112- Emergencias 83

Una cosa estaba clara para Laura. Se lo estaba pasando de muerte con los dos chicos, tanto como para desinhibirse sin necesidad de tomar alcohol. Lo que había tenido tan claro, es que la presencia de Xavier en ese mismo Pub, le fuera tan indiferente como quería. Que ganas había sentido de ir hasta él, cuando Miriam había aparecido en busca de su cartera. ¿Pero para que? Por como se había comportado con ella, Miriam era la ideal para él. La típica mujer florero que gusta de serlo y que sabe muy bien, sacar fruto a sus penosas virtudes. Que se jodiera, trabajando como un cabron mientras Miriam se gastaba su dinero. Esa era una buena venganza, sin duda. Pensando en esa venganza, dejó de prestarles atención para seguir con sus chicos. Risas, bailes, alguna broma y Xavier.

Podía hacerse las cuentas que quisiera, que cada tanto, buscaba a Xavier. Era como si le fuese necesario tenerlo ubicado. Primero en la barra, después con Miriam en una mesa y vuelta a la barra solo. Para entonces ella bailaba con los dos chicos y Xavier la miraba absolutamente parado a lo "moro". Si, no podía encontrar otro calificativo para la forma en que Xavier la miraba. Reprobatoria, autoritaria, disconforme... Ja, de poder seguro que le encantaría verla con un burka que ocultara totalmente sus formas y por supuesto, no la dejaría estar en un Pub tonteando con dos tíos. Un momento. Ella solo pretendía divertirse, puede que con unos cuantos mimos extras, no que el Agente mas alto la atrapara entre los brazos, demasiado ¿baboso?

- Jajaja, suéltame que me ahogo- le había tenido que pedir entre risas, al muchacho fortachon de más y por suerte para él, entendió su molestia o eso le pareció en un principio.

- Venga...ya hemos bailado mucho, ¿por que no nos vamos a otro sitio?- la insistencia del muchacho no daba para asustarse. Suele pasar con los tíos, la diversión solo puede acabar de una forma y no era la que Laura tenía pensada. Pero Xavier seguía inamovible mirándola desde la barra. Por Dios, que más necesitaba ese hombre para actuar. ¿Que volviese a los brazos del muchacho como acabó haciendo? ¿Que se le uniera su amigo por la espalda formando un sándwich con ella en medio? ¿Que ella riese super falsa las gracias de ambos? Parece que si, porque fue entonces cuando Xavier dejó la barra y llegó hasta ellos, como no...totalmente tenso. Tal cual, los habían encontrado Marina e Inés.

- O hace algo ahora o la habrá cagado para siempre- le dijo Ines a Marina, tras pedirle quedarse quieta. Fácil para Ines pero muy difícil para Marina. Conocía a Laura tanto como se podía conocer a ella misma. Laura estaba riendo entre los dos tipos sin ninguna gana y su cara era un poema que ella podía perfectamente leer. La incomprensión mas absoluta y la necesidad, de que como decía Inés, Xavier hiciese algo. A él, Marina no llegaba a conocerlo tanto, pero se apreciaba bien facilito, como los celos que de seguro estaba sintiendo, lo mantenían agarrotado. Algo que Laura supo leer y que estaba dispuesta a usar.

- Cielo....abrázame- le pidió a Inés, temiendo por el siguiente paso que daría su amiga. A los celos, más celos. Delante de ellas como en película, pudo ver a Laura pegarse mas efusivamente a uno de los muchachos, al tiempo que Xavier daba el único paso que lo separaba del divertido trío.

- Laura- la llamó Xavier con toda la intención de cogerla del brazo y sacarla del baboso sándwich que habían formado con ella. Por mucho que en su apariencia pareciera enfadado con Laura era mas el asco por los dos babosos, que por ella.

- Que pesadito eres, honey- le contestó Laura, volviendo a pegarse al mas fortachon y éste viendo el panorama, decidió ir más allá bajando las manos al pompis de Laura. La indignación por su atrevimiento viajó de Laura a Xavier y de vuelta a Laura, un manoseo más y toda la frustración que tenía con Xavier la pagaría el baboso- Cariño deja de tocarme el culo.

- Venga ya...estábamos genial hasta que llegó éste- curioso, para el fortachon Xavier pasaba a ser un simple éste y Xavier, trataba de mantener la calma como buenamente podía. Le bastaba un puñetazo para tumbar al tipo y sus asquerosas manos posadas en el culo de Laura.

- Te digo que me sueltes - asustada por ella misma y sus deseos de abofetear a alguien más por como Xavier miraba al tipo, trató de ser ella quien controlase la situación olvidándose del tercero en discordia.

- A ver tío...estamos aquí divirtiéndonos, ¿te puedes pirar?- el segundo Agente intervino, queriendo deshacerse de Xavier y éste tuvo que tirar de todas las formas que como boxeador Conocía para no liarla muy parda. Esos dos tenían tremenda patada en la boca y seguían tocando a Laura.

- No le da la gana, mira tu que cosas- de nuevo fue Laura la que se revolvió entre los dos tíos y Xavier aprovechó para tirar de ellos sacándola del medio- Ayyy- mareada por unos y otros, amo directamente la pedazo espalda de Xavier donde se parapetó- Si no sabéis divertiros, podíais decirlo- les dijo antes de retener el gemido que la espalda de Xavier le provocaba. Amparada por ese cuerpo, los babosos eran menos babosos.

- Venga Laura..si lo estábamos haciendo, ha sido Xavier el que ha llegado y

- Déjala ya- lo detuvo Xavier y Laura estuvo a punto de sufrir un orgasmo. Por fin, había reacción en Xavier. No debía faltar mucho para que volviese ese Xavier que hablaba en francés y que según Marina era una pasada follando. Siempre mas pendiente del placer ajeno que del propio. Vale Marina le había contado alguna que otra virtud más de Xavier que no implicaba sexo, pero es que tras esa espalda fornida y tensa, no daba para pensar en otra cosa que no fuera querer arañarla toda. Pérdida en sus pensamientos, ni vió, ni escuchó que pasaba entre los dos tipos y Xavier. Normal, si estaba como gata ronroneando hasta que Xavier se giró arrebatandole su espalda para ofrecerle su torso. Ni con photoshop quedaría un jersey como le quedaba a él- Mira lo que consigues, he estado a punto de partirle la cara a dos Agentes de la Guardia Civil, ¿es que no tienes límites?- cayó sobre ella Xavier, sorprendiéndola y sorprendiéndose. No había nada en Laura que pudiera tomarse con calma, todo parecía sobrepasarlo y así atacó por la vía mas fácil. Arrepintiéndose al momento, pero ya iba tarde.

- No, no lo tengo- a viva voz le respondió Laura y Marina quiso soltarse de Inés e ir a por su amiga. Pero Inés se lo impidió, pensando que esos dos debían gritarse unas cuantas cosas antes de seguir con sus vidas- Y si no te gusta, te jodes...porque así soy- continuó Laura totalmente enrojecida de puro coraje- Si me apetece follarme a los dos lo haré, como si de repente me hago monja, porque mi vida la manejo yo y quien me quiere, lo hará tal cual soy. Si eres tan retrógrada como para tacharme de puta por pasármela bien como me de la gana, te puedes dar la vuelta y pasar de mi como de- nada mas pudo decir Laura. Ni a baja voz, ni a alta. Xavier reaccionó como tanto había querido con anterioridad, Callándola con un beso, que tenía mas de bocado que de beso. Pero mal, porque ahora ella no quería ese beso o quizás si. Porque se soltó de él y lo hizo solo para darle tremenda bofetada que Xavier encajó como pudo- La hostia tenías que llevártela, por imbécil..y estúpido...y moro y...- de nuevo fue callada por un nuevo beso y ésta vez, o trató de soltarse, al revés. Prefirió saltar y enredar sus piernas a la cintura de Xavier, deseando comerle la misma vida- ¿Pero como te hicieron tan tonto?- entre besos desesperados, ella siguió a lo suyo, mientras Xavier la llevaba como podía hasta la mesa de Karla y Nacho, de los que cogió el abrigo y bolso de Laura- Mira de lo que te preocupas...tocate el pie- siguió dale que dale y entre cargarla, besarla queriendo que doliera y tratar de que no se le cayese todo, Xavier acabó hablando.

- Dios mio...¿es que no sabes estar callada?- comiéndose camino de la salida, todavía les iba a dar hasta para discutir.

- Que no me digas, lo que tengo que hacer....padre tengo, ¿sabes? Ahm...honey.

Así entre discutir y comerse consiguieron salir del Pub y así Inés, pudo retomar el juego inicial con Marina. Fingiendo que se acababan de conocer.

- Vaya...tu amiga es, digamos...ehm- titubeo soltando de su abrazo a Marina y ésta se giró con un brillo bien bonito presidiendo sus ojos.

- Es un amor incapaz de hacer daño a cualquiera y no se si es que estoy un poco sensible, pero me parece que se veían genial juntos- la siguió Marina, entendiéndose ambas con la mirada. Bueno, estaba claro que esa conexión no se podía tener acabando de conocerse como fingían, pero que gustito mas rico sentían, fingiéndolo- Perdona- chascó la lengua Marina, regresando al juego- Me presento y en nada me has tenido abrazar. Pensarás que estoy loca.

- Bueno...podría pero, te voy a contar algo- le dió misterio Inés y alucinante, como ambas eran capaces de aislarse de todo, con juego o sin él- Mi padre decía que era mitad humano y mitad pájaro. Y siendo yo pequeña, me creí ser como él, acabé rompiéndome la cabeza, mira- le dijo mostrándole la enorme cicatriz que ocultaba su cabello y Marina fue a tocarla, como si fuese la primera vez.

- Uhm...ya veo, todo un pájaro loco, ¿ah?- la prosiguió Marina, pasada de vueltas en cuanto a sensualidad mostrada y así...

- Ay dios- exclamó Inés, apretando la boina entre sus manos. Demasiada tontería llevaban ya encima, como para que Marina le hablase así y ella tuviera que seguir como si se acabasen de conocer.

- Jajaja, ¿que?- rió enseguida Marina apoyándose en ella. En verdad estaba cansada y el juego era de lo mas sexy y divertido, pero le iba apeteciendo estar solitas en casa.

- Que tienes unos dejes muy sexys y yo soy muy chica- le contestó Inés, provocando nuevas risas y se terminó el juego. Marina la besó antes de proponerle marcharse a casa.

Así la noche parecía terminar, con Karla sentada en Nacho muy entretenidos con el show de Laura y Xavier, mas el de Inés tratando de sacar a Marina del Pub como lo había hecho Xavier con Laura, y con Lucía entrando sola a casa de Susana por primera vez.

- Ehm....Marina, ¿tu madre sabe que mi perra está en casa de mi Tía?