Emergencias 160

Lo mejor de todo, era que la escapada a solas no había hecho más que empezar. La gracieta de Inés de sacar a Marina del agua a las prisas para no chocar de golpe con la madre de ésta y su Tía, les costó regresar al Refugio desnudas.

Cosas de mujeres, siendo las dos quienes eran, fue curioso que la más pudorosa fuese Inés, mientras que Marina hasta los disfrutaba. Caminando por un frondoso y divino prado, desnuda, libre, intensa y con Inés, todo un paraíso que le hacía caminar al borde del éxtasis.

- Uhm...que gustazo por favor- extasiada gemía gustosa para aceleramiento incendiario de Inés que la contemplaba con la boca abierta- Fíjate que ahora entiendo yo la fama de este Refugio- prosiguió Marina apoyándose sencillamente espectacular a los ojos de Inés en un pino- No apetece más que follar hasta desgatarse- directa entrecerró los ojos acabando de enloquecer a la pobre piloto, que aguantaba el envite de la médico como humanamente podía. Quienes no lo aguantaban eran sus corazoncitos que cayeron a los pies de su diosa Marina realzada a diosa de la feminidad.

- Ay siiii, siiii- lo que no quitaba que enseguida Inés quisiera acorrarlarla contra ese pino. Sus adorados pechos, su deliciosa boca entreabierta, sus caderas llamándola y la médico que detenía su avance anteponiendo entre ellas una mano.

- Uhm si, ¿me vas a follar hasta desgastarme?- enviciada por el brillo entregado que veía en los ojos de Inés, la médico quiso convertir ese nuevo encuentro íntimo entre ambas en EL momento.

- Joder... Si, si que lo voy a hacer- temblando de puro deseo la piloto trataba de llegar a la boca de Marina, pero ésta se apañaba para que el deseo creciera sin que se tocasen. Normal que así lo hiciese, temiendo el aterrizaje veloz de la piloto.

- ¿A romperme toda para ti?- desatando a la fiera, Marina continuó jugándosela. La piloto había despegado sin necesidad ni de tocarse.

- Ayyyy.. Ahm...ay siii, eso mismo- derretida gimió Inés y a Marina se le alzaron las cejas. Inés era capaz de aterrizar solo con unas palabritas subidas de tono y como que no, le apetecía otro aterrizaje forzoso.

- Uff...pues ven, ven..ven conmigo- tirando de ella por fin se besaron y la pena fue, que Mamen llegase justo en ese momento armada con un palo- Joder- la médico enseguida se asustó, la piloto ni se inmutó y Mamen quiso que se la tragase la tierra.

- Perdón- tapándose los ojos la dueña del Refugio se giró dándoles espacio, en teoría para dejarán de sobarse al aire libre y oye, que se vistieran. Lo primero a Marina le costó un empujón a Inés y lo segundo sencillamente fue inviable.

- Esto...verás eh. Jajajja te vas a reír cuando te contemos, pero destapate mujer si tengo lo mismo que tú- animosa Marina se dijo aquello de "de perdidos al río" y natural como si lo fuera de siempre animó a Mamen entre risas. Olvidando que no era ella sola quien estaba desnuda. Inés no se lo tomó con tanta alegría como ella. Primero estaba cachondisima, segundo desnuda,  lo cual la llevaba a la tercera, insegura al estar desnuda, la cuarta es que Mamen era lesbiana y quinta no hubo, porque ninguna de las otras dos le prestaban atención metidas de lleno como estaban en sus cosas.

- Yo que se...escuché ruidos y claro, como llevo todo esto sola. Porque estoy sola, que si mi hermano y cuñada me ayudan lo que pueden pero es sola, le unes que no tengo sexo desde ni se sabe, menstruación y esto lleno de parejitas fogosas como vosotras y que quieras que te diga- energética le explicó Mamen con las dos muy marujis poniéndose al día, aunque una de ellas estuviese en bolas.

- Jajajajaj, joder...perdón. Que no es que me ría, es...- la médico no pudo evitar reír sin maldas.

- Jajaja ríete. Total- la animó a seguir Mamen.

- Jajaja lo peor es lo del sexo sin duda. Me quedé embarazada, tuve a nuestro hijo y creeme que te comprendo. Hubo un momento que pensé mis pechos ya solo servirían para amamantar- continuó Marina para sorpresa de Inés, la única preocupada en taparse su cosita, mientras las otras seguían.

- Jajajja una pena chica. La mía me dijo que venía para reyes y mira..por primavera vamos- con humor lo hacía Mamen 

- Ufff, no me digas- empatizaba enseguida con ella Marina.

- Si hija...en fin, iros al refugio yo os traigo la ropa de la alberca- se ofrecía Mamen que tampoco era plan entretenerlas más, pero...

- Nooooo....jjjjjj allí no vayas- las interrumpía Inés recordando perfectamente quien había en la alberca y lo que era capaz esa personita de hacerle si descubría que estaban ahí juntas pero no revueltas.

- Ay Inés...ni caso, si nos haces el favor mejor- intercedia Marina pidiéndole el cuerpo acabar lo que Mamen había interrumpido.

- Hay pirañas- informó Inés fallandole el que lo dijera con  sonrisa coneja feliz. Así no colaba.

- Jajjaja, ya te dije que era muy tontita- partida de risa Marina tiraba de la piloto. Las ganas de follarse esa sonrisita de Inés primaba sobre ropa, albercas y dueñas de refugio,  por muy majas que fueran. Y así Mamen se fue a la alberca, tropezando por el camino con Su y Lu que regresaban de ella, mientras que Inés... 

- No pero que...- intentaba salvarse  no de la mirada incendiaria de Marina, y si del castigo de su Tía. Pero ni modo, Mamen se había ido y Marina pues...

- Calla y anda delante de mi. Aún tienes que romperme, ¿ah?

Marina ordenaba y quemaba. Normal que Inés pasase a olvidarse del castigo de tu Tía y obedeciera. Lo que no sabía Inés, es que Marina esta vez no iba a permirirle finales fugaces. Comiéndose entraron de vuelta a la suite, comiéndose no necesitaron desnudarse y cuando la piloto quiso tomar el control, Marina se las había apañado para atarle las manos a la cama.

- Ayyy...ayy, pero que yo necesito tocarte- moviéndose bajo Marina realmente lo necesitaba y deseaba, pero la sonrisa maligna de Marina le hizo abrir los ojos al tiempo que ésta también le tapaba la boca- Ayyyy- su último suspiro a boca abierta, coincidió con los movimientos de Marina encima suya, tomando la precaución de no rozarla en zonas claves o el juego le duraría nada. Y so pena e indignación mayor de Marina, de nuevo en la habitación de al lado, los gemidos se hicieron presentes. En esta ocasión fueron tan nítidos, que hasta creyeron reconocer uno.

- ¿Lau?

- ¿Karla?

No podía ser. Marina creyó reconocer a Laura entre los gemidos de esa habitación. Pero era impensable, Lau y Xavier tenían comunión en Pedraza ese mismo día. En cambio la piloto creyó reconocer a su hermana y Marina tuvo que destaparle la boca o el ataque de ansiedad de Inés sería un hecho.

- ¿Y ese dice que es mi amigo? Está tocando a mi hermana. Yo...yo no puedo. Dame un palo- atada a la cama la piloto sufría el clásico revuelto de estómago que todo familiar cercano sufre al pensar en ese familiar haciendo cochinadas. Lo peor, es que Inés las estaba oyendo, sin contar con que su Tía entonces si que si, la dejaba sin volar.

- Inés- intentó calmarla Marina abriendo los ojos cada vez que los gemidos en la otra habitación subían de decibelios.

- Y todo guarro. La está tocando muy guarro. Me muero...es mi hermana pequeña, esto es muy cruel- la niña del exorcista se movía menos que Inés en esa cama esuchando gemir a los de la otra habitación..

- Ya..no tienes más mi vida. Pero vamos, que es Nacho...ya te digo yo, que tu hermana se lo pasa de miedo y que es imposible si está en Pedraza cuidando a nuestro hijo- le dijo Marina y las dos se quedaron pensando. Y piensa que te piensa, a Marina no le quedó claro quienes eran los de al lado y poco que le importó, teniendo a la piloto atadita para ella.

- Ayyyy que cara viciosilla tienes jjjjjjjjj- a Inés le cambiaron los nervios por unos muy ricos y obvio, Marina sonrió de oreja a oreja, pasando de los otros inquilinos de habitación de al lado.

- No lo sabes tú bien- le advirtió Marina y poco le faltaba a Inés para saberlo. Mientras tanto, Lu charlaba amigable con Mamen para desesperación de la antipática Su, quien había reconocido perfectamente la mochila de su sobrina y que pensando en que su sobrina estuviese ahí mismo, escuchaba al par de "cotorras" charlar animadamente

- Ay cariño...yo no se que tienes en este lugar pero...

- Ape follar todo el tiempo.

- Jajajaja, ¿no somos las únicas?

- Tengo dos parejitas más, que os siguen el ritmo.

Pues ellas riendo y hablando en confianza, y Su proponiéndose no chocar ni de coña con su sobrina. Si eso ocurriese, seria igual a cena familiar, llamadas a los demás, paella de domingo y.. No, esta vez no. Claro que, a ver como se las apañaba en un Refugio no muy grande.