miércoles, 22 de abril de 2015

Emergencias 150


La inauguración del helipuerto fue todo un éxito y los días siguientes, comenzó a funcionar y con ello, a financiarse. Para ser una familia de pilotos como eran, trabajar en ese proyecto en verdad era más un hobby que un sacrificio. Pero con sólo  dos pilotos en activo, pendientes de la licencia de Karla y con alguna ayuda extra del Coronel, el helipuerto se llevaba muchas horas, incluido en días importantes. 
Por más que los psicólogos de la clínica ginecólogica y de fertilidad de Fran, hubiesen hablado con Su y Lu, haciéndolas tomar conciencia de lo difícil de un embarazo por inseminación a la edad de Lu, ésta se despertó la mañana de su cita, ilusionada. Bueno, formaba parte de su filosofía de  vida. Vivir todo aquello positivo a lo máximo, aunque después pudiese llegar una buena hostia. A diferencia de otras mañanas, no se quedó en la cama revisando las notificaciones de su móvil. Siendo la mañana de su primera inseminación daba por hecho que estaría saturado al no haberlo guardado como secreto. Directamente se ducho, vistió y prefirió bajar a desayunar sin contestar aún nada. Y fue entrar en la cocina y sonreír. Pues si, la vida hay que comérsela y sobre todo, disfrutar de momentos así en los que con una gran sonrisa, luchas por conseguir un sueño e incluso lo haces luchando contra la propia naturaleza. Susana no estaba, seguramente algún vuelo contratado a deshoras le habría hecho salir de casa, como después leyó en la nota dejada junto a un amoroso desayuno. Daba para sonreír y disfrutar, el desayuno que le esperaba. Y hacerlo a punto de la carcajada al pensar en Susana, la gato mojado, cortando las tostadas con forma de corazón. La coña cuando la viera por tanto pasteleo estaba garantizada e incluso, pensó en darle caña por sus ñoñerias vía móvil. Pero éste comenzó a sonar y sin consultarlo, ya adivinaba quien era; Marina.
- Buenos días, cariño- la saludó nada más descolgar y tranquila, se sentó a disfrutar de su café y tostadas corazón.
- Buenos. No habré podido cambiar el turno, pero sabes que estaré ahí contigo. Como siempre, ¿si?- le contestó su hija. Su hija y su orgullo, esa mujer que la conocía tan bien, que se iba a lo importante sin despetarle más inquietud. 
- Lo se, vida..lo sé- emocionada ahora, pasó a escuchar a su hija, hablarle de todo y de nada. Seguro queriendo entretenerla. 
- Ésta noche vamos a cenar, no te marees en cocinar, llevaremos algo...
Así se despidieron con una cita para esa misma noche, que parecía casual aunque las dos supieran que no era así. 
Después de la llamada de su hija, prefirió dejar el mismo mensaje en los grupos de wasap más íntimos, como los familiares, amigos y compañeros de trabajo. 
Mensaje de Lucía: ¿Qué es la vida? Un frenesí. ¿Qué es la vida? Una ilusión, una sombra, una ficción; y el mayor bien es pequeño; que toda la vida es sueño, y los sueños, sueños son. Me permito parafrasear a Calderón en un día como hoy. Sin olvidarme de daros las gracias, porque sé, que estáis ahí junto a nosotras en este sueño. Os quiero. Un beso mío y una mueca de mi ogro.
Escribió y envío sin pararse a mirarlo más. Contenía en esencia lo que ella quería y se dispuso tras hacerlo, a esperar que llegase la hora de marcharse a la Clínica, a donde esperaba que Susana llegase a tiempo. Mucho de éste para desesperarse no iba a tener. Con Marina e Inés trabajando, Karla no iba a dejarla ir sola y se presentó en su casa, ganándose uno de los preciados abrazotes de Lu. 
- ¿Estamos bien?- abrazada a ella, la pequeña de los Merino quiso saber como se encontraba. Y el plural usado para hacerlo, conmovió a Lu.
- Estamos genial- contestó a media voz y Karla suspiró fuerte, llenándose de energía.
- Pues en marcha- le dijo y a petición de Lucía, se marcharon a la Clínica dando un paseo por Pedraza. No faltó cruzarse con algún conocido y para cuando ya estaban en la Clínica, Lu se cogió a Karla, tratando de enfocar sus nervios en ella. La sala de espera estaba llena de propaganda de la clínica; la suerte de ser madre y bla, bla, bla. Estaba claro para Lucía que el encargado de decorar esa sala debía ser un hombre, porque para ser mujer en su última etapa como posible incubadora, por radical que sonase, no es que esas fotos ayudasen a estar tranquila. Aunque una se llevó toda su atención. Una recién Mamá, todavía con la cara mostrando todo el dolor pasado, recibía en brazos a su criatura. Viéndola, si aún le quedaba alguna gana no despertaba de ser nuevamente madre, con la foto también apareció. 
- Con Marina fue todo super atropellado- comenzó a hablar, necesitandolo de veras- Ahora me doy cuenta de lo rápido que fue. No dejé los estudios en ningún momento y estuve trabajando en el Pub hasta el octavo mes. 
- Ay Dios..seguro eras la camarera cañón- le dijo Karla queriendo quitar una mijita de la emoción que toda Lu destilaba.
- Jajaja, pues si que lo era. Tenía mi público.. Mm...pero eso si, llegaba la noche y en mi cama a solas con mi barriguita, me pasaba media noche hablándole de todo lo que quería hacer con ella. Yo creo que de ahí viene el que antes de dormir la tenga que llamar- chistosa en el último punto, terminó cucandole un ojo a la rubia.
- Aunque os acabéis de ver, lo se- le confirmó Karla, que algo había escuchado quejarse a su Tía sobre eso.
- Para desesperación de tu Tía, si jajaja- la secundó Lu y cualquier noche podría ser ejemplo de lo que hablaban. Cualquiera en que viniendo de cenar fuera junto a Marina e Inés, nada más entrar a su casa, se quitaba los zapatos a la vez que ya estaba llamándola. Obvio, la piloto solía quedarse flipando viéndola.
- Pero... Si acabamos de estar con ella- solía quejarse Susana.
- Yaaa, pero no hemos podido comentar nada- se defendía Lu.
- ¿Que no? Si no habéis parado de comentarlo todo- ironizaba Su.
- Cariño no seas pesada. Venga y duchate- le pedía Lu.
También era normal desahacerse de Susana y entonces si, tirarse en el sofá a desmenusar la cena de esa noche con su hija, así como lo que harían al día siguiente, pasando por algún cotilleo no comentado. Las risas por esas charlas con su hija, no camuflaron que la hora de su cita con Fran llegaba y que Susana, aún no lo había hecho. 
- Le dije que no cogiera a Buggy, esa avioneta es un sacadineros con tanta avería- estaba diciéndole Karla cuando justamente apareció Susana en la sala con el mono de piloto a medio poner lleno se grasa. 
- Genial- musitó Lucía al verla quejosa. Pero le duró poquito. Mono a medio poner era igual a Susana en camiseta con los brazos y torso marcados por seguro, haber estado peleándose con el cascado motor de Buggy. La parálisis repentina de Lu, no pasó desapercibida para Karla. Descojonandose por dentro al ver en Lu los efectos que su Tía desaliñada causaban en ella. Pero todo no era furor uterino. Estaban ahí para algo tan sumamente especial, que Lu tuvo que dejar de humedecerse los labios y levantarse- Besame sin que te lo tenga que pedir, que es un día muy importante- le pidió Lu a Su y obvio, a Karla le faltaba grabar a la gato mojado con las cejas alzadas. 
- No me has dado tiempo- decía Susana dejándose atrapar por Lu.
- Tss, ¿amaneciste lentita?- coqueteaba con ella Lu y la espectadora de lujo, que se emocionaba y acababa casi por empujarlas hasta la consulta donde Fran ya las esperaba. Después a solas en esa sala, con el recuerdo latente del especial brillo que Susana llevaba en los ojos, no pudo más que llamar a su hermana, de guardia en el 112.
- Medio moco, cacho tonta, subnormonga- el saludo habitual de su hermana, le esperaba al otro lado del teléfono. En otras le hubiera contestado con otro hilo de insultos, pero en ésta bastante tenía con no ponerse a llorar.
- Está feliz, Inés... Super feliz- le dijo y aunque Inés sabía perfectamente a quien se refería y lo que para ambas sifnificaba saber a Susana así, prefirió estando en el helicóptero acompañada, no ponerse a llorar con ella.
- Ay que la enana llora. A ver como me lloras, a ver- metió baza Inés y claro, así.. 
- Anda y que te den- respondía Karla.
- Uy si..y que me guste- lo hacía Inés.
- Payasa
- Medio peo
- Tontalaba
- Puerquilla
- Zorra
- Eso no Karla.. Eso no, ¿eh? Que soy tu hermana mayor. Respetame
- Jajaja, ni jarta.
Pues ellas a lo suyo, Marina trabajando pegada al teléfono, como lo estaba el resto y dentro de la consulta, Lu preparada para ser madre de nuevo, en el otoño se su vida.



5 comentarios:

  1. Jaja, no me imaginaba a Su tan expresiva con una tostada. La forma de saludarse de estas hermanas como que no termino de encajarlo, pero mola. Alucino y me maravilla la relación de Lucia y Marina es preciosa. En conjunto un trozo tierno pero tierno del todo.

    Gracias.

    A.

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  2. ..... '''' En el otoño de su VIDA'''....cuanto encierran esas palabras....y cuanta ternura en cada gesto...en cada paso para quienes rodean a las Señoras otoñales. Paso importante y AMOR del bueno....Vidas que buscan sus anhelos ...siempre sapicadas por sonrisas que hacen que todo se viva mejor....
    Escritora....me encanto este trocito ¡¡tanto¡¡¡ como me gustan esas tardes lánguidas de otoño...
    ......gracias.....por ¡¡¡tanto¡¡¡¡

    celeste-negro.

    p.d....en el anterior lo olvide....pero que...que SEÑORA es siempre nuestra PRESIDENTA.....y como ''' sabe estar ...y se nota su presencia ...sin estar'''' ¡¡¡ genial¡¡¡

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  3. Susana está hasta las trancas. Sé que me repito, pero me encanta la complicidad que tienen Lucía y Marina. Más allá de una relación madre e hija son verdaderas amigas.
    Deseando que llegue la inseminación, y con ella la futura Merino Sánchez o Sánchez Merino.
    Muchas gracias por el trozo
    L.a.c.e.r

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  4. En el otoño de su vida..si..pero esa epoca es tambien un tiempo de cerezas..de vino y rosas..de crepusculos..pero de ese esos hermosos que
    alcanzas a ver en la plenitud de tu vida..en la plenitud del amor..
    En definitiva es vivir la vida plenamante aunque adviertas que tienes algunas canas de mas...
    Eso significa que has vivido__Divina_Wilson

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