- Mato por cantar una de la Jurado- fue el grito de guerra de Laura, olvidándose rápido del drama "muermo" que habían vivido esa noche, para correr a saltar encima de Xavier, una vez entraron al Karaoke.
- Yo me pido a Maria Jimenez. Se acabó, porque tú me lo pediste y sufrí- la secundó Fatima sin chico sobre el que saltar, pero poco le importaba.
Para eso Xavier era su yerno y estaba bien fuerte, saltaría también sobre él. Y tras ellas, Mirta y Karla, mirando a ambas al guapísimo chico que las sonreía en la distancia con sonrisa equivalente a un grito tipo: Queremos un hijo tuyo. Si bien no lo gritaron...
- Ay Dios...está el guaperas de la boda de tu hermana y mi prima. Lo quieroooo- la prima Mirta prontito cambió su ataque lesbico por otro hetero, vía Nacho.
- Jajaja, es mi chico. Ven que te lo presente- le dijo Karla tirando de ella. Nacho su chico y al lado de éste, el primo Agustín. Estaba todo pensado para por fin, deshacerse de Mirta. Y ellas a por Nacho y Agustín, y las últimas mirando con rayos x a la dichosa Sonia.
- Hablando de Roma...- musitó Marina reconociéndose muy guerrera. Sería que Inés cantaba con un rollo rockero que la volvía loca o sería que simplemente era tan Sanchez como la madre que la parió y apetecía bastante, mostrarle a una niñata de blog, que con raza se nace, no se hace ni se copia. Pero Lucía había dejado de mirar a la "niñata" para buscar a Susana por el local, hallándola sola en la barra.
- Ya está bien de tonterías- se dijo dejando atrás dos semanas de incertidumbre, de desconexión con ella, de malos rollos y mala baba. Decidida a ponerle el punto y final, besó a su hija- Ve y disfruta. Yo estoy bien- la animó y a Marina le bastó mirarla a los ojos y ver a Susana prácticamente en ellos, para ir en busca de la rockera que acababa la canción de rodillas sobre el escenario.
- Cualquier día me la como y mira que aviso- mordiéndose los labios se fue a por Inés, que viéndola saltó del escenario como toda una estrella del rock. Transpirada, con la adrenalina a mil y alguna copita tomada, ella también se fue directa a comerle la vida a Marina. Pero entre que se encontrasen, besasen y que Inés la atrapase entre sus brazos, Marina recordó lo dicho por Laura sobre unos love con patas que Inés veía- Jajaja, cielo...¿que es eso de que ves corazones con patas?- quiso saber aprovechando el evidente babeo de Inés por sus huesos y la piloto enmudeció de golpe.
Como explicarle que no sólo es que los viese, es que ahora mismo, cuatro de esos corazoncitos con patas, estaban haciendo rapel por el escote de la médico. No les faltaban sus arneses, equipo de seguridad, cuerdas, clavos, mochilas y todo...para llegar al escote y ponerse pico y pala a intentar subirlo unos cuántos centímetros. Sin obviar, a los dos que se habían quedado en los hombros de Marina, en modo vigilancia. Nadie debía mirar ese escote, más que su dueña. Esa era su orden.
- Jijiji, ¿que veo que?- tuvo que hacerse la despistada y lanzarse a por la boca de la médico como maniobra de distracción. Pero ahora, entre besarse calentito y enredado, y que sus corazones sudaran tinta subiendo el escote, la piloto recordó que esa noche el único que había ligado era Nacho y algo Susana. Lo de su Tía, ante una Sánchez era preferible omitirlo, lo suyo no- ¿Es que estoy feucha?- quiso saber con ingenuidad y Marina escuchó perfectamente como las entrañas le crujían por la vocecita con la que Inés se lo había preguntado. Obviando, que Ito conforme más iba hablando, más lo hacía como Inés.
- Ehm...para nada, cariño. Estás guapísima- le dijo entre mimos, por los que la piloto gemía, sin llegar a sentirse reconfortada del todo.
- Pues algo estoy haciendo mal. Que no he ligado nada- insistió Inés medio aniñada y de golpe, aceleró el pulso de Marina sin darse cuenta. Un Pub, las dos y un jueguecito que siempre se les daba de arte; Las desconocidas. En ese juego es en el que cayó Marina, que dejándole un pico en los labios, se soltó de ella quedando a una distancia todavía íntima.
- Perdona, soy nueva en este pueblo y aún no conozco a mucha gente- le dijo a la piloto pidiendo guerra e Inés pudo ver como sus corazones se enfrentaban a un terremoto de dimensiones terroríficas. El pecho de Marina ahora subía y bajaba mucho más rápido y los corazoncitos debían dejar su trabajo para amarrarse a sus cuerdas. Los de lo hombros, viendo a la médico mojarse los labios cañera, dejaron las tareas de vigilancia, para poner ojitos y comenzar a bailar muy, muy insinuantes. La caza había empezado.
- Ay ay ay- pensó Inés dejándose llevar por un jueguecito que a las dos, enloquecía por igual. Y bien que podía haberle seguido la conversación con lo que ahora, cantaba Xavier.
- Que hace una chica como tú, en un sitio como éste. Mujer fatal, siempre con problemas....
La misma que Lucía tarareaba acercándose a la barra y con ella, a Susana. Cuan estúpidos le parecían ahora los días pasados entre malos rollos y celos absurdos. Lo único que había conseguido no deteniéndose a hacerse entender o a entenderla, habían servido solo para sentir cuanto había extrañado a la piloto. Dispuesta a no seguir en esa misma línea, se quedó a milímetros de la espalda de Susana, los segundos bastantes para que ésta sintiese su calidez antes de abrazarla. Para volver al punto de partida, como pretendía Lucía, no bastaba con que a las dos se le escapará un suspiro reparador, como ocurrió al abrazarla.
- Estoy ovulando- le dijo buscando su oreja y pudo apreciar prefectamente como Susana se contrajo.
- No me gustan, pero usaremos profilácticos- fue la contestación de Susana, por la que Lucía tuvo que detener una buena carcajada besandole el cuello.
- Pues...pues, a ver como te explico. Había quedado con Fran para un café, se lo comenté, volvimos a su clínica y...- ahí lo dejó tirando del dicho: a buen entendedor pocas palabras bastan. Y hecho, Susana se giró ipso facto y ella se preparó a no perder ni un detalle de las reacciones de la piloto. Girada Susana, no tardó ni milésimas de segundo en tomarla de las manos, mirando su vientre. El brillo sumamente especial que enseguida mostraron los ojos de Susana y su intención clara de querer tocarle el vientre, a Lucía le dijo mucho más de lo que lo harían palabras intercambiadas entre ambas. Captado el mensaje, la médico tenía dos opciones; enfadarse de nuevo o atajar el problema- ¿No dices nada?- trató de aligerar pero el silencio de Susana más la evidente emoción de la misma, aún resistiéndose la desesperó- Genial, me voy al aseo- le dijo y su genio se prestó a seguir atenta a Susana, como se le ocurriera no seguirla o no hacer algo, las llevaba claritas, pero Susana se bajó del taburete donde estaba sentada y la siguió por el Pub como una cría que duda entre saltar de emoción o engancharse al motivo de su emoción y esperar mirándola a los ojos la confirmación suficiente para llorar de inmensa alegría. Los baños no estarían mal, fue lo que iba pensando Lucía, dada la inoperatividad de Susana en los temas profundos cara a cara- Madre mía- musitó no creyendo que tuviese que introducirse en un cubículo y esperar a que Susana entrase al baño y cerrase la puerta, para por fin hablar. Como empezó a hacer- Relaja la alegría, no me he inseminado- le soltó cuando creyó que estaban solas e imaginó la cara de decepción de Susana.
- Sonia lleva una hora aquí y no me la he tirado. Aunque te parezca mentira- contrariada Susana buscó el contraataque.
- Ganas no le faltan- afirmó Lucía chascando la lengua. Pues si que se conversaba bien con Su, encerradas en un baño.
- ¿Por qué me habías dicho lo de Fran?- quiso saber la piloto. Dudando de todo, como nunca antes.
- Pero vamos..que paso de ella. No va a venir una niñata a tocarme los ovarios- prosiguió Lucía arremetiendo contra la tal Sonia.
- Lucía.. Lo de Fran- insistió Susana. Queriendo y necesitando volver al tema principal.
- Tenías que haberte visto- ahora si, Lucía se centró en su posible embarazo. Si por lo menos los aseos estuviesen limpios, podría apoyarse en algún sitio. No estar ahí de pie, mirando una puerta. Aunque, le daba seguridad para continuar sincera- Tan ilusionada que hasta te daba igual que lo hubiese hecho sola.
- Es...si- dudó Susana que ya ni sabía de que pelo tirarse. El subidon había sido importante y no menos la bajada.
- ¿Y eso equivale a no querer tener un hijo?- la inquirió Lucía queriendo entenderla.
- No. Pero si me dices que lo has hecho...- le dejó caer Susana.
- Lo quieres- sentenció Lucía y vuelta a las dudas
- No...si, joder..no lo se- desesperada, a Susana le faltaba pegarse buscando por fin encontrar la respuesta más real.
- Dios mío Susana. Que parecemos crías- se quejó Lucía reconociendo en sí la misma subida y bajada sentida por la piloto. Había que hallar una forma que les despejase dudas- A ver...Si yo te pregunto, que quieres hacer mañana, ¿que me contestas?
- Saltar contigo- le contestó sin dudar Susana- ¿Y tú?
- Atreverme a saltar contigo- igual de rápida le contestó Lucía, yendo más allá- Recoger a Roberto después, llevarnoslo a tomar algo a poder ser al sol, devolverlo a sus Mamis y pegarnos una de nuestras siestas. Después dejarte leer un rato, algo de vida social para cenar y amanecer el domingo oliendo tus tostadas. Ese sería mi día de mañana contigo- incidió con vehemencia.
- Ya- musitó Susana, sonando decepcionada a oídos de Lucía.
- ¿Ves? Si omito a otros niños que no sean Roberto y futuros, te decepcionas- cruzándose de brazos le recriminó. Empezando a odiar la estúpida puerta que había entre ellas.
- Es Ito- la corrigió Susana, totalmente pérdida en el si pero no, de sus últimos tiempos. Y lo peor, Lucía encerrada en un baño.
- Dios mio Susana, es ahora o nunca. ¿Que hacemos?- volvió a insistir Lucía y ya. Stop. Suficiente. Un poquito de aire necesitaba Susana, a poder ser...de boca de la médico.
- No lo sé. De momento, sal y besame. Por favor.
Bueno… bueno, ya estan reunidos,
ResponderEliminarInés y Marina, con sus juegos de seducción y hasta las trancas una por la otra.
Laura, en nada le pide un hijo a Xavier.
Fátima a su bola, jaja
Mirta cambia de acera como de ropa interior. jaja
Y por fin han hablado algo, tengo claro que con las palabras poco ha dicho Susana ahora los gestos y las emociones lo han dicho todo en un segundo, se muere por ser madre, venga Lucía, cógela de la manita llévala donde Fran, y a por ello. Lu ha estado lista ahí para ver la verdadera necesidad de Su. Sí ya lo dicen: un gesto vale más que mil palabras.
El trocito ha estado realmente esclarecedor, me quedo con ganas de saber cómo termina la conversación vía puerta de Lu y Su.
Gracias,
A.
Susana tiene muchas dudas sobre si ser madre o no. La entiendo, y más cuando es ella la que en muchas ocasiones ha tenido que comportarse como tal con sus sobrinas. Sin embargo, ya es momento de que se decide y junto a Lucía decidan qué es lo que desean hacer. Me encanta el carácter de la médico y la sensibilidad (escondida) de la piloto. Deseando que decidas abrir esa puerta que las separa.
ResponderEliminarEn cuanto a Marina e Inés, ambas son el ejemplo de la felicidad.
Genial el fic.
Muchas gracias,
L.a.c.e.r
.....Entre canciones que pueden ser cantos al amor o al desamor....entre decisiones ...aciertos o no serlos ¡¡tanto¡¡¡ pasa la vida para todos...para las que el otoño les pinta cosas dulces o de mismisima Locura y para las que no lo son...¡¡¡ La vida les pasa si¡¡ y con ella todo lo que arrastraron para llevar con ellas...¡¡ me gusta¡¡¡
ResponderEliminarEscritora....puedo tardar para llegar a este rinconcito que creaste....pero siempre llego....para y por encima de todo decirte...
.....gracias.....siempre....por '¡¡¡¡¡ tanto¡¡¡¡