- Venga...iros a a casa que ya es tarde- las invitó a marcharse Marina y temió que tras cerrar la puerta y quedarse con Inés, las dos no supieran estar sin Ito con ellas. Pues bien, de nuevo volvió a sacar a la mujer en mayúsculas que llevaba dentro- Cielo...tienes quince minutos para planear como pasar la noche conmigo y el tiempo comienza...ya.
Con el pomo de la mano en la puerta quedó Inés y el tiempo dado por Marina había comenzado su cuenta atrás.
"Hacer el amor, toda la noche hacer el amor y sin parar.... hacer el amor" No, no y no. No podía dejarse llevar por sus locos corazones con patas, que más rápidos que ella, hasta les había dado tiempo a desnudarse meneando sus culitos a ritmo cubano. O sea, no. Primera noche con Marina sin Ito. ¡Ay no! No podía pensar en Ito, si pensaba en Ito hasta sus corazones dejaban de bailar "to" cochinos. Valeee, no podía ser tan complicado. De una se sacó el jersey y para su suerte cayó sobre los guarrillos bailones. A ver, eran ella y Marina, por favor. Por supuesto que algo podrían hacer más allá de ser madres bien empalagosas, solo había que pensar.
- Cenar, eso es- se dijo y rápido se fue a la cocina apremiada por el tiempo. Con tanto corre corre, acabo tropezando sin llegar a caer al suelo y al llegar a la cocina el lavavajillas funcionando le recordó que ya habían cenado- Mierda- se caía su primer idea y cachis otra vez, uno de sus corazones había escapado de la sepultación por jersey y se restregaba contra la pata de la encimera como si fuera una bailarina de streeper. Que no, debía haber más opciones que follar como conejillas salidas. Debía haberla. Vale, todo sería tranquilizarse porque las pulsaciones amenzaban con anudarle la garganta. Pensar, Marina y ella..naah, que no daba ni una. Mejor tirar de conocidos. Ok, bastaba verlo al revés. ¿Que harían todas sus noches Laura y Xavier?
Noooo, por ahí no. Demonios, dos de sus corazones estaban demasiado arrimados y se movían el uno contra el otro de lo más obscenos. ¡Mi mare! Debía dejar de mirarlos y mejor centrarse en alguien más adulto, educado, inteligente...su Tía. Ahí estaba la solución. Solo tenía que meterse en la piel de su Tía y pensar lo que haría con Lu cuando llegasen a casa. Pero fue hacerlo y...
- Jolines, dejarlo ya- tuvo que exigir a los corazones, uno de ellos en bata naturalmente delicada se la estaba quitando de lo más hot. ¿Que haría su Tía ante eso? Menuda tontería de pregunta.
Karla, quedaba Karla. Pero es que su hermana y Nacho eran de lo más raros. Tenían como los caracteres cambiados y ¡Dios! ni quiso mirar a los corazoncitos, que ella por su hermana a lo Esteban...mata.
Eah, estaba mal el asunto, sin más ideas que hacer el amor por horas con Marina y ésta que...
- Cielo...te quedan cinco minutos- la avisaba desde la planta de arriba y la piloto espabilaba o iba a ser un churro de cita.
Pues bien, debía pensar como la piloto que era. Misión es igual, a reconocer el terreno en primer lugar. A su frente la Wii con mogollón de juegos de lo más infantiles. Descartado aunque, unas risas se podrían echar, así que decidida cogió dos de los mandos y a la mesa que los llevó. Siguiendo con el reconocimiento cayó en el cajón de los juegos. Oye, ¿quien no se lo ha pasado pipa juando con su pareja a las cartas, parchís u oca? Ok, ok...estaba demasiado influenciada por Ito y eso que éste no había llegado al año de edad. ¡Películas! Era otra opción más que aprovechable, pues nada a voleo cogió dos o tres, de paso algún libro por si Marina sufría una ramalazo intelectual y el tiempo que se le terminó.
- Tiempo...ya bajo- la avisó Marina y a Inés se le instaló en la cara una sonrisa de lo más tonta. Horror, no haber sabido que hacer y Marina bajando. Había que disimular la torpeza de no reconocerse como pareja más allá de madres e Inés se dispuso a ello, sentándose muy digna en el sofá como si en verdad estuviese esperando a su cita del año. La pena es que la sonrisa "gilipichi" no se le borraba ni queriendo y así transpiraba más de lo normal. Pero ya lo dijo alguien: "y lo que te rondaré, morena" Transpiración que subió conforme lo hacía su temperatura al ver aparecer a Marina con un vestido de lo más simple, negro y de amplio escote, que se ajustaba a su cuerpo inversamente proporcional a su simpleza. Así ella sonriendo a lo trastornada y sus corazones, pues...
"Por la mañana haciendo el amor y por la tarde haciendo el amor. Y por la noche, haciendo el amor. Hasta en el coche, haciendo el amor" Sus corazones a lo suyo mientras Marina tomaba asiento a su lado, catapultandola de golpe a la Marina de sus primeras citas. Mujeraza de armas tomar enterita para ella y ella, con sonrisa de gilipollas. Ni restregándose la cara dejó de sonreír de esa forma tan anormal y menos mal, que Marina venía de lo más Sánchez.
- ¿Y bien?- le preguntó Marina en un cruce de piernas espectacular. De hecho dos o tres corazones cayeron al suelo desmayados. Normal, en el cruce prodigioso y soberbiamente femenino, el vestido quedó a medio muslo allá donde muy a conciencia dejó su mano Marina. Y ésta que le había hecho una pregunta y la gilipollas, qui decir Inés, que por fin se deshacía de la sonrisa anormal al encendersele la bombilla de la gran idea.
- Jajaja, que tonta soy. Era de lo más fácil- realmente entusiasmada saltó del sofá a colocarse rápido el jersey, sin dejar se explicarle a Marina- ¿Te acuerdas de Suances y el acantilado?
- Querías volar conmigo, si- recordó Marina encantada de verla moviéndose de lo más entusiasmada. La pena es que al final no habían podido volar juntas, su embarazo, Ito...
- Eso es...ésta noche podemos hacerlo y será como nunca- le dijo Inés sin dejarla caer en la nostalgia de las cosas no hechas tendiendole uno de sus abrigos- Porque podremos volar por donde tú quieras, mientras que hacemos el amor...- soltó como si nada y huyendo de la estúpida sonrisa corrió a rectificarse- quería decir tomamos una copa.
Su p...puñeteros corazones que se descojonaban en su cara. Daba igual, esa era la mejor de sus citas. Sus dos pasiones juntas, volar y Marina. Era una auténtica pasada, pero su mujer no debía de verlo así, porque no se movía del sofá.
- Cariño, eh...a ver como te explico- buscó Marina como no desencantarla. Pero es que le apetecía cero salir de casa y un momento, ¿como narices iban a volar ahora? Ni que fueran Julia Arango- estamos en casa, es tarde y cuando te dije de pensar era, pues..pues.....pues- alargó sus maníos "pues" saca silencios conforme fue enredandose a la mirada de Inés. Eran ellas, su parte amantes seguía tan viva como siempre y enredada a esos ojos que ahora la miraban completamente seguros, a ella le daba igual todo. Iría donde Inés quisiese, a volar, a hacer el amor, a tomar esa copa o a las tres cosas juntas.
- Es aquí mismo, ven conmigo- absolutamente segura como la sentía Marina, Inés le tendió la mano y ya estaba bien de corazóncitos por hoy. Con disimulo los apartó de su cómodo asiento frente a las piernas de Marina y ésta le tomó la mano sin poder creerse que desde casa pudiesen volar. Bueno, tal vez sería en alguno de los juegos que Inés tenía de vuelos o a saber, poco le importaba. Lo bueno era estar solas, como si en verdad hubiesen salido a cenar y ahora se dispusieran a tomar una copa en cualquier sitio. Pero para su sorpresa, Inés la encaminaba hasta el garaje y ahora la bombilla se le encendió a ella. Desde que Susana se instalase en Pedraza, la piloto y sus dos sobrinas se habían pasado las horas muertas en el garaje, estaba claro que haciendo algo propio del grupo de aviación de El Espinar; "los aereotratornados" y para su sorpresa, así había sido.
Normal que en el garaje de su madre estuviese todo lo que en el suyo no estaba, si en éste había una cabina que a todas luces, era un simulador de vuelo.
- Estás ante un simulador del E-135- le presentó Inés a su helicóptero estando ambas frente a la cabina que a las Merino les había costado auténtico sudor. Bien orgullosa y por supuesto, con sus imaginarias alas maravillosamente desplegadas.
- No me...- a Marina se le abrieron los ojos de la impresión. Era una verdadera obra de ingeniería lo que las Merino, incluida la suya, habían conseguido- ¿Es el tuyo?- de la impresión pasó a sentir un calorcito de lo más excitante al pensar que fuese el helicóptero de Inés en el 112.
- Más bien del 112 o de Castilla y León. Uno de los mejores helicópteros sanitarios- le explicó Inés abriéndole la puerta para que subiese, sin olvidarse de hacerlo totalmente real- Toda una ambulancia con alas, Doctora.
Yo quiero unos corazoncitos como los de Inés, jajaja, a la espera de ver como transcurre esa velada, el final está claro, hacer el amor.
ResponderEliminarGracias.
A.
Pues yo quiero a Inés, que es todo corazón.
ResponderEliminarUna gozada leerte Gemo.
jo, hasta el lunes nada de nada? En fin, esperaremos a ver que ocurre en el simulador.
ResponderEliminarMe encanta
Saludos
Jamaiquera
.....¡¡ IRREMEDIABLEMENTE ...TUYA...¡¡¡ ESO ES LO QUE DEBE PENSAR...LO QUE PIENSA..LO QUE SIENTE...LO QUE DESEA ...ESA PILOTO CONVERTIDA EN UN MANOJO DE NERVIOS...MIENTRAS PREPARA ESA NOCHE DE PASIÓN ...CON QUIEN ES ''SU PASIÓN'''.....Y JIJIJIJIJI ESOS CORAZONES QUE LO MISMO SE ARRIMAN DEMASIADO QUE SALEN EN BATA..Y QUE SON..SON....ASÍ COMO ELLOS SON¡¡ JIJIJIJI..
ResponderEliminar¡¡¡¡ ME ENCANTAN¡¡¡¡¡
¡¡¡¡¡ FASCINANTES¡¡¡¡...SON MUCHAS LAS VECES LAS QUE PARA DEFINIR LO QUE SE SIENTE AL LEERTE...LAS VECES QUE NOS SACAS UNA SONRISA....LAS VECES EN QUE EL PLACER LLEGA AL LIMITE AL HACERLO...FALTAN LAS PALABRAS....ESTA VEZ VUELVE A SER UNA DE ELLAS....
Y REPITO¡¡¡¡ ABSOLUTAMENTE FASCINANTE¡¡¡¡¡¡
GRACIAS.....POR ¡¡TANTO¡¡¡¡
Y PIR SEGUIR PROVOCANDO SONRISAS...
CELESTE-NEGRO..
Subrayo lo de Celeste...Una pareja fascinante e insolita..fuera de lo normal en cuanto a comportamiento...unica...llena de fantasia y relaciones...
ResponderEliminarcuanto menos..no convencionales..pero llena de magia y fantasia...
Creo que por eso nos atrapan....
Niña..disculpame si no posteo ahora mas amenudo pero el trabajo me trae loca..eso si..nunca dejo de leerte al dia aunque sea de noche..quiero que lo sepas escritora.....
Me sigue encantando Marina..una mujer con cararter..como me gustan a mi Gemo...jajaajjaja...Un besito
Divina-Wilson