En el Parque...12

Jem jem jem...ojazos tienes chiquilla

Faltaba Manuel para acabar de liar el lío.

- Uhm..gracias y que la paséis bien el domingo- digna se marchaba Estefania y Alicia que...

- Ya se me va otra vez.

- Pues a ver ahora como se lo decimos a tu madre.

Pues eso, a ver como explicaban la cita del domingo.

" Jijiji si...pero, ¿y la costalera? "

La costalera seguía sufriendo debajo el Palio. Poco se habla, muy poco, del machismo reinante en las cofradías. La niña debajo del Palio se había enfrentado a todo y había conseguido un sitio junto a los hombres que como ella, llevaban ese Palio.

" Oju que peste ahí abajo..¿no?"

Ya estamos con los detalles. 

" Tú me dirás ahí abajo con todos los tíos sudando"

Ese es un comentario muy bollonazi. Y además, no puedes dejar tirado a tu padre que mira como está tu madre. 

Atacada, la madre de Alicia frente a la ilógica explicación que le habían dado sobre un arroz el domingo para otra, estaba atacada. 

- ¿De que le voy hacer yo un arroz a otra? Manuel... ¿que has liado ya?- quería saber la mujer o mejor, exigía saber y así normal, que Manuel tragase saliva. Cualquiera le decía ahora que además había prometido tres gambas por cabeza. 

- Jem jem a ver Carmela como te explico yo- trataba de ganar tiempo Manuel. Pero sobre él pesaba la espada de Damocles o lo que es lo mismo, la mirada más inquisitiva de su Carmela. 

- ¿Hay otra Manuel? Dímelo- volvió a exigir Carmela sin que viniera a cuento. Pero oye, siempre le molaba comprobar que todo estaba en orden.

- ¿Que dices?- se escandalizaba Manuel, pasando a tirar de arte y galantería- Si eres la luz de mi vida, mi rosa más bonita...

- Las guías de mi tren- le seguía al momento su hija.

- El jardín de mis delicias- proseguía Manuel que ni ensayado por ambos.

- La prosa de mis versos- insistía Alicia y claro, su padre babeaba ante su ingenio.

- Como se nota que me ha estudiao la joia- se tiraba a besar a su hija, la otra que lo esperaba como loca, los dos besacuendase y la madre queriendo saber.

- ¿Me explicáis ya que ha pasado?- les preguntó y entre cortarse y pisarse al hablar, entre los dos mal que bien le explicaron lo infructuosa que había sido su cita de esa mañana en el Parque, incluyendo el arrocito para el domingo. Normal, la mujer paso a santiguarse, ni queriendo los hubiese comprado más espesos, pero no pasaba nada, ya sacaría ella la cara por su familia- Apúntame aquí bien, como es la barrendera y que Parque es. A mi hija no me la ningunea nadie- advirtió y los otros dos tragaron saliva. Se podía palpar la tensión versus Carmela. El pecho sacado, las pestañas ultralargas al momento, su matita pelo y sus taconcillos del mercado. Esa mujer quería vendetta por su hija, aunque ésta pues...

- Ay Papa...que mi ojazos no me vuelve a mirar en la vida- buscaba auxilio en su padre.

- La que se puede liar, canija- lo veía negro su padre.

- Si ya lo dijo alguien...que sufrío es esto del amor- filosofeaba la canija, arrimandose al queso que parecía llamarla. Las penas con pan...

- Y sin catarla que estás- se cachondeaba el padre, arrimando el pan y el chatillo vino.

- Jem jem..Papa, no me seas ladrón- le advertía Alicia viniendolo venir.

- Que soy un canalla, jem jem jem- se regodeaba Manuel y....

- ¿Que eres qué Manuel?- les cortaba el rollo Carmela, bien pintá y arreglá. 

Su vendetta, estaba en marcha. Quedaba saber, si ella SI atinaría con la barrendera.