Saber a que olía España, podría ser un título para la cita de Mel, esa mañana primaveral de sábado. Vestirse para una cita donde te van a enseñar a que huele tu país, tuvo su aquel. Arel la había citado en la calle Valverde. Una calle de lo más céntrica de Madrid, donde por mucho que la Chef se empeñase, olería como en todo Madrid, a asfixiante contaminación. Coqueta desde párvulos, ya la noche anterior se había decidido por acudir a su encuentro con unos pitillo ajustados acompañados por una camiseta de amplio y llamativo escote con transparencias en la espalda y unas altísimas botas de eterna cremallera y demasiado tacón. Si era Madrid centro, mucho no tendrían que andar y a lo sumo, tirarían de taxi.
Arel Dubois. Pensando en su nombre cayó en la cuenta de que la propia Chef había descrito a su padre como un Chef de renombre. ¿Dubois? No le sonaba ningún cocinero con ese apellido y nada encontró cuando días atrás había estado creando la web para Arel. Según iba encajando, el padre de Arel era español y su madre era la humilde francesa. Estaba claro entonces, que Arel usaba el apellido de su madre junto a su humildad y en cambio, agasajaba a sus comensales con lo snob de su padre. Ahora hasta que no supiera quien era ese hombre, tendría el "run run" metido en el cuerpo.
A la altura del número 42 de la calle Valverde, se bajó del taxi siguiendo con las indicaciones dadas por la Chef y nada más bajar de él, topó con una fachada de colores celestes donde pudo leer Spicy Yuli, tu tienda de especias e infusiones. La tienda de toldos celestes, desde fuera parecía pequeña y coqueta. Aunque fue mucho más coqueta cuando por la puerta vio salir a Arel, seguramente en su búsqueda. Como había topado con la tienda, topó con los inmensos ojos verdes de la Chef.
- Joder nena, no puedes mirar así- pensó Mel y a quien trataba de mentir. Ver a Arel recorrer toda su figura, era justo lo que había buscado al vestirse. Llamar su atención primero y segundo, disfrutar de haberlo conseguido. Lo que no había pensado, era encontrársela con unos pantalones cortos que eternizaban sus larguísimas piernas. Por no hablar de la camiseta de tirantes que realzaba demasiado bien su pecho y su pelo, que a diferencia de las anteriores veces en que se habían visto, la Chef no lo llevaba recogido en coleta o con pañuelo. Lo llevaba libre y ondulado como si fuese la más bella de las leonas- Genial- tuvo que regañarse. Le estaba metiendo un repaso de mil pares sin haberla saludado. Osado sería otorgarse el sonrojo de las mejillas de la Chef. Seguramente habría venido caminando y ese sonrojo en verdad sería enrojecimiento por el sol recibido o...lo que fuese. Arel se acercó a ella sonriente y ya ni tiempo de respirar tuvo Mel.
- Hola- la saludó Arel con un sólo beso en la mejilla que duró más de lo habitual y que dejó a la Chef con más sonrojo del visto de primeras.
- Costumbre francesa- se dijo Mel, deteniendo su impulso de otorgarse para ella cualquier cosa que hiciera la Chef, como saludarla con un solo beso. Ya estaba bien la tontería. Quería disfrutar de su cita y lo iba a hacer. Cuando se separaron, pudo responder a la sonrisa sincera de Arel con una un poco más gamberra- ¿Y bien? ¿A que huele España?- quiso saber crecida por la forma de mirarla de Arel. Quien ante su interés guardó las manos en los bolsillos o eso creyó Mel, porque al poco y sin contestarle, de ellos sacó un pequeño pañuelo- Olvídate, no es para atarte a su cama- se dijo Mel y se le escapó una carcajada. ¿Es que no iba a ser capaz de dejar ese tipo de pensamientos pecaminosos con Arel? En verdad era difícil si ésta se paraba detrás de ella pañuelo en mano, y se entretenía oliendo su perfume. Estaba claro que esa mujer no se daba ni cuenta de lo que podía provocar y de hecho, sólo le faltó a Mel, que comenzase a hablarle pegada a su oreja, atormentandola con la calidez de su aliento.
- Dicen que recordamos el 35 % de lo que olemos y sólo el 5 % de lo que vemos- le comenzó a explicar Arel, dispuesta a que Mel gozase de los olores de España. Obvio, relacionado con su mayor pasión, la cocina- Por eso en mi cocina, le doy más prioridad al sabor y olor, que a la vista.
- Dios...esa manía que tiene de hablar de cocina de una manera tan sexy- se decía Mel mordiéndose los labios. Pero debía dejar de hacerlo, según su propio reflejo en la puerta de la tienda. Por favor, dos roces, unas palabras y ya estaba, más que encendida. A este paso, iba a comenzar a creerse un fogón, que la Chef encendía como y cuando le daba la gana. Y algo debía decirle o Arel acabaría extrañandose- Aja- le dijo y se maldijo. Había que ser básica para contestarle sólo con eso, pero es que Arel le estaba cubriendo los ojos con el pañuelo y para eso, el roce entre ambas era total.
- Ahora vas a saber, a que me huele España- le informó Arel, privandole de su cercanía tras anudar el pañuelo en su cabeza. Pues genial, el divino pañuelo olía tan a La Chef que...
- A sexo contigo....ya te lo digo yo- le hubiese gritado Mel, pero se calló prefiriendo dejarse llevar en silencio por la mano de la Chef. Un necesario gesto para adentrarla en la tienda era que entrasen de la mano, pero que jodidamente natural resultaba con ella. Como si Arel le leyese los pensamientos, el pulgar de esta en el corto camino hasta dentro de la tienda, dejó caricias prácticamente efímeras que estremecieron a Mel. A ojos vendados y en ese instante, se dejaría llevar por la francesa a donde quisiera. En ésta ocasión, hasta el mostrador donde la simpática y dicharachera dueña, las esperaba. Una andaluza de origen afincada en Madrid, que contaba con Arel como clienta asidua. Quizás por eso había accedido y disfrutaba, del esmero con que Arel trataba de hacerle ver a Mel, como y a qué, olía España.
- Buenos días, Mel- la mujer la saludó con confianza, demostrándole a ésta que Arel le había hablado de ella y de lo que fuese, que le tenía preparado.
- Hola...muy típico entrar con una pañuelo en los ojos, ¿no?- se rió Mel pasando a disfrutar sin pensar en más. Pronto la tendera le dio conversación mientras que ella no dejaba de prestar atención a cualquier ruido a su alrededor. Cómo empezaba a gustarle el silencio de Arel, un silencio tan distinto y cálido, que le hacía no necesitar de las palabras hasta que, Arel rompiendo su silencio muy próxima a ella, le hacía desdecirse.
- España no huele a ajo, eso es una clara ofensa a una cocina tan rica y variada como es la mediterránea- escuchó a Arel y paso a volcarse de lleno en lo que fuese que ésta acercaba a su nariz- España huele a...dímelo tú- la invitó la Chef y la tendera pudo apreciar como la rubia sonreía de oreja a oreja.
- Huele a....huele a ti- contestó Mel distinguiendo perfectamente el olor de las manos de la Chef. Manos de una cocinera obsesionada con dar placer y manos que olían increíblemente bien. El silencio tras su respuesta le hizo morderse los labios apurada. Juraría que diciéndolo hasta había ronroneado gustosa y pudo comprobar que así había sido al subirse un poco el pañuelo. Arel corrió a cerrar la mano y la tendera la miraba con media sonrisa. Lo cual le hizo ver que había sido una pillada en toda regla. Desparpajo le sobraba para salir del paso, como hizo- A ver...me encanta el jabón que usa, ya se lo he dicho más de una vez, deberías obligarla a decirte cual es- dijo y volvió a bajarse el pañuelo, con la firme promesa, de concentrarse en algo más que Arel.
Hoy no voy hablar del trozo, simplemente diré que la química existe entre ambas.
ResponderEliminarHoy quiero darte, Mil GRACIAS por las sonrisas y por el curro tan impresionante que realizas con las diversas historias que nos dedicas, mi impresión siempre ha sido que escribir o representar “drama” debe ser algo más fácil, no sé porque… será por la vida en sí, que escribir con “ingenioso humor”, ya que se necesita ser una persona muy sutil para poder hilar y entrelazar escenas tan divertidas sin ser estridentes al mismo tiempo que cuentas la historia haciendo ligera la lectura y la comprensión de una manera tan amena que nos atrapas como la miel.
Este agradecimiento que no es el primero ni el último que te hare, porque es mi única forma de agradecer el tiempo y el trabajo que nos dedicas, quería haberlo insertado “En el Parque” pero aquí también queda bien. Jaja.
Una vez adulada, un recuerdo de una sultana que aun está haciendo de las suyas, y que no puede ser así.
Un placer como siempre leerte.
Ana.
Mel está perdidita por Arel...Menudo tonteo se gastan estas dos. Solo falta que llegue Vera. Menuda se puede liar como Mel se enterara de lo ocurrido entre éstas dos.
ResponderEliminarGracias por el trozo,
La.c.e.r
PD. Que digo yo, que si que les dá de sí a algunas la cocina, ¿no?, jajaja
Valeee..siii..Mel esta de dulce..absolutamente de dulce..y va ganando puntos ante mi de por lo 'bobita'' que esta por Mel....ya veremos lo que pasa ...Cuando se entere de lo de Arel y Vera haber como reacciona
ResponderEliminarAunque bueno ..no habia ninguna promesa ¿no?...
Divina_Wilson
gemo, yo también quiero darte las GRACIAS por esas sonrisas que nos sacas al día.
ResponderEliminarte sigo.
gemo, soy la de antes, quería decir que a mi me gusta también en el buen rollo y leo todo lo que ponen aquí en tu blog. Y me gusta el que tienen Celeste-Negro y Divina_Wilson siempre detrás de las mujeres malas que pones,digo también que hay maneras y maneras de decir las cosas. Yo me río un montón con todas.
ResponderEliminartengo mis motivos para no poder aparecer aquí, pero te sigo siempre.
gracias.
Chica lo bordas
ResponderEliminarY yo sin saber coser un boton
Muchas gracias por todo
Un saludo C
..... A Sexo contigo''''....a eso huele España....cada uno de sus rincones pueden gritar ese DESEO....que Mel intenta callar....pero que poco puede dentro de ella....al mundo...al mundo a Arel....aún no se atreve a gritarlo...aún no...pero hay que reconocerle que los pasos pueden ser cada vez más rápidos más fuertes en su caminar....hacía lo que sabe ...porque lo sabe ya....quiere llegar.....veamos si se atreve del todo....Porque Vera siempre estará....donde quiere estar.¡¡¡ A que huele España¡¡¡ me encanta esta Chef....
ResponderEliminarY Escritora......hoy además de venir como siempre a darte las GRACIAS por esos regalos que nos das....hoy....quiero decirte algo más....
''' A tí Provocadora de Sonrisas....deseo que HOY todas te hayan sido dadas ....que en cada rincón donde te encuentres....te estén esperando....que te colmen de regalos como tu los das....y que la Magia....la Felicidad....la alegría ....la vida misma te haga sentir a cada momentos que estas viva...eso es lo que trasmites y seguro será lo que tendrás.....
.....FELIZ CUMPLEAÑOS.....ESCRITORA GUAPA.....
Y que este día y todos los que te quedan por vivir....estén llenos de Felicidad....
Un Abrazo.