Emergencias 132

- Jajaja, ay amor...mira que guapo sale mi gordito- le dijo Lucía, mostrándole totalmente natural una de las fotos de Xavier enviadas por Lau. Obvio, ampliada para ver mejor a su nieto más que al abogado. Pero entre querer enseñársela, tenerla ampliada y moverse, la foto se movió y Lu acabó enseñándole a Su el paquetazo de Xavier en bóxer.

Susana no es que mirase el paquetazo,  ni tampoco los bóxer ceñidos de Xavier, de pasada le echó un vistazo y pretendió volver a su lectura, pero para entonces Lu había acomodado la cabeza en sus piernas y literalmente se mataba de la risa al comprobar lo que le había mostrado a la piloto.

- Jajaja, eh..esta claro que éste no es mi gordito- en broma y creyendo conocer a la piloto, continuó la gracia- Impresionar  impresiona, debo reconocerselo a Laura- dijo como de normal era cuando se trataba de las chicas y pasó del móvil, con ganas de acurrucarse con la piloto. Pero ésta, a pesar de ser poco dada a dejarse llevar por los celos, no ocultó cierta molestia camuflandola.

- Es muy de tu tipo- le dejó caer como si en verdad continuase leyendo y Lu tuvo que retirarle el libro para tratar de verla. Una vez conseguido le bastó alzar una ceja para que Su comenzara a cagarla pese a no querer hacerlo- Me refiero, es muy como el doctorcito, el vendedor de coches o el dueño del- se detuvo porque sin la barrera del libro, Lu la miraba directa- pues eso.

- Ya veo- musitó Lu sumando datos. A Frank, el doctor era obvio que Su lo conocía por Ito y el dueño del restaurante que Susana no había acabado de nombrar también, ¿pero cuando había visto al vendedor de coches? Su extrañeza fue captada por Susana que aún no queriendo seguir, lo hizo a pesar de saber que solo había sido una chorrada de foto. Cositas del wasap.

- Pedraza es muy pequeña- le dijo con evidencia de que alguien ya le había ido con el cuento y Lu, comenzó a molestarse. La pescadilla que se muerde la cola.

- Aja...y tiene mucha lengua suelta- malmetió la médico contra su adorado pueblo repleto de cotillas aburridos y la media sonrisa de Susana, sin saber muy bien porqué, la ofendió- y mi lista de conquistas que es muy larga- terminó dando de lleno a conciencia y en otras la piloto le hubiese otorgado un "touchdown" que podría valer por diez, porque sus palabras habían escocido como alcohol 60 grados en herida abierta. De una tajada les desaparecieron a una las ganas de leer y a la otra las ganas de estar acurrucada. Separándose de ella la médico se mordía la lengua conociéndose. De mala baba por su boquita podía salir cualquier cosa, pero Susana no le iba a dar tiempo. Cruzándose de piernas de lo más distante, mucho más callada no aguantó anticipándose a la médico.

- Yo no soy Inés, así que no me muerdas a las primeras de cambio- le dijo y ahora el "touchdown" conseguido fue para ella. El dardito tirado significaba que conocía de sobra a las Sanchez y sus despegues endiabladamente veloces, dejando claro que a diferencia de su sobrina, ella tenía suficientes ovarios y cuaje como para resistir ese despegue sentadita y sin inmutarse. Natural, la Sanchez que había en ese salón no aguantó el vacielo ni una mijita.

- No, desde luego que no eres Inés. No creo que ella se trague todo lo importante para digerirlo ella sola y en cambio, pierda el tiempo hablando de gilipolleces como tú acabas de hacer- arremetió contra ella Lu y nuevo "touchdown" que subía a su marcador. La pena es que para ninguna el marcador imaginario era un éxito, más bien era todo lo contrario. Siguiendo con la comparación entre las pilotos, si Susana también viese corazoncitos, ahora podría verlos todo encogidos sufriendo el huracán Sánchez. No es que la piloto pudiera decir que Lucía no había dicho una verdad como la copa de un pino de grande, pero ser atacada con semejantes verdades, la dejaba encerrada en sí misma, incapaz de decir nada, algo que destrozó la poca paciencia de Lucía- Que me hables, que me digas lo que sea que estás pensando- la presionó Lucía sufriendo su silencio. Si no la conociera tanto, ese silencio podría ser tomado como una afrenta hacia ella, pero conociéndola lo que le provocaba era dolor por tener que ponerla al límite para sacarle lo que para ella era ya más que evidente. Pues nada, con Su callada aguantando sus ataques, lo mejor era dejarse de tonterías y atajar hacia el problema verdadero- No vas a conseguir que me canse de decirte y demostrarte que te conozco Susana, que se leer en tu silencio y que es bien fácil y son sólo cuatro palabras lo que debes decirme- dispuesta a todo, hizo una pausa para tomar aire y Su se encogió un tanto en el sofá temiendo lo que por la boca de la médico pudiera salir. Pero, que equivocada iba, porque Lucía estaba a un segundo de dejarla ko, como acabó sucediendo- Quiero tener un hijo contigo- concluyó Lucía alzando las cejas bien sobrada y a la piloto se le resquebrajó el pecho mirándola. Eso si que era un "touchdown" que le otorgaba la victoria en toda regla. Pero ya se lo había dicho antes, ella no era Inés y antes de que el árbitro pitase el final del partido, se mantuvo en su sitio.

- Han sido cinco palabras, no cuatro- corrigió a la médico y a ésta se le desencajó la mandíbula con la gracieta que acababa de soltarle. Mientras tanto en otra casita de Pedraza...

"La que has liado, pollito" era el pensamiento de Karla, echándole humor a lo que Laura había formado por unas simples fotos. Fotos por las que llevaba un buen rato, con Nacho acurrucadito en su pecho, mientras ella trataba de explicarse.

- Si no te contesto o paso a otra cosa, es porque... Pues, porque no le doy ninguna importancia y con Laura creí que lo teníamos todo muy claro- le decía sobandolo a placer y el otro que bien que lo disfrutaba. No estaba nada mal, montarla parda si el resultado era estar siendo mega mimado por Karla.

- Es que jopes, la tiene demasiado grande ¿no?- por muy adiestrado por dos mujeres que estuviese, el pobre Nacho algún complejo sufría al ver la pedazo de..lo bien que le quedaban a Xavier los bóxer.

- Jajaja, yo me quedo con mi niño, más pequeñito y manejable- le regaló el oído Karla sin poder reprimir las ganas de sobarlo entero. Por favor, como la revolvía a lo loco el Nacho más tierno y éste que seguía a lo suyo.

- Pequeño, pequeño tampoco soy- decía abriendo los ojos contra el cuello de Karla, sintiendo como las manos de ésta esquivaban sus Calvin Clein.

- ¿Si? No se- tonteando a muerte y empalagosa cómo nunca, sus manos llegaron a territorio prohibido sin dejar de jugar- Dejame que pruebe a ver.

- Karlaaaaaa- tontito de más pero encantado al final Nacho se dejó probar cómo lo estaba haciendo Felipe en manos de Fátima.

Porque ya lo había pensado Karla, la que has liado pollito. Fátima no discutía con Felipe por la conversación mantenida por el grupo de chicas, ni tampoco estaba siendo mimado. Él directamente se había convertido en el capricho de Fátima. Si su hija tenía un pibonazo de tío al que fotografiar, ella no iba a ser menos. Pasa que, a Felipe le faltaban muchas "carnes" y culo ni tenía, ni se esperaba que tuviese. 

- Darling...pero sácame ese culo que pueda yo fotografiarlo- incansable le pedía Fátima móvil en mano, mientras el pobre hombre suspiraba incapaz de mover las caderas como ésta le pedía- Madre mía, si es que no hay nada que fotografiar. A ver en bóxer como él.

De casta le viene al galgo y estaba claro que el carácter explosivo y divertido de Laura tenía una clara herencia genética vía materna. 

Al final mal que bien, Fátima no se quedó con las ganas de enviar al grupo una foto de su chico, que todas verían al día siguiente, incluyendo entonces a las desaparecidas Marina e Inés. Libres del WhatsApp y sus cositas, ellas se dedicaban a disfrutarse sin tiempos.

Estando toda la noche en manos de Marina, Inés en un momento dado tuvo que bajar a la cocina a por un poquito de zumo que le reportara algo de azúcar. "Naturalmente azucarado" leyó en la etiqueta del zumo y nooo, sólo con leer eso se recordó tumbada en la cama bañada por la mirada más lujuriosa de Marina, bajando por su cuerpo mientras sus corazoncitos bailaban aquello de.."azúcar"

- Uffff- recordar y volver a excitarse fue todo en uno. Pero no, o sea ya se habían desgastado y puesto totalmente al día en ese aspecto. Ahora pues podrían hablar de Ito, del pellizco de nervios que daba pensar que el día de mañana en la guardería o colegio fuera objetivo directo   de habladurías o insultos o nada. Porque al regresar a la habitación a Inés se le cortó toda posible conversación con Marina. Normal que el corazón no le cogiese en el pecho al encontrarsela deliciosamente mujer, apoyada en el cabecero de la cama con la sábana mal cubriendo solo sus piernas, mientras fumaba mirando hacia la ventana. Imposible, pasase el tiempo que pasara, acostumbrarse a esa imagen única de Marina acompañada de sus descarados corazoncitos fumando a lo Greta Garbo junto a ella. 

- Ven- la llamó Marina y la pilotó notó como le costaba hasta caminar. Pero lo hizo y consiguió llegar hasta ella y acomodarse entre sus piernas. Joder, sentir el generoso pecho de Marina, adorado por todo su se, en su espalda, fue otro golpetazo de deseo para ella, que aguantó como pudo escuchando a la médico- Sólo me fumare éste, me apetecía muchísimo- ajena a lo que era capaz de provocar en la piloto, Marina la rodeó con sus piernas- Estoy muy orgullosa de nosotras.... se que Ito estará feliz con su Papi. 

Feliz estaba Ito como bien decía su madre y sobre todo, despierto. Muy normal que extrañase su casa y a sus Mamis. Era lo que pensaba Laura mirándolo como lo hacía con ella el crío, mientras Xavier ya dormía. Imposible para la más locaza aguantarse las ganas de sacarlo de la cuna y meterlo con ellos en la cama. Todo un placer en mayúsculas disfrutar al nano, aunque eso significase que el pequeño siguiera despierto cuando hacía rato que debería estar durmiendo.

- Ya pesas, bichito- con él en brazos volvió a la cama y lo puso sobre ella, gozando de los pellizquitos que Ito le daba por cualquier sitio- Mira como duerme Papi, ¿eh?- le dijo al peque y para qué quiso más. El pequeño trasto super mimado, miró a su padre dormir, sonrió y sacó la mano a pasear directo a la cara de Papi- Jajaja, eso es...pegale por ser capaz de dormirse con ésta pedazo de mujer que soy yo tumbada a su lado.

Mucho se puede críticar del wasap y de las cositas que provoca, pero al final a quien más o menos, esa noche les sacó de la temida rutina.