Correr detrás de su Tía echando casi los "higadillos" era totalmente lo peor del curso de piloto personalizado que estaba recibiendo Karla. A su Tía le daba igual que hubiese trasnochado, que no se sintiese muy bien o cualquier otra excusa que inventase. Cada mañana la misma rutina, que empezaba reventandose a correr tras el culo de su estricta maestra. Reventada vendrían más ejercicios de cardio, tras ellos de agilidad y fundida totalmente, seguro le tendría preparado cualquier castigo militar que para su Tía era equivalente a ejercicios disciplinares.
Joder, de buena gana saltaría sobre ella y la tiraría al suelo. Era su sobrina, podría hacerlo fingiendo jugar con su Tita. Naah, capaz que de hacerlo Su saldría con alguna llave aprendida a vete tu a saber que país. Desde luego no era la mañana para saltar por ella, vamos que primero que eso debería pillarla y su Tía ya le sacaba unos metros. Gritarle intentando una conversación era otra chorrada de plan, porque en cuánto su Tía se girase era capaz de ponerse a llorar. Quería subirse a un bendito avión de una vez, estaba sobradamente preparada. Por favor, entre sus manos había tenido antes los cuadros de mando de una avioneta que el manillar de una bici. Pero nada, dijera lo que dijera, sabía de memoria la contestación de su Tía: A mi no me dejaron acercarme, y solo acercarme, a un avión, hasta dos años después de una durisima instrucción militar. Bla, bla, bla. Pobres Militares, de lo que se habían librado con el pase a la reserva de su Tía. Pues nada, otra mañana de machacarse y acabar transpirada. Finalizados tooodos los ejercicios, y con su Tía estirando como ella a su lado, le salió del alma decirle:
- Joder...se supone que cuando empiezas a convivir con tu churry, engordas y pierdes forma- le dijo dejándose caer de espaldas. Reventada era poco para como le había dejado Su.
- No tiene lógica- le contestó Su entrecerrando los ojos. Que ganas de reír le podían dar a Karla esas caras de su Tía en modo pensante. Por lo menos la había pillado a la primera. Obvio hablaban de ella misma y su recién estrenada convivencia con Lu.
- Si la tiene, empiezas a vivir y te la pasas follando por cualquier sitio de la casa, ¿entiendes?- le explicó sin trabas y como venía pasándole últimamente, su Tía pasó a prestarle toda la atención del mundo. Para Karla estaba claro que Su quería librarse de fallos innecesarios y tomar nota de cualquier truco que la llevase a una excelente convivencia con Lu.
- ¿Y eso engorda?- extrañada le preguntó Su. Sexo por cualquier sitio era igual a calorías quemadas, ¿donde estaba el engorde?
- A ver- pasó a explicarle Karla- como te la pasas a lo gorila en celo, entremedias te mal alimentas. Comida rápida es basura, te relajas y engordas- resumió y no se reprimió las risas que le daban su Tia ahora con cara de asco. Aunque ésta enseguida se olió las ganas de cachondeo de su sobrina.
- Ya veo, te comes una burguer encima de la lavadora- le dijo con toda la ironía y las risas estuvieron garantizadas.
- Jajajaja pues alguna vez si. Un día te explico el poder del centrifugado, aunque dudo que Lu no te lo haya enseñado- entre risas aprovechó para intetantar sonrojar a su Tía, pero no hubo sontojo y si recibió una buena colleja- Joder...¿que me tienes preparado para ahora?
- Barrer el viejo hangar. Así que levanta, lavadora- le contestó tu Tía y tuvo tiempo por el camino hasta el hangar para mentalizarse. Según sus cuentas llevarían cómo 15 días sin hacerlo y el hangar estaba repleto de nidos de Pájaro. O sea, una "jartá" de barrer la esperaba y su Tía que abría las enormes puertas como si nada. Ok, era el momento de cubrirse porque los cabrones de los Pájaros como cada mañana saldrían a lo loco del hangar sin importales con que tropezar, pero para sorpresa de ambas ni un sólo pájaro salió esa mañana. Bue, ella ninguna importancia le dio, pero no así Su. Ésta se adentró en el hangar sin dejar de mirar al alto techo. Lo curioso es que ninguna dijo nada, mientras su Tía seguía erre que erre, buscando a los pájaros incluso llegó a palmear con las manos, provocando que saliesen, pero nada, ni uno sólo había esa mañana y a Karla le pareció suficiente.
- Va...será época de migración o yo que se- dijo como si nada y no fue consciente de como de golpe, había teletransportado a su Tía a muchos años atrás. Nada menos, que hasta el tercer cumpleaños de Inés, la pequeña pajarito de su hermano.
Aún hoy en ese Hangar se estremecía de sólo recordar el golpetazo que Inés dio desde el árbol. Como no estremecerse recordando los gritos de Carmen o de como Roberto temblando trataba de mantener recto el cuello de la pequeña. Fueron minutos de auténtico pánico hasta que llegó la ambulancia y los médicos atendieron a la cría llevándosela de urgencia. A todos se les cortó el cuerpo, pero ella encima tuvo que recibir a su abuelo, que caminaba hacia ella apurado y medio asfixiado. Lógico, ella dedujo que el pobre anciano se habría cruzado con la ambulancia o algún familiar. Ni tiempo le dio el anciano a contárselo de una manera pausada, fue él quien comenzó a hablar más loco de lo normal.
- Me lo dijeron...me lo estaban diciendo y no les hice caso. Pensé que se despedían para migrar.
Ni idea tuvo entonces de que cojones hablaba su abuelo y no es que en esos momentos le importase. Primaba Inés y su gravisimo estado a las "chocherías" de un abuelo. Ni siquiera se extrañó de que su águila no lo acompañase.
- Toda la tarde llevan haciendo círculos sobre la loma, se escaparon todos...y era por mi pájaro ... Mi pequeño pájaro.
El sufrimiento y la congoja con que el abuelo le hablaba, acabó por desesperarla, nerviosa como ya estaba.
- Abuelo no es el momento de hablar de los putos pájaros- le alzó la voz tratando de callarlo con el único propósito de hacerle ver que ella debía salir para el hospital- Inés se ha c
- Ya lo se y te lo estoy diciendo- la interrumpió su abuelo, llorando como si fuese un niño- Me lo dijeron ellos pero estas viejas piernas no me dejaron llegar a por mi pequeña.
¡Mierda! Recordar aquello era volver a llorar como lo hizo abrazando al viejo loco y fue sólo el empezar. En el coche tuvo que seguir escuchando los lamentos del abuelo por no haber sabido escuchar a sus pájaros y al llegar al Hospital, otro loco de los Pájaros la esperaba, Roberto roto y a punto de perder el control.
- Su...tienes que hablar con ellos, no me dejan pasar y mi niña está ahí dentro sola. Díselo, haz que me dejen estar con ella.
Bombardeada por todos sitios se sintió y lo peor era no tener ningún parapeto donde refugiar el miedo que toda ella sentía. Al menos Carmen estaba siendo atendida por una crisis y ella podía centrarse sólo en su hermano.
- Es mi culpa, siempre estamos jugando en ese árbol y mira- entre lágrimas Roberto se vaciaba sin que dejase de temblar.
- Es una cría, nadie tiene la culpa- fue algo de lo dicho intentando calmar lo imposible.
- Me muero si le pasa algo, Su...me muero.
Pérdida en aquellos recuerdos, Susana en el presente y en ese Hangar, no fue consciente de como lloraba asustando a Karla.
- Tia..Su... Joder, ¿que te pasa?- meneandola a Karla le entraron los mil miedos. Ni idea de porqué su Tía lloraba de esa manera tan sobrecogedora, pero ni caso le hizo ésta. Lo que hizo fue echar a correr y salir del hangar. Cuando Karla salió tras ella, la encontró de rodillas mirando al cielo y joder...ahí estaban los putos pájaros volando en círculo sobre sus cabezas. Desconcertada, Karla se quedó quieta sin saber que significaba, ni que hacer, y entonces los gritos de su Tía al teléfono acabaron por hacerla temblar totalmente atemorizada.
Buf, sin palabras, y a la espera de ver qué sucede.
ResponderEliminarGracias.
A.
Oye Gemo pss..pss ( ¿y por qué no había visto yo aún el pss..? )..te recuerdo que el viernes, dejaste a Inés muy bien acomodada en las piernas de Marina. No seas mala eh ..que te veo venir!!!!
ResponderEliminarAyyyyy porfavoooooooooooor. Más más MASssssssss
ResponderEliminarIndescriptible las miles de sensaciones y todo cuanto despiertas a lo cohete y mandas hacia un infinito y más allaaaaa
Gracias artiiiiistazaaaa
Pobre Susana...Menudo trocito más duro...
ResponderEliminarGracias por el trozo
L.a.c.e.r
não gosto de passar um dia sem emergencias é como ar pra respirar
ResponderEliminar....INTENSO¡¡ COMO INTENSA ES LA ESPERA CUANDO LA DESESPERACIÓN HACE SU ENTRADA...
ResponderEliminarGRACIAS......ESCRITORA.....SIEMPRE.
CELESTE-NEGRO