jueves, 13 de noviembre de 2014

112- Emergencias 93


Libertad para los presos, parecía gritar Marina, parada frente al gran escritorio que la separaba a ella y a Inés, de la jueza que oficiaría su enlace matrimonial. Después de tanto reposo, haber salido de la casa sin la preocupación de todos sobre si, sonreía pletórica sin ningún tipo de nervios. El documento que iba a firmar, no le daba más veracidad a sus sentimientos y sus deseos de compartir la vida con Inés. Pero ahí estaba junto a ella y si miraba a los costados de ambas tenía a su madre, Inés a su Tía y tras ellas, familiares, amigos, compañeros de la facultad y del partido, colegas, personal del 112 y un largo etcétera. 
Así, sin ser consciente comenzó a tomárselo como una verdadera celebración. Celebraba haber perdido los papeles regañando a una piloto por transmisiones, celebraba haber aceptado la primera llamada interna de esa descarada piloto y todas y cada de las conversaciones con ella, que le habían llevado a enamorarse como nunca de ella. Ahora si que si, ahora si que le gustaría que decenas de pájaros entrasen en ese sala revoloteando. Sería capaz de vitorearlos y amaría que sobre ellas cayeran besos-pluma. Ok, demasiada fantasía le estaba poniendo. Pero es que estaba tan de buen humor, que hacía momentos cuando entraban a las carreras a esa Sala, ni la parada de burro de su madre, la había inmutado.
- Joder- había musitado Lucía deteniendo su paso para girarse hacía ella con mala cara. Normal también que ella la mirase sin entender ni media- La jueza que os caso es Marisa.

¿Marisa? ¿Quien era Marisa y por qué debía importarle? Ella solo quería entrar ahí, cumplir con los cinco minutos de rigor y disfrutaaaar, todo lo que pudiera dadas sus circunstancias. Pero nada, su madre insistía en Marisa como un problema.
- Vale...verano del 2002, ¿recuerdas a Iker? Pues Marisa era ELLA.
WTF!- fue su pensamiento nada más unió cabos con la información dada por su madre. Marisa, la jueza que ahora las miraba con cara de pocos amigos, era la mujer del tío que se pasó con su madre todo aquel verano, en según él, una tregua en su matrimonio. La misma mujer que los había pillado cenando juntos y menos mal, que sólo fue cenando...conociendo a su madre como ella la conocía.
- Ay Mamá por favor, ni se acordará de ti. Hace mil años de aquello- había tratado de quitarle hierro, dejando a un lado a la mujer Sanchez que era. Pero claro, lo había hecho ella, no su madre.
- Como la muy pava os arruine esto, se entera.
La seriedad con que lo dijo su madre, ciertamente le hizo tragar saliva, pero entonces Susana empujó a Inés parada queriendo escuchar algo de lo que ellas hablaban sin lograrlo.
- Jijiji siiii, así la espero en el altar...mola.
Vale, la gracieta de Inés a ella le hizo reír enamorada, pero a la jueza no le hizo tanta gracia.
- No se en que se parece esto a una Iglesia.
Ahora la que tragó saliva fue Inés y ay dios, su madre enseguida saltó.
- Cierto...a este sitio le falta luz.
Valeee, ya era bastante que denigrara el lugar catalogándolo despectivamente, para que además su madre le añadiera lo de la luz, como dardito. Dardito al que la jueza respondió.
- Y desde luego virgen no tiene, más bien lo contrario.
Fuck...la cosa se ponía bastante tensa entre su madre y la jueza, pero que tranquila se lo estaba tomando ella. Pues eso debe ser, sentirse feliz. Volverse una pasota que se deja achuchar por su todavía prometida, mientras su madre le plantaba cara a la que le iba a casar.
- Jajaja, culpable me declaro y dejame recordarte que como jueza deberías saber que la alevosía es una agravente, que en mi caso está más que demostrada. En otras pues...sólo lo que pueden.
Valeeee, que ella estuviese en su propia nube de felicidad, no era como parecer ajena al dardo directo en toda la boca que su madre acababa de enviarle a Marisa mientras Inés...
- Jajaja, cariño que no estamos solas
Mientras Inés le metía mano como si estuviesen en la cola del cine y no en su boda. Para su tranquilidad, Susana carraspeo dos veces. Que suerte tenerla cerca cómo contraposición a su madre.
- Creo que no estamos aquí para juzgar a nadie. Señoría cuando guste podemos empezar.
Que alivio fue que Susana interviniese. Tras sus palabras las dos gallitos midieron su fuerza visualmente hasta que la jueza varió su mirada a Susana y después, a los asistentes en general.
- Jijiji...así se las liga, es una fiera. Casi como yo.
Lo susurrado por Inés en clara alusión a su Tía le hizo reír de nuevo y tener que interrumpir esa risa después, por la mirada de la tal Marisa que empezaba a caerle muy gorda. Pero joder, Inés tenía razón porque los ojitos de la pava de vez en cuando se le escapaban hacia Susana.
- Jijji...es el aire ese que tiene entre malafollá y resabía, ¿o k ase?- insistía Inés en hacerle reír y así difícil mantenerse seria.
- Jajajja, cállate que nos regaña.
No, todavía no las iba a regañar, faltaba que el teléfono de Inés comenzará a sonar y con cara de niña buena pidiera poder atender la llamada.
- Será un minuto es que verá hemos tenido que organi
- Atienda o se le irá el minuto.
Valeeeee, a Inés ni tocarla o se llevaba las de su madre más las de ella. Pues bien, venía más demora para una boda hecha a las prisas. El restaurante que les hacía el favor solicitaba saber el número final de asistentes y ahí... Volvió a echar una manita Susana.
- No se preocupe, esto lo arreglo en cinco- pidió Susana a Marisa, para a continuación dar dos fuertes palmadas que dejaron calladas a la sala- Vais a alinearos según los bancos y os enumerareis de izquierda a derecha. Si yo soy el uno
- Yo soy el dos- la ayudó Inés y ella, mientras tanto se lo pasó pipa mirando las caras de todo el personal. Pues si, a Susana se le notaba la profesión y obedientes, los asistentes comenzaron a numerarse como hacían los que no habían entrado ordenados por el primo Agustín. Cachondeo hubo, pero al final la cuenta salió medio que y Susana redondeo el humor de la jueza.
- Nos encantaría que si puede, tome algo con nosotros- le dijo con la habitual sequedad que tantos triunfos le había dado, mientras Lucía se tragaba un ja bien gordo.
- Quizás- le contestó la jueza a Susana y Lucía no se tragó más nada.
- Que pena, madre mía- con toda la ironía del mundo se lo dijo bien directa y con toda la pillería del mundo pasó a mirarse las uñas- Una uña que se me puede romper- sonriéndose por el evidente enfado de la mujer, Lucía no pudo recrearse mucho más al escucharse hablar a Inés con el restaurante.
- Pues en total, viniendo la jueza...seremos 310, jolines- se quedó loca echando cuentas rápido la piloto, pasando así a mirar un poquito acojonada a Marina- ¿No habíamos invitado a 250?
Desde luego que ellas solo mandaron 250 invitaciones pero estaba claro que se había superado la cifra, vete tú a saber porqué. Y es que, ninguna sabía que había que contar con la banda de música del pueblo y algún invitado por la cara. Pues a Marina, todo siguió dándole igual, para sorpresa de Inés. Estaba claro que para ella, que la felicidad que sentía, estaba segregandole alguna hormana con resultados parecidos a los estupefacientes. Ok, parecía que la ceremonia por fin comenzaría pero que nada que ver, de pronto se escuchó un ruido  similar a una bofetada bien dada y listo, todos miraron a la fuente del ruido que era Laura y si, todos dieron por hecho según se tocaba la cara Xavier, que había sido una bofetada muy bien dada. La cosa era saber porqué y que la jueza no se enterase.
- Jijij lo lleva loco- le musitó Inés a Marina y ésta la miró con claros signos de callate que estamos en un juzgado y le acaba de cruzar la cara- Petardos están tirando...que están felices de que nos casemos- salió con lo primero que pilló y siguió pareciendo que por fin la boda empezaría pero entonces los tacones de Laura resonaron hasta llegar junto a Lucía y Marina.
- Negarme que no está super follable con ese traje gris y pajarita- les dijo nada más llegar hasta ellas y las risas pasaron de ella misma, a Lucía, Marina e Inés, aunque no sabía muy bien porqué. Vale e iban unos cuantos, ahora sí empezaría o no, habría que esperar que Karla se posicionase junto a su Tía e Inés.
- Joder...es tan guapo que a veces me da miedo de que se me rompa- ella también llegó halagando a su pareja y así...
- Aja, supongo que el suyo también será follable.. -musitó con toda la intención la jueza y menos mal que pasó de la risita de Marina para continuar- Ahora bien, ¿puedo empezar?
Y si, pudo dar comienzo con la ceremonia y Marina dejo de atender a todo aquello que no estuviese en los ojos de Inés. Ojos donde como en película, se vió riendo en el pequeño despacho del centro de emergencias por las ocurrencias de la piloto, o sus largos desvelos donde trataba de entender la necesidad cada vez mayor de ésta, el funeral de su madre y la primera vez que la vió, para después verse corriendo por la plaza de Pedraza tirando de ella y como ahora, contemplarse en esos ojos sonriendo como si la felicidad pudiera guardarse en ellos. Normal entonces, que no pudiera atender a las palabras clásicas y tan repetidas de la jueza y que fuese Inés quien la sorprendiera al finalizar las mismas con un sentido beso que la sala aplaudió. Y también normal, que correspondiendo al beso entre sonrisas, no pudiera ver como su madre la miraba recreándose en la felicidad que las dos transmitían para después, en un acto totalmente inconsciente, buscase los ojos de Susana, como si al mirarse en ellos, la dicha contemplada pudiera ser mayor. Pero, que la inconsciencia la llevase a unos ojos, con tales pretensiones enfadó a Lucía consigo misma. Por suerte no tuvo tiempo de recrearse en ese enfado, llegó el momento de firmar y tras ello, la hora de salir de esa sala con Susana esperándola para salir con ella.
- ¿Estás bien?- la pregunta de Susana no es que la sorprendiera. Para cualquiera sería evidente su cambio, pero en esos momentos, todavía sin lograr entenderse, prefirió mentir.
- Si, no te preocupes- contestó dejándole una caricia en la mejilla, que Susana supo entender, al verla salir sin ella.
Tontería entonces, esperar que se subiese en el coche con ella, como tampoco lo esperó Xavier de Laura. Con las novias llevadas por Nacho y Karla, las amigas de siempre se buscaron y acabaron esperando coche juntas.
- He entrado en bucle con él, de pronto quiero comérmelo, como de pronto cualquier cosa me enfada- lo dicho por Laura, relajó un tanto a Lucía, dejando que fuese Fatima, la madre de Laura, quien le contestara.
- No veo el problema, eso alarga la pasión quieras o no- dijo Fatima, sin sorprender a su hija, que le cuco un ojo, totalmente de acuerdo con ella.
- Por favor- no pudo callarse más Lucía- Alargará la pasión, pero debe estresar muchísimo- terminó de decir sin caer, en que hablaba con dos de las personas que más podían conocerla.
- Sin duda- concuerdo con ella Fatima, sonriendo para Laura, venía estocada para Lucía- Pero debe hacerlo mucho más, cargarte algo tan especial por puro capricho- acertó de lleno Fátima, no gustosa de hacerlo. Pero no había de otra. Lucía pasó a mirarla con los ojos entrecerrados preguntándose en que momento había sido tan transparente y Laura, corrió a posicionarse a su lado.
- Yo puedo entenderlo. Es como si, sin tu esperarlo te regalasen una casa hermosa. De primeras te encanta, no la esperabas y eso hace que la veas ideal para ti. Pero después, comienzas a verle fallos o detalles que no te gustan. Lo mejor en ese caso, es detener las obras si las hay o directamente derribar aquello que no te gusta...estoy segura que entonces, con la casa rehecha podrás disfrutarla a todo confort- les dijo casi sin respirar y al verlas mirarla sorprendidas concluyó a su forma- Cuando me pongo seria enamoro, lo se.
Que sus amigas la conocieran tanto, no podía en verdad sorprenderla y así, la auténtica sorpresa para Lucía, por lo que demostraba conocerla Susana, vino de mano de ésta cuando se sentaron en el restaurante.
- Es el día de las chicas, que lo disfruten y disfrutemos...yo esta noche regresaré a Torrejon y tendrás el espacio que necesitas.
Pues bien, había conseguido lo que Laura, bautizaría como derribo, ahora había que digerir que derribar ese muro significaba no tener a Susana. La celebración continuó como se podía esperar; alegría. Siendo gente joven y dispuesta a la fiesta, las chicas disfrutaron del buen humor de los asistentes, de los bailes, besos y risas, sin que ninguna de ellas olvidase el especial estado de Marina. Por eso a mitad de la noche, ésta tomó asiento junto a la gran chimenea del establecimiento sin que le faltase escoltas. Laura, Lucía, Karla y Esther, siendo ésta una de las invitadas que más llamaban la atención. Todo mujeres, que copa de vino en mano frente a una chimenea, aprovecharon para "rajar" de todo en general. De un tema a otro, entre risas, que las llevó a terminar hablando de intimidades de alcoba.
- Vale...- intervino Laura con alguna copita de más- ninguna de nosotras es heterosexual cien por cien, y de entre todas ganan las que habiendo sido hetero a lo grande ahora estáis con mujer. Yo me pregunto ¿en verdad no echáis de menos un pene?
- No- fue la respuesta rotunda de las tres eludidas, Marina, su madre y la presidenta. Ellas completamente seguras de su respuesta y Karla, un poquito ofendida.
- ¿Lo extrañaste estando conmigo?- no pudo quedarse sin preguntarle y la sonrisa que presidió el rostro de Laura, de lo más pillina, le dió la respuesta- Jajaja, que tonta eres.
- Yo especificaría, no echas de menos un pene, pero un poco si la simpleza del hombre- siguió Esther, consiguiendo el aplauso de todas, hasta que Lucía bajó los humos feministas.
- Lo cual puede ser virtud o defecto, su nula respuesta ante un problema sentimental, no ayuda a extrañarlos- sus propias palabras dichas sin ninguna intención le hicieron sentir un pellizco en el estómago y rápido buscó con la mirada a Susana, encontrándola charlando con la jueza. Susana si tenía respuestas y sobre todo, si sabía adivinarla.
- Estamos generalizando- dijo Karla- no todos son así.
- El tuyo no vale, es una creación de dos mujeres- le contestó Laura y vuelta a las risas para continuar en el terreno de las intimidades.
Llegadas a éste punto, Marina comenzó a sentirse cansada y como había hecho su madre, buscó con la mirada a Inés hallándola en el mitad del salón siendo alzada por sus primos. A pesar de la risa que le dio al verla así, no pudo evitar sentir cierta nostalgia. En el juzgado ningún pájaro había hecho acto de presencia, tampoco en el camino hasta el restaurante y hasta ahora, que ni un triste murciélago las había acompañado. Pensando en lo tontos que podían ser sus propios pensamientos no fue consciente del revuelo que se armó en el salón al sentir aterrizar un helicóptero del 112. Lógico, pronto Inés salió pensando dando por hecho que sería Oscar, mientras la mitad del gran salón se extrañaban e incluso preocupaban y ella, ella se emocionó y fue peor, cuando karla se abrazó a ella, diciéndole:
- Pájaro real o de acero, pero siempre cerca de nosotras y ahora de ti y este amor de bebe.
A pesar de la emoción y de querer que Inés disfrutase con su gente, Marina no pensó en alargar más la noche, pero se le adelantó Susana, quien primero se despidió de sus acompañantes y después de ella.
- No tardes mucho en venir y ten cuidado- le dijo sin unirla a su madre. Susana tenía el suficiente peso en casa por si sola y por la unión con Inés para pensar en esos momentos en otra cosa, aunque la actitud de su madre, diera para ello.
- Quien debe cuidarse eres tú- la rebatió Susana y cuando se abrazaron, Marina sintió distinto su abrazo y sería por lo emocionada que estaba o porque en verdad, Susana se mostraba así, que le pareció alicaída- Mejor me voy ya- terminó de despedirse Susana y se quedó parada frente a Lucía sin saber que haría ésta y respiró una mijita cuando Lucía se incorporó y comenzó a caminar junto a ella. El silencio de Lucía, comprensible o no, la resquebrajo sin olvidarse de ser ella misma y seguir poniéndoselo bien fácil- Hay una canción que dice...dejemos que las noches te hablen de segundas partes o despedida. Creo que es muy
- ¿Es la misma que le has recitado a ella?- con no muy buenos modos,  la interrumpió Lucía, e incluso señaló a Marisa, la jueza de la ceremonia. Maldiciéndose por comportarse así, aunque a la vez, deseando que Susana le contestara con alguna de las suyas. Y tal cual la estaba mirando, no estaba lejos de conseguirlo.
- No, se corre demasiado deprisa y eso no me- esta vez no la interrumpió Lucía ni la bofetada que de ella esperaba. Lo hizo ella misma y Lucía se limitó a morderse la lengua. Así, a ella no le quedaron más ganas de seguir con un absurdo que aún queriendo, no llegaba a entender- Pues eso, que las noches te digan- sin más se marchó haciendo de tripas corazón al ser acompañada por sus sobrinas, después el puño de su moto, sabría de la vuelta que había dado su día y de quizás, dar con una explicación a la actitud de Lucía.
- Lo has hecho, madre mía- las palabras de Laura, despertaron a Lucía que se había quedado petrificada viendo a la piloto partir- ¿Para que me haces caso?
- No has sido tu, cielo- corrió a calmarla y lo consiguiera o no, quien quedó sin calma fue ella.
Mientras, Inés regresaba de despedir a su Tía y con ella, daba la celebración por concluida. Marina ciertamente se veía cansada y no podían arriesgar lo más mínimo. Pajarito, aún debía soportar unas semanas más dentro de su Mamá.
- Jajaja, ni te creas que nos vamos sin bailar- a pesar del cansancio, Marina no se olvidó de la especial noche que era para ambas.
- Jijiji, ¿la que ensayamos?- se envalentono de más la piloto y no, por rumbas no es que Marina estuviese pensando en bailar.
- Jajaja, no...o sea, no.

Tarde se negó Marina teniendo a Nacho cerca con su guitarra y mal que bien, bailaron una rumba pausada, cerrando la noche para ellas. Porque algunas otras, no la terminaron ahí.



8 comentarios:

  1. Fantástico el trocito, pero que desasosiego me llevan la parejita independiente pero con ganas de depender la una de la otra, Lucía se acaba de columpiar, su cabeza le dice una cosa y su corazón otro, así que ya pude salir corriendo detrás de Susana y terminar la noche en un hotel cerca de Torrejón (y tu Gemo cuéntanoslo, si cuela, claro), que valla tela como se han quedado las dos, queriendo lo mismo y tan difícil de ponerlo en palabras. Que me enrollo

    Bueno ya las tenemos casadas, ahora a esperar tranquilitas a pajarito, y mientras a disfrutar de cómo se desarrollan las demás parejitas.
    Y la presidenta dando la puntilla

    Mil gracias.

    A.

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  2. Menuda paciencia la de Susana. Ademas creo que ha estado intachable en cada momento. Ha concedido tiempos a la doctora, la ha dejado a su aire y sin pedir ni una sola explicación. Lucía sin embargo, sigue buscando una respuesta que ya parece mas que clara. Que afronte lo que para ella es nuevo y está si entiendo por la piloto, que la busque a Torrejón y se arriesgue.
    Marina e Ines son la imagen de la felicidad y a mi me encanta.
    Deseando leer la continuación...no nos falles mañana Gemo, aunque si prefieres adelantarnos el trozo a hoy, yo no me quejo, jeje.
    Mucjas gracias
    PD. Aunque no he posteado me encantó el mini que pusiste ayer en el foro maca esther
    L.a.c.e.r

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  3. ..... Y HUBO BODA¡¡¡ A SU ESTILO¡¡¡ PERO HUBO BODA..JIJIJIJI..Y PARECE QUE FINAL FELIZ PARA UNA MARINA...QUE...QUE TENÍA LAS MISMAS INDECISIONES QUE AHORA REPITE LA MADRE....DOS DOC EN APUROS PARECEN...PERO LUCIA PUEDE TENERLO MÁS FACÍL ....SOLO TIENE QUE VER LA FELICIDAD DIBUJADA EN LA HIJA PARA CORRER....SIN PARAR ....TRAS QUIEN PUEDE DIBUJARLE LA SUYA...IR A BUSCAR AQUELLOS BESOS QUE DESEAS SIN IMPORTAR COMO Y CUANTO CUESTE...MERECE LA PENA¡¡¡¡¡ LUCIA CORRE Y NO TE PARES..
    Y ESA RUMBA...JIJIJIIJI PARA DESPEDIR A LAS RECIEN CASADAS¡¡¡ ESTUVO DE ESCANDALO ESCRITORA¡¡..
    ME SIGUE ENCANTANDO¡¡¡¡ NO TIENES LIMITE TÚ...LLEGAR A LEERTE...ES GARANTIA DE SONRISAS...

    GRACIAS.......POR ¡¡¡TANTO¡¡¡

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  4. Enhorabuena a las contrayentes¡¡¡¡ Me ha encantando esta boda diferente donde Marina se ve en los ojos de Inés.
    Me declaro fan incondicional de Susana como muchas más, es una señora y como tal se ha comportado con Lucía. Veremos lo que tarda esta en reaccionar no vaya a ser tarde.
    Gracias por tanto como nos regalas.

    Un saludo. Genu.

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  5. fico tristeeeeeeeeeeeeeeee demais quando não temos trocito
    brigoninha

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  6. Como dicen por ahi una boda..diferente..jajaaja...pero todos encantadores y
    cada uno con lo suyo..una boda unica estilo Gran Gemo...UNICA...
    A ver si casadas se apacigua todo un poquito..aunque falta el nacimiento del niño.que sera mas estresante creo yo..jaajaj....Muy bien Gemo0...
    Divina-Wilson

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  7. ayyyyyyyyy ARTISSTAZAAAAAAAAA!!!!!!!!
    esto es lo MÁS!!!!!!!!! cada día, espero con más ansia, saber de todas ellas!!!!!!!!!!!!!!
    no hay palabras a TANTO como regalas!!!!!!!!!!
    GRACIASSSSSSSSS de corazón

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