes que hacer, que sus ganas le griten tu nombre- le aconsejó Paz.

- ¿Trini?- se había preguntado arrugando los labios. Trini como nombre sensual, eh no..no lo veía- No la veo yo. Es que...ya pudieron ponerme otro nombre, joder.

- Oh Trini....mi Trini- se había cachondeado Paz.

Recordandolo, quizás no había sido de mucha ayuda Paz. Ni falta que le hacía. Una mujer nace y se hace. Pues eso pensaba hacer ella, si conseguía no derramar el café que acababa de preparar, al escuchar a Alba entrar en la cocina.

- Mm..adoro este olor- dijo Alba alterándola.

- Lo sé... Huele a tu hembra- pensó Trini adjudicándose ser la poseedora de ese olor. Puede que le hubiese quedado muy de hembra pidiendo macho, pero Alba debería estar loquita por ella ahora mismo, según le movía el culito. O no, porque Alba había tomado asiento y revisaba su I,Pad- Mierda- se quejó cabreandose. No existía, es que según se comportaba Alba, parecía que no existía o peor, que no la veía o sentía mujer- Ya está bien, te vas a enterar- se prometió tirando el trapo que acababa de coger y obvio, Alba la miró interrogante- Eso es bombón, mírame.

- ¿Trini? ¿Seguro que estás bien?- sin estar en sus pensamientos, Alba le preguntó volviendo a su I,Pad. Pues se iba a enterar.

- Aja...todo muy bien- vocalizando en exceso y muy pausada, le contestó Trini mojandose los labios. Y bien, Alba no la miró pero "eureka" si que arrugó el ceño. Había una luz para Trini, debía haberla.

- Genial...Stacy  de baja- musitó Alba, cabreando más a Trini. ¿Por esa...esa...la Stacy esa es que había arrugado el entrecejo? 

- No, no... Por ahí no, Albita- pensó Trini. Puede que le faltase sutileza en la seducción y que no llevase ropa interior de vértigo para limpiar casas, pero los ovarios bien plantados los tenía.

- ¿Tostadas vas a querer? 

Sólo le faltaba, demostrar que así era.