miércoles, 8 de octubre de 2014

112- Emergencias 75

No tuvo problema Marina en sonreír y besar a su madre, como ésta le había pedido en la puerta de su casa, estando escoltada por Karla guapísima de Azafata y la malafollá de Susana con su distinto brillo en los ojos.
Vale, puede ser que Marina no tuviese mucho tiempo en distinguir ese brillo nuevo en Susana o puede que fuese contagio por el visto en los ojazos de su madre. Esos si que los conocía y podía apostar lo que fuese, a que ese brillo eran el resultado de una escapada a Cadaqués épica y no pudo, porque Susana entró llamando directamente a Inés para pedirle una caja de herramientas. Algo muy normal siendo más de las diez de la noche pero ayyy, a Marina se le tuvo que escapar un suspiro cuando Susana se paró a su lado y mirando a Inés, todavía encendida y sin la túnica bien puesta, le acarició la barriga con sumo amor. Iba a tener razón la estatua que mañana sería su mujer, detrás de esa apariencia ruda, se escondía una mujer por descubrir y puede, que a eso se hubiese dedicado este tiempo su madre.


- Estoy que me muero de hambre, cuñadita- no aguantó más saludos Karla, dos días en Londres dan para arañar por cocina mediterránea y en ese arte, Marina era única. Pero claro, para acceder a su comida, debía empujar a su Tía, besar a Marina y partirse la caja al ver a su hermana parada tras ésta - Te jodes Jajaja, por las veces que me has espantado ligues.
Estaba claro que ninguna de las recién llegadas sentían pena por haberlas interrumpido. Karla se fue a por Inés, seguramente a cachondearse más de ella, Susana en busca de una caja de herramientas y madre e hija, directamente se abrazaron.
- Tenía ganas de esto- ronroneo Marina entre los brazos de su madre- entre unas cosas y otras, apenas tenemos tiempo para nuestros ratitos- se quejó consentida por su madre, quien sonreía contra su hombro. Por como salieron las otras tres al momento cargadas se cervezas, patatas y una caja de herramientas, diría que ellas también venían necesitando de sus ratitos.
Pues vale, podía ser un poco machista que fingieran estar arreglando el ruidito del 2cv de Susana, mientras madre e hija improvisaban una cena ¿familiar? Dios si, sabía a eso mismo para Marina e inconscientemente para el resto. Una noche cualquiera, cocinando para ella e Inés, sumándole su madre, su cuñada y la Tía de ambas hermanas, pareja a su vez de su madre. No joder, ya estaba llorando. Como odiaba esos cambios hormonales, pero mucho y fuerte.
- Joder ya- protestó asustando a su madre que se quedó mirándola- No sabes los subes y bajas que llevo pasados. Y luego, por favor...he llegado a estar insegura y prácticamente pérdida sin reconocerme- le dijo limpiándose las lágrimas con genio, ante la mirada un poco divertida de su madre sobre sí- Es que ni se, como no me ha mandado a la mierda- terminó dejando de mirar a su madre, para mirar a Inés sentada en las maderas dispuestas en su jardín y Lucía siguió su mirada, para pararse un segundo en Inés y después variarla hasta Susana con Karla sentada entre sus piernas, parecía que riendo. Comprendía y como, los sube y bajas de los que hablaba su hija, pero los rebajaba un tanto.
- Básicamente porque te conoce- habló para su hija, tras sonreír y volver la vista a lo que estaba cocinando, sin poder evitar hilarlo con ella misma- Es increíble cuanto se puede llegar a conocer a una persona por como escribe- continuó hablando sin reparos, sonriendo al ver como de inmediato tras lo dicho Marina miraba a Susana y después a ella- Supongo que por eso Inés, ha llegado a conocerte tanto.
- Ya...Inés- musitó Marina. Para ella lo increíble era que pasase el tiempo, que incluso tuviera en su jardín a Susana y su madre continuase sin soltar prenda sobre ella.
- Aja....Inés- la imitó Lucía empezando a contar mentalmente. Marina saltaría en tres, dos...
- Mama vale ya, no sólo estamos hablando de mi, de ti también- saltó pasando del llanto emocionado al cabreo monumental con su madre y su demostrada falta de confianza para con ella. Pero nada, Lucía se limitaba a arquear las cejas cómo si no fuese con ella.
- Creía que era de Inés- le dijo Lucía reprimiendo la carcajada que le suponía alterar a su hija con solo cinco palabras.
- Oh por favor, vale ya- dejó todo lo que estaba haciendo Marina, alterada como bien suponía Lucía  y por igual hizo con su madre. Ya era hora de hacerla hablar y para eso, nada como el chantaje- Yo te lo cuento absolutamente todo, ¿y tú?  Nada, por ahora nada.
- Jajaja, mi vida...¿es que no se me ve?- rió besando a su hija, para enseguida buscar música. La primera que fuese, cualquier canción le valía y así, Marina siguió sus movimientos, regresando a muchos años atrás.
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Se subió al coche de su madre con todo el mal genio del mundo. David, el guaperas del Instituto había hecho correr el rumor de que se había enrollado con ella. Ni en sueños, un baboso con sólo una cara bonita, iba a conseguir meterse en sus braguitas. Ni de coña vaya. Le bastó dar un portazo, para que su madre alzará una ceja, sin dejar de sonreír. Genial pues, ella jodida y su madre toda feliz.
- El muy imbécil ha hecho pintadas por todo el Instinto, que ganas de asesinarlo me han entrado. Tu sabes que hasta le di una bofetada por besarme y él mira a lo que se decida, a mentir. Sabía que no me gustaba, si es que lo sabía...no se para que quede con él- se fue quejando todo el trayecto y no fue hasta que llegaron a casa, que su madre la miró sin necesidad de palabras para calmarla, aunque algún consejo si que le dió.
- Cariño...llamar la atención, atrae no sólo a gente sana, los envidiosos acuden como moscas a la miel. Y tú, tan solo tienes que darle la vuelta a la tortilla. El te deja de puta por el instituto, pues tu lo dejas a el de pichita corta. Veras que rápido sale diciendo que todo era mentira- le aconsejo su madre y como siempre, cuanta razón tenía. Pero ésta seguía sonriendo de una forma especial, y ya en casa, nada más entrar, ponía música y comenzaba a desnudarse. Ok, definitivamente esa sonrisa significaba algo buenísimo para ambas.
- Dime ya lo que sea- olvidó a David y a todo el Instituto con él. Su madre comenzaba a bailar, desesperándola. Ese algo no debía ser buenísimo, debía ser lo mejor de lo mejor.
- Jajaja, dejo Urgencias....por fin, tendremos una vida normal- le dijo su madre y no necesito más, para gritar histérica saltando sobre ella. Por fin, como decía su madre, las dos tendrían horarios normales, y podrían hacer juntas mil cosas. Era para bailar con ella a lo loco, celebrándolo.
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Lo mismito, que hacían en el presente, por mucho que los 35 y 15 años respectivamente hubiesen quedado atrás. Así, las dos estallaron en risas y como esos años, Marina enseguida comenzó a hacer planes.
- Inés quiere empezar con la casita del árbol, mañana te busco para un cafelito y nos organizamos la tarde. Con lo entusiasmada que está Inés con la casita, olvidate de contar con Susana- le dijo con una naturalidad que le encantó. Aunque el tema Susana no dejará de serle sorprendente.
- Susana tiene que estar en Torrejon mañana- la rectificó Lucía, dejando de sonreír evidentemente preocupada. Cosa que no pasó desapercibida para Marina. Vale, con sólo mirar a su hija, Lucía supo que había llegado la hora de darle naturalidad cómo acababa de hacer ella- Es difícil- siguió dando por hecho que hablaban de Susana- y no es algo que me moleste, más bien al contrario, me encanta. Es como un juego de rol, hace que no me aburra lo más minino, y que siempre este buscando saber más de ella. Mira esto y fijate en sus ojos- sacó su móvil y a Marina le llegó una nueva sorpresa. Su madre había fotografiado a Susana de todas las formas posibles. Su madre, Lucía Sánchez...ver para creer- Para mi, son como un medidor, y ahora mismo la cabronada de hacerla dejar de volar, la tiene pérdida. ¿Que va a hacer ella encerrada en una oficina?
- Es por edad, según Inés...ha tenido mucha suerte de llegar a los 50 volando para el ejército- contestó al genio de su madre, jodida por el corte de alas de Susana, pero su madre seguía siendo Sánchez, por mucho que como ella, ahora estuviese con una mujer.
- Porque es la mejor, cariño...que tontería. No iba a estar yo con una mediocre- se cachondeo con toda la solemnidad del mundo y de nuevo ambas rieron. Bueno, al final para Marina no había tanta diferencia con Inés. Ésta en el recuerdo de su padre encontraba la calma y a ella con Lucia le ocurría lo mismo. Se regeneraba, recuperando su garra. Entre sus cuchicheos incansables, fueron acabando de preparar la cena, pero antes Marina recibió un whatsapp.
- Ay madre, Laura a ver que dice- informó a su madre consultando su móvil. Laura le había enviado una foto de un restaurante y al fondo en una de las mesas, se podía distinguir a Xavier. Extrañadas, porque Lucía también miraba la foto, esperaron que Laura dejará de escribir para leer: Ja, ha venido a saludarme, como si a mi el simio éste me importase algo.
- Ok...Xavier es su nuevo capricho- musitó Lucía sin retirar la vista del móvil de su hija. Laura seguía escribiendo y así ellas leían ahora: Va apañado, la nueva Laura dejó la frivolidad atrás. No más experimentos, yo centrada en mi trabajo, amigos y mi pequeña almejita- ¿Almejita?- preguntó Lucía tras leerlo y le bastó que Marina se señalase la barriga para entender- Ah...¿sabes que soñé con nosotras tres?- continuó dejando de prestar atención a Laura para acariciar la barriga de su hija - Estábamos de compras...y fue super bonito. Quiero ser una abuela explotada. Me dejo.
- Jajaja, ¿de esta almejita? Pues vais mal, tengo la teta derecha más grande que la izquierda, barriga muy alta y es obvio que me embellece el embarazo. Si sumas...- dejó caer disfrutando de como su madre arqueada las cejas contrariada. Lucía Sánchez con una mujer y con un nieto varón. Gracietas del destino, sin duda.
- No- negó tal posibilidad Lucía. Tres generaciones de mujeres Sánchez, la cuarta debía llegar si o si.
- Si....cada vez tengo menos dudas, será el nene que Inés quiere- le sobró amor a Marina sin darse cuenta. A ella le daba igual el sexo del bebé, pero era un punto muy bueno, consentir a Inés después de todo. Lucía la miró pausada, el rostro de su hija también es un medidor para ella y así, no pudo evitar emocionarse.
- ¿Pues sabes que tengo clarísimo yo? Que me puede llegar una sorpresa a mi edad, como es Susana, que puedo estar increíble y acariciando la felicidad con las yemas de mis dedos, pero que...nada, absolutamente nada, será más bonito para mi que tú y ésta pues...yo no se que hacer con un niño. No me hagas esto- se quejó arrugando los labios. Un niño, que narices se hacía con un niño.
Lucía quejándose por la llegada de una varón, por ahora escurridizo en las ecografías para esperanza de ella misma o de incluso Xavier, y fuera Susana, con Karla sentada entre sus piernas e Inés enfrente, hablándoles de la casita, que según los planos, era más un duplex que casita de árbol. Imposible, teniéndolas así, con Lucía y Marina dentro de la casa cocinando, no recordar otros tiempos.
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Carmen encerrada en la cocina y así llevaba rato. Siendo domingo como era y con ella de visita, de seguro que Carmen estaría preparando sus mejores platos para desgustarlos en familia, mientras ellos estaban tumbados en el césped cómo si estuviesen participando en la construcción de El Escorial. Sucios y desparramados por el suelo, con Inés y Karla, entre ella y su hermano.
- Los Merino servimos para todo, ¿os dais cuenta?- les dijo su hermano, con las manos bajo su cabeza. Si claro, los Merino como el decía se habían limitado a descargar el camión con la madera para la casita del árbol y ahí estaban , tirados cómo si se hubiesen doblado la espalda.
- Eso es así, Papi- corrió a secundarlo, como no Inés, adoptando la misma posición que él. Ahora solo faltaba que saltase la pequeñaja de la casa.
- Si...y dentro de los Merino, la más mejo; soy yo- saltó como Susana esperaba y dios, que bonita podía llegar a ser su sonrisa tan traviesa.
- Jajaja, ni tu te lo crees, enana...eres una moco nada más- enseguida Inés aprovecho cómo cualquier hermana para darle caña y otro gustazo más. Karla se parapetaba en ella, para protestar.
- Pues si...díselo Tita, dile que si- chuleaba que para eso su Tía la cubría y su Papi la miraba más allá de enamorado. Bien, ahora lo único que quedaba antes de una guerrilla por el césped, era que Carmen saliese anunciando que la comida estaba servida.
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Que deliciosamente parecido era,  a lo que estaba ocurriendo en el jardín de Marina. Y cuánto seguía echando de menos a su hermano y como le gustaba empaparse de momentos así. Era como dedicárselos o que de alguna manera, él siguiera siendo participe de ellos. Porque ahí estaba con Karla buscando su cuerpo como cuando niña e Inés, mirándolas como lo hacía Roberto entonces. Tanto mirarse, hablando de todo  de una forma cada vez más nerviosa, a Susana le hizo atajar.
- Yo también lo estoy notando, parece que hubiésemos vuelto a casa- les dijo sorprendiéndolas, aunque ambas fueron rápidas.
- No os pongáis sensibleras, por favor. Esas dos mujeres nos están mirando- dijo Karla, claramente en broma y se acabó el vaguear. Tocaba entrar en la casa y ayudar a esas dos mujeres que decía Karla. Todo, sin que a Marina, le dejarán de llegar mensajes de Laura.
Mensaje de Laura 22:45: Tiene poco pelo, que todo no son virtudes.
Mensaje de Laura 22:46: ¿Será cena por algún caso de su bufete?
Mensaje de Laura 22: 47: Jajaja, ¿que me importará a mi?
Mensaje de Laura 22:48: También tú...ya podrías ayudarme ayyyy, que vieneeee, que viene otra vez.

Claro que, Marina no era la única que recibía mensajes desde ese Restaurante donde cenaban por separado Xavier y Laura.



13 comentarios:

  1. Me gusta esa complicidad entre ambos bandos, por una parte las Sánchez y por el otro las Merino. Genial.

    Gracia.

    A.

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  2. AMOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO
    BRIGONINHA

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  3. Me seduce y me encanta esa complicidad madre e hija y tía-sobrinas. Ternura y amor natural intensos y profundos. Gracias, Gemo por poner al descubierto sentimientos, que a veces, como Susana, mantenemos encerrados por aparentar ser fuertes.
    Constance

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  4. ainssssss cuanto MÁS te leo, MÁS te admiro
    lo tuyo no tiene nombre a cuanto das
    GRACIAS INFINITAS ARTISSTAZAAAAAAAAAAAAAAAA

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  5. .......VIDAS QUE TOMAN SU RUMBO....VIDAS QUE BUSCANDO LA FELICIDAD...ESA ALEGRIA QUE AL DESPERTAR DA EN SENTIR QUE TODO ENCAJA...QUE ESTAS ...JUSTO DONDE QUIERES ESTAR...VIDAS QUE SE ENCUENTRAN Y QUE JUNTAS PARECEN QUERER QUEDARSE....HISTORIAS QUE AUNQUE NO SE REPITAN POR IGUAL TIENEN EL SABOR DE LO DULCE...RECUERDOS QUE VUELVEN Y SE SITUAN JUNTO AL PRESENTE....ILUSIONES Y MÁS ILUSIONES...VIDAS ...VIDAS DE MUJERES QUE BUSCAN Y AL FINAL ENCUENTRAN...
    .....Y AHORA A ESPERAR....SI SERA NIÑO O NIÑA...EL DESEO DE LUCIA....¡¡ ME GUSTA¡¡¡

    GRACIAS.....ESCRITORA.....POR ¡¡¡TANTO¡¡¡

    CELESTE-NEGRO.

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  6. ¿hoy tampoco hay trocito o trozaco? :(

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  7. Tu te tornas eternamente responsável por aquilo que cativas.
    Antoine de Saint-Exupéry
    não pode nos abandona dois dias assim como assim senhorita gemo
    brigoninha

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  8. Hoy tampoco hay trozo? No nos preocupes, Gemo. Estás bien?
    Constance

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  9. ..... ESCRITORA..
    LOS ARTISTAS MUCHAS VECES TIENEN _ MUSAS_ QUE LES AYUDAN A CAMINAR POR ESE MARAVILLOSO MUNDO DEL ARTE Y QUE LOS INSPIRAN PARA LUEGO DEJAR CADA SUEÑO PLASMADO EN UNA HISTORIA O EN EL MEJOR DE LOS CUADROS....Y POR ELLO TRIUNFAN...

    PERO LOS ARTISTAS...LOS QUE HACEN ARTE....TAMBIÉN TIENEN ESE APLAUSO CALLADO....DE QUIENES AL LEERLOS...AL ADMIRARLOS....LE DICEN '''ESE GRACIAS'''.....QUE HACE EL RECONOCIMIENTO A TODO LO QUE DAN...TIENEN ESE LLAMAMIENTO CUANDO LES FALTA LO QUE ¡¡TANTO¡¡ GUSTA....Y TIENEN EL RESPETO DE ESA ESPERA PARA DEJAR QUE EL ARTISTA Y CUANDO PUEDA....VUELVA A LLENAR ESE RINCÓN DONDE SE DISFRUTA UNA OBRA BIEN HECHA.....ENTONCES ES CUANDO DEBE Y CON DERECHO...SENTIRSE LO QUE ES....EL DUEÑO DE SU PROPIO ARTE.....

    TÚ...LO ERES....ERES GRANDE...ÚNICA....

    Y POR ESO MERECES NUESTRA ESPERA.

    GRACIAS....SIEMPRE.....ESCRITORA......

    CELESTE-NEGRO.

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  10. Esperar algo bueno...lo hace aún mejor.

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  11. como sempre Celeste como sempre sabias palavras
    brigoninha

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  12. Ayyyy, que tengo el día sensible y vosotras diciéndome estas cositas. Lo siento, esta semana quise estar en todos sitios y a duras penas llegué a alguno. Mañana, tendréis trocito...¿si? Besis ays

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  13. Como dice Morantista..lo tuyo no tiene nombre niña..y aunque ando un poco liada..como el criminal siempre vuelvo al lugar.a leer tus historias..en este caso esta que me gusto desde el primer dia..con esa pareja de luxe..
    Y cuando dejo esta me voy a mi tablet en la que estoy releyendo..Un adios improvisado..que me mata niña..y subrayar todo lo que dice Celeste...como no..porque pienso lo mismo que ella..asi que no añadire mas...ella lo escribio muy bien niña...

    Grande de España tu..Divina-Wilson

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