Ok. El rosa no había sido acertado pero con dos ovarios, Su salió con él a caminar la única mañana que aguantó junto al grupo de parlanchinas. Eso si, de su foto supieron hasta en la Base Militar. No pasaba nada, estaban embazaradas y eso podía con todo o casi.
- Mmm...huele que alimenta- halagó acercándose a ella y a la sonrisa de Su satisfecha por toda la verdura desperdiciada en su intento de ser una Chef de verdad. Sonrisa que en ella provocaba ganas de putearla- Pero ay, no se- dispuesta a no desaprovechar la ocasión, Lu se preparó para que Su se girase noqueada.
-¿ Que...ejem que no sabes?- le preguntó Su. Había sido lo suficientemente rápida para caer en que esta vez, no tenía que revisar su vestimenta. El menú era perfecto y hasta sabía bien. Entonces, ¿donde estaba el problema ahora?
- Pues. - arrugando los labios, Lu fingió no querer molestarla- pues que no se si me apetece pescado hoy- terminó esperando que a Su se le desencajase la mandíbula. Seguro había estado horas ahí metida. Pero para su sorpresa, ni Su pillaba sus ganas de juerga, ni se preocupaba por su apetencia.
- Ah bueno. No es apatecer, es que a partir de hoy debes llevar una alimentación acorde a tu estado- le explicó Su y uy, peligraba el juego de picarla de Lu si la piloto, se ponía en fase militar cuadriculado, como ocurrió- Según los estudios más recientes, es conveniente que la gestante...bla, bla, bla...- fue lo que escuchó Lu escandalizándose por lo que Su le estaba demostrando saber y amandola todavía más por haberse metido ese trabajazo- se puede convinar de muchísimas maneras- acabó Susana casi sin aire. Ole por ella. Lo había dicho de un tirón y en orden. A Lu debería haberle resultado de lo más convincente, aunque su media sonrisa diese para creer lo contrario. A punto estaba de volver a preguntar que ocurría ésta vez, cuando Lu se le acercó del todo.
- Y...¿también se puede hacer divertido?- variando de picarla a picarse de otra forma mucho más.. Divertida y caliente. Lu puso a trabajar a la leona que pedía salirle con urgencia en busca de la militar cuadriculada que tenía la boca medio abierta, pidiendo trincheras.
- Ujum...también, pero siempre con un horario- sintiendo los efectos de la Lu más leona, a Su todavía le quedaba milicia, algo que en Lu tenía efecto inmediato.
- Ya, pero es que hay un problema- le dijo Lu tirando de su camiseta- Me apeteces tú más que el pescado, sea la hora que sea- labio a labio, rozó con la lengua sus labios al punto de relamerse. Trinchera hecha y fuego enemigo. Bastaba quedarse sin el capitán y que la soldado cayese a la trinchera- ¿Dejamos a la militar fuera de la cocina un momento?- jugando todas sus bazas, ahora si que pudo sentir la mandíbula de Su desencajarse lo justo antes de volver a reaccionar.
- Eso último me cuesta, un poco de ella dejamos- le dijo Su y adiós a la teniente coronel. La soldado fue quien en dos pasos, se llevó a Lu directa a la encimera. Un pequeño agarre y arriba de ella, ya la tenía. Que puta pasada era contemplar así a Lu. Tan segura de sí misma, tan mujer, tan Lucía.
- Eso es, porque me encanta que me obedezcas- enredandola, el pescado estuvo por caer de la encimera, pero Su supo salvarlo, que la economía no estaba siendo muy favorable para ellas.
De no estar de pasiones desatadas en cocinas convertidas en trincheras, Lucía habría sabido y se habría quedado tranquila, de que Marina y Laura estaban a un paso de acercar posturas. No fue porque ellas se buscarán. A cual más cabezota se mantenían distanciadas, pero no eran solo dos amigas, eran tres y el lado que no estaba enfadado fue el que las citó, en el carrusel que los había visto crecer y madurar.
Siendo ambas de armas tomar, cuando llegaron al encuentro y por respeto a Nacho, apenas se saludaron. En ese encuentro, el protagonista debía ser él y no el enfado entre ellas. Olvidándose de que eran un increíble triángulo que se sujetaba, si los tres lados estaban en simetría. Antes de decirles el motivo de citarlas ahí, Nacho se lo puso fácil.
- No dijo que Inés fuese manejable de carácter, Lau no quiso decir eso- les dijo provocando que Marina saltase a callarlo y que Laura menease la cabeza llevándose la razón- Vale, dejarme hablar. Me refiero, todos sabemos como te quiere Inés. Acepto un hijo como suyo por un ERROR tuyo, después tuvo que aceptar que quisieras que Ito tuviese a su padre y venirse a Pedraza por tu comodidad. No puedes negar, que Inés es capaz de adaptarse a lo que sea por ti y eso, es tener mucha suerte. Debes reconocerlo- sentenció con toda la razón del mundo. Algo que Marina no pudo rechazar y que la dejó con la boca a punto de decir algo que no tenía sentido ante tal evidencia. Obvio, Laura aprovecho para palmear a Nacho y éste corrió a bajarle los humos- De ahí a que vengas a echarle encima de que su vida es muy fácil, hay un paso Lau. Porque a pesar de la facilidad que puso Inés, tuvo que lidiar con los dos, hacerle ver a Inés que sólo buscaba lo mejor para su hijo sin que eso significase que Xavier fuese más que eso, el padre de su hijo. Que Inés ahora esté feliz y siempre dispuesta a unas risas, no quiere decir que aquel momento fuese fácil. ¿Claro te queda?- quiso cerciorarse pero ya no había problema. Las dos amigas antes de que él acabase ya se habían abrazado.
- Eres muy tonta, Lau- decía Marina entre lágrimas. Echarla de menos era muy poca expresión para lo que la había extrañado.
- Y tú muy cabezota, no te digo- por igual le decía Lau y ok, el triángulo podía ser movido de lado a lado, que se sostenía perfecto. Así hizo falta poco más, para que las dos amigas, se sentasen a escuchar lo que fuese que Nacho quisiera de ellas.
- Vale, joder no sabéis como os echo de menos cuando entre nosotros algo va mal- primero se mostró emocionado, un par de días distanciados y los tres se veían igual de tocados. Unos besos y unos abrazos y para sorpresa de las chicas, Nacho sonreía como en las grandes ocasiones- Me ha costado lo mío, porque Karla es la Merino más cabezota, unido a que todo este babyboom en que estamos metidos me tenía loco por una nenita que fuese calcada a Karla, pero después de mucho destrozarnos, pelear, hablar y bueno si, también hacer el amor, hemos llegado a un acuerdo. Apenas va a cumplir 24 años, dejemosla que viva, sienta y quiera lo que ella desee- tuvo que hacer una pausa. Primero por la emoción de volver a sentirse la hostia de bien con Karla y segundo, por los mimos alegres de sus amigas. Después fue a su gran ilusión- Llega su cumple y madre mía, gracias a Su lo he podido conseguir, mirar esto- les dijo, sacando de una bolsa lo que parecía la clásica porta-licencias de cuero. A Lau no le faltó tiempo para cogerla y Marina frunció el ceño sin entender mucho. No era un regalazo un porta-licencias por mucho que..joder. A la vez cayó junto a Lau.
- ¿Tiene la licencia?- ambas lo preguntaron ardiendo por saber y Nacho se lo confirmó bien orgulloso de Karla.
- Mi chica ya tiene sus alas y fijaros en esto- cogiendo el porta-licencias, lo abrió y ambas enmudecieron al ver la licencia ahí puesta- Si....le debo la vida a Su por habermela conseguido en el Ejército. Es la primera licencia de vuelo de Roberto Merino, se que a Karla le va a encantar y se que en cierta forma, llevarla junto a la suya le servirá para reconciliarse con él.
Estaba clarísimo para ambas amigas que a Karla le encantaría. Pero aún faltaban unos días para su cumpleaños y mientras, Susana debía seguir adaptándose a su vida de pre-mamá.
Me encanta la forma que intenta ser parte de ese embarazo de Su, como intenta no ser solo la otra mama, sino ser parte más activa y para ello la formación militar le ayuda, pero se encuentra a una mujer enfrente que se las sabe todas, me parece muy tierno ver esa otra Susana que siempre ha estado tan escondida, haciéndose la dura sin serlo.
ResponderEliminarBueno… bueno si es que son las dos iguales Marina y Laura, por lo menos tienen a Nacho que sabe mediar entre ellas y al mismo tiempo él ha sabido no sin su lucha poder hablar con Karla, y llegar a un acuerdo, si es que las cosas si se hablan de cara son mucho más fáciles que dando rodeos. El regalo precioso.
Y sobre lo dicho por Nacho por cómo es Inés ha dado en la diana.
Lo que más me gusta es ver a un personaje “con carácter, dura, borde y antisocial” volverse mantequilla, porque pienso ¿Como de duro debió ser el ejercicio de esconder todo sentimiento dentro de uno mismo?
Gracias.
A.
No me extraña que Lu se derrita, yo ya lo he hecho, jeje. El cambio que ha ido fraguándose en la piloto con la llegada de la médico, es increible. Ha logrado sacar a la Su mas tierna, dulce y romanticona. Es curioso que la llegada de algunas personas a nuestra vida pueda significar tanto, haciendo que demos lo mejor de nosotros mismos. No creo que sea algo casual, para mí, depende de con quién decidimos rodearnos y de a quién elegimos como compañeros de viaje.
ResponderEliminarEn cuanto a Marina y Laura, tienen la suerte de contar con Nacho como amigo. Es lógico que cuando se tiene tanta confianza surjan roces, ahora bien, lo mejor es reconocer cuando uno se equivoca y perdir perdón.
Finalmemte, Nacho y Karla han arreglado sus problemillas y yo que me alegro. Ya tendrán tiempo de ser padres si así ambos lo desean, pero ahora les toca seguir disfrutando mas.
Gracias por el trozo,
L.a.c.e.r
...... '''quiero ser...lo que quieras que sea...para ti''''...rendición total a quien amas..sin perder nunca la independencia de ser como eres en cada momento...sin dejar de pensar cada una de las cosas que quieras aunque no sea lo que siempre gusta escuchar....'''dar y dar'''' a quien amas en el momento que sabes lo necesita....Bonita esa forma de Su de estar siempre al lado de Lu... dandole lo que sabe ..necesita'''...¡¡ me encanta esta historia Escritora¡¡¡¡ mucho¡¡¡¡¡
ResponderEliminar....gracias.....por ¡¡tanto¡¡¡
celeste-negro..