El
revuelo formado al ser conscientes de que se les había olvidado su
propia boda, fue importante. Más ante la presión de ir recibiendo
invitados para los que tenían una cena improvisada gracias a Doña
Puri. Del histerimo de Laura, tuvieron constancia más allá de Los
Pirineos, mientras que Marina asumía el error como podía, siendo
ella tan cumplida le estaba costando lo suyo, Nacho se relajó había
dejado a Marina divina para mismamente una boda, Karla siguió
riéndose por todo, ni Berlanga habría planeado una secuencia igual,
Susana se abrochaba las botas sobre su elegantísimo traje de
pantalón y americana, sonriéndose por las quejas manifiestas de
Lucía e Inés pues...era la que mejor llevaba el asunto. Todavía en
el jardín, con sus pantalones de pana bien calentitos metiéndole
mano a los pobres choricillos que habían quedado huérfanos en la
barbacoa, acompañada por el primo Agustín, un personaje de tío
demasiado parecido a ella. Así, normal que su conversación sólo
fuera comprensible para ellos solos.
- Así es la vida primo, estás aquí con unos colegas de barbacoa y vienen y te dicen, que te casas...normal que me ponga nerviosa, primo. Entendible debe ser... quieras que no- decía estar nerviosa pero viéndola toda retrepada, choricillo, pan y vino bueno de pueblo en la mano, no es que lo pareciera. Aunque su primo, ese ser que comía choricillos como ella, si lo hacía.
-
Quieras que no...así es prima. Tú nada más tienes que ver a la
prima Dori, casada más años que Matusalen, que no quería hijos ni
de otros, pues mirala se fugó con un mulato y ya va por tres
chavales- le cotilleaba aprovechando la ocasión el primo Agustín y
así no, que entráis en bucle.
-
Algo habrá tenido que ver la tranca del mulato...quieras que no,
primo- aportaba su idea sobre los posibles hechos que llevaron a su
prima a ser de repente madre de familia numerosa.
-
Así es, prima...quieras que no, eso debe notarse- ahí seguían los
dos, dale que dale al choricillo, el vino, el pan y sólo les faltaba
pedir café con pastas para redondear, pero Karla a pesar de las
risas que le suponía la interesantisima conversación que mantenían
ese par, decidió interrumpirlos o habría que levantarlos con grúa.
-
A ver, Inés tira para dentro que sólo faltas tú por vestirte- le
dijo dando por hecho que no sería tan fácil separar a ese par.
-
Vestido no me voy a...ayyy, ayyyy, ayyy- le daba el ataque emocionado
a la piloto, al contemplar a su hermana en vestido corto con medias
gruesas y botas, guapísima. Así, se olvidó de no llevar vestido
para babear a muerte por su hermana- Ayyy, que vas bellísima... A mi
boda, hermana...a mi boda, esto es la primera vez que me pasa a mi-
los informaba lloriqueando emocionada. Que nerviosa decía estar y lo
mismo a su forma, si que lo estaba...quieras que no.
-
Quieras que no, prima...quieras que no- la seguía su primo y lo
dicho, en bucle total entraron, que entre risas trató de salvar
Karla, pero entonces por la verja llegó Nacho, perfectamente vestido
para la ocasión con un traje blanco, camisa negra y sombrero,
cargando con su guitarra y Karla, no dió para más que suspirar por
los huesos de Nacho. Lo mismo que hacía éste, hasta que de nuevo
llegaba otro invitado, siendo nada menos que la madre de la novia.
-
Mi niño...vais los dos guapísimos- siendo conocido que para Lucía,
Nacho era su ojito derecho, enseguida lo halagó y Nacho no tardó en
hacer lo propio con ella, antes de fundirse en un abrazo. Todo de lo
más previsible, si no fuera porque al Primo Agustin, le chiflan las
mujeres con solera y Lucía, transpira de eso mismo.
-
Me acabo de enamorar, primas...¿quien es la mujer que me acaba de
robar el corazón?- les preguntó ensalivándose las cejas para
peinarselas e Inés quiso responderle rápido, pero Karla con ganas
de cachondeo la calló pensando que no estaría mal que Agustín le
tirara los tejos a Lucía con su Tía Susana llegando tras ella-
Cucha que manera de andar tiene, y viene hacía mi. ¿Os apostáis
que cae en dos vinos?
Fe
le echaba el muchacho, pero para llegar a Lucía entrando en casa de
su hija, antes ésta vestida ya para su boda, se aseguraba a base de
llamadas telefónicas que los amigos y familiares de fuera, habían
encontrado hotel donde dormir esa noche. Con todas las comprobaciones
hechas, se dispuso a repasarse el maquillaje y contemplándose en el
espejo, un recuerdo llegó a ella.
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Igual de arreglada, era el espejo de la habitación de su madre donde se contemplaba orgullosa por el conjunto conseguido. No en vano, esa noche celebraba con sus compañeros de Instituto la terminación de éste. Feliz, tras haber cumplido sus dieciocho años y haber conseguido la nota para acceder a Medicina, le faltaba sólo bailar al son de la música que tenía puesta bien fuerte cuando su madre entró en la habitación y sin decirle nada, se apoyó en la cómoda mirándola en silencio. Fue muy fácil entender su mirada, como a ella misma le pasaba, Lucía se despedía de la niña para darle paso a la mujer que comenzaba a ser Marina.
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Igual de arreglada, era el espejo de la habitación de su madre donde se contemplaba orgullosa por el conjunto conseguido. No en vano, esa noche celebraba con sus compañeros de Instituto la terminación de éste. Feliz, tras haber cumplido sus dieciocho años y haber conseguido la nota para acceder a Medicina, le faltaba sólo bailar al son de la música que tenía puesta bien fuerte cuando su madre entró en la habitación y sin decirle nada, se apoyó en la cómoda mirándola en silencio. Fue muy fácil entender su mirada, como a ella misma le pasaba, Lucía se despedía de la niña para darle paso a la mujer que comenzaba a ser Marina.
-
Vale...deja de mirarme así o lloraré- le tuvo que pedir ante el
brillo contagioso que bañaba los ojos de su madre.
-
Uhm...no, sólo dejame que te de un beso- fueron las palabras de
respuesta de su madre, quien después abrazándola suspiraba
adaptándose al cambio- Tened cuidado ésta noche y cualquier cosa me
llamas.
-
Si...¿tu no ibas a salir?- le había preguntado mientras las dos
resoplaban queriendo sacudirse la emoción sentida y Marina, no llegó
a saber, que su madre esa noche canceló su cita, para quedarse en
casa rodeada de objetos que simbolizaban su niñez. Montándose toda
una despedida de su niña, ya mujer
----
Parecido a como en el día de hoy, con la diferencia de que ambas se miraban en un espejo distinto.
Tras haber contratado a las prisas varios autobuses para los asistentes, Marina no aguantó las ganas de llamar a su madre, pese a saber que en nada seguro llegaría a su casa. Y fue como si Lucía la esperase, porque el móvil descansaba en el lavabo, bien cerca de ella. Nada más atender su llamada, por igual se quedaron calladas, sólo sintiéndose. Hasta que fue Marina, quien rompió el silencio.
Parecido a como en el día de hoy, con la diferencia de que ambas se miraban en un espejo distinto.
Tras haber contratado a las prisas varios autobuses para los asistentes, Marina no aguantó las ganas de llamar a su madre, pese a saber que en nada seguro llegaría a su casa. Y fue como si Lucía la esperase, porque el móvil descansaba en el lavabo, bien cerca de ella. Nada más atender su llamada, por igual se quedaron calladas, sólo sintiéndose. Hasta que fue Marina, quien rompió el silencio.
-
Uffff, déjame que te diga esto de corrido, se que para ti es una
tontería esto de la boda y puede que para mi también lo sea, a Inés
me unen vínculos mucho más fuertes y valerosos que un papel, pero
me caso de igual modo y...necesito, quiero que tu firma aparezca con
la mía.. Eso y que te quiero- como le había anunciado habló de
seguido desatando el congojo de Lucía que de primeras solo atinó a
suspirar- Jajaja, veniros ya..¿si?
-
Si- las risas de Marina le hicieron sonreír retomando el control- Yo
también te quiero mi vida.
Aunque
fue colgar, dejar el móvil de nuevo en el lavabo y tener que volver
a resoplar. Menudos tiempos llevaba. Primero el susto de Marina,
después la necesidad cada vez más acuciante de tener a su vera a
Susana y ahora...ésta no entraba al baño para abrazarla como
necesitaba y para postre, al coger la gargantilla para ponérsela su
primera intención fue pedirle su ayuda.
-
Joder- de mala leche, tiró la gargantilla cuando ahora si, Susana
entraba al baño- Vamonos ya, están por salir hacia el Juzgado- sin
gargantilla, sin sonrisa y sin nada, Lucía pasó por al lado de
Susana, extrañando a ésta por sus formas, sin quedar ahí la cosa.
Mujer de no hacer preguntas, Susana se limitó a ir junto a ella
acompañándola, pero Lucía se mantuvo igual de callada hasta que
llegaron a casa de Marina e Inés y saludó efusiva a Nacho.
Bueno,
no le hizo falta mucho más para entender que Lucía estaba
estableciendo una barrera entre ellas, faltaba saber el motivo. Sin
resquemor, la dejó saludando a Nacho y después al primo Agustín,
claramente entusiasmado con ella. Como culparlo, Lucía iba sumamente
elegante y sus deliciosas formas, redondeaban su conjunto de vestido
y chaqueta.
-
Tía, ayudame con Inés que pasa de ir en vestido- la llamada de
Karla peleando con Inés, le supuso una tregua. Era momento de
centrarse en Inés y su boda. Pero antes, tras lo dicho Karla se
quedó mirando el atuendo de a quien le había pedido ayuda y así
volvió a las risas - Jajaja, anda que a quien voy yo a pedirle
ayuda.
-
Tirar para adentro, anda- les pidió Susana mientras los invitados
seguían llegando y algún otro más.
Leoncio y sus obreros improvisados, después de quedarse sin barbacoa y con las parientas arregladas, volvieron a por Inés. Alguno mostró sus reticencias a asistir a la boda por toda la cara, para lo que el capataz puso razones.
Leoncio y sus obreros improvisados, después de quedarse sin barbacoa y con las parientas arregladas, volvieron a por Inés. Alguno mostró sus reticencias a asistir a la boda por toda la cara, para lo que el capataz puso razones.
-
Las invitaciones las hicieron cuando no nos conocía, ahora seguro
que nos invitaba.
Vamos
ya, como los que más se colaron por allí sin levantar sospechas y
siendo agradecidos, hasta les dió para ayudar.
-
No tienen música para la boda, eso no puede ser. Como que me llamo
Leoncio, Inés tiene música en su boda. Llamate a la orquesta del
pueblo, verás que pasodobles más buenos vamos a echar esta noche.
Elemento
fundamental era éste para acabar de formar una boda al estilo
Berlanga, como bien había pensado Karla, pero fuera de ahí lo más
principal estaba siendo esa mezcla de sentimientos, que a turnos,
llevaban cada uno.
-
Así debe sentirse José Tomás cuando los visten para torear..snif-
la que más, era Inés. Que de pronto reía que lloraba y que lo
mismo, le daba por querer a Marina pegadita a ella- Decirle que venga
ya, ¿la estáis cuidando? Que tiene que estar tranquilita...¿y
si me ahogo? Ay madre mía...yo no se si estoy preparada para esto.
A
su Tía y hermana, les tocó aguantar una mijita muy larga el
torbellino de emociones que revoloteaba a Inés, que no terminó al
entrar Marina a por ellas, lo hizo al encontrarse con los ojos de su
hermana, clavaitos a los de su madre.
-
No jodas...Inés, no jodas- le suplicó Karla, con un nudo
instantáneo formado en su garganta. Normal, los ojos de Inés la
llevaron a una celebración también muy emotiva; sus alas de
piloto.
----
Ni siquiera podía cuantificar el tiempo desde que su madre se había mostrado tan radiante y feliz. Era una pasada verla sonreír saludando a unos y otros por la Base Aérea. Daba igual que se fueran encontrando con los que habían sido compañeros de su padre y a ella verla así, le encogía el alma, porque significaba recuperar a su madre, aquella que por días parecía enterrada junto a su padre. El día lo merecía, aunque a ella no le hiciera ninguna gracia, que Inés se licenciara como piloto. Pero bueno, de ese resquemor se había ocupado Susana, haciéndole entender que era el día de compartir la alegría con su hermana y desde luego, que ver y sentir así de bien a su madre, le ayudó a olvidar la fobia que tenía a todo tipo de aviones. La congoja que ahora mismo sentía mirando a Inés, era igualita a cuando aquel día entró en la habitación militar de Inés acompañada por su madre y la vió perfectamente uniformada con unas alas doradas colgadas de su chaqueta a las que reconocería entre mil.
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Ni siquiera podía cuantificar el tiempo desde que su madre se había mostrado tan radiante y feliz. Era una pasada verla sonreír saludando a unos y otros por la Base Aérea. Daba igual que se fueran encontrando con los que habían sido compañeros de su padre y a ella verla así, le encogía el alma, porque significaba recuperar a su madre, aquella que por días parecía enterrada junto a su padre. El día lo merecía, aunque a ella no le hiciera ninguna gracia, que Inés se licenciara como piloto. Pero bueno, de ese resquemor se había ocupado Susana, haciéndole entender que era el día de compartir la alegría con su hermana y desde luego, que ver y sentir así de bien a su madre, le ayudó a olvidar la fobia que tenía a todo tipo de aviones. La congoja que ahora mismo sentía mirando a Inés, era igualita a cuando aquel día entró en la habitación militar de Inés acompañada por su madre y la vió perfectamente uniformada con unas alas doradas colgadas de su chaqueta a las que reconocería entre mil.
-
Me...me puse las de Papa- se las mostró Inés, guardando el
orgullo que le suponía lucirlas en su uniforme. Puede que su madre
no lo entendiese e incluso que comenzase a llorar pensando en
Roberto, pero no fue así. Carmen sonrió como hacía mucho tiempo.
-
Estas muy guapa, cariño...debe estar muy orgulloso de que las
lleves- le dijo rompiendo toda tensión por los temores y se dispuso
a sacarle brillo a esas alas- Papá siempre las llevaba brillantes.
Karla
viéndolas pudo sentir como Inés, apreciaba el cambio en su madre
abrazándose a ella, mientras que su Tía, la cogía por los hombros.
-
¿Crees que algún día dejaremos de echarlo de menos?- le había
preguntado a su Tía, sin muchas esperanzas y así se lo confirmó
Susana.
-
Creo que eso no será posible, Karla- la contestación de su Tía fue
la esperada y las siguientes palabras escuchadas de su madre,
terminaron por hacer llorar a todas.
-
Su pájaro.... ya vuela.
----
Tan parecido a como ahora, las tres se abrazaban entre lágrimas no por echar de menos a uno, sino a los dos.
Tan parecido a como ahora, las tres se abrazaban entre lágrimas no por echar de menos a uno, sino a los dos.
-
Pufff- trató de sacudirse la emoción Susana aunque bien difícil
era- Esta bien, vayamos a casarte de una vez.
No
tan ligera iba a ser la cosa. Puede que como su hermano, Susana
tuviese alas de acero, pero solo las alas y el día como a todas,
estaba pudiendo con ella, más con la pequeña cajita que guardaba
con honor en su americana. Casar a Inés, cómo único miembro
cercano a las niñas, como las llamaba Carmen, daba para necesitar un
pequeño empujón que le quitase la tontería y sin ninguna reserva,
fue a por Lucía. Vale, que siguiera tan distante como quisiese con
ella, que a ella le iba a dar igual para acercarsele, irrumpiendo
entre el grupo en el que estaba Lucía, besarla sin cortarse un
pelo, soltar aire por su boca tras besarla y llevarse de vuelta a
Marina.
-
Jajaja, madre mía... Y esto no ha hecho más que empezar- arrastrada
por Susana, algo que se estaba convirtiendo en un clásico en los
días importantes, se dejó llevar Marina hasta donde Inés aguardaba
con Karla y si no fuera por pajarito, hubiera saltado sobre Inés-
Cielo- derretida ante lo guapisima que se veía Inés, se le escapó
su nombre, antes de contagiarse del aire nostálgico que llenaba la
habitación. Normal que así fuese, muchos de los invitados que
ocupaban la casa y el jardín, no hacía ni un año, las acompañaban
en un doloroso entierro y ahora...- Ufff, cariño abrázame- vuelta a
la lágrima suelta de todas, que Laura y su histerismo cambió a
risas.
-
¿Pero que hacéis? Las novias no pueden verse mucho menos magrearse,
ya la estás soltando Inés... Y tu Susana, ven que te ponga algo en
la americana, para ti peque también tengo un..
Y
digo si tenía, pero por suerte Xavier estaba a su espalda y la
calló girándola como muñeca para besarla con razones propias, que
el resto desconocía. La bofetada que consiguió por tal beso, las
hizo encogerse a todas menos a Laura, que se fue dando pistas de lo
que podía haber pasado entre ellos o no.
-
Imbécil de remate, eso eres- insultándolo se fue, ella si, vestida
sin improvisaciones para la boda y el resto se quedó mirando a
Xavier y su mejilla colorada.
-
Al menos la calle- les dijo para risas de algunas y mas enojo de
otras.
-
Te he oído imbécil- el grito de Laura debió escucharse en toda la
casa, pero el insultado no parecía muy molesto.
-
Con otro beso más pasará del imbécil- volvió a decirles Xavier y
que bien, vinieron las risas para afrontar lo que Susana traía entre
manos. No se dilato mucho más y volvió a coger de las manos a
Marina, para asombro de sus niñas.
-
Aprovecharé antes de que llegue Lucía y me haga un Laura por hacer
de este día algo aún más emotivo- comenzó a decirle aunque bien
es cierto, que Inés y Karla, comenzaron a escucharla y de inmediato
sus manos se buscaron. Su Tía hablaba en un tono, que ellas y pocos
más conocían- Para la boda de mi hermano, él se empeñó en que
Carmen a parte de lo tradicional, algo antiguo, algo prestado
bla bla, también llevase algo de él al altar. Pidiéndome ayuda a
mi, en lo primero que pensamos fue en lencería sugerente- pauso
dejándolos sonreír y siguió recordando perfectamente aquellos días
gloriosos de su hermano que tuvo la suerte de compartir con él-
Después de varias compras, caímos en el detalle que más lograba
identificarlo. Mi hermano vivía en el aire, a veces a mandos de un
avión y siempre, mecido por el amor incondicional de Carmen, por eso
acabamos comprando esto- volvió a pausar sacando la cajita y
abriéndola al momento. Apenas apreció su forma Marina, las lágrimas
se le amontonaron en los ojos. Era un colgante con unas alas
minúsculas, las mismas que ella estaba deseando poder tatuarse -
Ehm...joder- emocionada como de nuevo lo estaban todos, Susana sacó
el colgante ofreciéndoselo a Marina- A Carmen le encantaría que lo
llevases hoy....ya veremos si pronto por Karla tengo que hacer lo
mismo.
- Olvidáis siempre que soy la peque, no tengo pensado casarme- la protesta de Karla, elegida como mejor opción antes de echarse a llorar en brazos de su hermana, fue interrumpida por ella misma al ver entrar a Nacho y su blanca, hermosa, sincera y super bonita sonrisa- Como dice el ser más loco y amoroso de ésta casa...Honey deja que les haga creer que sigo siendo independiente emocionalmente- terminó su imitación de Laura saltando sobre Nacho, y como en ciclo, otra vez a reír todos. Bueno, todos menos Inés. Que se había quedado loca con las palabras de su hermana.
- Olvidáis siempre que soy la peque, no tengo pensado casarme- la protesta de Karla, elegida como mejor opción antes de echarse a llorar en brazos de su hermana, fue interrumpida por ella misma al ver entrar a Nacho y su blanca, hermosa, sincera y super bonita sonrisa- Como dice el ser más loco y amoroso de ésta casa...Honey deja que les haga creer que sigo siendo independiente emocionalmente- terminó su imitación de Laura saltando sobre Nacho, y como en ciclo, otra vez a reír todos. Bueno, todos menos Inés. Que se había quedado loca con las palabras de su hermana.
-
¿Lo que? ¿Que ha dicho de emocional?- la pobre quiso saber, pero su
Mykoyan con tanta emoción ya había despegado.
-
Jajaja, calla y cásate conmigo- sin poder saltar, Marina se limitó
a estirarse para besar a la piloto y ahora si, el grito de Laura ya
no sonaba a histerimos sino a realidad aplastante.
-
No llegamooooos y la jueza que os ha tocado tiene bastante mala
leche.
Emociones a flor de piel, los recuerdos han inundado las retinas de todas.
ResponderEliminarEsta Laura es capaz de darle otra bofetada simplemente por haberle pedido matrimonio, jajaja.
Un trocito donde nos has dejado ver la complicidad de ambas familias de las contrayentes, en retroactividad viendo siempre como se apoyan.
Ahora, el párrafo donde hace referencia a la cajita que guarda Susana, me ha hecho pensar en que le iba a pedir matrimonio a Lucía, llegaremos a verlo?, en tus manos está el escribirlo y en tu cabeza el pensarlo.
Gracias.
A.
Me ha encantado este trocito.
ResponderEliminarSusana sigue mostrándose muy protectora con sus sobrinas. Emocionándose como la que mas y detallista hasta la médula. Ademas, sumamente comprensiva con los sube y baja de Lucia.
En cuanto a la doctora, se está dando cuenta que está loca por la piloto y aunque intente poner barreras la necesidad se va increcentando. Esperemos que la boda les dé también para que ambas también tengan una conversación, siempre y cuando no se entrometa el primo Agustín, jeje.
La relación entre Laura y Xavier va a base de leches y besos...vaya par de dos.
Me ha encantado el trocito.
PD. Daseando leer la boda..
Gracias
L.a.c.e.r
magnificoooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo
ResponderEliminargemitooooooooooooooooooooooooooo você é ESPETACULAR, gemo você se tornou alguém indispensável para nossas vida
brigoninha
.....¡¡¡ EMOCIONANTE¡¡¡¡ TIERNO¡¡¡¡ DIVERTIDO¡¡¡¡ ABSOLUTAMENTE LLENO...A REBOSAR DE SENTIMIENTO¡¡¡¡ ABANICO CON FIRMA DEL MEJOR DE LOS ARTISTAS DE SENSACIONES¡¡...BRUTAL¡¡¡ EN ESA FORMA DE SACAR SENTIMIENTOS....DE DESNUDAR A TODOS Y CADA UNO DE LOS PROTAGONISTAS¡¡¡...SII¡¡¡¡..
ResponderEliminarABSOLUTAMENTE SIN PALABRAS DEJAS ESCRITORA¡¡...ESE VENDAVAL PARA IR DE UN EXTREMO A OTRO DE HACER QUE LA SONRISA VAYA A LAS RISAS Y QUE LA EMOCIÓN INUNDE AL LEERTE....ES....ES...'UNICA¡¡¡¡..PODRIA DECIRSE ¡¡TANTO¡¡ DE ESTE TROZO...¡¡TANTO¡¡ DE CADA UNO DE ELLOS...DE ESAS ALAS..DE ESA FORMA FRESCA QUE SIGUE TENIENDO INES..DE..DE...ME REPITO PARA DECIRTE ES ÚNICO Y TÚ..'UNICA....
ERES BUENA ESCRITORA...MUY MUY BUENA¡¡¡¡ SI¡¡
GRACIAS.....SIEMPRE.......
CELESTE-NEGRO