112-Emergencias 114

Por el cuarto sucio había preguntado Marina y aunque Laura quiso hacerle el lío diciéndole:

- Cariño eso de primero de carrera. Estructuras de un hospital general, zona reanimación. Primera parada reanimación nueva, normalmente dividida en 6 boxes...

No consiguió liarla y si que la mirase queriendo una explicación menos técnica y más clara. Pero, ¿como hacerlo si ella su amiga del alma que debía estar acompañándola en los largos días de hospital que llevaban había caído en la tentación de ese cuartito?

Por una vez no había sido premeditado, ni ansioso, ni siquiera loco. El día de los hechos, que no se atrevía a confesar, había llegado al Hospital para ver a Xavier antes de comenzar su turno de tarde en el centro de salud. Con el único pretexto de tomar un café con él, lo encontró como siempre pegado al cristal por donde podía ver a Marina de canguro con el pequeño mocosito.

Fan de esa imagen tan tierna de Xavier, todas las mismas entrañas se le encogieron caminando hacia él. Haciéndolo y acercándose a él, pensó en lo curioso que era no sentir ningún tipo de celos por Marina y eso, que Xavier no escatimaba en piropos hacia ésta:

- No logro acostumbrarme a lo increíblemente bonitos que se ven así.

Pero no, para nada le molestaba e incluso era al revés, le gustaba que Xavier pudiera expresar sus sentimientos con ella sin miedo a malentendidos. Por eso, se abrazó a su cintura disfrutando también de las vistas.

- Me encanta que encuentres la belleza en los dos - le habló acomodándose en él y retuvo la sonrisa. Ella también podía sorprenderlo para bien y hubiese sido un momento buenísimo para seguir hablando sobre ellos, incluyendo al pequeño Roberto, pero siendo mujer inquieta como era, le dio por curiosear y acabó fijándose en un hombre que como Marina, cargaba con un bebe dándole calor con su torso desnudo- Honey, él va depilado.

- Pues- preocupándose porque él no iba depilado, se paró a pensar en el bebé y su carita- No le irrita mi vello, ¿no?- quiso saber, no recordando que hubiese pasado.

Y Ay mi madre, pensó ipso-facto Laura. Estaba mal aprovecharse de una situación como esa, pero es que se lo había puesto tan fácil. No podía decir que le disgustara el vello de Xavier, bien suave que era, pero en ciertas zonas tenía otras preferencias. El dilema estaba en aprovecharse del momento para hilarlo con sus gustos, pero entonces Xavier se abrazó a ella, ronroneando gustoso en su cuello y ahí ya si, Laura no pudo aguantarse.

- No, pero Honey también pobrecito, con su piel tan tierna y tan virginal, y no es que seas muy velludo, pero un arreglito pues...- lo dejó caer congratulándose por su astucia. De hecho, Xavier la soltaba lo justo para mirarla con media sonrisa y si, ella astuta donde las halla, le metió la mano por debajo del jersey caminito a su fornido y velludo pecho- Quitamos un poquito por aquí, seguimos más para bajito- engatusandolo con una caricia bien rica bajó la mano indicándole el caminito a seguir- Y....un muchito en mi cosita.

- Jajaja...Lauraaaa- sonrojado, el hombreton que era Xavier se escondió en ella. Esos detalles de volverlo mantequilla o aniñarlo en un momento, eran exclusivos de Laura, sólo ella era capaz de transformarlo a su antojo. Pero joder, en toda la vida no se había hecho nada ahí donde la mano de Laura se aventuraba con disimulo- Es que yo ahí...tu sabes, nada..cero.

- Ya Honey pero...¿a que da gustito llegar a la mía y encontrarla suave y limpita?- a su rollo e interés continuó Laura, sin dejar de emocionarse por ello, con los cambios observados en Xavier. Aunque, dios que gustazo y que placentero, era estar arañandolo y sobandolo como le daba la gana.

- Eh...joder Laura, sabes como de loco me vuelve- de solo pensar en esa parte de Laura, Xavier se tensó y hasta diría que la caricia de Laura se tornaba más insinuante. Tanto que temió, estando en mitad de un pasillo cómo estaban, a que su organismo mostrara el gustazo real que estaba sintiendo y por eso, la pegó a él tratando de tapar los posibles efectos.

- Ay pues...ahora mismo no caigo, como estás de Papi super formal- las tonalidades de ambos comenzaron a variar y Laura encantada, no dudó en tontear a lo máximo, a lo que Xavier no protestó.

- Muy loco- le dijo bien cerquita de su oreja y si, la temperatura de ambos comenzó a subir. Algo a lo que ayudaba mucho, la mano de Laura aún pérdida bajo el jersey de Xavier y el beso que comenzó entre ambos con una curiosa testigo.

- Jijijiji....

Inés, la risitas oficial del grupo, que se cosco rápido de la situación calentita de ambos y que generosa a rabiar, le entregó a Laura una llave muy especial. Llave que en le presente, con Marina mosca por la existencia de un cuartito que ella conocía sólo por su profesión, con Lucía pegada a su móvil, con Laura recordando demasiado acalorada ese cuartito y con Fátima pues...

- Jajajaja la llave el juego que ha dado, madre mía- las risas de Fátima interrumpieron el recuerdo de Laura y menos mal, porque de solo recordarlo calentita se estaba poniendo. Pero oh, a las risas de Fatima se le unió la risita tonta de Lucía y stop. Suficiente fue para Marina. Ya estaba bien de guasa y sobre todo, de secretitos.

- O sea...a ver, ¿de que llave habláis?- las interrogó provocando mas risas, aunque no de todas. Inés subió las orejillas en modo alerta porque ella no recordaba haberle contado al Mykoyan más veloz de la historia nada de llaves, cuartos sucios y peor, Lorenas amas de llaves. Laura ni se inmutó, bastante tenía con  estar excitándose, con un nuevo enfado con su querida suegra y con haber reunido a sus amigas para nada, porque total...cuentas ningunas le estaban echando.

- Jajaja, ayyyy es que me da la risa y así no puedo- lo intentó Fátima pero como decía le podían las ganas de reír - Cuéntaselo tú Lucía, que eres su madre joder.

- Pero vamos a ver- le dijo Marina no dejando a su madre contestar, aunque ésta mucho empeño no estaba poniendo prefiriendo seguir con su móvil. Vale, Marina debía recapitular. Laura hablando de ese cuartito, tenía cara de estar poniéndose "tierna", a Fátima le daba la típica risa floja de "que bien me lo he montado yo en ese cuartito" y en la sonrisa que mantenía su madre no quería ni pensar. Suma hecha y resultado obtenido, pero...No le cuadraba en absoluto Fátima y bien que se lo iba hacer saber- No me lo puedo creer, ¡pero si tú solo vienes de visita!- le dijo indignada y había que entenderla. Para ella el sexo formaba parte de su pasado y sólo le bastaba sentir la pedazo cicatriz que simboliza todo el cansancio físico y psíquico que iba acumulando como para pensar en tener sexo. En cambio sus amigas pues...

- Ayyy...fue culpa de tu madre y la sonrisa que ahora mismo tiene- le contestó Fátima acusando claramente a Lucía y Marina fue mirarla y comprobar que su madre mantenía ESA sonrisa.

- Lo se, cielo...se que este es un momento de esos en los que preferirías imaginarme tejiéndote una bufanda mientras veo cualquier programa de cotilleos, pero  

- Es un zorron, como todas las de ésta mesa- la interrumpió Fátima y si, todas rieron incluida Marina. A fin de cuentas la vida seguía ahí fuera o más bien dentro del cuartito. Así fue fácil volver a reír y bromear sobre el cuartito sin que Inés dejara de estar tensa. Tanto hablar del cuartito acabaría llevándolas de vuelta a las llaves, como así pasó para indignación de Laura que se mantenía perpleja por la omisión manifiesta a sus problemas que todas estaban haciendo- Jajaja, no creáis que en el fondo no os envidio, ¿pero quien os pasó la llave?- de muchísimo mejor humor, Marina llegó donde Inés no quería y ahí si, Laura acabó saltando.

- Os recuerdo que estamos aquí porque tuve nueva movida con ese ser que tengo por suegra y la llave pareces tonta, es la llave maestra de reanimación... se la dio una de las celadoras, monisima ella, a Inés- soltó sin pretender encender motores, pero...

Danger, peligro, alerta, SOS, Houston tenemos un problema o dos...fue lo que pensó Inés conforme Marina fue girándose para clavarle sus increíbles ojazos miel acompañados de unas larguísimas y espesisimas pestañas, que embellecían su mirada pero que no rebajaban su mala leche.