martes, 21 de julio de 2015

Take a Chef 38



El primer toque de timbre en el ático no fue escuchado por ninguna, tampoco el segundo, ni el tercero. No fue hasta el cuarto que Mel despertó y tuvo que haber un quinto, para que cansada y todavía medio dormida, fuese a abrir con sólo la sábana superior cubriendo su desnudez. Despreocupada y feliz, abrió la puerta como si nada y al hacerlo, despertó de golpe.
Lo había visto en entrevistas televisivas, en programas culinarios, en revistas de papel cuché y en diarios de primera línea. Pero sobre todo, lo había visto en los insomnios de Arel, en las exigencias de ésta en su cocina, también en una mujer abandonada y peor, en una hija huérfana. Difícil así que Mel no reconociese al tipo que vestido informal, la miraba a ella y después lo hacía al interior del ático. El aclamado mundialmente Chef, José Pérez. 
Para ser una tía de lo más abierta, risueña, simpática y resolutiva, en esta ocasión no sonrió al reconocerlo. Se mantuvo estática y puede, que los únicos gestos que hiciera, fuesen desaprobatorios.
- ¿Mi hija?- preguntó el Chef, asumiendo que la chica que le había abierto, no le tenía mucha simpatía. Y así era. Para Mel no había tenedores ni estrellas Michelín que lo justificasen cómo padre.
- Duerme- contestó seca sin llegar a abrir la puerta. Se estaba atribuyendo demasiadas confianzas siendo la casa de Arel, pero le jodia sobremanera la estúpida sonrisa con la que el Chef la miraba.
- Es tarde- se quejó el Chef revisando su carisimo y exclusivo reloj. Ya no parecía a ojos de Mel tan seguro y sobrado, o puede que el tipo nada más llegar, ya estuviese queriendo corregir a su hija.
- Le da la gana- le soltó cuan agria pudo. Provocando la risa del Chef.
- Jajaja. Otra cosa no, pero hacer lo que le da la gana, siempre se le ha dado genial. Tranquila, no voy a pedirte que la despiertes, con poder pasar me basta- educado a pesar de la frialdad entre ambas, hizo dudar a Mel. Por pura iniciativa no tenía derecho a cortarle la entrada a ese hombre y por otro lado, otra jodienda más. Que ese hombre estuviese ahí en ese instante, le jodía el vivido por ella misma con Arel toda la noche- Elegir mujer, también debo reconocer que lo hace genial- que el tipo prosiguiese con esa tontería, le molestó de veras.
- Agh..venga ya, por favor- molesta no se corto en quejarse de la simpleza que el chef acababa de soltarle y sin darse cuenta, lo dejó pasar.
- Era un halago- repuso el Chef quedándose parado en mitad del salón frente al especial chester de su hija.
- Ujum...de coletilla- prosiguió molesta Mel. Pero hubo algo en el tipo, quizás sólo un brillo distinto en sus ojos al mirar el chester, que le hizo regañarse. Puede que debiera respirar dos veces antes de contestarle.
- Halago al fin y al cabo- insistió el Chef, ya sin ese brillo especial en sus ojos. El chester dejó de ser su foco de atención, para empezar a pasearse por el salón como si nada. Algo que volvió a irritar a Mel. Nada le había durado respirar dos veces buscando calma.
- Paso de los halagos, ¿lo quieres así?- le dijo empezando a no reconocerse. No podía cargar así contra el tipo, por mucho que sus referencias fueran negativas. Tampoco es que el Chef, estuviese mostrándose sorprendido por su actitud.
- Deduzco que no me tienes simpatía- como si nada y sin mirarla, él hizo el evidente diagnóstico y a Mel le valió. No había porqué ocultarlo o fingir, menos sin Arel en ese salón con ambos.
- Ninguna- sincera se dejó caer en el chester. Menudo despertar para una noche de ensueño, estaba teniendo.
- Ya veo- musitó el Chef, sin dejar de revisar cada detalle del salón. Eso para no variar, también molestó a Mel. En vez de pedirle que despertará a su hija, en vez de mostrar ganas e ilusión por verla, ahí estaba el tipo, como si fuese un desconocido.
- Deja de hacer eso- le pidió por el bien de sus nervios. Al final le solitaría cualquier barbaridad 
- ¿El qué?- ausente prosiguio el Chef, con su atención puesta en una foto en particular. Foto que Mel no podía apreciar sentada.
- Examinar cada cosa- con paciencia ahora le respondió Mel. Ya podía despertarse Arel, aunque. Joder, eso lo hubiera querido a solas, con un buen desayuno para las dos. Pensar en Arel despertandose, fue recordar la calidez de su cuerpo, lo increíblemente sensual que podía ser la Chef y lo grandioso, que había sido verse en la oscuridad a través de sus ojos. Así no pudo ver al Chef girarse hacia ella.
- Ya. Llevo dos años sin ver a mi hija, créeme si te digo que un simple cojin de ella, merece mi atención- dijo el Chef y en el estado medio ausente en que Mel se había metido, le hizo contestarle al momento.
- Haberla visto en ese tiempo- le dijo restregandose la cara. Quería volver a la cama con Arel, quería recordar cada momento vivido esa noche entre sus brazos y que por favor, la vida se detuviese en su boca. Pero, eso era un deseo que ya estaba incumplido.
- Jajaja. Ok, eres rígida discutiendo. Seguro no desayunaste, ven conmigo- la invitó el Chef. Y bueno, el ático de Arel era tan amplio y práctico, que al padre de ésta no le costó mucho llegar a la cocina. Ella lo hizo después, todavía cubierta por la sábana. Si no hubiesen empezado discutiendo tan llanamente, quizás se hubiese planteado entrar así con él en la cocina. Pero lo cierto es que a pesar de la evidente antipatía, José le hacía sentir muchísima confianza.
Con esa confianza se fue a la nevera, necesitando un buen vaso de leche. Poniéndoselo, no pudo evitar bostezar. No había dormido nada, no sabía que horas eran y el padre de Arel mientras tanto, se había apoderado de la cocina. Definitivamente si, le daba tal confianza que en silencio ambos, ella tomó asiento en uno de los taburetes con su vaso de leche. Al poco el delicioso olor a tortitas recién hechas, le sacudió el estómago. 
- ¿Dulce o salado?- le preguntó José, casi  asustandola
- Dulce- contestó ágil. Madre mía, debía estar echa una pena y lo estaba, con todo un Chef preparándole el desayuno.
- No hacía falta la pregunta, así es tú sonrisa- el chef continuó halagador, pero ambos entonces se miraron y no por el halago dado y recibido, se sonrieron. A partir de ahí, fue como si hubiesen firmado la paz- Regala su arte- sin nombrar a su hija y en la confianza instantánea que había surgido entre ambos, puede que el Chef buscase explicarse.
- Quiere hacerlo- le dijo Mel, entendiéndose con él- No se ve como una chef encerrada entre fogones que sale al finalizar la velada a recoger halagos- trató de resumirle el punto exacto que alejaba a la chef hija del chef padre. Sin herir y sin distinciones, pero no convenció a José.
- Protocolos que se pueden cambiar. Su cocina es un privilegio, no un servicio- sentenció y por el nuevo brillo en sus ojos, Mel dedujo que había mucho orgullo queriendo ser publicado. Pero eso justamente, era una de las cosas que jodían a Arel.
- Y ella desea compartirla, no excluirla- volvió a explicarse en un tono que por relajado entre dos desconocidos podía sorprender- Le gusta mezclarla con lo gratificante que es llenarse de otras experiencias y vidas. Sentarse con ellos y disfrutar de cada noche y cada menú, como algo único- concluyó ciertamente enamorada de esas formas de Arel. No muy objetiva, lo cual Jose adivinó.
- Así llegaste- le dijo el Chef guiñandole un ojo. Ell tipo era intuitivo, sin duda. No había caso negarlo.
- Así lo hice- ruborizada siguió en su línea sincera. En ese punto con José no había incomodidades, ni apuros. Por eso continuaron hablando de la cocina de la Chef, de sus menús, de sus precios, en definitiva de su forma de ver la cocina y con ella su arte. Y así los pilló Arel cuando finalmente se despertó. Verla entrar en silencio y prácticamente sin mirar a su padre, dejó a Mel consciente de que se había atribuido demasiado. Incluyendo que estaba de tortitas con lo que al final era un tío con una sola sábana. Desde luego no era la mejor presentación, pero así se había dado. Que no mirase a su padre, no implicó que la mirase a ella. Arel buscaba cualquier punto que enfocar que no fuese su padre y esa huida delante de Mel, a su vez le hacía huirla a ella. Lo cual fue bastante, para que Mel entendiese, que era el momento de dejarlos a solas. Al fin y al cabo, ese par llevaba dos años sin verse. De sólo pensar en no ver a su padre durante todo ese tiempo, le hizo querer salir de allí a la de ya.
- Eh...debería ir a casa, recoger unas cosas e irme al trabajo. Llegaré tarde- improvisando y con su chispa natural, quiso salir de la cocina, pero la azul mirada de ambos sobre ella, le hizo dudar y caer en su metida de pata. Era domigo, pues- Jajaja, lo del trabajo no. Ya sabéis eso de...y el sexto día descansó. Vale, eso tampoco nos vale, el domingo es séptimo y yaaaa...mejor me doy una ducha y me callo- resolviendo su propio embrollo sonrió muy Mel, algo que en Arel era un soplo increíble de aire fresco y que a José, también iba gustando. En sus propios pensamientos y con todavía Mel con ellos, ésta los vio tan parados que al final no pudo marcharse sin más- Por favor...saludaros por lo menos- les pidió y no se esperó a comprobar si le hacían caso o no. De naturaleza arrolladora, de quedarse sería capaz de querer verlos como padre e hija, y no. No todo el mundo tenía su suerte y puede, que necesitarán más hablar que besos falsos. Sin querer que la curiosidad le pudiera, se ducho rápido como rápido se vistió y cogió sus cosas. El par que había dejado en la cocina necesitaban intimidad, aunque fuese para gritarse reproches. Pero, sorda no era y cuando salió con la intención de despedirse, iba a escuchar algo que ciertamente le preocuparía.
- España se te queda pequeña. Sino quieres venir conmigo, al menos no te cierres a otros países. No sabes el don que tienes Arel, creo que aún no lo sabes.
Fue algo de lo escuchado del padre de Jose y ese algo, le dio la suficiente fuerza, para entrar y querer salir bien rápido de ahí. Escuchar la realidad por la boca de José, le dejó un resquemor que quiso disumular como pudo.
- Y bien...¿mejor vestida o con sábana?- alocada y nerviosa, por la aplastante realidad, no midió su gracia y no hubo problema, José iba captando su buen humor.
- No me hagas responderte delante de mi hija- le pidió José rodando chistoso los ojos. Y en verdad no hizo falta, Arel fue quien si la respondió cogiéndola en brazos, para salir de la cocina y sobre todo, de la presencia de su padre.
- Mejor desnuda, pero esa opción no me la diste- cargándola, fue una pasada para Mel, comprobar que la química entre ellas no se extinguiría fácil.
- Jajaja, chica lista soy. Uhm...no discutas, tu solo haz lo que le te de la gana- le aconsejó una vez que ambas quedaron paradas en la puerta del ático. Pereza le daba tener que irse así cuando aún le quedaba tanto por besarla.
- Bien- entre besos le contestó Arel, sin muchas ganas de bajarla y dejarla ir. Se estaba tan jodidamente bien aislada de todo en su boca.
- Y si puedes recuperar algo con...vale- se corrigió Mel, más pendiente de apurar el tiempo y con él los besos que de otra cosa- Es culpa de una pequeña hada interior que tengo. Le encantan los finales felices con Papis guapos llevando a la novia- no queriendo presionarla con la relación que mantenía con su padre, prefirió coquetear y que buenos resultados le dio. Mucho tenía que estar engañandole su corazón, para que Arel no estuviese sintiendo lo mismo que ella.
- Ujum...mi próximo tatuaje- respondió a su coqueteo Arel. Definitivamente, pararía el tiempo ahí mismito.
- Jajaja, serías capaz. Llámame cuando se vaya o bueno...llámame- le pidió Mel. Costara lo que costase, debía dejarlos solos.
- Si...¿que harás?- inocente preguntó Arel, de lo más normal y vale, a ambas las atravesó una extraña tensión. Su asignatura pendiente, después de una aprovechada noche, seguía pendiente.
- Pues....tengo que solucionar unas cosas, ¿me dejas hacerlo?- queriendo retener en ella todo lo vivido, Mel quiso que Arel la entendiese. Aunque lo cierto es, que ésta no entendió mucho, pero le pareció bien.
- Si- afirmó la chef de regreso a su boca, llegando a olvidarse de esas cosas e incluso, de su padre en la cocina.
- Vale...eh, si no me sueltas no me puedo ir. Te dejo el hada contigo- tuvo que ser Mel, quien frenase el beso cargado con todo y tanto. 
Y puede que en su día, de haberlo sabido, se quedara con la chef besándola en esa puerta. Al bajar del ático, el taxi ya la esperaba y en él se subió sin ver a Vera, estacionada a pocos metros. Pero ésta bien que la vio bajar del ático y subirse al taxi con su sonrisa made in Mel. La sonrisa que esos instantes, Vera odio con toda su alma, antes de murmurar envenedada contra su amiga.
- Puta



14 comentarios:

  1. Trocito excelente. Gracias.

    A.

    ResponderEliminar
  2. Aquí va a arder Troya.
    Queda claro que Mel al suegro ya se lo ha ganado con su habitual simpatía y chispa (como era de esperar). Parece ambas han pasado una noche increíble pero ahora toca enfrentar determinadas situaciones. Mel, por su parte, su relación o no relación con Tam; Arel, no solo debe lidiar con su padre, también con Vera. Parece que todas se han puesto de acuerdo, haciendo cola, para conocer al padre de la chef, jaja.
    Otro mazazo para nuestra Vera el ver salir a Mel del ático de la chef dando a entender que ha pasado la noche con ella. No debe ser fácil para ella...

    Gracias por el trozo,

    L.a.c.e.r

    ResponderEliminar
  3. Vera..es hora de retirarte..lo que no puede ser ..no puede ser y ademas es imposible...tienes clase..glamour y ''savoir faire''....puedes tener a la mujer que quieras..(si super_Mel no se cruza en tu camino claro ) o a tu propia mujer si aun la quieres..
    Otra cosa que puedes hacer es irte al estranjero..a si no te cruzaras con Mel...jajaajaj.....Muy buen trozo Gemo...Divina_Wilson

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Divina, como me he reído con tu conclusión, jajaja no la mandes al extranjero, mándala a Jávea… Denia, y te queda más cerca, jajajaja a veces hay que ser un poquitín egoísta para con una misma. Jajaja

      Saludo,

      A.

      Eliminar
  4. se Mel é puta o que é a adorável Vera kkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkk ah a putona mal amada kkkkkkkkkkkkkkkk

    ResponderEliminar
  5. Jajjaajaj..Gracias A..
    Mira no lo habia pensado..mejor que venga a la Isla de Tabarca que esta a tiro de mi ciudad..cuando esta despejado el horizonte se ve la silueta..ademas hay barcazas que te llevan a la isla..ajajajajaja..
    Yo estaria dispuesta a ser su ''esclava''....como el libro ese..
    Una Isla para dos..jaajajajja..saludo tambien..
    Divina_Wilson

    ResponderEliminar
  6. Puta.... una palabra que no sólo le ha marcado su relación con Tam, parece que todavía le persigue..

    X

    ResponderEliminar
  7. espero que vera morra engolindo seu odio, e puta é ela e safada hum não vem não mexer com minha diosa loira cheia de vida kkkkkkkkkkkk

    ResponderEliminar
  8. obrigada grã Gemo você é espetacular

    ResponderEliminar
  9. Como que puta, que fea palabra y mas en boca de Vera.
    Al padre no lo esperaba nadie pero se lo nota buena onda,je,je
    Muy bueno el trocito

    ResponderEliminar
  10. Yo no voy a entrar en quien es mejor o quien peor...está claro que todas mienten y engañan y las tres tienen mucha cola que les pisen. Y voy a repetirme otra vez, pero para mí la diferencia entre las tres es la manipulación y la manera de llevar el engaño, en eso sinceramente creo que Vera les adelanta. Además, no le puede echar la culpa a Mel por ser segundo plato cuando su "amiga" no se ha enterado en el momento que Candela o Tam le gustaban a Vera, nunca hubo intencionalidad, al contrario, en el caso de Candela incluso intentó ayudarla. Creo que incluso Vera parece tener más complejos que los que demuestra...no, no debe ser fácil q a veces su "amiga" sea más atractiva para otras mujeres...de eso no tiene la culpa Mel.

    Llamar así puta a una "amiga" me parece muy fuerte...como dicen arriba es una palabra muy fuerte dicha por ella, pero sobre todo llena de odio.

    Se va a armar una muy grande pronto, mientras parece que Mel hablará con Tam (ya era hora!!) y lo preferiría para que se pongan de una vez las cartas sobre la mesa, porque sino la otra opción es que Vera manipule e intrigue a su conveniencia al ser la única de las tres que sabe toda la información.
    Gracias
    ro

    ResponderEliminar
  11. Yo creo que en este relato hay muchas cosas por escribir..me da el palpito..yo lo espero..espero que algo va a pasar..

    Solo conocemos lo positivo de una y lo negativo de otra...como si fuera una pelicula..la chica mala y la chica buena y simpatica que le hace gracia a todo el mundo..(menos a mi claro..jaja)..que se lleva de mano y sin pestañear a la ''chica'' y si puede..a la chica de la pobre Vera que seguramente y si fuera esto una pelicula ya se la habria ''cargado'' y tendria en la mano una pistola de la que saldria un hilo de humo mientras ella mirando el cadaver con cara de odio daria una carcajada..jajaja...y
    con cara de malisima diria..por fin sales de mi vida maldita conquistadora..ya no me quitaras a otra en tu vida..
    Y Mel desde el cielo (porque ira al cielo..jaja)..mirandola aun con la pistola humeante en la mano y con cara de angel perverso diria..
    Eso te crees tu querida....espera que vengas a aqui y veras..jajajaajaj

    Lo siento chicas.. salio la vena cinefila...jajaja
    Divina_Wilson_de_Vera

    ResponderEliminar
  12. Que nooo!!...mira Divina, en el cine, el asesino siempre es quien menos esperas y quien menos sospechas. Asî nos va a pasar aquî.. que todavía está por aparecer en escena...
    Por no darle vueltas a la cabeza, no será...(a la mia digo), luego que sea lo que Gemo escriba...

    ResponderEliminar
  13. .....contundente....directa...Vera...muy Vera....ese puta....esa forma de decir lo que se piensa...lo que siente...¿ que no gusta? da igual....ella es así ella es Vera....siempre consecuente con lo que piensa...con lo que hace..sin detenerse...sin pensar que luego se puede volver en su contra todo....es Vera...y eso la hace decir cada una de las cosas que piensa...eso la hace una vez más....ser Vera...

    .....la Chef arrastra aquello que la hace ser '''como es''' pena que se le haya presentado en casa justo cuando ''podía disfrutar de ese paso que dieron y que ella deseaba'''....Mel...Mel sigue siendo AHORA cuando al fin da los pasos que debe....esa Mujer que....que ''' se quiere tener en la vida'''
    .....Escritora sigues sacando todo aquello que hace humanas.......y como ¡¡¡¡a tus Mujeres gemolares....Y como lo haces¡¡¡¡

    ....gracias.....por ¡¡¡tanto¡¡¡...
    p.d..Cuando los sueños...como a la Chef ...se hacen realidad...no queda otra...que seguir pensando...como yo....que nada mejor como perseguirlos....para conseguirlos...

    ResponderEliminar