Las
disculpas de Lucía a voz quebrada de impotencia, prácticamente
desnuda entre restos de lechuga y copas de vino rotas, no fueron
bastante para esquivar los ojos de halcón herido a traición con los
que Susana la estaba mirando. Si no los conociera tanto, sino supiera
de sus variaciones, no se habría agarrado a la encimera con
auténtico pánico, adelantándose a lo que por la boca de Susana iba
a salir.
-
No, cielo...no- suplicó aun sabiendo que no había caso. Enzarzarse
con ella entre besos, la dejaba como lo que no era, y por supuesto no
quería escucharlo, por eso se arrancó con todo- No he venido por un
polvo, y no eres el sabor del mes de alguna heteroflexible, porque no
soy ninguna heteroflexible que esté jugando contigo- precisó porque
para su suerte, los ojos de Susana seguían siendo un gran ventanal a
su interior. Fuera de recursos infantiles como mandar una foto a su
hija, lo más importante fue ponerse en el lado de la mujer que
continuaba mirándola herida. Desde el punto de vista de Susana, ¿qué
eran ellas? ¿Que papel podía pensar que jugaba ella en la vida de
la piloto? Siendo honesta, no había dado muestras de nada, más que
buscarla para diversión. Normal entonces que Susana se sintiera en
cierta parte, como su "experimento bollo", ese que es
para unos polvos, y que cuando se echa de menos una polla, seguro se
va a buscarla, ¿por que total? No es que se hubiesen declarado
fidelidad o amor eterno. Quizás había llegado el momento de ponerse
sobre la mesa las cartas y decir hasta donde iban o querían ir. Pero
antes Susana debía dejar de mirarla así, aunque debía reconocer el
impacto causado por sus palabras- Si, cariño...se lo que has pensado
e incluso puedo adivinar lo que ibas a decirme- le dijo no buscando
recrearse en su virtud. Ya ves que cosa no haberlo apreciado a tiempo
y como se había adelantado a sus palabras, tuvo que adelantarse a la
huida de la piloto, atrapándola entre sus piernas. Toda una ventaja,
ser más alta y ancha, que le permitió retenerla junto a ella y no
ver más sus ojos heridos. Mucho de cierto había en las palabras de
Laura al pobre vendedor. Rota la tensión, Lucía pasó de
consejos, dejándose guiar por sus propios sentimientos. Esos, que
ante el ligero temblor que persistía en Susana, le resquebrajaban
por dentro. Hablar fue el único remedio con el que contaba, primero
para que Susana dejara de temblar, y segundo para redimirse de si
misma y su infantil huida.
-
Fuí como la chica que aceptó las alas del pájaro y le hizo caso,
cuando éste le pidió volar. Volé, pero lo hice para acabar
estrellándome en el mismo punto de partida- le dijo atenta a cada
respiración de la piloto, única señal no teniendo sus ojos para
comprobar si estaba consiguiendo llegar a ella. La media sonrisa que
apreció en su hombro, le hizo soltar aire con disimulo, no cayendo
en que no era la única que estaba atenta a la otra- En mi mente
sonaba mas creíble, ésta cosa- se permitió sonreír y no se guardó
las ganas de besarla por donde fuese- He cambiado mi marca de café y
no es porque me guste más, sino porque me sabe a ti- sin perder un
ápice de personalidad, lo confesó chascando la lengua, ganando que
Susana se acomodara más en ella- Se que tu estás volviendo a leer
Romeo y Julieta, pero eso fue el dispensador de Felipe, cariño-
siguió con cierto humor, volviendo a tomar aire. Mientras les
quedará su humor, había esperanzas. Pero no por ello iba a
callarse, ahora ya no- No es comparable a enfadarte contigo misma
porque no te reconoces. Porque eso me pasó, llegué a no
reconocerme. Yo, que he sido una mujer que se ha querido y mimado
mucho, me veía mirando escaparates buscando prendas más para tí
que para mi, yo que me he vanagloriado de dormir en mitad de la cama
sin ronquidos, piernas pesadas o pelos en la almohada, me vi
durmiendo arrinconada en una orilla de la cama soñando que tú
ocupabas el centro, yo que he presumido de tener una gran vida
social, me vi renunciando a cenas o reuniones, para quedarme en casa
hablando por teléfono contigo y todo eso no fue lo peor. Lo peor fue
verme pérdida y sin fuerzas cuando ingresaron a mi hija, sólo
porque no tenía tu mano apretando la mía y lo peor también fue
comprobar, que mi dicha resulta ser mas dicha si la contemplo en tus
ojos. Eso me deja sin ser yo como ente único y cielo, llevo 52 años
siendo ese ente, debe ser normal asustarse un poco- por fin, volvía
a correrle calidez por las venas y el cuerpo de Susana dejaba de ser
una tabla rígida, que le permitía bromear- Todo esto, con brocoli
en el culo y sin que tú te hayas mostrado mucho, ¿uhm?- su propia
gracia, le hizo retener una carcajada en el hombro de Susana, eso y
que podía sentir a ésta totalmente pillada.
-
Brocoli- musitó la piloto, dejándose llevar por esa calidez que
volvía a correr libre entre ambas.
-
En el culo, si- le confirmó comenzando por igual a repartirse
caricias. Como siempre, sus cuerpos volvieron a comportarse como
imanes- Aja...no me ha salido una flor, me ha salido brocoli- alargó
la gracia Lucía a punto de gemir al sentirla, ahora si, pegada a
ella- ¿Cariño?- tan a gusto de nuevo, que no quiso evitar ronronear
de placer.
-
¿Uhm?- como ella, la piloto se deleito resguardada en su calidez,
que se tornaba más suave y caliente.
-
Querer hacerte el amor ahora, ¿es mal?- le dijo camino a su
boca y contra ella, las dos sonrieron para hablar de otra forma. La
necesaria para que sus cuerpos buscándose con ansias las llevase
hasta el sofá, con ansias de fundirse, de sentirse dentro la una de
la otra, para poder así sacudirse el miedo pasado y comenzar un
camino juntas. Así no hubo tiempo de alargar los besos y caricias,
no podía haberlo si la humedad deseosa de Lucía, quemaba el muslo
de la piloto, si los besos de ésta se enredaban apremiando un
despegue que finalizó con Lucía cayendo sobre ella, increíblemente
suya. La misma que se había adelantado a su furia, la que entendía
sus silencios y veía en sus ojos, caía sobre ella sintiéndola por
primera vez, absolutamente suya y la misma, que no iba a dejar de
sorprenderla. Porque tomando aterrizaje en su cuerpo, Lucía atinó
de lleno en sus anhelos.
-
Quiero tus alas, las quiero- dijo Lucía sin tener idea de colgantes
con alas ni de las intenciones ocultas de Susana de entregárselas.
Nada podía saber ella, más que las locas historias contadas por
Inés del abuelo. Escucharla pedírselas, a Susana no sólo la dejó
totalmente entregada a ella, sino que la hizo volar a un recuerdo.
Habían pasado años, muchos para no sentirte un tanto mayor, al recordarse corriendo por el campo en pleno invierno, huyendo de su casa. Allí donde dejaba los gritos de su madre y el silencio de su padre. No querer ir al baile anual de los "quintos" era lo único que había hecho. Pero como siempre, su madre se mostraba intolerante con ella. Debía no sólo acudir, sino que también debía hacerlo primorosamente vestida y de la la mano un chico. De sólo pensarlo, le entraban ganas de vomitar. Era distinta a las otras chicas, no había que ser muy lince para apreciarlo. No quería cursar estudios, en aquella época machistamente etiquetados para mujeres; una dulce profesora, una paciente sanitaria o una agradecida secretaria. No, ella quería volar y formar parte del ejército. A conseguirlo dedicaba todo su esfuerzo, ganándose la incomprensión de su madre. Pero no, esa noche no iba a ceder a chantajes, no iría a ese baile, no aguantaría a ningún chico y por supuesto, no vestiría como debía. Razones tenía para mantener su rebeldía aunque eso le costase, tener que soportar la mirada desengañado de su hermano, cuando fue a buscarla.
-
Llevábamos todo el año esperando ir juntos a ese baile, ¿no vienes
por un vestido?
El
vestido era lo de menos. Podía soportarlo y hasta sabía comportarse
como lo que de ella se esperaba. Pero había un motivo más que
callaría.
-
No te lo pongas, no le hagas caso... Papa y yo, te entendemos.
Su
hermano le hablaba de entender, cuando puede que por aquellas, ni
ella misma se entendiera.
-
Te vienes conmigo, y haremos lo que queramos.
Lo
que ella quería hacer, sin duda no podría hacerlo en ese baile. No,
si quería evitar darle más razones a su madre para hacerla sentir
diferente.
-
Joder Su...dime algo, odio cuando te quedas así de callada.
El
silencio, su mejor escondite. Ya en aquella época lo era, y la edad
le había hecho perfeccionarlo.
-
Está bien, no te vengas...pero sabes como yo que Lia solo ha
aceptado ir con ese chaval, para poder asistir y verte. No soy tonto,
Su...otra cosa es que me lo haga porque me duele que no me cuentes
tus cosas. ¿Y sabes? Habrá Lias mucho más valientes que ésta,
estoy seguro.
Querer
hablar y ahora no poder. Pasa cuando te escondes en un silencio
hermético, las cuerdas se acostumbren a la no acción y cuando
consigues espabilarlas, tu hermano se marcha sin que le hayas
explicado.
-
El silencio sólo funciona con quien no te conoce, diferente es con
quien si lo hace.
Su
abuelo, el que le faltaba para completar su noche. El loco que creía
hablar con los pájaros siempre acompañado de un águila calva fiel
a su locura, él mismo por el que más de una vez, había acabado
revolcada en el suelo con algún payaso que lo ofendía por
diversión. El viejo, de larga barba y ojos cariñosos, que guardaba
su silencio en un abrazo.
-
No hay animal que no necesite expresarse y a veces, un buen grito lo
pone todo en su sitio....será lo primero que hagas, cuando bien
arriba en el cielo, despliegues tus alas de acero.
Mucho
había tardado el abuelo, en sacar a sus pájaros a relucir.
-
Abuelo, es un avión...no son alas.
-
Bueno...sirvieron para que hablases. ¿Quien es esa Lia y por que no
me la has traído? ¿No te avergonzaras de este viejo loco?
-
Jajaja, eso nunca...eres mi abuelo.
Aquella noche unas alas le hicieron hablar y ahora bajo el cuerpo de Lucía acoplada a ella, volvían a hacerla hablar. Aunque, fue después de que Lucia se acomodara en su pecho, cerrando los ojos.
-
Cielo, cuando quieras decirme Hola, ya me habré dormido, apenas
dormí sin ti- medio dormida, a Lucía le sobró aliento para bromear
y se dejó llevar por el sueño, al sentirla reír.
Y
bien, Susana al final no habló. No por su boca, pero si en hechos.
Porque esperó que Lucía durmiese, para abandonar el sofá y su
cálido cuerpo, en busca del colgante que sin saberlo, había
reclamado la propia Lucía. No sin cuidados, se las apaño para
ponérselo creyendo que no la había despertado y con él puesto, la
dejó necesitando salir al balcón buscando el aire que todo pájaro
necesita.
Nada
más ver a Lucía en el portal de su casa, se había jurado no ceder,
mantenerse firme en su decisión de dejar cualquier relación con
ella intentando salvarse y ahora, horas después, se veía cogiendo
aire medio temblando al ser consciente de lo que acababa de
entregarle.
Pero, ya se lo avisó el abuelo, los silencios no valen como resguardo ante quien te conoce, porque ellos saben como interpretarlos.
Pero, ya se lo avisó el abuelo, los silencios no valen como resguardo ante quien te conoce, porque ellos saben como interpretarlos.
Lucía
no dormía, no podía hacerlo si tenía sus alas entre los dedos. Lo
que hacía era coger el móvil para escribirle: Yo también, te
quiero. Son solo dos palabras y no sabes como llena sentirlas.
Letras
que en su día las unieron y que en el caso de Laura, no obtenían
los mismos resultados.
Bueno han tenido su momento “polvo” marca Inés, pero lo importante es que Lucía ha sacado lo que le carcomía por dentro para decirle claramente que la Quiere, y que todos tenemos un momento de necesidad para reflexionar cuando hay un cambio importante en la vida. Susana no ha hablado, sino ha ejecutado la acción de entregar esas “alas” que es como darse ella, siendo una acción muy hermosa, pero para mí aun falta la guinda y es lo que le escribe Lucía, un “TE QUIERO” hablado, porque aunque se da por hecho, que ambas se quieren, a veces hace falta escucharlo de la persona amada, aunque solo lo haga una vez.
ResponderEliminarLa verdad Gemo, el trozo es sensibilidad pura entre ambas, escribes de maravilla y me repetiría diciéndotelo las veces que fuera necesarias, pero creo que la forma de expresarme para hacer ver que es así, es que con cada trozo que escribes, cuando llegamos al final, sentimos unas ganas terribles de seguir leyendo, y para mi esa es una virtud a la hora de escribir.
Muchísimas gracias por el tiempo que nos dedicas escribiendo estos relatos, porque creo que no debe ser nada fácil hacerlo.
Gracias,
A.
Qué declaración de amor maravillosa, Gemo!!! Yo que dejé de ser ente único!!! Que más podía decir como entrga total.Precioso, para leerlo una y otra vez.Gracias por lo que nos das.
ResponderEliminarConstance
espetacular gemito, obrigada pelo seu tempo dedicado a nos fazer felizes
ResponderEliminarbrigoninha
Ole ole y ole las escritoras con arte! Este es el trozo en mayusculas! Espectacular, conmovedor y atrevido...vamos, que me ha encantado.
ResponderEliminarEsa sinceridad con palabras, de Lucía y con silencios, de Susana. Y para broche de oro esa entrega de alas de la piloto y es te quiero de la doctora.
Muchas gracias por compartirlo con nosotras.
No hay palabras suficientes para agradecértelo.
L.a.c.e.r
Aunque quisiera decir algo sobre esta pareja y este trocito no superaria a los que me han precedido escritora....solo añadire....Emotivo y precioso....
ResponderEliminarUn placer leerte niña...Gracias por escribir Gemo...
Divina-Wilson
......SIN ALIENTO...SABES DEJAR A QUIEN TE LEE...SIN ALIENTO...ESTA NOCHE LO CONSEGUISTE CONMIGO....ESCRITORA ADMIRADORA TUYA SOY DESDE EL FORO...HE LEIDO CADA UNA DE TUS HISTORIAS CON EL PLACER QUE DA LA BUENA LECTURA...ESA FRESCA...ESA QUE RELAJA TRAS UN DÍA FUERTE DE TRABAJO O DE TROTES POR ESTE MUNDO ...DONDE SOMOS PASAJEROS EN ESE VIAJE LLAMADO .VIDA...HE VISTO COMO CADA LETRA LA ENCAJABAS EN HISTORIAS ... DONDE TUS MUJERES GEMOLARES ABRIAN UN TEATRO DONDE AL FINAL LEVANTABAN ENTRE APLAUSOS...NOS HAS HECHO REIR...SONREIR...SENTIR....VIVIR....EN CADA UNA DE ELLAS...Y ENTRE ESAS MISMAS LETRAS...ESAS MISMAS SONRISAS....TE GANASTE UN PALCO POR DERECHO ...TE GANASTE SER ''ÚNICA'''...Y LO SIGUES SIENDO...MARCANDOTE CADA VEZ....LIMITES MÁS ALTOS...QUE EN ESTE TROZO...EN ESTE....LOS SUPERAS...O LOS IGUALAS...PORQUE NO SE SABE YA COMO DECIR DONDE ESTA ESE LIMITE CONTIGO....Y CON SEGURIDAD COMO SIEMPRE HACES...CUANTO MÁS ALTO LLEGAS....LUEGO MÁS ALTO TAMBIEN LOS SUPERAS....
ResponderEliminar....ABSOLUTAMENTE FUERTE ESTO TUYO...ABSOLUTAMENTE¡¡¡ DA LO MISMO YA...LAS PROTAGONISTAS QUE PONGAS...AL FINAL TÚ LAS HACES A TODAS ELLAS SERLO...A TODAS...PORQUE CONSIGUES SACARLES ESE ALMA QUE LLEVAN....ESOS SENTIMIENTOS QUE SALEN A FLOR DE PIEL POR CUALQUIERA DE SUS POROS....¡¡LO HACES¡¡¡ GRANDE¡¡ LO ERES¡¡....LA ADMIRACION NACE SOBRE UN TRABAJO BIEN HECHO...EL TUYO CRECE CADA DÍA LLENO DE CHISPAS...
CREO...QUE NI TÚ SABES EL POTENCIAL QUE LLEVAS DENTRO...Y CREEME QUE LO TIENES...ARRASAS CON TUS FORMAS Y LO PLASMAS PARA LLEGAR A QUIEN TIENE EL PLACER DE LEERTE...
Y HOY ME SALIO DEJAR UN POCO DE LADO A LAS MUJERES GEMOLARES...A LAS QUE TÚ CREASTE ...PARA HABLAR DE LA MUJER ..DE LA ESCRITORA...QUE LAS HIZO POSIBLES...TÚ.
Y DICHO ESTO...QUE NO ES MÁS QUE DE NUEVO DEJAR PATENTE LA ADMIRACIÓN QUE SIENTO POR QUIEN DESDE HACE ¡¡TANTO¡¡ LEO Y SIGO HAYA DONDE ESCRIBAS...
AL FINAL SI HABLARE DE LA HISTORIA...ES IMPOSIBLE NO HACERLO ADEMÁS...IMPACTA CADA UNA DE LAS PALABRAS DICHAS...LA SITUACIÓN DE ESTAS DOS MUJERES QUE LLENAN CADA TROZO QUE HACES DE ELLAS....DONDE HERIDA SUSANA Y LAMIENDOSE ESAS MISMAS HERIDAS VE ...''SIENTE''' COMO ESA MISMA LUCIA QUE ANTES ELLA DESNUDO PARA POSEERLA....AHORA SE DESNUDA ANTE ELLA...DESDE LAS MISMISIMAS ENTRAÑAS....CON COSAS COMO '' HE CAMBIADO DE CAFE ...NO PORQUE ME GUSTE MÁS....SI NO PORQUE ME SABE A TI'''...Y SIGUE DESNUDANDO SU ALMA AL RITMO DE CADA CACHITO QUE SACA DE ELLA....ALAS...PUNTOS DE PARTIDA....VIDA SOCIAL QUE CAMBIA POR UN SOFA ...EN EL QUE LA TIENE SOLO CON PENSARLA....¿ CUANTAS COSAS MÁS? TODAS...TODAS LAS QUE LE SALEN PARA SEGUIR DESNUDANDOSE ANTE LA MUJER QUE AMA ....DESGRANADO CADA SENTIR...SOLO PARA RENDIRSE ANTE ELLA DE UNA VEZ POR TODAS...
.....SIGUE SIENDO UN AUTENTICO PLACER LEERTE...
GRACIAS.....POR ¡¡TANTO¡¡¡.....SIEMPRE.....
Totalmente de acuerdo con Celeste, mismo habiendo visto “casi” nacer una escritora que sigo desde el principio, no dejo de encantarme con sus historias e personajes. Es imposible no reconocer su cualidad, talento. Está a altura de las grandes del foro (fue allí donde comenzó). Para mí es un honor saber que yo la alenté a crear su blog y seguir escribiendo…escribiendo… siempre y siempre….
EliminarSi quieres a alguien, díselo
Si extrañas a alguien, confiésalo
Olvida las reglas o el miedo a verte ridículo, porque no hay nada más ridículo que dejar pasar la oportunidad, de decirle a alguien lo que sientes de verdad.
….por anticipo… ¡Feliz Navidad!