Take a Chef 21

Camino al baño, ni se fijó  si Tam aun dormía o qué. Pasando de todo se coló en su ducha con las mínimas ganas de ahogarse bajo el chorro de la ducha. Extremista sin duda y poco eficaz, más que nada, porque nada más mirar hacía el chorro de la ducha, pudo sentir a Tam pegándose a su cuerpo. "Genial" todo seguía pareciéndole tan genial que...- ¿Y si en verdad soy una zorra?- se preguntó Mel olvidando el pequeño gran detalle de que no estaba sola y mira que las manos de Tam y ésta misma no se cortaban un pelo en demostrarle cuan sola NO estaba.

Daba igual lo que Tam pudiera responderle, ella ya lo había hecho. 

- Uhm....no serías una zorra ni proponiéndotelo- le contestó Tam y "joder" ni el pulpo más grande hallado tendría tantos tentáculos como parecía tener Tam. Pues nada, bajo la ducha con la intención de ahogarse y los tentáculos de Tam enredandola, a Mel le iba quedándo muy claro que habían amanecido en su cama y desnudas, no porque se hubiesen quedado sin pijamas. "Quiero morir" Por varias razones, además. Mejor improvisar y que Dios repartiera suerte.

- Me lo anoto como propósito de año nuevo- le dijo a Tam, anotándose en verdad; tener una conversación muy seria con ella misma sobre los efectos del vino. 

Había follado, mejor dicho habían. Tanto como para que Tam se mostrase irritantemente divina con ella. Lo fue todo el tiempo hasta que ambas se despidieron para ir a trabajar. Camino al suyo en taxi, todavía tenía una sonrisa nueva en sus labios. Puede  que la hubiese estrenado en los últimos momentos compartidos con Tam. Entre falsa y comprometida. U obligada con pudor. O..."joder" En teoría debía dejar de examinar su sonrisa, más que nada porque el conductor lo estaba flipando bastanten. Pasar a continuación a sonreír más normal guardando su pequeño espejo tocador y recordarse primero y grabarse después, que el despertar que había tenido era el que deseaba. Tam de vuelta a su vida, a su cama y a sus bragas, y la Chef declarándole su amistad. Era para alegrarse, vomitar, o lo que es lo mismo:

- Odio las montañas rusas. Siempre que subo me obligo a fijarme en las vistas que se pueden apreciar en el punto más alto, pero nunca lo consigo porque van jodidamente rápidas. Y entonces me digo, vale Mel..disfruta la bajada pero cuando me presto a hacerlo, ya estamos subiendo de vuelta. ¡Las odio, eso es!- habló en alto y puede que fuera una ciudadana más que confundía la licencia de taxista con la de psicólogo. Menos mal que su rostro aniñado y guapo, siempre resultaba simpático, como le pareció al taxista.

- Niña...tanta cafeína no es buena- le dijo el hombre, acostumbrado a esa confusión de licencias. Hay cosas que solo le cuentan a un taxista o a un camarero o a los dos.

- Jajaja, imagínese con todo lo que hablo, todo lo que puedo callar- le siguió el rollo Mel. A fin de cuentas, hablar con el hombre por muy comprensivo que éste pudiera ser le iba a servir de poco. Aunque, por ahí debía estar la clave. Había estado genial mantener a Arel como un maravilloso secreto, pero metida en el fango como en esos momentos se sentía, quizás lo mejor sería sacarla del armario. No del closet homosexual, pero si del closet de sus amistades más íntimas. Estaba claro que la ayuda que necesitaba no podría venir de la mano de Sor Nuria. Ella seguro pondría el grito en el cielo y después, iría corriendo con el chisme a Tam. Descartada desde ya. 

¡Vera! Ella era a quien en verdad necesitaba y ahora, llegando a su oficina lo veía clarisimo. Quizás ni tenía que haber ocultado a Arel de ella. Vera siempre se había mostrado como una tipa de mente abierta e incluso tenía sus secretitos. No había más que pensar, si Vera la había animado a tener sexo salvaje con una desconocida en un local, quizás y con suerte la animaría a tenerlo con Arel en un local, en su ático, en su furgoneta, chester, lavadora y...

¡Vale ya, Mel¡ Te quiere como amiga, amiga de amistad, amistad de

- Necesitas un café, ya te lo traigo- la cortó su secretaria saliendo a su paso y ok, había vuelto a hablar en voz alta. Con Ani, su secretaria, no es que tuviera que ocultar sus paranoias matutinas. 

- Agh joder...últimamente hablo demasiado en voz alta. ¿Estaré desarrollando alguna sintomatologia de índole psicópata?- continuó para Ani mientras iba saludando al personal de la oficina. 

- Ehm...una más y te cambio el café por tila- bromeó con ella Ani, variando sus pasos hacia el office, a donde Mel no iba a acompañarla. 

- Naah.. Si estoy genial- le dijo a su secretaria y nada más entró a su pequeño despacho continuó hablando en alto- jodidamente genial, diría yo.

Tirando el bolso, miró la agenda abierta sobre su mesa tal cual le gustaba que Ani se la tuviese preparada. Pero esa mañana le daba exactamente igual. Le preocupaba cero las nuevas quejas por dos sedes más de oficinas de información al turismo cerradas por nuevos recortes presupuestarios o las citas que tuviese ese día. Lo que importaba era sentarse y tratar de hacerse entender con Vera. Para hacerlo eligió escribirle un correo. Llamarla sería enredarse a hablar con ella y tampoco es que su trabajo le diese igual. Por wasap tampoco podría ser. Vera a esas horas ya estaría haciendo babear a sus millonarios clientes y no tendría tiempo de andar wasapeando. Mucho mejor un correo, que Vera leería con la calma que ella necesitaba que lo hiciera.

---

De Mel Arnuez

A Vera Méndez

Asunto: Help me

Te sorprenderá que te escriba por aquí, pero era preferible. Voy a ir al grano porque en estas cosas (que ahora sabrás) me lío y acabo no haciéndome entender. Por puntos y bien organizado:

1. Anoche me acosté con Tam y debió ser la leche, porque esta mañana estaba encantadora.

2. El punto 1 ocurrió por una ingesta indecente de alcohol, que llevé acabo deliberadamente. 

3. La causa de que realizara el punto 2, con consecuencias descritas en el punto 1, es que he conocido a alguien.

4. Esa persona que he conocido, fue indispensable para que se dieran los puntos 1 y 2. Creo. En el dos, influyó seguro. 

5. Me gusta tanto el punto 4 que...mejor dejo los puntos y te resumo.

Hoy debía haber amanecido feliz por tener de nuevo a Tam en mi ducha y a su vez, por contar en mi vida con una nueva persona que quiere mi amistad. Pero es decir amistad pensando en ella y agh...me jode. 

¿Que te parece? 

Pd. Buenos días, no trabajes mucho. 

---

Mal que bien, no se paró a releerlo. Era un correo enrevesado puede, pero iba directo al buzón de correo de una amiga que siempre había estado ahí. Una vez lo envió, tomó conciencia que podrían pasar horas hasta que Vera le respondiese y bueno, tras soltarle el rollazo a Vera, realmente se sentía mejor. Pero para su sorpresa y antes que ni siquiera su café se hubiese enfriado tenía contestación de Vera. Contestación que cuanto menos, iba a ser sorprendente. 

---

De Vera Méndez 

A Mel Aranuez

Asunto: Help me (2)

Jajaja, cariño enredandote eres única. Voy a full de trabajo y esto me gustaría hablarlo con un Manhatan de por medio. Para ti una coca cola, visto lo visto. 

No dudo que el punto 4 sea toda una innovación, debe serlo para no tenerte saltando por la vuelta de Tam, pero cariño...los rollitos se dan cuando tienes la "casa" segura. ¿Uhm?

Sal y compra algo bonito para Tam. 

Fin de los puntos.

Pd. Tú tampoco. Después te llamo.

----

Sorprendete fue la respuesta de Vera y por varios motivos. Primero porque no se había interesado en absoluto por saber más de su punto 4 (Arel), segundo porque Vera jamás fue muy de Tam, tercero porque le cortaba cualquier posibilidad de rollito y cuarto, porque sin preguntar etiquetaba a Arel como un simple rollito. Al final la ayuda de Vera no iba a ser tal y encima, por la puerta Ani le anunciaba la llegada de un repartidor de café como si fuese de lo más normal, recibir café y una cajita adornada con flores de papel. 

- Muero, pero que muero ya- murmuró en cuánto el repartidor le ofreció elegir entre tres cafés que acompañarían perfecto a unos recién hechos; macaró.