miércoles, 29 de abril de 2015

Emergencias 152


Cuatro días que contaba Inés, llegaba a casa tras recoger a Ito y Marina no estaba. Seguramente otra reunión del partido la tenía ocupada. Eso le decía su corazón con piernas angélicalmente vestido subido a su hombro derecho. Mientras que él vestido como Dios del Infierno a su izquierda, reía maléfico.
- Ocupada con algún politiquillo, claro- le decía la pequeño diablo y menos mal, que estaba con Ito en brazos estrellándole el helicóptero en toda la cara. 
- Auch...está bien, tienes razón. A Mamá no se la crítica, ni se duda de ella- le decía a su hijo, pero su subconsciente buscaba alguna nota por la casa de Marina. Algo que sirviera para detener el carcome que estaba sufriendo. Nada encontró por la casa, ni en el móvil, ni en el helicóptero que otra vez su hijo le estrellaba- Ay Ito..que duele.
- Jijiji...¿ele?- su hijo la imitaba y esos eran los únicos minutos de tregua que tenía la piloto. Esos que invertía en comerselo a bocaitos mientras subían al baño. Lo malo de querer bañarse con Ito, era que primero debía bajarlo de sus brazos, tapar la bañera, hacer que el agua saliera y sentarse a cotillear el móvil en busca de la infidelidad de Marina.
- Jajaja, se conectó y nada te dijo- la diablillo maléfica volvía a malmeter contra Marina.
- A veces pasa. Entras al wa a contestar algo rápido y debes dejarlo sin haber contestado- la defendía la angélito, Cruzándose soberbia de piernas. Cruce apoteósico que la diablillo no se perdió. 
- ¿Tienes mi wa, guapa?- la diablillo no desaprovechó la oportunidad de meter baza con la digna  y buenorra angelilla.
- Quisieras tú, tsss- se negaba la angelilla y stop. No podía ser que estuviera sentada en su baño, haciendo crecer sus dudas respecto a la fidelidad de Marina y viviendo en directo el coqueteo manifiesto entre la diablilla y la angelilla. Debía calmarse y sobre todo, debía detener las intenciones de su hijo de meterse de cabeza en la bañera. Mejor levantarse, detenerlo, probar el agua, desnudar a los dos, meter los pies, achicharrarse y como buena antigua militar aguantar que se le quemasen absurdamente. Ella quemándose e Ito llenando la bañera no de espuma y si de juguetes. Todo muy normal, pero....
- Y nos dieron las doce y la una, y seguimos sin saber de ella- cantaba la diablillo con toda la intención. 
- ¿Tú sabes lo que es una mujer ocupada? ¿Una mujer que lucha para que las cosas cambien? ¿Que es madre y que por eso no deja de involucrarse en aquello en lo que cree? ¿Sabes tú algo de eso?- le inquiría la angelilla. Pero agüita, lo hacía con tal genio y supremo poderío que la diablillo, pues...
- Que polvazo tienes, nena- decía el diablillo y nuevo stop. 
Hombreeee, delante de Ito esas cosas no. E Ito, todavía sin ver esos corazoncitos, lanzando juguetes pedía y exigía que su Mami lo metiera con ella en el agua. Vale, como era lógico bañándose esos dos juntos, para cuando Marina llegó a casa y los buscó en el baño, había más agua fuera que dentro de la bañera. 
- Pobre, parece agotada- dijo al verla la angelilla.
- De tanto....- le quiso seguir la diablilla pero por primera vez, la mirada seria y dura de la angelilla la calló. Como fuera, Inés siendo besada por Marina, no estaba para prestarles atención. Estaba para intentar alargar el beso, pero nones. Marina se soltó rápido yendo a por su gordo guapo. 
- Mi gordo, limpito. Lo quiero yo- le decía al pequeñajo comiéndoselo y claro, Inés se hundía en el agua desolada.
- ¿Que explicación le das a eso, guapa?- la diablillo aprovechó para acorralar a la angelilla.
- ¿Cansancio?- le inquirió la angelilla, volviéndole la cara. De lo más descarado era que la diablilla se mordierse los labios mirándola de esa manera tan caliente- No he conocido a nadie tan insoportable cómo tú- pasó a increparla cruzándose de brazos. Ese gestito de la diablilla quisiera o no, se repetía en su mente- ¿Que explicación le das tú a eso?
- Joder nena...de esto a empotrarte salvaje hay un solo paso- atacó la diablilla.
- Quisieras tú, pedazo de...- cerca, demasiado cerca de la diablilla, el ambiente del baño se caldeó de más.
- ¿De que chula?- se arrimó la diablilla. Pecho contra pecho, la respiración se caldeó tanto como lo estaba el baño.
- De..de...de- se atrancó la angelilla y vale ya. 
De un manotazo las apartó Inés. Se hundía su mundo y sus corazones de cochinadas. Echa un trapito consumido por la pena de poder perder a Marina, salió de la bañera y quejosa, anduvo hasta la habitación de ambas, donde Marina ponía el pijamita a Ito. 
- Inés por favor, mira como lo has puesto todo, joder- le regañaba la médico una mijita harta de batallar todo el día.
- Ies..oer- la imitaba Ito buscando las risas de Mami, pero Mami bastante tenía con volver sobre sus pasos en busca de algo que secara las penas que iba derramando.
- Por una hembra se lucha, no se lloriquea- decía la diablilla casi labio a labio con la angelillla y le metía cadera, provocando roce.
- Mm- detenía el gemido de tenerla tan cerca la angelilla. Que poquito le quedaba para tirarse...al infierno. 
Pero que ellas estuvieran arrimaitas y deseando arder, no implicaba que su dueña estuviese bien. Marina apenas la había besado, ahora la regañaba y cuando fueron a dormir, pareció ver la luz al final de su túnel, pero nones para ella otra vez 
- Cariño estoy super cansada y se que tiene que ser duro para ti. Son meses de mucho trabajo, pero te prometo que después te lo compensaré. Ahora por favor, vamos a dormir- le decía Marina girándose en la cama. Estaba hecho, su primera semana junto a ella en seco. En esa casa Ito era el único que mojaba algo y siendo un crió, lo hacía tirando biberones y otros botecitos más. Para postre, la pobre Inés tenía que enfrentarse a la lujuria de sus corazones. 
- Joder nena, que tetazas tienes- arremetía con todo la diablilla.
- Agh ay..ahm.. Siii, para ti mi diablesa- gemía a lo loco la angelilla, y mejor dejar de mirarlas y anotarse, buscar ayuda entre sus amigos.



6 comentarios:

  1. Antes de nada, felicitar a divina-Wilson, por su cumpleaños, que pases un gran día.


    Ay… ay, cuanto corazoncito suelto veo yo (y como lo pasan de bien ellos), empiezo a pensar que es una de las secuelas de aquella caída que tuvo en su adolescencia. A parte de eso que mal lo está pasando nuestra Inés, gracias que tiene a ITO y la distrae un rato, pero no puede estar así, como Merino que es, hay que ser valiente y hablar con su señora esposa y le cuente como se siente. Y que lo arreglen según su método unos buenos mimos.

    Gracias.

    A.

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  2. ...... deseando poder leer también esta Historia que ¡¡tanto¡¡ me gusta también....mientras y sabiendo que por igual me gustara....
    Escritora.....gracias......por ¡¡tanto¡¡¡¡

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  3. Cómo se lo pasan los diablillos de Inés! jejejej. Que ganitas tengo de que la situación se aclare entre ambas. Aún así, la piloto debería hablar con ella en lugar de ir comentándoselo a los amigos.
    Muchas gracias por el trozo.
    L.a.c.e.r

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  4. El amor, sin la posibilidad de los celos, no existe. Puede que, si tienes suerte, nunca los sientas, pero si no tienes la capacidad y la posibilidad de sentirlos es que no estás enamorada, e Inés lo está. Ahora, a esperar que Marina se de cuenta y que Gemo nos lo cuente.

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  5. ..... por fin...por fin pude leer este trocito de una Historia que como todas las tuyas Escritora....me fascina...y llegar y alegrar la tarde es todo una...Esa diablilla y su Angelillas son para comérselas ....jijijiji ...Que en realidad no son otra cosa que '''las dudas''' de una piloto que intenta comprender las ''ausencias''' de su Mujer....y que los celos acompañan de una forma por momentos cruel....confía en ella....que duda cabe....pero son muchas horas...muchas ...las que le ocupa el trabajo....a veces enemigo de esas dudas....el AMOR...el AMOR lleva toda la intensidad....toda la Locura ....para hacernos enloquecer...en el también van los celos....y es humano....estos si lo son...Pero seguro de fácil solución...¡¡ claro¡¡
    .......gracias......por ¡¡tanto¡¡¡¡¡ Escritora...
    celeste-negro.

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