Emergencias 143

La foto de Marina enviada por Lucia, no se iba a quedar sobre la mesa, donde cenaban el peculiar grupo. El palabra de honor, magníficamente rellenado era demasiada tentación. De la mesa pasó a las manos de Nacho. Vale, esas tetas para él le decían lo mismo que las de su madre, por eso de las pasó a Susana. Ésta tuvo que tragar saliva al verlas y fue bastante recordar que eran las de la mujer de su sobrina mayor, para que se las pasara a Xavier.

Ok, éste babeo, tragó saliva e incluso transpiro viéndolas. Pero, bastó recordar que habían sido las que amamantaran a su hijo para pasarlas al primo Agustín. Obvio, el rule de la foto se detuvo en éste. Nadie sabía, como ni cuando había llegado, pero ahí estaba el tío babeando a muerte por las tetazas de Marina.

- Yo no se como estás aquí cenando, prima. Yo de ti..cenaría sólo sus tetas. Y las desayunaría y comería y hasta me las llevaría a la obra de merienda. Es que me haría un llavero con ellas, todo el día conmigo las llevaría. Fijate lo que te digo.

Ok, Ok, Ok. Faltaba el primo Agustín para que a Inés la vena de los celos estuviese a punto de reventarle y con ella la cena y la quedada por separado. Pero ahí estaba su Tía, como siempre.

- ¿No os parece ridículo?  Estamos aquí dos mujeres y dos hombres, disfrutando de una noche juntos y ellas enviándonos fotos como si fuésemos monos en celo- les dijo a todos los de la mesa, menos a uno, que fue el que saltó.

- Jem jem jem, prima....que yo también estoy- se hizo notar el primo Agustín con la suficiente astucia de no dejar el móvil.

- Lo se..te omiti a conciencia- le contestó Susana y las risitas pasaron por toda la mesa, como lo había hecho el móvil de Inés, sin que molestasen a Agustín. Bastante tenía él con entender lo que la "fisna" de su prima le había dicho.

- Ah bueno...como se nota que lees, prima. Eso de siempre- a lo suyo siguió Agustín haciendo bueno eso de; sino puedes con tu enemigo, únete. Y pasado su momento protagonista, Inés tuvo que luchar lo suyo con él, para que le devolviera el móvil con la tetas de Marina, en tanto Xavier hilaba con lo dicho por Susana.

- Tienes razón. Yo me he despedido y solo le he dicho; diviértete. Pues ella en cambio me ha dicho; se bueno- les contó Xavier, malmetiendo contra "las" mujeres de todos, menos la de Agustín, porque no  tenía más que nada.

- Hay que entender, que por naturaleza nosotros somos los infieles- las defendió Nacho, en clara desventaja. Era de sus amigas de quien hablaba Xavier y la unión tiraba a defenderlas.

- ¿Hola?- ironizó Xavier, al que la copa de vino le empezaba a soltar la lengua- Te recuerdo que hablo de Laura.

- Joder...yo no lo he dicho nada, como estaba escondida- musitó Inés sin olvidarse de enviar la foto que su Tía le había hecho a Marina. Pues la foto volando al móvil de Marina y en la mesa, orquestándose un plan.

- Vamos a demostrarlas que pensamos más que en sexo....

Y en el restaurante donde estaba el móvil de Marina, pues ésta que lo estrellaba en la mesa tras ver la foto de Inés y Laura que lo cogía confianzuda.

- Oh my God, hay que reconocer que Inés tiene un polvazo- dijo convencida mordiéndose los labios y claro, Lucía también quiso verla.

- Jajaja, ehm...- de momento Lucía optó por pasar palabra y móvil a la prima Mirta, recién llegada de Cataluña para visitarlos.

- Uy..pero si es mujer- de pocas luces, la chica se sorprendió, pese haber asistido a la boda de las chicas.

- Tranquila, un par de días con nosotras y acabarás lesbiana- le dijo Karla queriendo ver a su hermana. Vale, le bastaba verla en foto para querer darle una colleja, un pellizco, una zancadilla, ya con ella en el suelo, tirarle de los pelos y después acabar muerta de risa encima suya. Lo normal entre hermanas, por eso ruló el móvil a Fátima. Ésta, de momento en la acera heterosexual miró y remiró a Inés. Y oye, ella polvazo pues no sabía si se lo echaría, pero unas risas con ella si. Tocaba volver a rularlo y así, acabó yendo a parar a las manos de Lucía de vuelta. La misma que esa noche, ya había dado muestras de estar guerrera.

- Pues si, tiene un señor polvazo y la camarera de detrás está por presentarsele voluntaria- dijo Lucía tras su segundo análisis de la foto y a Marina le faltó tiempo para recuperar su móvil. Mientras que Laura...

- Ufff...yo es hablar de follar y- mordiéndose los labios con lascivia buscó la complicidad con su madre y Lucía, para lo cual, no necesitaba de más.

- ¿Hemos hablado de follar?- se preguntó Fátima ante las risas de Lucía.

- Hablar no jajajaja, pero otra cosa es querer- se cachondeo Lucía.

- Yo os digo una cosa. Ahora cenita, juerga, algún tonteo sano que me anime y me voy a por Xavier- las informó Laura y más de una se animó con sus planes. Mientras que Marina se cansaba de fulminar a la camarera que en la foto se deleitaba con el culo de Inés y llamaba a ésta. Un tono, y ya taconeaba, al segundo resoplaba, al tercero se pellizcaba el labio murmurando y al cuarto...

- Amorcito, cosita linda. Como te extrañaba ya cariño. Soy sin ser, cuando al ser busco estar para ser contigo.

Al cuarto Inés le contestaba con un ¿? algo indescriptible para ella, sobrecargado en exceso. O había padado bebiendo  o la zorra de la camarera ya había intentado algo con ella e Inés sin saber mentirle, salía por ahí. Eso no lo pensaba la mujer Sánchez que era Marina, pero si sus celos. Los mismos que la llevaban a contestarle con:

- Hola cariño. ¿Que tal el restaurante? ¿Os tratan bien los camareros?

Los mismos celos que la llevaban a investigar la situación sin que fuese evidente, la llevaban a emplear un tono de lo más putón. Pero ahí estaba Inés, bien adoctrinada por su Tía. 

- Si, todo genial. El vino, la cena, el sitio. Pero me faltas tú, para que sea perfecto. Tú en lo más tú. Quiero decir, tu conversación, tu compañía, tu saber, tu...

Ja, Ines evadia sus preguntas, regalandole la oreja. "Zorra" no Inés y si la camarera de camisa a punto de estallarle mira culos ajenos. Esa zorra algo habría hecho para que Inés se mostrase tan regalada. 

- Jajaja- más falsa que Judas,  rió sin olvidar que sus celos dirigieran su conversación- Ya mi vida, pero el restaurante, ¿que?- quiso saber y el tono ésta vez sonó igual de putón pero pelín exigente. 

- Jolines- pensó Inés sudando tinta. Su Tía había dicho demostrarles que no sólo pensaban en sexo, pero Marina le hablaba de lo más putón, más las tetas que llevaba, el vestido de los...en fin. Tuvo que hacer un esfuerzo y seguir en la línea marcada por su Tía: Demuéstrale que no piensas con el chochito. Pues ahí que iba- Jijiji, el restaurante ya lo conoces. Si he venido contigo otras veces. Y que decir, esas veces, me llenaron de gozo. Yo tengo un gozo en el alma, gozo en el alma....

Inés cantando una canción religiosa. O sea, para Marina estaba claro  que ahí estaba pasando algo, cuando en verdad, Inés no dada a regalar la oreja, salía como podía aunque fuese con una canción religiosa. 

Pero, en esa mesa eran más y Laura, junto con el Lambrusco tomado como si fuese agua, hizo mella en el resto. 

La misma Laura, aprovechó que Marina estaba al teléfono para ir al baño junto a Lucía y ahí es que lo dio todo, en una foto de morir infartado. Pero, el receptor de esa foto, también iba a demostrar estar adoctrinado esa noche.

Mensaje de Xavier a Laura: Cómo me enamoran tus ojos. Ojalá pudiera describirte que siento al verlos. 

- ¿Queeeeeeeeeeeeeeee?

El grito histérico de Laura alertó a Lucía que salió de su cubículo ajustándose su jersey. Ella también había hecho de las suyas con su móvil y al leer la contestación de Xavier a Laura, que hiperventilaba buscando sus ojos en la foto mandada a Xavier sin encontralos, buscó rápido recibir la de Susana y leerla.

Mensaje de Susana a Lucía: Me paso el tiempo buscando las palabras que hagan justicia a aquello que tanto me haces sentir y naufrago entre miles, para  acabar en las más simples; te quiero.

- ¿Queeeeeeeeeee?- el mismo grito histérico que Laura había dado le salió a Lucía y normal, Fátima llegó al baño y tras ella Marina. 

- Decirme que estoy muy crazy, ¿pero en esta foto os fijarías en mis ojos?- enseguida Laura quiso dejar de hiperventilar, pero no era la única.

- ¿Que me quiere?  ¿Le mando esto y me dice que me quiere?- tras ella, Lucía en el mismo plan indignado.

- Ja, el mío ni me contestó- las informó Fátima.

- La mía se ha puesto a cantarme por Jesucristo Superstar- les dijo Marina y las que faltaban, que eran Karla y la prima Mirta, al entrar y escucharlas, prefirieron regresar a la mesa.

- Jijiji se me ha subido un poquito el vino. ¿Ya soy lesbiana? Es que creo que me gustas- tonteo la prima Mirta camino a la mesa, asustando a la pequeña de las Merino y así;

La prima Mirta acorralando a Karla, y en el baño, orquestándose otro plan, éste de ataque.

- Ja....somos demasiado mujeres, para que ignoren nuestras demandas. Ellos lo han querido- la abanderada de todas las causas, sea Marina, las animaba a atacar y.. 

Quedaba noche por delante, mucha noche.