Para
eso había quedado su fuente de chocolate, para que las cuatro,
Lucía, Susana, Karla e Inés, mojasen en ella una variada fuente de
frutas y nubes. ¿Muy familiar? Si, pero ¿noche sensual? No. A ver,
no es que Marina fuese una egoísta que prefiriese invertir ese
chocolate dibujando a Inés, que puede que un poco si, lo malo del
asunto, es que cada vez que Inés quería darle una nube mojada en
ese chocolate su madre la miraba, recordándole sin hablar, las
calorías que esa nube llevaba. ¿Era necesario? Si, aunque joder,
Jodia. Por suerte, Inés no entendía esa crítica velada de Lucía a
su chica y enseguida mojaba otra nueva nube y para su desesperación
se quedaba a medio camino de su boca porque a Inés le sonaba el
móvil y corría a por él. ¿Con quien hablaba a esas horas?
Mensaje
de Xavier a Inés: No me da bola. ¿Que le habéis contado de mi?
Mensaje
de Inés a Xavier: Jajaja ains, no, no es que me ría de ti o a lo
mejor un poco si. Pero vamos al tema. ¿Tu le has entrado bien?
Mensaje
de Xavier a Inés: ¿Entrar? Yo solo quiero, pues...¿conocerla?
Siempre está sonriendo, es super coqueta, y de gestos muy vistosos y
expresivos. No lo sé, pero no puedo dejar de mirarla.
Mensaje
de Marina a Inés: Cariño cuando quieras, cuando tu quieras me
prestas un poquito de atención. ¿Si?
Mensaje
de Inés a Xavier: Jijii pero si lo hago todo el tiempo. Es el
esperma que por no saber, ni sabe entrarle a una mujer. Yo de verdad,
que no se que le viste al tipo este.
Mensaje
de Xavier a Inés: Ehm...creo te has equivocado al mandarme el
mensaje.
Mensaje
de Inés a Xavier: Jijji va a ser que si, espera que copie y sigo
contigo.
Mensaje
de Marina a Inés: Sigue con el móvil. Tu sigue.
Mensaje
de Inés a Marina: Espera...que me he liado jijiki. Que te quiero yo,
madre mía.
Mensaje
de Xavier a Inés: Era mucho esperar una disculpa, imagino.
Mensaje
de Inés a Xavier (creyendo que es a Marina): Espera...que me he
liado jijiki. Que te quiero yo, madre mía.
Mensaje
de Xavier a Inés: Te has vuelto a equivocar, esta claro.
Mensaje
de Inés a Xavier: Que me he liado copiando, devuélveme el te quiero
que no era para ti.
Mensaje
de Xavier a Inés: En fin...está claro que no me quieres, por eso no
me ayudas con Laura. Ok.
Mensaje
de Inés a Marina (creyendo que es a Xavier): A ver...partimos de la
base de que yo soy muy de querer. Algo debo de quererte. ¿No?
Mensaje
de Marina a Inés: Gracias por quererme ese algo que dices. Muchas
gracias, de verdad cariño. No se como puede esperar más de ti, de
verdad.
Suficiente
para Inés y su procesador lento. De seguir escribiendo podía
continuar cagándola. Mejor dejar el móvil sobre la mesa sin ninguna
importancia, sobrada de más y empezar a sonreír a lo conejilla
tierna e ingenua, para levantar la vista de a poco hacia Marina y
¡Sorpresa! Marina estaba muerta de risa móvil en mano. ¡WTF!
Pensó Inés antes de volver a coger su móvil y desdecirse volviendo
a escribir.
Mensaje
de Inés a Marina: Deja el móvil ya y estate un poco conmigo.
Mensaje
de Marina a Inés: Cariño pero si eres tú. No le vayas a dar la
vuelta que en eso eres especialista.
Mensaje
de Inés a Marina: Te pone mucho volverme loca, lo se.
Mensaje
de Marina a Ines: Jajaja me encanta si. Besame.
Mensaje
de Inés a Marina: Muuuuuack.
Mensaje
de Marina a Ines: Decía que me besaras de verdad, cariño.
-
Ah jiji- despistada cómo pocas casi no podía reír. La boda de
Marina cortaba su risita tonta en un beso de sube.
Sube
y enredate. Sube, enredate, mete la mano por la camiseta. Sube,
enredate, mete la mano por la camiseta, toca teta. Sube, enredate,
mete la mano por la camiseta, toca teta, pezon en alerta y Stop. Por
favor, pensó Marina. Estaban cenando con su madre, la pareja de
ésta, Tía a su vez de la mano que acariciaba su pezon en alerta y
la hermana de ésta, y ellas ahí a lo mono salido buscando bananas
que tocar. Había que parar, costase lo que costase y recomponerse
pero entonces ¡Sorpresa! En la mesa solo estaba Karla pegada a su
móvil, ni rastro de su madre y Susana. ¿Que hacer entonces? ¿Seguir
a lo primate o darle un toque de romanticismo llevada por la no cita
de Laura con Xavier?
-
Ufff...no se que tienes, pero contigo las mariposas no se me van-
optó por cortarse un poco, con una declaración bien bonita y dios
que bien, Inés la miraba boba. Firmaría lo que fuese, porque Inés
siempre la mirase así. Pero claro, Inés no había frenado y estaba
en un punto primate que no permitía stops.
-
Jijiji, mariposas dice...lo que me tienes es ca-cortó a tiempo la
declaración de Inés, mucho más pragmática que la propia y dios,
que ahora no sólo la mirase boba sino que además, lo hiciera con
una sonrisita de lo más tierna, la fundió como al mismo chocolate
de su fuente.
Vuelta
a empezar, te beso, me enredas, me subes la camiseta y Stop.
-
¿Con quien estabas por whatsapp?- se interesó sin sorprender a Inés
en absoluto. Marina podía haber recuperado la seguridad de la que
siempre hizo gala, pero perra guardiana de lo suyo seguía siendo.
Bueno, Inés le respondió con naturalidad que estaba hablando con
Xavier y si, el mykoyan que también era Marina, despegó rumbo a la
cocina.
Genial,
pensó en cuanto las vió partir hacia la cocina Karla. La ignorada
hermana, que aún podía creerse que llevase minutos aguantando el
pasteleo de Marina y su hermana y peor, sus ganas por subir a la
habitación que Nacho le indicaba por mensaje. Se había pasado la
cena, enviándole los videos más curiosos hechos en sus primeros
vuelos cómo azafata, incluida la estancia por dos días en Londres y
en uno de los mensajes recibidos de Nacho, pudo leer- Marina tiene
una caja en la habitación de invitados. Desde pequeños en esa caja
hemos depositados sueños, ilusiones y ese tipo de cosas. Bien, esa
caja tiene algo para ti y estoy seguro, que enseguida sabrás que es.
La caja está dentro del armario de dos puertas y es muy Marina.
Ahora
que se había quedado sola, podía salir corriendo hacia la planta de
arriba de la casa y llegar a la habitación de invitados que Nacho le
había indicado. Vale, para ser una tía en plena forma física,
llegó a la habitación echando los pulmones por la boca. No
habían sido los escalones subidos de dos en dos, ni la carrera
primero por el salón y tras subir las escaleras por el pasillo. Que
el corazón le galopase salvaje y el estómago se le encogiese de
nervios, era por Nacho y sus sorpresas. Sin dilación abrió el
armario y no es que la caja fuese muy Marina, es que la caja estaba
empapelada por fotos de los tres amigos. Desde pequeños hasta
adultos. Un mosaico, que recogía la vida de tres amigos
inseparables. Joder, pensó Karla abriéndola. Sería la hostia tener
el tiempo y la confianza para sacar cada sobre, recorte de periódico,
postales y examinarlos, empapándose de los sueños de esos tres
locos. Una guitarra en miniatura, detuvo sus deseos de escarbar en
esa caja. Nacho, la guitarra gritaba un Nacho ensordecedor dentro de
ella. Con suma delicadeza, la cogió y dejo en la palma de su mano,
para rápidamente fotografiarla y enviársela a Nacho con el mensaje:
Te como.
Dos
palabritas que le salían de las mismas entrañas. Eso mismo le haría
de tenerlo cerca. Emocionada con su guitarra, con miedo incluso a
tocarla, le llegó un nuevo mensaje de Nacho- Cuando quieras
empezamos con las clases- mensaje al que unía una foto del mismo
Nacho ¿en el árbol de Marina?
-
Ahora si que te como- murmuró corriendo hasta la ventana y si, Nacho
estaba en el árbol, guitarra en mano y con uno de sus sombreritos
puestos- No puedes ser más guapo por favor- volvió a musitar
prendada de la imagen del guaperas de Nacho esperándola en ese
árbol. Ya se lo aviso en su día Laura- Es el hombre prefecto, lo
creamos Marina y yo- le había dicho en aquella ocasión. Para que
una obra sea perfecta, debe haber la suficiente materia prima y de
eso Nacho, iba sobrado. ¿Sería incorrecto bajar las escaleras
corriendo y salir al jardín por igual? Para nada, llevaba toda la
noche sintiéndose en casa y como si así fuese, terminó bajando las
escaleras saliendo al jardín. Nada más abrir la puerta, Nacho tocó
los primeros acordes y fue tremendo subidon para ella. Porque a pesar
de la oscuridad, intuyó perfectamente la timidez con la que Nacho
tocaba para ella y con la misma que se disponía a cantar.
-
Pártete conmigo un cuartito de silencio. Préstame esta
noche tu maleta de los sueños- cantaba mal o peor, pero a Karla
se le antojaba más allá de insuperable. ¿Quien había hecho algo
así de bonito por ella? ¿Quien? Ajeno a su emoción, Nacho continuó
cantando, haciendo bueno eso de...de perdios al río- O me
echas un pulso o jugamos un sencillo. Frótate conmigo
hasta que me saques brillo.
El
cantando fuera e Inés, absoluta devota de Manolo García para los
siglos de los siglos, que escuchándolo a penas, se unía a su cante,
dando justamente el cante. Había entrado a la cocina persiguiendo a
su mykoyan particular. Ups, ¿habían interrumpido un beso de Lucía
y Susana? Quien sabe, Marina tiempo a que lo pensara no le iba a dar.
-
Y ahora cantas como si nada. Sigo pensando que me vacilas. No hay de
otra- le dijo Marina manos en jarra, que para que engañarse teniendo
la panzita de cinco meses, perdía fuerza y vigor. Pero su mirada,
esa si que imponía y recuperaba lo que su figura de embarazada
disminuía. Adiós a Manolo García para Inés, hola a explicaciones
rápiditas o se lía parda.
-
Cuando no tragaba a Xavier...ay Inés se más comprensiva, y ahora
que me llevo bien...ay Inés- en medio de sus alegaciones se quedaba
parada sin saber como seguir- Ay Inés- trataba de pillar el hilo,
pero a decir verdad casi que se había olvidado de porqué discutían.
Algo clásico en sus riñas con Marina. Vertiginoso era su capacidad
de perdón hacía ella. Hecho que a la fiera de Marina, enternecía y
de que manera. Tanto como para olvidar riñas y acercarse a ella- Ay
Inés...eso me decías de Xavier...¿que te parece?- improvisaba y la
tia hasta se aplaudía. Que salida a hombros, madre mía.
-
Jajaja, ni idea de que has dicho, y no es que me disguste que os
llevéis bien, a raíz de unos simples mensajes de
whatsapp...piénsalo un momento. Que de más no os conocéis-
insistió Marina, más preocupada por lo ilusionada que estaba Inés
con esa nueva amistad que por otra cosa.
-
Vale, bien...es así...- asintió Inés, tampoco podía negar la
realidad pero tenia objeciones y las expuso- Me cebe con él, por
puro miedo. Estuve acojonadisima al temer perderte. Pero ahora si lo
pienso, el tío se ha portado chapó con nosotras y solo quiere ser
padre. Es bonito, ¿no crees? Sin contar que, no me ha dejado de
lado, entiende que soy parte de esto y que además soy buenísima
aconsejando en esto del amor- dijo lo último tan convincente que
Marina no pudo más que echarse a reír en toda su cara- ¿De que te
ríes?- al momento de verla reír, Inés se molestaba. Demostrándoles
a las silenciosas testigos de la escena, lo bumerán que eran el par
de dos.
-
Jajajaja- seguía a las risas Marina, y cuidado. Estaba embarazada de
más de cinco meses, la presión en su vejiga unida a las risas
descontroladas podía suponerle un problema de micción.
-
Ya estamos- se cruzaba de brazos la Don Juan venida a menos que era
la piloto.
-
Jajajaja, que no puedo parar. Ay Inés que el niño empuja. Ayyy- se
cruzaba de piernas Marina, intentado lo que si seguía riendo,
ocurriría. Pero es que la cara de Inés, totalmente sería
creyéndose ser una Don Juan, era lo más.
-
Pero, ¿como niegas que soy buena maestra?- insistía Ines, que es
chungo creerte algo que ni por asomo.
-
Jajajaja, que lo dejes...o no ains- trataba de recuperarse cómo
podía o acabaría haciéndose pis. Una vez conseguido y aún
limpiándose las lágrimas de la risa, decidió demostrarle a Inés,
cuan buena maestra era en esto del amor- Veamos, que contigo hay que
ir a lo práctico. Voy a regresar al salón, me voy a sentar a la
mesa, como si fuese Laura y tu me vas a entrar como si fueses Xavier-
dispuso haciendo lo que decía y a Inés le faltó tiempo para ir
tras ella, queriendo impedir un nuevo ridículo suyo.
-
Jijiji naah- meloseo tragando saliva. Marina se estaba sentando cómo
si de verdad estuviese cenando en un restaurante. Iba a tener que
entrarla, ay madre que iba a tener que entrarla y a ella la entraban
no al revés.
-
Aja...lo vas a hacer ahora mismo. Que vea yo, lo buena en el amor que
eres- exigió Marina, con el vicio cogido de ponerla en apuros e
imitando perfectamente a su amiga, tomó una de las copas, dio un
pequeño sorbito con el meñique bien alzado y tras ello, la miró de
arriba a abajo con todo el descaro- Ah...eres tú- le dijo metida
totalmente en el papel de Laura y desde la cocina, Lucía y Susana
contemplaron cómo la piloto empezaba a gesticular en una mezcla muy
lograda de John Travolta y cualquier fumado de la Plaza Callao en
Madrid.
-
Si...soy yo- dijo después de veinte mil gestos nada sincronizados y
Marina, de guasa le siguió enfocándolo a una canción sobradamente
conocida, en la que Inés debería caer.
-
¿Que vienes a buscar?- le dijo tal cual marcaba el guión de la
canción y vale, Lucía tuvo que taparse la boca o se echaría a
reír, mientras Susana alucinaba con la hipnosis de su sobrina.
-
¿A ti?- preguntaba Inés abriendo los brazos. Vaya ayuda para
entrarle le estaba dando Marina. ¿Como que que venía a buscar?
Angélico, que la canción no la pillaba y eso que Marina seguía.
-
Ya es tarde- le contestaba muy Pimpinela y ni por esas Inés caía.
Dios, cruzar la mirada con su madre muerta de risa, avecinaba una
nueva alerta en su vejiga.
-
Si son las once nada más. No ves- protestaba Inés, pensándose en
dejarle de entrar a una tía tan rara.
-
Dejalo Inés...estas dejando a los Merino ahora mismo, a la altura
del betum- intervino su Tía sin poder aguantar más. No por Inés,
sino por el cachondeo de Lucía a su lado.
-
Ya estamos...que Inés no sabe ligar, ¿no?- se molestaba ahora con
todas. Que tenia razón y ella a una tía que alza el meñique para
beber, no le entraría en la vida. Vamos ya.
-
Jajajajajajj- volvía a estallar en risas Marina, y mira que no
quería hacerse pis.
-
Y otra vez se ríe- seguía molesta Inés, y en dos y uno...se
enfadaba marchándose al jardín.
-
Jajajajaja, no puedo...yo es que así, no puedo. Cariño no te vayas
a enfadar, Inés...Inés...luego dices que yo soy la enfádica- tarde
trataba de rectificar Marina y ahora si, Lucía estallaba con ella en
risas, provocando que Susana se fuese tras Inés.
-
Susana, que son risas sin maldad...jajajaj, lo de Pimpinela ha sido
genial, mi vida- paraba a una y congratulaba a su hija a la vez.
Pero
nada, las Merino se reunían en el jardín de nuevo y las Sánchez,
tras las risas, se quedaban pensando en Laura y en lo que estaría
haciendo ésta.
Pero
un momento, las dos Merino a su vez, estaban interrumpiendo a la
pequeña de los Merino. Naah, de interrumpir nada, ¿o puede que si?
siendo las 6.45 de la mañana del sabado, yo preparandome para ir a labural, me digo habra escrito y sorpresa acata jajaja, nada bonito ir el sabado al laburo, esta humilde esclava de tus letras te agrade me estoy matando de la risa, eres un genio, lo de ... ES EL ESPERMA ... O LO DE LOS PIMPI me mato sos una loca linda maestra.
ResponderEliminarQué sorpresa tan agradable!!! Alegraste mi fin de semana, Gemo. Yo también reí mucho con lo de Esperma y los Pimpi y devuélmeme el te quiero y los mensajes cruzados.Son un lujo tus juegos de palabras y de situaciones. Gracias por tu magia.
ResponderEliminarConstance
Me encanta. Este trozo ha estado genial. Que complicidad la de Ines y Marina, y el buen rollo con Susana y Lucia. Deseando leer mas, y esperando que mi comentario no se borre, jejeje.
ResponderEliminarGracias Gemo
L.a.c.e.r
....... ¡¡¡¡ TIERNA¡¡¡ TIERNA HASTA DECIR BASTA¡¡¡ ESTA PILOTO SI NO EXISTIESE EN LA HISTORIA...HABRÍA QUE INVENTARLA¡¡¡ ''' DEVUÉLVEME ...EL ..''TE QUIERO''''...DICE....ES...ES..ESO ¡¡TERNURA¡¡ EN ESTADO PURO....EL QUE MARINA LA QUIERA..NO TIENE MERITO ALGUNO...SERÍA IMPOSIBLE NO HACERLO...¡¡¡ PARA DERRETIR ESTE TROCITO¡¡ SI¡¡¡ QUE NI CANCIÓN FALTA...
ResponderEliminarGRACIAS.....ESCRITORA....POR ¡¡TANTO¡¡¡¡
CELESTE-NEGRO