112- Emergencias 74

Mensaje de Ines a Marina: Por fin...me voy para casa. No sabes lo bien que suena en mi cabeza. Ojo, no salgas a ningún aviso más, salvo que sea totalmente necesario y en cuanto acabes corriendo para casa a hacerme la cena. Jajaja, vale...ya me pego yo. Ahora es cuando te caen mogollón de besos.

El mensaje de Ines, la hizo reír sin que fuese ninguna novedad. Con Ines podía estar riendo, follando o discutiendo. Un triángulo perfecto que le hacía sentirse siempre en la cima de la ola. Su conjunción clave, para sentirse absolutamente viva. Tras leerlo le contestó al momento pidiéndole cuidado al volante y mandándole los consabidos mimos, para a continuación y mientras los avisos del 112 la dejasen, charlar también vía whatsaap, con la Presidenta de Madrid y su asesora en un grupo de lo más picante.

Mensaje de Marina a Divinity: Decidido, esta noche nada de sofá y mantita. Me apetece jugar y además, se lo merece.

Mensaje de Raquel a Divinity: Dejate de.. Se lo merece.. La primera que quiere jugar eres tu.

Mensaje de Esther a Divinity: Tomo nota del jueguecito. El de pregunta y respuesta, tuvo resultados mas que óptimos.

Mensaje de Marina a Divinity: Jajaja...en verdad es una versión del pregunta-respuesta. Varía, en que no puedes hablar y si, dibujar.

Mensaje de Esther a Divinity: Aja...imagino donde.

Mensaje de Raquel a Divinity: Ya estamos con las listillas. ¿Donde?

Mensaje de Esther a Divinity: Jajaja, tu Raquel ni lo intentes. Tu Eri, te dibujara entera.

Mensaje de Raquel a Divinity: Jajaja, le puede el ansia. ¿Os dais cuenta lo p...que somos?

Mensaje de Esther a Divinity: Señora en la calle...

Mensaje de Raquel a Divinity: Naah....Marina ya está preparando su noche y nosotras en Navacerrada solas.

Mensaje de Esther a Divinity: ¿Un vinito?

Mensaje de Raquel a Divinity: Y dos. Te saco de la reunión en cinco minutos.

No iba equivocada Esther, Marina dejó de atender a sus mensajes para cerciorarse que el encargo que había realizó por internet llegase a la hora solicitada a su casa. Una vez que lo comprobó, comenzó a perfilar sus siguientes pasos a dar. Pero claro con tanto pensar, acabó...

Mensaje de Marina a Divinity: Con la tontería pues....

Mensaje de Raquel a Divinity: Estas cachonda. Obvio.

Mensaje de Esther a Divinity: Jajaja, ¿alguien me puede mandar una inspectora de policía en concreto a Navacerrada? Mi cargo debería servir para estas cosas.

Estaba claro que Marina contaba con la suerte que ellas no. Ines en aproximadamente una hora, estaría en casa y nada más llegar recibiría su primer encargo. Entre trabajo y whatsaap, esa hora pasó rápida para Marina y en cuanto Ines le aviso de estar en casa, comenzó su particular juego escribiéndole- Cielo, a partir de este momento, nuestra noche cambia y para ello, debes seguir al pie de la letra las instrucciones que en cada momento vaya dándote- escribió y envió, cerrando los ojos para sentir al completo la excitación que le producía su juego improvisado más el delicioso revoloteo que en ella provocaba. Claro que, tuvo que volver a reír ante la contestación de Ines- Ay ay ay....ni idea que es, pero ya me tienes de los nervios.

Mensaje de Marina a Ines: Jajaja, bien....en cinco minutos van a llamar a casa.

Mensaje de Ines a Marina: Miedo...tengo miedo. Si es el cartero, se que llama dos veces.

Mensaje de Marina a Ines: Jajaja, cariño deja la coña. Esto es muy serio. Abres, coges el paquete y te dejare ver lo que es. Pero no podrás ponértelo, hasta que yo te lo diga.

Mensaje de Ines a Marina: Jijiji si si si, vente para casa yaaaaaa. Di que mi pajarito se ha dado la vuelta y esta incrustado en tus riñones. Venga, vamos...vente.

Mensaje de Marina a Divinty: Bueno...creo que Erika no es la única ansiosa aquí.

Mensaje de Esther a Divnity: Jajaja, ya te digo...un día que estemos menos ocupadas, ejem....recordarme que os cuente como se ansia el cuerpo nacional de policía ante una cubitera con muuuucho hielo.

De nuevo Marina no pudo contestar. Ines ya había recogido el paquete y a ella le quedaba una media hora de turno, más aproximadamente quince minutos mas para llegar a casa. Era el momento de llamar al restaurante y asegurarse de que la cena llegaría a tiempo. Sin dejar, las instrucciones para Ines- Voy a enviarte una foto de nuestro salón. Deberás hacer que quede como en la foto. Las velas están en la cocina y el pañuelo en el mueble del salón- envió y fue inminente la nueva punzada de deseo sentida. Desde luego los cuarenta y cinco minutos restantes no pasarían tan rápidos como se le había pasado la primera hora.

Mensaje de Esther a Divinity: No se a vosotras, pero a mi la preparación de los juegos me excita tanto como el mismo juego. Es increíble disfrutar de esa excitación con su pizquita de nervios.

Mensaje de Raquel a Divinity: Ayyyyy....mejor pido otro vino.

Los mensajes intercalados con ese par, le hacían soltar auténticas carcajadas. Mañana mismo, incluiría a Laura en ese grupo tan especial, sin ella no era igual e incluso, por momentos sentía estar traicionando la aunque para nada. Simplemente no se había dado el unirlas. Pensando en ello, le sorprendió un mensaje de Ines.

Mensaje de Ines a Marina: Ha llegado la cena. Pero, es que vamos a cenar?

- Jajaja, cariño embarazada sigo estando- musitó tras leerlo y tuvo que acabar turno entre risas por los continuos mensajes de Ines. Primero fue recibir la cena, escribirle como prepararla, que recibiera la cascada de chocolate con sus pinceles, ordenarle vestirse con solo la camisola transparente, que prendiese las velas, encendiese el ipod, que apagase las luces y ya aparcando en casa, prohibirle que la saludase hasta que ella bajase de la habitación. Ante ésta última orden, Ines le escribió: ¿112 emergencias? Mandéme a la Doc Sanchez, me va a dar un síncope y solo ella sabe reanimar a un pájaro loco muy loco.

- Jajaja sush...quietecita y sin hablarme hasta que baje- tuvo que volver a pedirle entrando ya en casa y la risita de Ines sentada a la mesa, le hizo comenzar a subir a su habitación sin perder la sonrisa.

- Siii....yo aquí calladita, si- le dijo Inés totalmente ilusionada con la especial noche y...

Stop....la risita nerviosa de Inés, la vocecita empleada y lo irresistible que se veía bajo la luz de las velas, cabello suelto y camisola transparente fueron demasiado para Marina. Horas preparando esa noche, excitada ante cada detalle y ahora, era ella la que dejaba de subir escaleras y rompía su propio planing, para desandar el camino hasta su habitación directa a Inés. Joder, cuando se giró en su dirección, Inés se había incorporado y parecía esperarla con una sonrisa de lo más serena.

- Vamos a seguir la hoja de ruta, ¿sabes?- le dijo andando hacía ella y apoteósico, como todo su cuerpo se revolvía deseando llegar hasta Inés- Pero antes romperemos un poco las reglas- prosiguió esperando con verdadera ansiedad el impacto cuerpo a cuerpo. Vale, se había esmerado en cada paso y detalle, tenia todo el derecho del mundo a romper las reglas y follarsela como le diera la gana antes de cenar. Después, cuando se hubiese a acostumbrado a la imagen tan extremadamente sensual de Inés, podía sentarse a cenar y  dibujarla.

Y no era la única con pretensiones lujuriosas esa noche. Las bromas picantes en el grupo del WA, dejaron a la Presidenta con muchas ganas de Inspectora y ciertamente no, no podía usar su cargo ni sus caprichos de mujer, para sacarla de la cama y hacerla conducir hasta Navacerrada. Pero bien podía, sumergirse por completo en "letras" que la llevarían con ella. Por eso le escribió, como al principio de sus tiempos;

---

De devorer70

A macarenafw

Asunto: Tu mi abrigo

Lo disfrazamos de ratos de sonrisas, de cositas de las nuestras, de todo lo que nos hace estar cerca, es así. Nos buscamos y nos encontramos, allá donde estemos, allá donde la felicidad llame a nuestra puerta. Cuando llegas y me haces sentir, que de nuevo te tengo, saco lo que ya llevo metido en mi sangre. Es prácticamente  no respirar al saber, que eres ya tanto en mi vida.

Has llegado a ser para mi, esa Mujer que hace girar mi vida, la que quiero tener en cada uno de los espacios donde este. Puedo hacer mil cosas, estar en mil sitios, atrapada sin poder llegar a ti, pero siempre con esas ganas de hacerlo buscándote en cada suspiro que doy al hacerlo. Y puedo tener cien cosas que hacer, cien ordenes que dar o que acatar, da lo mismo; trabajo, mundo, familia… pero de nuevo cuando llegas todo lo haces llevadero. Con lo que me das y con lo que quiero darte. Esa eres tú. La mujer sin la que ya no podría estar.

Y ahora, necesitando de ti  a kilómetros, puedo esperarte con las ansias ocupando toda la habitación, puedo cerrar los ojos y “saberte conmigo” entre mis brazos, amarrada a mi, enredada a cada uno de mis susurros cuando te llamo sin cesar, desnudándome, ansiando que llegues, que enciendas aún más mi sangre y mis “ganas”

Y como “lo nuestro” puede ser mágico, como una maga te invoco usando esa magia para llamarte y que llegues a mí. Te quiero aquí y ahora, abrigándome….y lo haces, llegas a mí.

Y como lo haces mirándome, entregando en esos ojazos todas las ganas que llevas guardadas. Dándomelo todo en ese primer beso con que enredas las mías, mis ganas. Lo haces, llegando a mí, que te espero caliente, con el deseo que acompaña al baile de tus ojos, colándome en tus brazos, sin poder esperar que llegues a la que hoy será nuestra cama. Salgo a tu encuentro, tus piernas me amarran a ti, tus manos viajan por mi cuerpo marcándolo, dándome  lo que quiero. No hay tregua, tú no me la das, son muchas las ganas, es mucho el “quejio” que sale de mi boca por no haberte tenido. Te quiero toda y te quiero ya.  Tú lo sabes y rompes mis ropas, mis ojos se llenan  de deseo, de ese fuego que siempre guardo para ti.

Lo tienes, me tienes a mi…TUYA. Te tengo, lo eres…MIA. Llegaste por fin, sobre esa cama que ya se calienta solo con que yo te piense. Me pones, me arrastras, me abres y de rodillas mis muslos te reciben. Abierta cómo te gusta, como me gusta. Tu boca ya abrasa mi sexo y te adentras en él. No puedes esperar y yo tampoco- Ahm que ganas tenía de ti- te digo mientras entras una y otra vez en mi. Tu lengua, dura y caliente, pelea con tus dedos que buscan lo que saben que es suyo, para penetrarme y moverlos dentro de mí. Te tengo conmigo, y dejo mis gemidos en tu  boca y en ese cuello que busco para morder entregándome a ti. Como me gusta ser tuya, como me gusta esa posesión tuya, que me domina y doblega a esa boca que caliente marca mi cuerpo- Ahm…si- mis manos arrastran deseos por tu piel. La quiero, como entera te quiero a ti. Tus brazos me mueven por esa cama, me quieres de mil maneras y me tienes como quieras. Mi dueña, la dueña absoluta de mi pasión y de mis ganas. Y como me gusta sentirte así, porque yo te di ese poder- Ahms- mis gemidos se hacen mas fuertes porque aquí estas tú. Lo estas para beberme, para tomar ese sabor que para ti tengo, el que una y otra vez tu mujer guarda para ti. Para dártelo, para enloquecerte con él- Uffff...- como lo sacas, como lo deslizas entre tus dedos y entre tu boca. Lo sientes, notas y sabes, que me voy entre tus dedos, que me rompo para ti-Ahms- así, así me quieres y así  te quiero yo. Entro sin tiempos en ti, quiero arrastrarte conmigo y lo hago. Tus gemidos y los míos se mezclan enredados como lo hacen nuestras bocas con ese sabor único, que sale de la pasión que por ti tengo. Y arrastrándote, rotas acabamos las dos.

Ahora si, puedo pedirte: Arrópame contigo y déjame en ese abrigo para siempre.

Guarecida en ti, me miras y tus ojos me brillan un te quiero callado y cierro los ojos, porque no quiero despertar ahora y porque quiero que hasta ti llegue, susurrado pero muy clarito: Te quiero.

Pd. Y me quedo en tus brazos, abrigada con tu piel…la manta más cálida que jamás podré encontrar.

---

Así, unas teniéndose mediante letras, otras sobre una mesa y otras más, llegando en moto a casa de las segundas y quedándose quietas y calladas en esa puerta.

Que rápido pasa el tiempo, cuando no es él quien te controla, ni manda en ti. Pero sigue siendo tiempo, aunque tu te burles de él ignorándolo, y continúa su marcha quieras o no, y al final...se te escapa.

Eso les había pasado a Susana y Lucía, y por eso estaban subidas en la moto prácticamente paralizadas. Que ganas le daban a Susana de volver a arrancarla y apretar puño volviendo a perderse con Lucía y que ganas sentía ésta de que Susana lo hiciera. A la porra, los trabajos que te hacen sentir vieja antes de tiempo, que los acompañen sus rutinas y sus cafés con sabor a obligaciones. Por suerte, para esos trabajos un pequeño camión llegando a esa misma puerta, les dio reacción. Un tipo se bajó de él y con agilidad, descendió un andamio del mismo, para después gritar a pleno pulmón.

- Inés...te dejo aquí el andamio que voy con prisa. Concha me mata como tarde un segundo más en llegar- gritó el hombre antes de marcharse y las espabiló a ellas e interrumpió a las de dentro.

- Madre de dios...es el segundo que vocea en mi jardín, ¿Cuantos favores más has pedido?- le faltó tiempo para protestar por segunda vez a Marina pero dios que bueno, Inés no salía de entre sus piernas.

- Es alucinante, no sabes como me emociona sentirlo moverse cuando te toco- a lo suyo y hundida en Marina, Ines no daba para escuchar nada. Navegando entre la loca pasión de poseerla una y otra vez, mezclada con lo sobrecogedor que era, sentir al pájaro en su vientre, totalmente agitado.

- ¿Como no se va a mover?- entre gemidos, Marina olvido pronto las voces- Es imposible que permanezca quieto si me...Ahm...dios, si..sigue...sigue así- loca gemía sin pudor y como Inés, buscaba hundirse en el sexo de ésta, en una acrobática postura, que terminaba con la boca de Marina abierta sobre el sexo de Inés por el sonido de una escandalosa bocina que se escuchaba desde fuera- Como sea alguien dejando algo más, yo te mato.

Y no, no era alguien dejando algo, era Karla llegando a su casa, que entusiasmada por como se veía su Tía en la moto con Lucía subida con ella, se había puesto a tocar la bocina como si fuesen carnavales e igual de entusiasta se bajó del coche móvil en mano, dispuesta a inmortalizar esa imagen.

- Quedaros tal cual estáis, por favor- les pidió sabiendo de sobra que a su Tía le gustaban las fotos tanto como un chiste machista y malo. Aunque contaba con la suerte de Lucía, a la que vio sujetando su intento de huir de la foto para después apoyar la frente en la espalda de Susana riendo. Joder, que bueno era ver a su Tía así. Podía mantener su mismo rictus serio de siempre, pero su cuerpo reaccionaba al roneo super femenino de Lucía.

- Dispara que no se cuanto más podré aguantar a la gruñona- la apremió Lucía y listo, después vería las fotos que seguro le encantaría. Ahora tocaba saludarlas super mimosa. Normal, cuando tuvo de cerca a la gruñona, sus ojos fueron tan chivatos cómo lo había sido su cuerpo y así, las tres se dispusieron a entrar en la casa.

Todo en silencio, cerrado y baja luminosidad que se podía apreciar por las ventanas del salón. Lucía fue la única, que se detuvo en las escaleras de su hija, pensando en lo que podrían interrumpir con su llegada. Susana solo las seguía, pensando en el ruido extraño escuchado en su 2cv dejado a Karla y ésta traía tanta hambre que fue rápido a tocar el timbre. Sería bien bueno, que Marina le preparase uno de sus risotos.

- Ehm...decirme que tengo mente calenturienta pero...¿y si estamos interrumpiendo algo?- les preguntó Lucía y su respuesta, llego de la mano de su hija abriendo la puerta con cara de coito-interruptus- Mi vida...no sabes cuantas veces me hiciste esto mismo de pequeña, así que sonríe y dame un beso.