martes, 3 de marzo de 2015

Take a Chef 4

Para Mel fue toda una sorpresa que la Chef no eligiese cualquier barecito; pequeño, oleroso y de sublime café. Sin duda le pegaba más que la cafetería a la que acabaron entrando. Parecía una franquicia y debía tener su fama en la zona porque estaba a rebosar de gente. Café con dulce a media tarde, todo de lo más propio y poco original para lo que era Arel. Sentada a la mesa, comenzó a entenderlo. La cafetería no ofrecía los tipicos dulces españoles y tampoco, los tan afamados noreteamericanos y sus hipercalóricas cupcake.
Era pastelería francesa y por la pinta que le ofrecían los dulces que había en las mesas más cercanas, no debía ser cualquier cosa. Queriendo saber le preguntó a Arel, prefiriendo centrarse en ella y olvidar como todos los tipos del lugar, no dejaban de mirarlas. Arel a su estilo, no les daba la menor importancia y Mel incluso llegó a la conclusión de que ni siquiera se daba cuenta de como y cuanto la miraban. En ese punto, tan constante, debía ser mejor para Arel pasar de ese acoso visual sobre ella.
- ¿Conoces a Piere Hermé?- la pregunta de Arel la cogió por sorpresa. Ni idea de quien sería ese francés y cara de no tenerla le puso a Arel, quien se dispuso a explicarle mientras el camarero les servía lo pedido- Fue quien en los ochenta creó el término "pastelería de alta costura" para marcar diferencia con la convencional- comenzó a comentarle y Mel se prohibió mirarla a los ojos de seguido. La pasión con que le hablaba rebajó sus instintos de callarla besándola. Eso era estar con una tentación, escucharla acallando la voracidad de sus ganas- Ha hecho evolucionar los códigos tradicionales de la pastelería, tanto en la creatividad y la presentación como en la manera de vender los productos- siguió Arel, sonrojandose ante la sonrisa con que Mel la escuchaba- Para él una pastelería es una boutique y esto que vas a probar- le señaló el dulce elegido por ella misma y Mel se le adelantó interrumpiendola.
- Macaron- le dijo, acertando de lleno. Ese pequeño pastelito lo conocía de sobra gracias a su madre y fue un puntazo sorprender a Arel pronunciandolo en francés. Era una pasada ésta nueva Arel, mucho más habladora y menos hermética. Obvio, se notaba a leguas que ese era su mundo, ahí donde más a gusto se movía.
- Macaron- la corrigió Arel disfrutando de las ansias aparentes de Mel porque le contase más- Hermé elevó este minibocado redondo y dulce, a la categoría de joya y objeto de deseo de los franceses y de medio mundo- le dijo mirándolo tal cual. Como si fuese una joya. Con la vista anclada a ese minibocado, Mel pudo recrearse en sus espesas y largas pestañas, como en su nariz tan parisina como lo era toda Arel. Y así le fue difícil no caer en la tentación de tocarla, como si fuese ella la joya y no el macaron.
- Dime que lleva- peinandole el flequillo, le pidió dejándose llevar sin pensar en más nada que no fuera disfrutar de un rato con ella. La Arel seria y ausente tenía un morbo que se salía de lo normal, ésta medio vulnerable y un tanto tímida, podía ser más peligrosa.
- Mm- pareció pensar Arel aún con la vista en los macaro- En la pastelería hay diez productos indispensables: los huevos, la harina, el azúcar, la sal, la mantequilla, la leche, la crema, el chocolate, la vainilla y las almendras,  pero uno de ellos es un mundo aparte...El chocolate ofrece   muchísimas posibilidades: bombones, helados, pasteles, tartas... - le enumeró ante la mirada divertida de Mel, al comprobar que efectivamente Arel era otra en su mundo- Es mágico- concluyó Arel confesando su adoración por ese producto. Tanto que los ojos le brillaban destilando emoción. Mel volvió a sonreír olvidándose de la cafetería, de los tipos mirándolas y de todo, lo que no fuera esa devoción de Arel por el chocolate y su magia. En un ambiente tan único e íntimo, no se cortó en demostrarse cómo estaba, realmente a gusto con ella.
- Adoro lo mágico- le dijo y de pronto, hasta juraría que estaban más cerca. Aunque en verdad lo estaban, las mesas eran muy pequeñas, tanto que las rodillas de la chef tocaban la mesa y tanto, que sus manos permanecían demasiado próximas. Quizás por eso Arel le tomó una, volviendo a agachar la mirada, mientras con sus dedos, no es que acariciara su mano es que lo hacía con su alma. 
- Éste minibicado lo es- le dijo Arel tras unos segundos de silencio y Mel pudo apreciar como cogía aire, llenándose los pulmones, para sonreirle un poco forzada- ¿Cuánto llevas o llevabas con tu chica?- le preguntó y a Mel se le encendieron las luces de la cafetería, le empezó a llegar el bullicio incesante y hasta volvió a asquearse por la mirada de los cuatro babosos de la barra. 
- Ehm- trató de recomponerse, regresando de golpe a la realidad. Esa que le hablaba de su chica de la que en quince días nada sabía- Llevaba más de tres años- rectificó el verbo y fue increíble para ella reconocer como había variado de la atracción a otro tipo de complicidad con Arel mucho más familiar- No contesta a mis llamadas, ni a mis mensajes, regalos o...ni siquiera a las chorradas que en su nombre o por ella, pongo en las redes sociales- le resumió y nada de pudor le dio mirarla. Arel se limitó a besarle la mano y volvió al minibocado, dándole todo el espacio del mundo. 
- Quoi- sonriendo y tranquila a Arel se le escapó una de sus tantas muletillas em francés sin olvidarse de hacer fisfrutar a Mel como quería- Para tomar una joya como ésta, se debe estar dispuesta al placer Si quieres disfrutarla como merece, debes prepararte como cuando tienes una cita con la persona que amas y sabes, que haréis el amor.
- Me encanta... qoui- la siguió Mel, encantada como decía, copiandose de su muletilla para diversión de Arel. El placer era ver y sentir a Arel tan involucrada en que ella gozase de ese minobocado. En como ésta había pronunciado hacer el amor, ni quiso detenerse. Era absolutamente embriagor cómo lo había hecho y ella estaba ahí sentada para demostrar al mundo y antes a ella misma, que podía estar con alguien que le gustase tanto como Arel, sin caer en las garras de la tentación. Eso lo que ella quería, sin contar con Arel acercándose más a ella, para seguir hablándole de amar y disfrutar en un tono de voz que por bajo, aumentaba sus sentidos.
- Una cita así, te anuda el estómago y te atenaza, pero sonríes pintandote los labios con los besos que esperas dar- prosiguió Arel y con toda suavidad del mundo, cerró los ojos de Mel, quien se dejó llevar por la voz de la Chef. De nuevo el silencio, de nuevo solas y sin ruidos que estropeasen su placer- Cuando llega el momento y la distancia entre tu boca y sus labios se hace imprudente- prosiguió la Chef precipitando sus dedos por el rostro de Mel hasta sus labios- el deseo te llena y es entonces, cuando un beso contiene todo su sabor más delicioso. Abre la boca Ma bulle y siente como sabe un beso de chocolate.
- Ahm dios- gimió Mel incosciente llevada de más por la voz y caricias de Arel. Escandalizada, tuvo que abrir los ojos como platos al sentirse gemir como gata en celo y para su suerte, Arel se limitaba a sonreír acabando de introducirle el macaro en la boca y para su desgracia, por la puerta vio entrar a Vera. Ver ahí a una de sus mejores y más íntimas amigas, para Mel fue lo más parecido a sufrir un coitus interruptus. Pero no quedaba ahí la cosa, lo peor es que su interrupción también la había visto a ella y comenzó a caminar hasta la mesa escoltada por dos trajeados y fornidos caballeros, dejándola sin disfrutar del delicioso bocado que a duras penas tragó.


5 comentarios:

  1. Mmmm... Saboroso e tentador, Gemo!
    Me encanta Arel.

    Um beijo grande, criativa e irrequieta escritora.

    Flechazo1958

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  2. Sexy y sensual momento...electrizante Gemo...
    Impaciente por seguir leyendo...
    Divina-Wilson

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  3. Que me está gustando a mí este fic. Deseando conocer mucho más...
    Eso de: Un clavo saca a otro clavo parece que Mel se lo toma al pie de la letra. Deseando leer más.
    Muchas gracias!
    L.a.c.e.r

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  4. .......'''' ENTRE GEMIDOS .....SE PUEDEN BUSCAR LOS MAS ENLOQUECEDORES SABORES...Y DE ESOS MISMOS...ENCONTRAR EL MAYOR DE LOS PLACERES'''''...MOMENTOS EN LOS QUE PUEDES PERDERTE....BUSCANDO TODO....ESPERANDO MÁS...DESEANDO QUE NUNCA ACABEN...Y DANDO...DANDO LO QUE TE PIDAN....ESTE ES UNO DE ESOS MOMENTOS...ESOS EXQUISITOS PLATOS...PUEDEN HACER QUE SEAS ESA HAMBRIENTA DE DESEOS PROHIBIDOS....CONDENADA A NO SACIARTE NUNCA...
    MOMENTO QUE DERROCHA SENSUALIDAD....COMO DICE LA ENCANTADORA DAMA DE ARRIBA...GLAMOUR NO LE FALTA...UN PLACER COMO SIEMPRE ENCONTRARTE...
    Y A TI ESCRITORA......
    GRACIAS….....SIEMPRE.....POR ¡¡TANTO¡¡¡

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  5. Lo mismo digo Celeste...un placer..y es que aparte de tener gustos parecidos a ti y a mi nos une tambien el gusto por la clase y el glamour..
    Antes muertas que dejar el glamour de lado niña..jajaja
    ¿Que no Celeste?....Un placer encontrarte por aqui niña...
    Divina-Wilson
    Jajjajaja..

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