No
tuvo problema Marina en sonreír y besar a su madre, como ésta le
había pedido en la puerta de su casa, estando escoltada por Karla
guapísima de Azafata y la malafollá de Susana con su distinto
brillo en los ojos.
Vale,
puede ser que Marina no tuviese mucho tiempo en distinguir ese brillo
nuevo en Susana o puede que fuese contagio por el visto en los ojazos
de su madre. Esos si que los conocía y podía apostar lo que fuese,
a que ese brillo eran el resultado de una escapada a Cadaqués épica
y no pudo, porque Susana entró llamando directamente a Inés para
pedirle una caja de herramientas. Algo muy normal siendo más de las
diez de la noche pero ayyy, a Marina se le tuvo que escapar un
suspiro cuando Susana se paró a su lado y mirando a Inés, todavía
encendida y sin la túnica bien puesta, le acarició la barriga con
sumo amor. Iba a tener razón la estatua que mañana sería su mujer,
detrás de esa apariencia ruda, se escondía una mujer por descubrir
y puede, que a eso se hubiese dedicado este tiempo su madre.
-
Estoy que me muero de hambre, cuñadita- no aguantó más saludos
Karla, dos días en Londres dan para arañar por cocina mediterránea
y en ese arte, Marina era única. Pero claro, para acceder a su
comida, debía empujar a su Tía, besar a Marina y partirse la caja
al ver a su hermana parada tras ésta - Te jodes Jajaja, por las
veces que me has espantado ligues.
Estaba
claro que ninguna de las recién llegadas sentían pena por haberlas
interrumpido. Karla se fue a por Inés, seguramente a cachondearse
más de ella, Susana en busca de una caja de herramientas y madre e
hija, directamente se abrazaron.
-
Tenía ganas de esto- ronroneo Marina entre los brazos de su madre-
entre unas cosas y otras, apenas tenemos tiempo para nuestros
ratitos- se quejó consentida por su madre, quien sonreía contra su
hombro. Por como salieron las otras tres al momento cargadas se
cervezas, patatas y una caja de herramientas, diría que ellas
también venían necesitando de sus ratitos.
Pues
vale, podía ser un poco machista que fingieran estar arreglando el
ruidito del 2cv de Susana, mientras madre e hija improvisaban una
cena ¿familiar? Dios si, sabía a eso mismo para Marina e
inconscientemente para el resto. Una noche cualquiera, cocinando para
ella e Inés, sumándole su madre, su cuñada y la Tía de ambas
hermanas, pareja a su vez de su madre. No joder, ya estaba llorando.
Como odiaba esos cambios hormonales, pero mucho y fuerte.
-
Joder ya- protestó asustando a su madre que se quedó mirándola- No
sabes los subes y bajas que llevo pasados. Y luego, por favor...he
llegado a estar insegura y prácticamente pérdida sin reconocerme-
le dijo limpiándose las lágrimas con genio, ante la mirada un poco
divertida de su madre sobre sí- Es que ni se, como no me ha mandado
a la mierda- terminó dejando de mirar a su madre, para mirar a Inés
sentada en las maderas dispuestas en su jardín y Lucía siguió su
mirada, para pararse un segundo en Inés y después variarla hasta
Susana con Karla sentada entre sus piernas, parecía que riendo.
Comprendía y como, los sube y bajas de los que hablaba su hija, pero
los rebajaba un tanto.
-
Básicamente porque te conoce- habló para su hija, tras sonreír y
volver la vista a lo que estaba cocinando, sin poder evitar hilarlo
con ella misma- Es increíble cuanto se puede llegar a conocer a una
persona por como escribe- continuó hablando sin reparos, sonriendo
al ver como de inmediato tras lo dicho Marina miraba a Susana y
después a ella- Supongo que por eso Inés, ha llegado a conocerte
tanto.
-
Ya...Inés- musitó Marina. Para ella lo increíble era que pasase el
tiempo, que incluso tuviera en su jardín a Susana y su madre
continuase sin soltar prenda sobre ella.
-
Aja....Inés- la imitó Lucía empezando a contar mentalmente. Marina
saltaría en tres, dos...
-
Mama vale ya, no sólo estamos hablando de mi, de ti también- saltó
pasando del llanto emocionado al cabreo monumental con su madre y su
demostrada falta de confianza para con ella. Pero nada, Lucía se
limitaba a arquear las cejas cómo si no fuese con ella.
-
Creía que era de Inés- le dijo Lucía reprimiendo la carcajada que
le suponía alterar a su hija con solo cinco palabras.
-
Oh por favor, vale ya- dejó todo lo que estaba haciendo Marina,
alterada como bien suponía Lucía y por igual hizo con su
madre. Ya era hora de hacerla hablar y para eso, nada como el
chantaje- Yo te lo cuento absolutamente todo, ¿y tú? Nada,
por ahora nada.
-
Jajaja, mi vida...¿es que no se me ve?- rió besando a su hija, para
enseguida buscar música. La primera que fuese, cualquier canción le
valía y así, Marina siguió sus movimientos, regresando a muchos
años atrás.
----
Se
subió al coche de su madre con todo el mal genio del mundo. David,
el guaperas del Instituto había hecho correr el rumor de que se
había enrollado con ella. Ni en sueños, un baboso con sólo una
cara bonita, iba a conseguir meterse en sus braguitas. Ni de coña
vaya. Le bastó dar un portazo, para que su madre alzará una ceja,
sin dejar de sonreír. Genial pues, ella jodida y su madre toda
feliz.
-
El muy imbécil ha hecho pintadas por todo el Instinto, que ganas de
asesinarlo me han entrado. Tu sabes que hasta le di una bofetada por
besarme y él mira a lo que se decida, a mentir. Sabía que no me
gustaba, si es que lo sabía...no se para que quede con él- se fue
quejando todo el trayecto y no fue hasta que llegaron a casa, que su
madre la miró sin necesidad de palabras para calmarla, aunque algún
consejo si que le dió.
-
Cariño...llamar la atención, atrae no sólo a gente sana, los
envidiosos acuden como moscas a la miel. Y tú, tan solo tienes que
darle la vuelta a la tortilla. El te deja de puta por el instituto,
pues tu lo dejas a el de pichita corta. Veras que rápido sale
diciendo que todo era mentira- le aconsejo su madre y como siempre,
cuanta razón tenía. Pero ésta seguía sonriendo de una forma
especial, y ya en casa, nada más entrar, ponía música y comenzaba
a desnudarse. Ok, definitivamente esa sonrisa significaba algo
buenísimo para ambas.
-
Dime ya lo que sea- olvidó a David y a todo el Instituto con él. Su
madre comenzaba a bailar, desesperándola. Ese algo no debía ser
buenísimo, debía ser lo mejor de lo mejor.
-
Jajaja, dejo Urgencias....por fin, tendremos una vida normal- le dijo
su madre y no necesito más, para gritar histérica saltando sobre
ella. Por fin, como decía su madre, las dos tendrían horarios
normales, y podrían hacer juntas mil cosas. Era para bailar con ella
a lo loco, celebrándolo.
----
Lo
mismito, que hacían en el presente, por mucho que los 35 y 15 años
respectivamente hubiesen quedado atrás. Así, las dos estallaron en
risas y como esos años, Marina enseguida comenzó a hacer planes.
-
Inés quiere empezar con la casita del árbol, mañana te busco para
un cafelito y nos organizamos la tarde. Con lo entusiasmada que está
Inés con la casita, olvidate de contar con Susana- le dijo con una
naturalidad que le encantó. Aunque el tema Susana no dejará de
serle sorprendente.
-
Susana tiene que estar en Torrejon mañana- la rectificó Lucía,
dejando de sonreír evidentemente preocupada. Cosa que no pasó
desapercibida para Marina. Vale, con sólo mirar a su hija, Lucía
supo que había llegado la hora de darle naturalidad cómo acababa de
hacer ella- Es difícil- siguió dando por hecho que hablaban de
Susana- y no es algo que me moleste, más bien al contrario, me
encanta. Es como un juego de rol, hace que no me aburra lo más
minino, y que siempre este buscando saber más de ella. Mira esto y
fijate en sus ojos- sacó su móvil y a Marina le llegó una nueva
sorpresa. Su madre había fotografiado a Susana de todas las formas
posibles. Su madre, Lucía Sánchez...ver para creer- Para mi, son
como un medidor, y ahora mismo la cabronada de hacerla dejar de
volar, la tiene pérdida. ¿Que va a hacer ella encerrada en una
oficina?
-
Es por edad, según Inés...ha tenido mucha suerte de llegar a los 50
volando para el ejército- contestó al genio de su madre, jodida por
el corte de alas de Susana, pero su madre seguía siendo Sánchez,
por mucho que como ella, ahora estuviese con una mujer.
-
Porque es la mejor, cariño...que tontería. No iba a estar yo con
una mediocre- se cachondeo con toda la solemnidad del mundo y de
nuevo ambas rieron. Bueno, al final para Marina no había tanta
diferencia con Inés. Ésta en el recuerdo de su padre encontraba la
calma y a ella con Lucia le ocurría lo mismo. Se regeneraba,
recuperando su garra. Entre sus cuchicheos incansables, fueron
acabando de preparar la cena, pero antes Marina recibió un whatsapp.
-
Ay madre, Laura a ver que dice- informó a su madre consultando su
móvil. Laura le había enviado una foto de un restaurante y al fondo
en una de las mesas, se podía distinguir a Xavier. Extrañadas,
porque Lucía también miraba la foto, esperaron que Laura dejará de
escribir para leer: Ja, ha venido a saludarme, como si a mi el simio
éste me importase algo.
-
Ok...Xavier es su nuevo capricho- musitó Lucía sin retirar la vista
del móvil de su hija. Laura seguía escribiendo y así ellas leían
ahora: Va apañado, la nueva Laura dejó la frivolidad atrás. No más
experimentos, yo centrada en mi trabajo, amigos y mi pequeña
almejita- ¿Almejita?- preguntó Lucía tras leerlo y le bastó que
Marina se señalase la barriga para entender- Ah...¿sabes que soñé
con nosotras tres?- continuó dejando de prestar atención a Laura
para acariciar la barriga de su hija - Estábamos de compras...y fue
super bonito. Quiero ser una abuela explotada. Me dejo.
-
Jajaja, ¿de esta almejita? Pues vais mal, tengo la teta derecha más
grande que la izquierda, barriga muy alta y es obvio que me embellece
el embarazo. Si sumas...- dejó caer disfrutando de como su madre
arqueada las cejas contrariada. Lucía Sánchez con una mujer y con
un nieto varón. Gracietas del destino, sin duda.
-
No- negó tal posibilidad Lucía. Tres generaciones de mujeres
Sánchez, la cuarta debía llegar si o si.
-
Si....cada vez tengo menos dudas, será el nene que Inés quiere- le
sobró amor a Marina sin darse cuenta. A ella le daba igual el sexo
del bebé, pero era un punto muy bueno, consentir a Inés después de
todo. Lucía la miró pausada, el rostro de su hija también es un
medidor para ella y así, no pudo evitar emocionarse.
-
¿Pues sabes que tengo clarísimo yo? Que me puede llegar una
sorpresa a mi edad, como es Susana, que puedo estar increíble y
acariciando la felicidad con las yemas de mis dedos, pero que...nada,
absolutamente nada, será más bonito para mi que tú y ésta
pues...yo no se que hacer con un niño. No me hagas esto- se quejó
arrugando los labios. Un niño, que narices se hacía con un niño.
Lucía
quejándose por la llegada de una varón, por ahora escurridizo en
las ecografías para esperanza de ella misma o de incluso Xavier, y
fuera Susana, con Karla sentada entre sus piernas e Inés enfrente,
hablándoles de la casita, que según los planos, era más un duplex
que casita de árbol. Imposible, teniéndolas así, con Lucía y
Marina dentro de la casa cocinando, no recordar otros tiempos.
---
Carmen
encerrada en la cocina y así llevaba rato. Siendo domingo como era y
con ella de visita, de seguro que Carmen estaría preparando sus
mejores platos para desgustarlos en familia, mientras ellos estaban
tumbados en el césped cómo si estuviesen participando en la
construcción de El Escorial. Sucios y desparramados por el suelo,
con Inés y Karla, entre ella y su hermano.
-
Los Merino servimos para todo, ¿os dais cuenta?- les dijo su
hermano, con las manos bajo su cabeza. Si claro, los Merino como el
decía se habían limitado a descargar el camión con la madera para
la casita del árbol y ahí estaban , tirados cómo si se hubiesen
doblado la espalda.
-
Eso es así, Papi- corrió a secundarlo, como no Inés, adoptando la
misma posición que él. Ahora solo faltaba que saltase la pequeñaja
de la casa.
-
Si...y dentro de los Merino, la más mejo; soy yo- saltó como Susana
esperaba y dios, que bonita podía llegar a ser su sonrisa tan
traviesa.
-
Jajaja, ni tu te lo crees, enana...eres una moco nada más- enseguida
Inés aprovecho cómo cualquier hermana para darle caña y otro
gustazo más. Karla se parapetaba en ella, para protestar.
-
Pues si...díselo Tita, dile que si- chuleaba que para eso su Tía la
cubría y su Papi la miraba más allá de enamorado. Bien, ahora lo
único que quedaba antes de una guerrilla por el césped, era que
Carmen saliese anunciando que la comida estaba servida.
----
Que
deliciosamente parecido era, a lo que estaba ocurriendo en el
jardín de Marina. Y cuánto seguía echando de menos a su hermano y
como le gustaba empaparse de momentos así. Era como dedicárselos o
que de alguna manera, él siguiera siendo participe de ellos. Porque
ahí estaba con Karla buscando su cuerpo como cuando niña e Inés,
mirándolas como lo hacía Roberto entonces. Tanto mirarse, hablando
de todo de una forma cada vez más nerviosa, a Susana le hizo
atajar.
-
Yo también lo estoy notando, parece que hubiésemos vuelto a casa-
les dijo sorprendiéndolas, aunque ambas fueron rápidas.
-
No os pongáis sensibleras, por favor. Esas dos mujeres nos están
mirando- dijo Karla, claramente en broma y se acabó el vaguear.
Tocaba entrar en la casa y ayudar a esas dos mujeres que decía
Karla. Todo, sin que a Marina, le dejarán de llegar mensajes de
Laura.
Mensaje
de Laura 22:45: Tiene poco pelo, que todo no son virtudes.
Mensaje
de Laura 22:46: ¿Será cena por algún caso de su bufete?
Mensaje
de Laura 22: 47: Jajaja, ¿que me importará a mi?
Mensaje
de Laura 22:48: También tú...ya podrías ayudarme ayyyy, que
vieneeee, que viene otra vez.
Claro
que, Marina no era la única que recibía mensajes desde ese
Restaurante donde cenaban por separado Xavier y Laura.
Me gusta esa complicidad entre ambos bandos, por una parte las Sánchez y por el otro las Merino. Genial.
ResponderEliminarGracia.
A.
AMOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO
ResponderEliminarBRIGONINHA
Me seduce y me encanta esa complicidad madre e hija y tía-sobrinas. Ternura y amor natural intensos y profundos. Gracias, Gemo por poner al descubierto sentimientos, que a veces, como Susana, mantenemos encerrados por aparentar ser fuertes.
ResponderEliminarConstance
ainssssss cuanto MÁS te leo, MÁS te admiro
ResponderEliminarlo tuyo no tiene nombre a cuanto das
GRACIAS INFINITAS ARTISSTAZAAAAAAAAAAAAAAAA
.......VIDAS QUE TOMAN SU RUMBO....VIDAS QUE BUSCANDO LA FELICIDAD...ESA ALEGRIA QUE AL DESPERTAR DA EN SENTIR QUE TODO ENCAJA...QUE ESTAS ...JUSTO DONDE QUIERES ESTAR...VIDAS QUE SE ENCUENTRAN Y QUE JUNTAS PARECEN QUERER QUEDARSE....HISTORIAS QUE AUNQUE NO SE REPITAN POR IGUAL TIENEN EL SABOR DE LO DULCE...RECUERDOS QUE VUELVEN Y SE SITUAN JUNTO AL PRESENTE....ILUSIONES Y MÁS ILUSIONES...VIDAS ...VIDAS DE MUJERES QUE BUSCAN Y AL FINAL ENCUENTRAN...
ResponderEliminar.....Y AHORA A ESPERAR....SI SERA NIÑO O NIÑA...EL DESEO DE LUCIA....¡¡ ME GUSTA¡¡¡
GRACIAS.....ESCRITORA.....POR ¡¡¡TANTO¡¡¡
CELESTE-NEGRO.
¿hoy tampoco hay trocito o trozaco? :(
ResponderEliminarTu te tornas eternamente responsável por aquilo que cativas.
ResponderEliminarAntoine de Saint-Exupéry
não pode nos abandona dois dias assim como assim senhorita gemo
brigoninha
Hoy tampoco hay trozo? No nos preocupes, Gemo. Estás bien?
ResponderEliminarConstance
..... ESCRITORA..
ResponderEliminarLOS ARTISTAS MUCHAS VECES TIENEN _ MUSAS_ QUE LES AYUDAN A CAMINAR POR ESE MARAVILLOSO MUNDO DEL ARTE Y QUE LOS INSPIRAN PARA LUEGO DEJAR CADA SUEÑO PLASMADO EN UNA HISTORIA O EN EL MEJOR DE LOS CUADROS....Y POR ELLO TRIUNFAN...
PERO LOS ARTISTAS...LOS QUE HACEN ARTE....TAMBIÉN TIENEN ESE APLAUSO CALLADO....DE QUIENES AL LEERLOS...AL ADMIRARLOS....LE DICEN '''ESE GRACIAS'''.....QUE HACE EL RECONOCIMIENTO A TODO LO QUE DAN...TIENEN ESE LLAMAMIENTO CUANDO LES FALTA LO QUE ¡¡TANTO¡¡ GUSTA....Y TIENEN EL RESPETO DE ESA ESPERA PARA DEJAR QUE EL ARTISTA Y CUANDO PUEDA....VUELVA A LLENAR ESE RINCÓN DONDE SE DISFRUTA UNA OBRA BIEN HECHA.....ENTONCES ES CUANDO DEBE Y CON DERECHO...SENTIRSE LO QUE ES....EL DUEÑO DE SU PROPIO ARTE.....
TÚ...LO ERES....ERES GRANDE...ÚNICA....
Y POR ESO MERECES NUESTRA ESPERA.
GRACIAS....SIEMPRE.....ESCRITORA......
CELESTE-NEGRO.
Esperar algo bueno...lo hace aún mejor.
ResponderEliminarcomo sempre Celeste como sempre sabias palavras
ResponderEliminarbrigoninha
Ayyyy, que tengo el día sensible y vosotras diciéndome estas cositas. Lo siento, esta semana quise estar en todos sitios y a duras penas llegué a alguno. Mañana, tendréis trocito...¿si? Besis ays
ResponderEliminarComo dice Morantista..lo tuyo no tiene nombre niña..y aunque ando un poco liada..como el criminal siempre vuelvo al lugar.a leer tus historias..en este caso esta que me gusto desde el primer dia..con esa pareja de luxe..
ResponderEliminarY cuando dejo esta me voy a mi tablet en la que estoy releyendo..Un adios improvisado..que me mata niña..y subrayar todo lo que dice Celeste...como no..porque pienso lo mismo que ella..asi que no añadire mas...ella lo escribio muy bien niña...
Grande de España tu..Divina-Wilson