lunes, 29 de septiembre de 2014

112- Emergencias 69

No es que fuese muy equivocado el padre de Xavier. Podía montarse en cualquier momento. Pero no por su hijo o si, quizás en parte por él si. Pasado el momento pañuelo, Marina se dedicó a poner al tanto a Ines de lo hablado antes de que ella llegase a la cena. Los asuntos tratados habían variado desde los gastos médicos del embarazo hasta los posibles riegos del parto. Ese punto fue el que mas escoció a Ines. En caso de que a Marina le ocurriese algo durante el parto,  el bebe quedaría bajo la guarda y custodia del padre. Totalmente lógico pero sumamente jodido. Porque esa era su realidad, a efectos legales ella no era nadie respecto al pequeño pájaro o eso creía Xavier.

- Hay puntos legales que debo comentar con mi abogado, Xavier- dijo Marina, provocando que tanto Xavier como Ines se enderezaran en sus sillas expectantes- No significa que desconfíe de ti, pero necesito un asesoramiento más exhaustivo- le explicó mientras buscaba la mano de Ines bajo la mesa, demostrándole que ese punto la escocia  como a ella. Xavier pareció entenderlo, pero su madre no lo hizo tanto.
- No hay necesidad de revisar cada punto, por suerte los convenios reguladores entre padres, pueden modificarse en cualquier momento- intervino la mujer, guardando como cualquier madre los intereses de su hijo. Pero haciéndolo, provocó la atención absoluta de Ines, quien si se había asesorado antes de llegar a esa cena- De hecho ambos ahora mismo no gozáis de una situación familiar sólida y segura, mañana podéis estableceros y querer un cambio de medidas- concluyó dejando sus cartas en la mesa y se equivocó, así se lo puso en bandeja a Ines.
- Tiene toda la razón, salvo que Marina si gozara dentro de poco de ese estatus- hablo con una seguridad tan absoluta que Marina se giro a mirarla sin entender nada. Pero tranquila. Ahí estaba Ines para aclararle dejando a todos callados- Nos casaremos el día 9 febrero- terminó congratulándose. Esa jugada no se la esperaba ni Xavier, ni su madre, menos aún Marina y el único que pareció tomárselo a bien, fue el padre de Xavier que mientras Marina se quedaba con la boca abierta de la impresión se incorporaba dispuesto a brindar por ellas. Pero entonces, su mujer lo sentó tratando de desacreditar a Ines.
- ¿Un lunes? ¿Os casareis un lunes?- le preguntó tras consultar en el calendario de su móvil la fecha. Estaba mas que claro que era un farol de la piloto. No había mas que ver a Marina totalmente pérdida entre la sorpresa y la indignación. No en vano, hasta su hijo tuvo que detener su intención de darle un trago a su copa de vino. Pero ella podía pensar lo que quisiese que Ines sumaba rápido para contestarla. Si el 9 era lunes bastaba sumarla 6 días para que fuese sábado.
- Jajaja, con la emoción baile los números. Será el día 14- acalló a la mujer sonriendo bien orgullosa por su jugada. A Marina le dio igual el baile de números. La cuestión no era la fecha, sino mas bien los planes de la piloto, que ella desconocía por completo. Otra vez, el único que se lo tomó bien fue Alfonso, el padre de Xavier.
- Eres toda una romántica, el día de los enamorados...brindemos por ello- de nuevo se incorporó copa en mano dispuesto a brindar. La cosa era beber por lo que fuese y coger un puntito guapo en contraposición a la aburridisima cena a la que estaba asistiendo. Y de nuevo se quedó solo en su brindis. Marina y su nula paciencia se incorporaron de la silla con evidente mal genio. Mas valía huir al baño antes de darle una tremenda bofetada a Ines.
Camino al baño tras disculparse con la mesa, las ganas de abofetearla bien fuerte no menguaron en absoluto, mas bien lo contrario. Porque si lo pensaba era absolutamente sobrecogedor. Con esa boda improvisada Ines le demostraba hasta que punto estaba junto a ella. Pero eso si, cada uno asume sus emociones como puede o sabe y a mas emoción sentida mas ganas de abofetearla sentía. Algo que Ines, yendo tras ella al baño desconocía. Vale, Marina ahora se la montaría a lo grande, pero después entendería que era la mejor opción.
Stop ...que se la montara en el baño con sus aumentadisimas bufas a punto de reventar el vestido, no entraba en sus planes y distraer, distraía.
- ¿Te parece normal? ¿A ti te parece normal?- nada mas entrar tras ella, Marina le atacó según lo previsto, aunque Ines sintió cierto temor. Marina no la había visto caminar detrás de ella hacia el baño, ¿tendría ojos en la espalda o empezaba a ser evidente para ella? Daba igual, el genio que mostraba Marina daba para apremiarse en contestar calmando a la fiera, pero joder...ante cada gesto sus bufas se movían y así pues...
- Dejame explicarte antes de que te pongas como una moto y acabe mordiéndote la boca para callarte- le pidió alzando las manos. No sería mala idea usarlas de barrera visual entre sus bufas y ella- En el hospital coincidí con Pelayo, es uno de los abogados del hospital - tuvo que hacer una pausa ante el primer manotazo que recibía de Marina para que bajase las manos y mierda, joder, me cago en todo. A las bufas ahora tenía que sumarle la mirada de más mala hostia de Marina sobre ella. Así no iban bien y estaban en un aseo público. Ella mantendría la calma. Piloto de rescate, eso da seguridad o debe darla- Le comenté el tema y
- El tema- la interrumpió Marina cruzándose de brazos. Abofetearla y después comérsela, no había mas planes posibles pero antes debía montarla un poco más- Ahora somos el tema.
- A ver- pidió tiempo Ines, comenzando a transpirar. Si lo pensaba, aún estaba un poco enfadada por los celos exagerados de Marina sobre la nueva conductora del 112, después por la dichosa manía de no vestirse acorde a su estado y ahora ni sabia, porque cuando Marina la miraba como lo estaba haciendo, Ines daba para poco. Aunque lo intentó- Su madre tiene razón, ahora podéis firmar un convenio de lo mas amistoso que da igual. Porque si mañana se despierta queriendo jodernos, no tiene mas que pedir una modificación de medidas y habremos avanzando lo que quieras respecto a igualdad, pero a ojos del juez, tu serás la lesbiana que ahora esta con una piloto y mañana ni se sabe. Mejor casarnos y resguardar nuestra familia, no hay más- sentenció dejándose el aliento en que Marina la entendiese pero ni modo, los ojos se le fueron donde siempre y así no pudo escuchar el suspiro enamorado de ésta- Y tapate las tetas que acabaré infartandome- desesperada se cubrió la cara antes de que el huracán Marina impactase en ella, haciéndola chocar contra la puerta que alguien quería abrir.
- Está ocupado y va para rato- alzo la voz su huracán colandole la pierna entre las suyas. Acorralada entre la puerta y Marina, Ines se dejo mecer por sus tempestades- Venía queriendo abofetearte, porque cuando creo que no me puedes sorprender más, vas y lo haces...provocando que te este queriendo tanto que me duele y si algo me duele, me desbordo y desbordada  puedo ser muy hija de puta. ¿Es que no lo ves?- como un vendaval cayó sobre ella, despertando el lado mas salvaje de ambas. Por supuesto que Ines lo sabía. Lo supo desde su primera pelea. Marina era la mujer que te destroza en sus locos vaivenes, pero de la que nadie te puede alejar. Y Marina fue quien a tan corta distancia, prácticamente labio a labio, se empapó de esa loca adicción.
Parecido, mucho, a como su madre, se estaba empapando de la imagen de Susana sentada sola en un sofá. Había estado de lo más esquiva desde que se vieron. Mucho más cerrada de lo normal en ella. Mirándola a hurtadillas, cayó en la presencia de Sofía esa noche entre ellos y se recordó subida en el tren con Fátima, poniéndola al tanto del grupo de amigos de Susana. Obvio, gustándole un montón Felipe para su amiga, se había centrado en él, sin olvidar al resto.
- Nada más los veas, comprobarás que son un tanto extravagantes y bastante de rollo intelectual. Muy de desmenuzar una obra en trocitos, queriendo llegar a las entrañas de su creador. Pero son muy sociables y enseguida te acogerán como una más y para tu suerte, tienen un punto muy sibarita a la hora de comer y beber- le resumió sin perder la sonrisa. Realmente eran amables  y hospitalarios como pocos, a lo que había que sumar una tendencia a la diversión sana.
- Aja...ya me imagino su rollo- le había dicho Fátima atentísima a sus explicaciones, sin olvidar las que había recibido de su hija Laura- Pero escucha, ¿y la tal Susana? Me ha contado Laura que es super interesante, aunque un poco borde también.
Menuda tontería, era Fátima quien se interesaba por Susana, y a ella le habían saltado todas las alarmas. Madre e hija, Fátima y Laura, compartían la misma curiosidad infinita por todo, sin más pretensiones y ella como tonta entraba al trapo como una celosa que marca territorio. Así, como pudo varió la conversión de nuevo a Felipe, pero no se la dio a Fátima.
- En fin...¿esto de meterme a Felipe por los ojos es para que te acompañe en tus escapadas con Susana? Que somos amigas desde que íbamos con pañales, Lucía por favor.
Y tanto que era una tontería seguir ocultándoselo a Fátima, lo mismo que sentir celos. Una vez se sinceró respondiendole que si entre risas, todo fue mucho más sencillo. Felipe fue quien las recogió en la estación con su coche y ahí, es que empezó su noche extraña. Susana no apareció y cuando lo hizo, fue a pocas manzanas del Chef-House de Luis. Parada en paralelo con su moto, tocó la bocina y ella se bajó del coche para recorrer esas manzanas bien apretada a ella, sobre la moto que podía volverla tan loca como su propia dueña.
Pues otra tontería, porque por más que buscó caricias escondidas en ese trayecto, Susana se mantenía rígida e igual de ausente que cuando se bajaron de la moto para subirse en el ascensor que las llevaría directas al salón de Luis. Ni palabra, ni el más mínimo sonido y con una mueca presidiendo su cara, que ni de lejos se parecía a una sonrisa. Llegadas a ese punto tenía dos opciones. Ser muy Lucía y contestarle con tremenda indiferencia o ser un poco Marina, y responderle con cero paciencia. Podía haber una tercera opción, que sería echarle la paciencia de la que las Sánchez carecían, pero es que ese era el tema, que como mujer Sánchez que era, carecía de tal virtud. Sus taconeos en el suelo, esperando que el ascensor llegase al salón de Luis fueron un aviso que Susana entendió.
- Hoy se ha sumado más gente a la cena, estará Sofía- le dijo Susana nada más abrirse las puertas, rompiendo su silencio para enseguida entrar en el salón, sin tan siquiera cederle el paso.
- Ja...ya sabía yo- musitó Lucía tras ella. Genial, pues las opciones quedaban así limitadas a una. La indiferencia más absoluta.
Pelin exagerada. Puede que no le dirigiera la palabra en toda la velada, a pesar de estar sentada junto a ella e incluso aceptar probar de su tenedor algún que otro bocado, pero atenta a Susana estuvo todo el tiempo. A ella y a Sofia. Claro que, imposible no prestarle atención a ésta ultima si ella y sus aventuras por África eran los protagonistas de la cena. Tanto, que hasta a Fatima le llamó la atención y digna madre de su hija, no se aguantó las ganas de comentarlo con Lucía, vía whatsaap.
Mensaje Fatima a Lucía: Por favor, que pereza la tal Sofia.. Parece Dora exploradora.
Mensaje de Lucia a Fatima: Jajaja, que poquito le gusta llamar la atención, ¿ah?
Mensaje de Fatima a Lucía: Ya te digo...así tiene a todos babeando, incluida la niñita. ¿Se deben llevar mas o menos veinte años?
Mensaje de Lucía a Fatima: ¿Tu crees?
Mensaje de Fatima a Lucía: Totalmente y es la segunda. Dejó a Susana por un doctor de médicos sin fronteras y después le dio por lo yogures sin cuajar Jajaja mala soy. Todo esto según mi Laura.
Mensaje de Lucia a Fatima: Pues...primera noticia que tengo.
Mensaje de Fatima a Lucia: Cariño no me pierdas reflejos. Del enemigo hay que saberlo todo. Tiene los dedos de los pies tatuados. Ojo al dato.
- Hija de - a tiempo se calló Lucía con toda la mesa mirándola incluidas Susana y Sofia- Jajaja, perdonad me llegó una cosa por aquí que...en fin- dio largas a la mesa y hasta giro con desparpajo la cara de Susana de nuevo al frente, para en cuanto perdió la atención seguir escribiéndose con Fatima.
Mensaje de Lucia a Fatima: Súper fuerte. Es la ex y es a su vez la tía con la que se acostaba hará como dos meses. Susana me envió la foto y era ella seguro.
Mensaje de Fatima a Lucia: Me quedo muerta. ¿Esos jueguecitos os traéis? Tampoco me puedo extrañar. Menudo grupo, Dora con su yogur, Luis estuvo con Risto y también con Aurora, y Felipe ..joder, Felipe no ha intentado nada y llevo un vestido que grita entrame. Ayyy, que lo mismo no es hetero, viendo el panorama aquí..Y si, todo esto lo se por Laura que a su vez, lo sabe por facebook.
Menaje de Lucia a Fatima: Y está ofreciéndome cuscus como si nada. Te voy a dar un consejo, no dejes el hetero mundo. Llevo desde que llegamos intentando saber que le pasa y ahora resulta que va a ser por la Dora Yogurtera.
Mensaje de Fatima a Lucía: Jajaja, no me hagas reír que ya nos miran raros. Si es que hija mía, con lo fácil que es con un pene, que le dices: cariño ven
Mensaje de Lucía a Fatima: Follame
Mensaje Fatima a Lucía: Y cierra  bien cuando te vayas Jajaja.
Las carcajadas de ambas, volvieron a llamar la atención de la mesa y las dos, salieron como pudieron del apuro.
Pues nada tocaba dejar los móviles y volver a la indiferencia hacía Susana y su silencio. Mujer de armas tomar, se volcó en los demás y acabó bailando descalza junto a Fátima y varios más. Pero que tontería por favor, por mucho que insistiese en lo contrario, estuvo atenta a cada cosa hecha por Susana. Aunque, poco hizo ésta más que dejarse caer en el sofá móvil en mano. ¿A quien diablos le estaría escribiendo? Fue la pregunta que se hizo Lucía antes de casi saltar al sentir vibrar su móvil en uno de los  bolsillos de su vestido. Pensando que sería Fátima comentándole cualquier cosa lo cogió y fulminó enseguida a Susana con la mirada. Era un mensaje de ella.
Mensaje de Susana a Lucía: Te ves absolutamente hermosa bailando así.
Sin saber muy bien porqué, el mensaje la puso de mala hostia. O sea, ahí estaba Susana tumbada en el sofá, pasando de todo el mundo, incluido ella y ahora le mandaba un mensaje ¿halagador? Ja, pues se iba a enterar, aunque...
Mensaje de Lucía a Susana: Creí que esta noche ni me veías.
Mensaje a Susana a Lucía: A ti es imposible no verte.
Mensaje de Lucía a Susana: Ya...pues te voy a advertir de una cosa. Para un rollo soy la tía más liberal del mundo, pero cuando estoy entregandome...exijo ser única. No es que lo quiera o lo prefiera, es que lo exijo.
Mensaje de Susana a Lucía: Sal conmigo fuera.
Mensaje de Lucía a Susana: No....¿te sigues follando a esa tía?
- Agh...joder- tuvo que quejarse Lucía, porque su último mensaje no pudo ser leído por Susana. Imposible si nada más enviarlo, había visto a Susana levantarse dejando su móvil en el sofá. Genial, ahora o seguía aparentando indiferencia o salía al balcón tras ella o salía al balcón tras ella y la abofeteaba porque si, o bien podía salir tras ella al balcón y besarla. Porque la Susana de esa noche, totalmente anti-social y prácticamente auto-aislada, le rasgaba el alma en pequeños jirones, que sin saber muy bien porqué, la encendía. Sin decidir que hacer, salió tras ella y sus siguientes pasos se quedaron en el aire, al verla parada esperándola para decirle:
- Me obligan a dejar de volar. No hay más prórrogas para mi.
Ni Dora exploradora, ni el cambio climático, ni el periodo, ni nada. Su interrogante de toda la noche, quedó resuelta . Susana perdía sus alas y ella se quedó sin saber que decirle. Así, la opción más válida e irracional, fue acortar toda distancia entre ellas olvidándose de todo, para besarla. Y de nuevo igual o muy parecido, a como estaba Marina en el aseo del restaurante.
Ni niñitas conduce ambulancias ni pepinillos en vinagre. Las intenciones de Ines para las dos, ese "nuestra familia" pronunciando por su boca de una manera tan natural y a la vez tan sobrecogedora revolvieron por completo a Marina. Podría optar por ser la heroína de su historia de amor, dejar a Ines libre de un triángulo forzoso, dejarla encontrar en otra, una relación de a dos clásica o simplemente desligarla de todo, pero no. Se había anclado a la porción de egoísmo con la que cuenta cada amor manteniéndola a su lado y como mujer, se había propuesto amarrarla a ella usando todas las armas posibles. Entre tantas, la locura y su lujuriosas formas. Con pasión irracional, se había lanzado a por su boca, a pesar de las advertencias de Ines.
- Joder Marina....la puerta es de cristalera- contra ella y dándole la espalda al salón del restaurante, estaba acorralada entre Marina y esa puerta, sin olvidarse de las enormes bufas de Marina aplastandole el pecho. Vale, genial...imposible por mucho que le advirtiera de que todo bicho viviente en ese restaurante podría estar viéndolas, de detenerla. Menudo día llevaba como para no dejar que su volcán estallase entre las manos de quien provocaba su erupción. Primero la pelea por celos, después las fotos mas que sugerentes, siguiendo con su vestido ajustado hasta decir basta y ahora un beso que le hacía olvidarse de cristaleras, restaurantes, Xaviers y todo aquello que no fuera ellas dos en ese baño. La poquita cordura que podía quedarles en el olvido, se esfumó en cuanto los dedos de Marina llegaron a su sexo bien húmedo- Agh....Marina
- Eso es cielo, yo...yo soy quien te moja así, yo- remarcó el yo regodeándose en él Marina, mientras sus dedos poseían el sexo de una Ines, rendida a la fiereza con la que sus dedos entraban en ella, sin que su lengua y dientes dejaran de poseer su boca. El desearla todo el día, la llevó a sentir que en pocas envestidas más, empotrada contra esa puerta, se correría entre sus dedos.
- Dejame tocarte, necesito tocarte- le pidió temblando al borde de un abismo donde el vacío te espera con un espectaculares fuegos artificiales y buscando tocarla, subió su falda con absoluta ansiedad hasta su cintura. Dejándola de nuevo igual o muy parecido, a como se encontraba su madre en un pequeño balcón de Madrid.
La diferencia con Marina, no era que su falda se arrugase en su cintura sin que a ninguna le importase. La diferencia era que en el caso de Lucia, era ella quien estaba encajada entre una pared y el cuerpo de Susana, y eran los dedos de ésta los que navegaban en su propio mar bravo y salado. Así las encontró Sofia al salir al balcón en busca de Susana. Lucía con el cuello elevado en el último jadeo roto, con la falda retorcida en su cintura y con Susana pegada a ella.
Y tras Sofia, Fatima.  Que se quedó anclada a la increíble armonía que los cuerpos entrelazados de ambas, ofrecían. Lucía no vio a la segunda al girar su cara buscando una bocanada de aire sin dejar de acariciar la nuca de Susana y si la vio poco le importó, porque a quien si vio fue a Sofia. Un segundo manteniéndose la mirada, dos puede que tres, cuatro o cinco. Los que fuesen. Porque Lucía la estuvo mirando como el torero que mira al toro que tiene enfrente, humillándolo sin necesidad de espada y capote, hasta que tuvo que ser Sofia quien bajase la mirada, aceptando la derrota.
- Más claro, agua- musitó tras ella Fatima. Pero lo hizo de una manera tan infantil defendiendo a su amiga que a Sofia no le molestó lo mas minino, al revés  lo que hizo fue provocarle picarla, hasta ver donde llegaba.
- ¿Perdona?- le preguntó entrando con ella al salón y Fatima tragó saliva sin olvidarse de los intereses de su amiga.
- Un dicho muy clásico pero tremendamente cierto- le contestó bien segura pero miércoles. Que mirada mas curiosa y atrayente tenía Sofia. Sin duda las experiencias de Dora exploradora en África, debían dejar huella y ella la mostraba a través de su forma de mirar. Forma que le hizo adivinar que Sofia no se quedaría callada.
- Puede que así sea, pero en tu boca, desconociendo lo que han sido dos vidas, queda arriesgado- le dijo a media sonrisa. La cara de Fatima era un libro abierto y era divertido jugar con ella y leer el resultado en sus expresiones
- Cariñin...sin agravios pero, acostarte con alguien de vez en cuando, no te hace formar parte de su vida- volvió a decirle con soltura Fatima intimidándose un poco. Que manera de mirar y que manera de sonreír, por favor. Si fuese un tío, le follaba esa forma entre chulesca y divertida, quitándole toda la tontería. Pero tenía tetitas, curvas y en general un aire de tía currada que ayyyy..¿se estaba excitando? Va a ser que si. Lo visto en ese balcón, con Lucía sencillamente espectacular alcanzando el cielo por los dedos de una mujer y la tipa ésta con aires de trotamundos, sumado a su genética curiosa de más e imaginativa como pocas, acabaron por excitarla sin que Sofia, dejase el juego.
- Mm....demasiado complicado como para explicarlo en pocas palabras- comenzó a explicarle Sofia, haciéndola caminar de espaldas hasta una esquina mas intima- ¿Alguna vez te ha gustado algo tanto que a pesar de negarte una y otra vez a volver a cogerlo lo has acabado cogiendo esa misma una y otra vez? Podría ser algo así o que realmente no somos ninguna propiedad. Lucia puede ahora retenerla entre sus piernas, que mañana o pasado o cualquier otro día, pueden ser de nuevo mis piernas las que la retengan. Porque nacimos sin cadenas y así deberíamos seguir- concluyo disfrutando del mosaico de expresiones de Fatima con una adorable tonalidad infantil.
- Ya claro...con la excusa de la libertad te lo has montado muy bien- no de calló Fátima a pesar de que su espalda topó con la pared. Agüita con tener a Dora exploradora y su chulería a menos de medio metro, pero ja...a ella no se la daba, por eso siguió - Vives con una yogurin y te tiras a una madurita cuando te apetece gozar de la experiencia. Eso si, Susana tiene esa manera de mirar tan triste y pérdida, que cualquiera se la follaría nada mas que para ver si sabe sonreír.
- Jajaja, tu también podrías, si te dejaras llevar por lo que sientes en cada momento- acortó el medio metro Sofía, sin dejar de desgustar la timidez corajuda de Fátima, como si fuese el más premiado de los caldos- Ahora mismo, por ejemplo- sentenció acorralandola entre la pared y ella. Muy equivocada debía de estar si Fátima se quedaba quieta y callada.
- Jejeje, dejame tranquilita, que yo soy muy de machos- la empujó buscando que corriese el aire Fátima. Jesús bendito, que manera de ponerla cachonda tenía esa mujer sin pene. Ayyyy, empezaba a ser urgente para ella hablar con su hija. ¿Que era esto de excitarse por una tía? ¿Un ataque de lesbianismo? Joder, si es que Lucía se veía de lo más complacida en ese balcón, lo mismo todo sería como decía Sofía, dejarse llevar. Pero dios, que mujer más descarada. De nuevo se pegaba a ella y peor, tonteaba con su pelo.
- Ya veo....machos con un buen pene- le susurró Sofía apoyándose en su cuerpo. Pene no tendría, pero madre mía que rico era sentirla así de pegada. Noche loca, veras que le venía noche loca y así...
- Ayyy...  Pues, pues...deja de reírte de mi, ¿quieres? Se que sólo estas jugando conmigo para que te de la razón- giro la cara en modo enfado total. Sofía solo se estaba riendo y ella poniéndose cachonda, habría que examinar que había bebido esa noche, aparte de pedirle a Lucía no ir por ahí follándose a Susana. Por suerte, su mirada topó con la de Felipe, ciertamente defraudado al verlas así de pegadas.
- ¿Estas segura?- insistió Sofía, arriesgando entre el juego y la realidad. Pero, Fatima seguian enredada a los ojos almendrados de Felipe y asi....
- Si..cariño, de lo poco que tengo claro, pero si...me encantan los penes que saben mirarte desarmándote.
- Jajaja, me encanta tu naturalidad...enamora- rió Sofia, dejando el juego entre ellas.
Y sus risas llegaron al balcón, donde Susana continuaba buscando refugio en la calidez de Lucía. Pero a ésta, viéndose medio desnuda y con Susana aferrada a ella, se le ocurrió como conseguir estar mucho mejor dadas las circunstancias.
- Se me está quedando el culo helado- le dijo a baja voz sin querer que ni sus voces rompiesen la unión tan prodigiosa entre ambas- Una vez te dije hablando sobre Karla, que yo no tuve tiempo para locuras por tener a Marina tan joven. Pues bien, creo que ha llegado mi hora. Que le den a tu general y sus ganas de quitarte las alas, vamos a coger la moto, vas a conducirla hasta donde quieras y mañana llamaremos con cualquier excusa para no trabajar- terminó por proponerle y le dio una cachetada esperando más reacción en ella, que la sonrisa que podía sentir en su hombro- Vamos...piérdete conmigo- la apremió sintiendo como la adrenalina comenzaba a circular libre por su cuerpo haciéndola reír salvaje- Podrán quitarte las alas pero siempre, podrás aterrizar en mi...ahora vamonos, quememos gasolina- prácticamente gritó bajándose la falda para después tirar de su mano en búsqueda de la libertad momentánea y tirando de ella, atravesó el salón sin fijarse en nada ni importarle absolutamente nada. Su paso fugaz por el salón, hizo sonreír victoriosa a Fátima.
- Ayyyy....yo lo siento mucho Cariñin, pero me da en la nariz que Susana encontró unas piernas de las que no querrá salir- vaciló gallita encantada con la sonrisa con la que Lucía se marchaba de ese Chef-house y no, a pesar de tragar saliva por su propia chulería y por lo que Sofia pudiera hacer, ésta no dijo nada y solo sonrió, mirando como Lucia y Susana se marchaban.
Al final de la noche, una moto atravesaba kilómetros sin un destino marcado más allá de la libertad, mientras que una hetero acababa sentada en el suelo entre copas y risas de un grupo de gente encantadores más allá de sus orientaciones sexuales y una pareja, paseaba por la bellísima Plaza de Pedraza, hasta que el paso de un avión las hacía detenerse y que Marina llevase las manos de Inés hasta su barriga.

- Ya le pasa como a mi, es escuchar un avión y se estira, esperando que llegues.



5 comentarios:

  1. Me gusta la comparativa que viven madre e hija, tía y sobrina, con sus respectivas parajes, esa forma de encauzar los problemas que se van encontrando, y poco a poco la madurez que van adquiriendo para llegar a su fin. “Ese Nos casamos para formar nuestra familia” y por el otro lado como busca Susana que sea Lucía la primera en saber “que pierde sus alas“, haciéndola participe de ese dolor.

    Y qué decir de Fátima, “de tal palo tal astilla” ya sabemos a quién sale Laura. Jajaja Me ha gustado el “duelo” con Sofía. Chapo.

    Gracias.

    A.

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  2. Eres única en el mundo de las letras, pero...¡los números no me cuadran!

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  3. Pufff...menudo trozo. Me ha encantado. Inés comienza a saber llevar a Marina y su impulsividad. De Susana y Lucia, qué decir...me tienen enamoradas estas dos. Por lo menos la doctora ha dejado claro que para ella no es un mero rollo. Deseando saber mas de ellas.
    De Fátima y Dora, jajaja... Qué arte tienes...
    Gracias por el trozo
    L.a.c.e.r

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  4. .......'''PORQUE...CUANDO CREO QUE NO PUEDES SORPRENDERME MÁS...VAS Y LO HACES...'''...ESA SI...ESA SI ES MARINA...LA QUE NUNCA DBE DEJAR DE SER...LA QUE LUCHA POR LO QUE QUIERE...LA QUE LO DA TODO...A QUIEN LA MANTIENE EN ESA LOCURA...QUE SE VE...NO QUIERE SALIR''''..ESA...SI¡¡...LA QUE DA EL LUGAR QUE DEBE A QUIEN AMA...AHORA..SI¡¡..ESA QUE SABE ACARICIAR...LA QUE CON FURIA POSEE DONDE Y CUANDO LE DA LA GANA A QUIEN PROVOCA ESE DESEO...¡¡¡ ESTA MARINA SI ES ESA MUJER FUERTE...¡¡ME GUSTA¡¡¡ COMO ESA PILOTO QUE MARCA TERRITORIO...QUE SABE POSICIONARSE...PORQUE SIENTE QUE PUEDE HACERLO...
    ....ÚNICA...ESCRITORA LO ERES¡¡¡...UNA Y OTRA VEZ TE LO DIRE...Y UNA Y OTRA VEZ...EN CADA UNA DE TUS LETRAS...LO DEMUESTRAS...¡¡¡ ABSOLUTAMENTE DESLUMBRANTE CAUTIVADORA¡¡¡...ES ESTA HISTORIA...DONDE TODO ENCAJA...DONDE TODO ES POSIBLE Y DONDE SE MEZCLA PASIÓN Y TERNURA POR DOQUIER..SI¡¡¡..

    GRACIAS.....POR ¡¡TANTO¡¡¡

    CELESTE.NEGRO.

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  5. Gemo; Soy una mujer en la última etapa de su vida y lectora compulsiva, he leido mucho (tengo el ego muy arriba, jejeje). por eso me encanta, me fascina, tu capacidad para atraparme, no solo con la trama y los personajes, sino también por la forma en que juegas con las palabras, con las frases, con las situaciones. Esa capacidad de hacernos reir, pese al drama, de mostrarnos que la vida vale la pena vivirla con ganas. Todo habla de tí, de tu forma de ser.
    Ufff!!! Se me fue la mano! sigo otro día.
    Constance

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