Tampoco
estaba resultándole fácil, a Inés decorar la habitación para
pajarito tratando de imitar al máximo la que en su día, decoró
junto a su madre para Karla. A la piloto se le iban las horas, metida
en la habitación que sería para pajarito entre pinturas, papeles y
acuarelas. Difícil era, porque la cenefa de pajaritos se le resistió
bastante y más difícil aún, porque Marina desde la planta baja no
hacía más que meterle presión para subir y verla. Pero nada que
ver, Inés se mantuvo firme, pensando en darle una verdadera
sorpresa. Por eso se volcó en dedicarle todo el tiempo necesario,
sin prisas para que cada detalle quedara perfecto, pero así, se
llegó a meter tanto y puso tanto de sí, que acabó pincel de
acuarelas en mano, recordándose junto a su madre.
No
tenía ni los ocho añitos de edad, cuando en cuclillas junto a su
madre, la veía cantar mientras rellenaba las siluetas de pájaro de
la habitación decorada para Karla. Quietecita, casi ni respiraba,
viéndola cantar sonriente mientras dibujaba.
-
¿Te gustan?- la pregunta de su madre le hizo sonreír de lo más
enamorada. Ella ya estaba queriendo que su habitación estuviese como
esa, llena de pájaros.
-
Jijiji siiii y a Papi también le encantará, lo se- le había
contestado y su madre, dejó el pincel para acariciarla.
-
Cuando Papi vuelva, pintaremos la tuya igual- los planes de su madre,
por supuesto que la entusiasmaron y quiso abrazarse a ella. Pero su
madre ya estaba embarazadisima de Karla y con cuidado, la guió hasta
sentarla lo más próxima a ella. Después de todo, Inés había sido
hija única por más tiempo del que habían deseado y era normal, que
la niña pudiera sentir cierta celera. Aunque ella, sabía como
tratarla- ¿A quien quiero yo?
-
A mi- le contestó prácticamente derretida por los mimos de su
madre.
-
¿Y ahora también a quien?- la pregunta de su madre, la llevó a
mirarle la grandisima barriga que tenía.
-
A mi hermanita- le contestó tras acariciarla, deseando que esa niña
que decían llevaba su madre saliese de una vez.
-
Jajaja siii y a Papi, sois mi vida los tres.
Demasiado
bonito fue el recuerdo, como para quedarse como si nada. Sería que
cada vez estaba más cerca la más que probable cesárea de Marina o
simplemente que estaba sintiéndose como seguro lo hizo su madre
pintando aquella habitación, que terminó emocionándose y por
supuesto echándola de menos. Así, no sintió el taconeo enérgico
que anunciaban a Laura llegando hasta ella.
-
Baby...va a ser verdad que Marina te contagia su revolución hormonal
por la saliva- le dijo Laura dejando a un lado su locura. La emoción
de Inés se podía palpar e incluso se contagiaba, por eso ella dejó
caer su bolso y se sentó a su lado abrazándola- Les va a encantar,
a los dos- siguió sincera entre besarla y admirar la cenefa que como
decía, le encantaría a Marina y de seguro, al pequeño pajarito- Me
ha costado horrores que no subiera, menos mal que mi mirada Taylor es
infalible- poco a poco, las dos volvieron a sus risas. Pero lo cierto
para Inés, es que Laura se veía como siempre, igual de arreglada y
perfumada, aunque era evidente que había algo distinto en ella y
eso, debía guardar relación con su situación con Xavier. Al final,
fue la propia Laura quien le dio la razón- Me he pasado toda la
mañana hablando con Lucía entre paciente y paciente, y la
conclusión es...que hable con él. Hablar no se me da mal, ¿no?
-
Para nada- le contestó Inés, feliz de que por fin Laura comenzará
a dar su brazo a torcer y deseosa, por saber si Lucía haría lo
mismo con su Tía. A fin de cuentas, con Laura no tenía que
disimular su interés- ¿Y Lucía?
-
Oh Baby...salió hace cinco minutos hacía Torrejon en su propio
coche. Seguro follaran como locas...que envidia por favor, daría lo
que fuese para que ésta noche Xavier me pusiese mirando a donde él
quisiese.
Puede
que sus deseos, estuviesen cerca de cumplirse o no. Porque Xavier,
como había hecho ella, llegaba a casa de las chicas no con muy buena
cara.
-
Ufff, que pinta traes- fue lo que le dijo Marina, nada más abrirle
la puerta. Barba descuidada, ojeras negras marcadisimas y hombros
caídos. Deformación profesional, no esperó su saludo para tocarle
la frente, buscando tomarle la temperatura.
-
Sólo necesito café- retirándole la mano que después le besó,
Xavier se adentró directo a la cocina, dejando a Marina chascando la
lengua. El abajo con esa dejadez evidente y Laura arriba, de lo más
paradita. Que tontería estaban los dos haciendo a su juicio, pero ni
modo, le tocaba escuchar a Xavier, ya después hablaría con su
amiga- No te he preguntado, ¿como estáis hoy?- en cuánto Marina
llegó junto a él, Xavier se interesó por ella y el bebé, aunque
por dentro estuviese regañándose por ir por la vida oliendo al
perfume de Laura. Que podía saber él, que en verdad Laura estaba en
esa casa y que el rastro que había olido era efectivamente de
ella.
- Mejor que tú- le sonrió Marina parándose a su lado. Era curioso comprobar como lo iba conociendo más en el presente, que cuando habían estado juntos. Aunque no era tan curioso, en verdad era ahora cuando se había interesado de veras por él- Laura está arriba- lo informó no queriendo sorpresas y esperó, a que Xavier terminase de pelearse con la cafetera y con él mismo.
- Mejor que tú- le sonrió Marina parándose a su lado. Era curioso comprobar como lo iba conociendo más en el presente, que cuando habían estado juntos. Aunque no era tan curioso, en verdad era ahora cuando se había interesado de veras por él- Laura está arriba- lo informó no queriendo sorpresas y esperó, a que Xavier terminase de pelearse con la cafetera y con él mismo.
-
Pensaba que había conseguido volverme loco al entrar y oler su
perfume, pero no...algo de cordura me queda- para ser broma le sobró
seriedad, aunque funcionó para darse por vencido con la cafetera,
entregándosela a Marina- No estoy preparado para alguien como ella-
viéndola poner la cafetera se cruzó de brazos totalmente a la
defensiva consigo mismo- Me disloca, me lleva a impulsos y a veces no
puedo seguirle el ritmo. ¿Me entiendes?- se aseguró de que Marina
lo comprendiese y la sonrisa de ésta le hizo continuar
verdaderamente a gusto por poder contar con ella- No es que sea
caprichosa, yo adoro que sea así, ni que sea medio locaza y
cualquier cosa la entusiasme, no es nada de eso, porque todo eso me
encanta de ella, es...- dudó sin saber él mismo como continuar y
Marina se sonrió.
-
Que quieres más- continuó por él apoyándose junto a él, mientras
la cafetera hacía su trabajo. Con ambos mirándola, los dos
intercambiaron opiniones.
-
A ti te olvide, puedo hacer lo mismo con ella- le dijo elevando los
hombros no muy convencido de sus palabras mientras Marina alzaba una
ceja incrédula.
-
No compares, Xavier- le dijo sin creer que fuese tan fácil y al
verlo a punto de debatirle siguió- Lo nuestro fueron unas cenas y
unos cuantos polvos, sin más.
-
A mi me encantaste, llegué a estar pillado por ti- ahora si protestó
aunque sin ninguna credibilidad, provocando una nueva sonrisa en
Marina. Normal, se sentía genial pudiendo hablar así con él.
Habida cuentas, era el padre de su hijo y así era como deseaba
llevarse con él. Pero eso no significaba, no dejarle las cosas
claras por su bien.
-
Aja, por la tía con la que follabas de lujo pero de la que poco o
nada sabías- directa, Marina empleó palabras sin adornos para
hacerlo entrar en razón y cierta risa le dio la cara sorprendida de
Xavier para enseguida retomar con seriedad- El morbo gana curiosidad
e ilusiona, engañándonos con sentimientos que no son reales.
Mírate, apuesto lo que sea a que conmigo no estabas así- concluyó
y Xavier no encontró argumentos que justificasen lo evidente. Marina
tenía toda la razón y a ella se abrazó suspirando- Lo vamos a
conseguir...seremos un trío perfecto para mi niño- en sus brazos y
con confianza, enseguida recordó a su bebé y pronto se sirvieron
los cafés para degustarlos tranquilos, olvidando los dos, que no
estaban solos en la casa. Aunque Inés llegando en completa seriedad,
no solo les recordó que no estaban solos, sino que conociéndola, su
seriedad alertó a Marina.
Conversaciones entre parejas que son más que necesarias.
ResponderEliminarXavier tiene que decidirse si arriesgar a estar con Laura, o no. Entiendo su postura. Veremos a ver que tiene que decir la docora a eso.
Susana y Lucía...deseando mucho, mucho, mucho, leer su reencuentro.
Muchas gracias por el trozo.
L.a.c.e.r
Me gusta que hablen entre ellos, ahora quedo a la espera de la segunda parte de la conversación, porque por la cara de Inés ha escuchado algo. jajaja
ResponderEliminarY sigo esperando el reencuentro de Lucía y Susana, como será?
Gracias.
A.
Me parece a mí que lo que atrapa de esta historia son tus personajes, Todos son inmensos. Nuestras protas, por supuesto... y mis favoritas, Susana (<3 <3 <3) y Lucía. Los chicos, la Karla, la Laura... en fin...
ResponderEliminarEnorme gemo.
besos
calypso
......INES ENTRO JUSTO CUANDO NO DEBIA?.....HABRÁ TORMENTA DE ESAS QUE LOS CELOS PROVOCAN ?....
ResponderEliminarSOLO TÚ ESCRITORA TIENES LA LLAVE A ESTAS PREGUNTAS...TÚ Y ESA FORMA TUYA DE SEGUIR SIENDO ´´ÚNICA''
DESEANDO ESE DESENLACE Y ESE '''ENCUENTRO''''
GRACIAS.......POR ¡¡TANTO¡¡¡¡
CELESTE-NEGRO.
Si..deseandolo y si..Ines entro en el momento equivocado creo yo..
ResponderEliminarpero la vida es asi..unas veces te da todo y otras te la complica..
Pero estoy segura que esta pareja saldra adelante...yo lo deseo
se lo merecen...
Divina-Wilson