Inspección obligatoria 7

Las ansias de victoria en Leire, duraron lo que tardó Andrea en inspeccionarle los bajos del coche, que le indicase donde debía aparcar, donde ir a por el resultado y documentación del vehículo y que una vez hecho todo lo anterior, se encontrase con que...

- ¿Que tengo que volver a pasarla?

La indignación fue mayúscula al comprobar que Andrea no le había pasado la inspección y aumentó, cuando se puso a leer el informe que había realizado la técnico sobre su coche. El resultado; inspección desfavorable, le hizo arder y caminar en busca de la técnico. Con todo el genio del mundo, regresó a la nave donde debía estar Andrea y no la halló. De las miradas que en su recorrido fue recibiendo ni se percató. Los compañeros de Andrea, esos que la seguían con la mirada, dejaron sus inspecciones y siguiéndola, la vieron llegar a la parte trasera donde Andrea fumaba junto a dos compañeros.

- Jajaja, hay viene la fiera- uno de ellos fue quien avisó a Andrea de la presencia de Leire. Para conocerse sólo de minutos, a la técnico le bastó ver el genio con que Leire caminaba hacia ella, para saber que de no poner a sus dos compañeros a modo de barrera, habría recibido una buena tarascada de la morena. Así evitó el contacto directo con Leire pero no que ésta le pidiera explicaciones.

- ¿Me explicas esto o te escondes ahí como una cobarde?- blandiendo el informe Leire provocó más risitas entre los compis de Andrea, si bien ésta las calló con una sola mirada. 

- Inspección desfavorable- le contestó la técnico, robotizada. En teoría era una ciudadana más cabreada por el resultado. Por lo menos era lo que pretendía que sus compañeros creyesen o la guasa le duraría meses- Tienes dos meses para corregir los defectos de tu coche, como lees se te ha retenido la tarjeta de inspección y el permiso de circulación. Sólo puedes mover tu coche hasta un taller y después de vuelta a aquí. Si transcurrido ese tiempo

- ¿Te quieres callar?- la interrumpió Leire, menudo pastel le acaba de soltar. Que Andrea saliese de detrás de sus compañeros, es lo que pedía con todo su cuerpo.

- Sólo si te tranquilizas- alzando las manos Andrea le pidió paz. Aunque, que carajo. El carácter dinamitoso de Leire era una puta pasada.

- No me da la gana- ahí estaba Leire sin amedrentarse.

- Pues no me callo- picada, Andrea entraba al trapo sin miramientos. 

- Te digo que si lo haces- exigía Leire pasando de los compañeros de Andrea. Los cuales miraban a una y a otra, como si fuese un partido de tenis de alto nivel.

- Y yo que no lo hago- insistió esta vez, Andrea. Cara a cara, y con sólo un compañero en medio a modo de red. Así estaban ambas y obvio, para el chaval fue demasiado verse en medio. Más por la proximidad de Leire, un pedazo de pibón cabreado que derretiria a cualquiera.

- Venga morena- intervino el chaval, chocando casi con el pecho de Leire y lo hizo, con el craso error de tomarla de un brazo. Algo que Leire no soportó.

- Venga baboso- imitandolo se soltó de él con solera.

- Pero- se quejó el muchacho y Andrea cerró los ojos. A las fieras no las provoques, que muerden.

- Morena no soy de nadie, ¿te enteras?- lo encaró Leire con garra como para cargarse a todos limpiamente. De uno en uno y sin pruebas que dejar.

- Ufff, yo de feminazis paso- al momento se rajó el muchacho y nooo, así Leire se crecía.

- ¿Que me has llamado?- a por él se fue directa. Lo dicho, de uno en uno repartiendo estopa y sin perder ni una mijita de clase. Algo sólo en poder de unas cuantas elegidas. Que se viese tan jodidamente guerrera, fue suficiente para Andrea.

- Se acabó- intervino Andrea y no sólo de palabra. En dos pasos estuvo frente a Leire y en un sólo movimiento la tenía cargada como saco de patatas- Ya está bien la tontería.

- Bájame ahora mismo- pataleando a Leire le dio para pedir ser bajada y hasta para fulminar a los compis de Andrea, quienes se divertían por el espectáculo dado a placer.

- Eso hago, bajarte... pero los humos- le contestó Andrea enfilada hacia el coche motivo de todo- En vez de darme las gracias, otro te la hubiese dado por negativa y tu coche tendría que salir de aquí en grua y directo a un taller o a un desguace- cabreada cargaba a Leire que mucho la verdad no es que pesara, pero la cadera se la estaba hincando toda en el hombro, su olor llenándola y la madre del cordero que no quiere que lo degollen en sacrificios de nada. Sino fuera por el curro, la dejaba directa en el capó y...

- Jajaja, ya claro... Mi coche está perfecto- enseguida le hizo la contra Leire, sin olvidarse de cuidar que su pandero quedase libre de prenda. Cargada como iba, el hombro de Andrea se le estaba clavando en la cadera, su olor a bronceador era de locura y encima llegaban a su coche. Sino fuera por las ganas de ponerla en su sitio...

- Que vuelven, ay que vuelven- el que seguía entusiasmado era Paco y su cliente al escucharlas de vuelta al coche. Ambos se callaron cuando sintieron la puerta del abrirse.

- Y ahora me escuchas bien- en completa seriedad y una vez que la había soltado en el asiento de su coche, Andrea no se andaba con chiquitas- vas de aquí al taller, no hay más- sentenció ajustándole el cinturón de seguridad. Vale, el pechazo de Leire a centímetros de su boca, era insoportable para su sangre. La de bocaos que Leire tenía ahí, joder.

- Taller dice....yo de esas cosas mundanas no me ocupo- extrañada porque Andrea no supiera aún que ella no estaba para esas chorradas, le bastó verla próxima a su pecho, para desear ahogarla entre sus tetas y callarla de una vez. Pero ojo, eso no rebajaba su mala leche- ¿Terminas o que?- sonriendose disfrutó a muerte el respingo que dio Andrea, quien acabo golpeándose la cabeza con el techo.

- Joder- se quejó la golpeada, restregandose la nuca y no, más risitas de Leire no- Venga, directa al taller- le ordenó.

- La manía que tienes de discutirme, por favor- al momento se quejó Leire y si, llegaba tiki-taca- Que voy donde quiera- orgullosa como la que más volvió a mostrarse Leire.

- Pues...joder, lo aparcas en tu calle ya me ocuparé yo- le dijo Andrea. Todavía Leire se la liaba y perdía el curro, por saltarse que el coche estaba de pena.

- Uhm..así mejor- la morena pareció relajarse y ay si, volvió al roneo.

- Y ve con cuidado- lo siguió Andrea encantada. 

- Si, si tú trabajas menos. Que lo hagan esos- de nuevo mandando Leire. Sin olvidarse de tirar del polo de la técnico y acercarla.

- Vale- obedeció Andrea incapaz de dejar la puerta y a Leire. Poniéndoselo a huevo.

- Pues vamos, ¿o es que quieres un besito?- con cachondeo y para que negarlo, con demasiadas ganas de darlo y sin soltarla.

- Leire- sonriendo Andrea se dejó vencer hacia ella y su boca.

- Jajaja, ven aquí- arreandolo un señor besazo, Leire dio por bueno todo lo pasado- Uhm, pero que rico sabes- soltándola se recreó lo que quiso y fue suficiente para que Andrea suspirase a su forma.

- Ya..ya...tira- la animó Andrea a salir y si tiró, pero cuando lo hizo y salió de la vista de Andrea y sus compañeros, ésta tuvo que enfrentarlos a ellos, sus risas, sus gestos obscenos y vale, terminó con todos sacándoles un dedo. Ahora lo guapo, era tener que sobornar a la administrativa para saber la dirección de Leire. 

Mientras que Paco... 

- Mi chochitoooooooooooo ganador- festejaba junto a su cliente y la misma Leire, pero cuidado. Todavía faltaba arreglar los fallos del coche.