No
es que fuese muy equivocado el padre de Xavier. Podía montarse en
cualquier momento. Pero no por su hijo o si, quizás en parte por él
si. Pasado el momento pañuelo, Marina se dedicó a poner al tanto a
Ines de lo hablado antes de que ella llegase a la cena. Los asuntos
tratados habían variado desde los gastos médicos del embarazo hasta
los posibles riegos del parto. Ese punto fue el que mas escoció a
Ines. En caso de que a Marina le ocurriese algo durante el parto,
el bebe quedaría bajo la guarda y custodia del padre. Totalmente
lógico pero sumamente jodido. Porque esa era su realidad, a efectos
legales ella no era nadie respecto al pequeño pájaro o eso creía
Xavier.
-
Hay puntos legales que debo comentar con mi abogado, Xavier- dijo
Marina, provocando que tanto Xavier como Ines se enderezaran en sus
sillas expectantes- No significa que desconfíe de ti, pero necesito
un asesoramiento más exhaustivo- le explicó mientras buscaba la
mano de Ines bajo la mesa, demostrándole que ese punto la escocia
como a ella. Xavier pareció entenderlo, pero su madre no lo hizo
tanto.
-
No hay necesidad de revisar cada punto, por suerte los convenios
reguladores entre padres, pueden modificarse en cualquier momento-
intervino la mujer, guardando como cualquier madre los intereses de
su hijo. Pero haciéndolo, provocó la atención absoluta de Ines,
quien si se había asesorado antes de llegar a esa cena- De hecho
ambos ahora mismo no gozáis de una situación familiar sólida y
segura, mañana podéis estableceros y querer un cambio de medidas-
concluyó dejando sus cartas en la mesa y se equivocó, así se lo
puso en bandeja a Ines.
-
Tiene toda la razón, salvo que Marina si gozara dentro de poco de
ese estatus- hablo con una seguridad tan absoluta que Marina se giro
a mirarla sin entender nada. Pero tranquila. Ahí estaba Ines para
aclararle dejando a todos callados- Nos casaremos el día 9 febrero-
terminó congratulándose. Esa jugada no se la esperaba ni Xavier, ni
su madre, menos aún Marina y el único que pareció tomárselo a
bien, fue el padre de Xavier que mientras Marina se quedaba con la
boca abierta de la impresión se incorporaba dispuesto a brindar por
ellas. Pero entonces, su mujer lo sentó tratando de desacreditar a
Ines.
-
¿Un lunes? ¿Os casareis un lunes?- le preguntó tras consultar en
el calendario de su móvil la fecha. Estaba mas que claro que era un
farol de la piloto. No había mas que ver a Marina totalmente pérdida
entre la sorpresa y la indignación. No en vano, hasta su hijo tuvo
que detener su intención de darle un trago a su copa de vino. Pero
ella podía pensar lo que quisiese que Ines sumaba rápido para
contestarla. Si el 9 era lunes bastaba sumarla 6 días para que fuese
sábado.
-
Jajaja, con la emoción baile los números. Será el día 14- acalló
a la mujer sonriendo bien orgullosa por su jugada. A Marina le dio
igual el baile de números. La cuestión no era la fecha, sino mas
bien los planes de la piloto, que ella desconocía por completo. Otra
vez, el único que se lo tomó bien fue Alfonso, el padre de Xavier.
-
Eres toda una romántica, el día de los enamorados...brindemos por
ello- de nuevo se incorporó copa en mano dispuesto a brindar. La
cosa era beber por lo que fuese y coger un puntito guapo en
contraposición a la aburridisima cena a la que estaba asistiendo. Y
de nuevo se quedó solo en su brindis. Marina y su nula paciencia se
incorporaron de la silla con evidente mal genio. Mas valía huir al
baño antes de darle una tremenda bofetada a Ines.
Camino
al baño tras disculparse con la mesa, las ganas de abofetearla bien
fuerte no menguaron en absoluto, mas bien lo contrario. Porque si lo
pensaba era absolutamente sobrecogedor. Con esa boda improvisada Ines
le demostraba hasta que punto estaba junto a ella. Pero eso si, cada
uno asume sus emociones como puede o sabe y a mas emoción sentida
mas ganas de abofetearla sentía. Algo que Ines, yendo tras ella al
baño desconocía. Vale, Marina ahora se la montaría a lo grande,
pero después entendería que era la mejor opción.
Stop
...que se la montara en el baño con sus aumentadisimas bufas a punto
de reventar el vestido, no entraba en sus planes y distraer,
distraía.
-
¿Te parece normal? ¿A ti te parece normal?- nada mas entrar tras
ella, Marina le atacó según lo previsto, aunque Ines sintió cierto
temor. Marina no la había visto caminar detrás de ella hacia el
baño, ¿tendría ojos en la espalda o empezaba a ser evidente para
ella? Daba igual, el genio que mostraba Marina daba para apremiarse
en contestar calmando a la fiera, pero joder...ante cada gesto sus
bufas se movían y así pues...
-
Dejame explicarte antes de que te pongas como una moto y acabe
mordiéndote la boca para callarte- le pidió alzando las manos. No
sería mala idea usarlas de barrera visual entre sus bufas y ella- En
el hospital coincidí con Pelayo, es uno de los abogados del hospital
- tuvo que hacer una pausa ante el primer manotazo que recibía de
Marina para que bajase las manos y mierda, joder, me cago en todo. A
las bufas ahora tenía que sumarle la mirada de más mala hostia de
Marina sobre ella. Así no iban bien y estaban en un aseo público.
Ella mantendría la calma. Piloto de rescate, eso da seguridad o debe
darla- Le comenté el tema y
-
El tema- la interrumpió Marina cruzándose de brazos. Abofetearla y
después comérsela, no había mas planes posibles pero antes debía
montarla un poco más- Ahora somos el tema.
-
A ver- pidió tiempo Ines, comenzando a transpirar. Si lo pensaba,
aún estaba un poco enfadada por los celos exagerados de Marina sobre
la nueva conductora del 112, después por la dichosa manía de no
vestirse acorde a su estado y ahora ni sabia, porque cuando Marina la
miraba como lo estaba haciendo, Ines daba para poco. Aunque lo
intentó- Su madre tiene razón, ahora podéis firmar un convenio de
lo mas amistoso que da igual. Porque si mañana se despierta
queriendo jodernos, no tiene mas que pedir una modificación de
medidas y habremos avanzando lo que quieras respecto a igualdad, pero
a ojos del juez, tu serás la lesbiana que ahora esta con una piloto
y mañana ni se sabe. Mejor casarnos y resguardar nuestra familia, no
hay más- sentenció dejándose el aliento en que Marina la
entendiese pero ni modo, los ojos se le fueron donde siempre y así
no pudo escuchar el suspiro enamorado de ésta- Y tapate las tetas
que acabaré infartandome- desesperada se cubrió la cara antes de
que el huracán Marina impactase en ella, haciéndola chocar contra
la puerta que alguien quería abrir.
-
Está ocupado y va para rato- alzo la voz su huracán colandole la
pierna entre las suyas. Acorralada entre la puerta y Marina, Ines se
dejo mecer por sus tempestades- Venía queriendo abofetearte, porque
cuando creo que no me puedes sorprender más, vas y lo
haces...provocando que te este queriendo tanto que me duele y si algo
me duele, me desbordo y desbordada puedo ser muy hija de puta.
¿Es que no lo ves?- como un vendaval cayó sobre ella, despertando
el lado mas salvaje de ambas. Por supuesto que Ines lo sabía. Lo
supo desde su primera pelea. Marina era la mujer que te destroza en
sus locos vaivenes, pero de la que nadie te puede alejar. Y Marina
fue quien a tan corta distancia, prácticamente labio a labio, se
empapó de esa loca adicción.
Parecido,
mucho, a como su madre, se estaba empapando de la imagen de Susana
sentada sola en un sofá. Había estado de lo más esquiva desde que
se vieron. Mucho más cerrada de lo normal en ella. Mirándola a
hurtadillas, cayó en la presencia de Sofía esa noche entre ellos y
se recordó subida en el tren con Fátima, poniéndola al tanto del
grupo de amigos de Susana. Obvio, gustándole un montón Felipe para
su amiga, se había centrado en él, sin olvidar al resto.
-
Nada más los veas, comprobarás que son un tanto extravagantes y
bastante de rollo intelectual. Muy de desmenuzar una obra en
trocitos, queriendo llegar a las entrañas de su creador. Pero son
muy sociables y enseguida te acogerán como una más y para tu
suerte, tienen un punto muy sibarita a la hora de comer y beber- le
resumió sin perder la sonrisa. Realmente eran amables y
hospitalarios como pocos, a lo que había que sumar una tendencia a
la diversión sana.
-
Aja...ya me imagino su rollo- le había dicho Fátima atentísima a
sus explicaciones, sin olvidar las que había recibido de su hija
Laura- Pero escucha, ¿y la tal Susana? Me ha contado Laura que es
super interesante, aunque un poco borde también.
Menuda
tontería, era Fátima quien se interesaba por Susana, y a ella le
habían saltado todas las alarmas. Madre e hija, Fátima y Laura,
compartían la misma curiosidad infinita por todo, sin más
pretensiones y ella como tonta entraba al trapo como una celosa que
marca territorio. Así, como pudo varió la conversión de nuevo a
Felipe, pero no se la dio a Fátima.
-
En fin...¿esto de meterme a Felipe por los ojos es para que te
acompañe en tus escapadas con Susana? Que somos amigas desde que
íbamos con pañales, Lucía por favor.
Y
tanto que era una tontería seguir ocultándoselo a Fátima, lo mismo
que sentir celos. Una vez se sinceró respondiendole que si entre
risas, todo fue mucho más sencillo. Felipe fue quien las recogió en
la estación con su coche y ahí, es que empezó su noche extraña.
Susana no apareció y cuando lo hizo, fue a pocas manzanas del
Chef-House de Luis. Parada en paralelo con su moto, tocó la bocina y
ella se bajó del coche para recorrer esas manzanas bien apretada a
ella, sobre la moto que podía volverla tan loca como su propia
dueña.
Pues
otra tontería, porque por más que buscó caricias escondidas en ese
trayecto, Susana se mantenía rígida e igual de ausente que cuando
se bajaron de la moto para subirse en el ascensor que las llevaría
directas al salón de Luis. Ni palabra, ni el más mínimo sonido y
con una mueca presidiendo su cara, que ni de lejos se parecía a una
sonrisa. Llegadas a ese punto tenía dos opciones. Ser muy Lucía y
contestarle con tremenda indiferencia o ser un poco Marina, y
responderle con cero paciencia. Podía haber una tercera opción, que
sería echarle la paciencia de la que las Sánchez carecían, pero es
que ese era el tema, que como mujer Sánchez que era, carecía de tal
virtud. Sus taconeos en el suelo, esperando que el ascensor llegase
al salón de Luis fueron un aviso que Susana entendió.
-
Hoy se ha sumado más gente a la cena, estará Sofía- le dijo Susana
nada más abrirse las puertas, rompiendo su silencio para enseguida
entrar en el salón, sin tan siquiera cederle el paso.
-
Ja...ya sabía yo- musitó Lucía tras ella. Genial, pues las
opciones quedaban así limitadas a una. La indiferencia más
absoluta.
Pelin
exagerada. Puede que no le dirigiera la palabra en toda la velada, a
pesar de estar sentada junto a ella e incluso aceptar probar de su
tenedor algún que otro bocado, pero atenta a Susana estuvo todo el
tiempo. A ella y a Sofia. Claro que, imposible no prestarle atención
a ésta ultima si ella y sus aventuras por África eran los
protagonistas de la cena. Tanto, que hasta a Fatima le llamó la
atención y digna madre de su hija, no se aguantó las ganas de
comentarlo con Lucía, vía whatsaap.
Mensaje
Fatima a Lucía: Por favor, que pereza la tal Sofia.. Parece Dora
exploradora.
Mensaje
de Lucia a Fatima: Jajaja, que poquito le gusta llamar la atención,
¿ah?
Mensaje
de Fatima a Lucía: Ya te digo...así tiene a todos babeando,
incluida la niñita. ¿Se deben llevar mas o menos veinte años?
Mensaje
de Lucía a Fatima: ¿Tu crees?
Mensaje
de Fatima a Lucía: Totalmente y es la segunda. Dejó a Susana por un
doctor de médicos sin fronteras y después le dio por lo yogures sin
cuajar Jajaja mala soy. Todo esto según mi Laura.
Mensaje
de Lucia a Fatima: Pues...primera noticia que tengo.
Mensaje
de Fatima a Lucia: Cariño no me pierdas reflejos. Del enemigo hay
que saberlo todo. Tiene los dedos de los pies tatuados. Ojo al dato.
-
Hija de - a tiempo se calló Lucía con toda la mesa mirándola
incluidas Susana y Sofia- Jajaja, perdonad me llegó una cosa por
aquí que...en fin- dio largas a la mesa y hasta giro con desparpajo
la cara de Susana de nuevo al frente, para en cuanto perdió la
atención seguir escribiéndose con Fatima.
Mensaje
de Lucia a Fatima: Súper fuerte. Es la ex y es a su vez la tía con
la que se acostaba hará como dos meses. Susana me envió la foto y
era ella seguro.
Mensaje
de Fatima a Lucia: Me quedo muerta. ¿Esos jueguecitos os traéis?
Tampoco me puedo extrañar. Menudo grupo, Dora con su yogur, Luis
estuvo con Risto y también con Aurora, y Felipe ..joder, Felipe no
ha intentado nada y llevo un vestido que grita entrame. Ayyy, que lo
mismo no es hetero, viendo el panorama aquí..Y si, todo esto lo se
por Laura que a su vez, lo sabe por facebook.
Menaje
de Lucia a Fatima: Y está ofreciéndome cuscus como si nada. Te voy
a dar un consejo, no dejes el hetero mundo. Llevo desde que llegamos
intentando saber que le pasa y ahora resulta que va a ser por la Dora
Yogurtera.
Mensaje
de Fatima a Lucía: Jajaja, no me hagas reír que ya nos miran raros.
Si es que hija mía, con lo fácil que es con un pene, que le dices:
cariño ven
Mensaje
de Lucía a Fatima: Follame
Mensaje
Fatima a Lucía: Y cierra bien cuando te vayas Jajaja.
Las
carcajadas de ambas, volvieron a llamar la atención de la mesa y las
dos, salieron como pudieron del apuro.
Pues
nada tocaba dejar los móviles y volver a la indiferencia hacía
Susana y su silencio. Mujer de armas tomar, se volcó en los demás y
acabó bailando descalza junto a Fátima y varios más. Pero que
tontería por favor, por mucho que insistiese en lo contrario, estuvo
atenta a cada cosa hecha por Susana. Aunque, poco hizo ésta más que
dejarse caer en el sofá móvil en mano. ¿A quien diablos le estaría
escribiendo? Fue la pregunta que se hizo Lucía antes de casi saltar
al sentir vibrar su móvil en uno de los bolsillos de su
vestido. Pensando que sería Fátima comentándole cualquier cosa lo
cogió y fulminó enseguida a Susana con la mirada. Era un mensaje de
ella.
Mensaje
de Susana a Lucía: Te ves absolutamente hermosa bailando así.
Sin
saber muy bien porqué, el mensaje la puso de mala hostia. O sea, ahí
estaba Susana tumbada en el sofá, pasando de todo el mundo, incluido
ella y ahora le mandaba un mensaje ¿halagador? Ja, pues se iba a
enterar, aunque...
Mensaje
de Lucía a Susana: Creí que esta noche ni me veías.
Mensaje
a Susana a Lucía: A ti es imposible no verte.
Mensaje
de Lucía a Susana: Ya...pues te voy a advertir de una cosa. Para un
rollo soy la tía más liberal del mundo, pero cuando estoy
entregandome...exijo ser única. No es que lo quiera o lo prefiera,
es que lo exijo.
Mensaje
de Susana a Lucía: Sal conmigo fuera.
Mensaje
de Lucía a Susana: No....¿te sigues follando a esa tía?
-
Agh...joder- tuvo que quejarse Lucía, porque su último mensaje no
pudo ser leído por Susana. Imposible si nada más enviarlo, había
visto a Susana levantarse dejando su móvil en el sofá. Genial,
ahora o seguía aparentando indiferencia o salía al balcón tras
ella o salía al balcón tras ella y la abofeteaba porque si, o bien
podía salir tras ella al balcón y besarla. Porque la Susana de esa
noche, totalmente anti-social y prácticamente auto-aislada, le
rasgaba el alma en pequeños jirones, que sin saber muy bien porqué,
la encendía. Sin decidir que hacer, salió tras ella y sus
siguientes pasos se quedaron en el aire, al verla parada esperándola
para decirle:
-
Me obligan a dejar de volar. No hay más prórrogas para mi.
Ni
Dora exploradora, ni el cambio climático, ni el periodo, ni nada. Su
interrogante de toda la noche, quedó resuelta . Susana perdía sus
alas y ella se quedó sin saber que decirle. Así, la opción más
válida e irracional, fue acortar toda distancia entre ellas
olvidándose de todo, para besarla. Y de nuevo igual o muy parecido,
a como estaba Marina en el aseo del restaurante.
Ni
niñitas conduce ambulancias ni pepinillos en vinagre. Las
intenciones de Ines para las dos, ese "nuestra familia"
pronunciando por su boca de una manera tan natural y a la vez tan
sobrecogedora revolvieron por completo a Marina. Podría optar por
ser la heroína de su historia de amor, dejar a Ines libre de un
triángulo forzoso, dejarla encontrar en otra, una relación de a dos
clásica o simplemente desligarla de todo, pero no. Se había anclado
a la porción de egoísmo con la que cuenta cada amor manteniéndola
a su lado y como mujer, se había propuesto amarrarla a ella usando
todas las armas posibles. Entre tantas, la locura y su lujuriosas
formas. Con pasión irracional, se había lanzado a por su boca, a
pesar de las advertencias de Ines.
-
Joder Marina....la puerta es de cristalera- contra ella y dándole la
espalda al salón del restaurante, estaba acorralada entre Marina y
esa puerta, sin olvidarse de las enormes bufas de Marina aplastandole
el pecho. Vale, genial...imposible por mucho que le advirtiera de que
todo bicho viviente en ese restaurante podría estar viéndolas, de
detenerla. Menudo día llevaba como para no dejar que su volcán
estallase entre las manos de quien provocaba su erupción. Primero la
pelea por celos, después las fotos mas que sugerentes, siguiendo con
su vestido ajustado hasta decir basta y ahora un beso que le hacía
olvidarse de cristaleras, restaurantes, Xaviers y todo aquello que no
fuera ellas dos en ese baño. La poquita cordura que podía quedarles
en el olvido, se esfumó en cuanto los dedos de Marina llegaron a su
sexo bien húmedo- Agh....Marina
-
Eso es cielo, yo...yo soy quien te moja así, yo- remarcó el yo
regodeándose en él Marina, mientras sus dedos poseían el sexo de
una Ines, rendida a la fiereza con la que sus dedos entraban en ella,
sin que su lengua y dientes dejaran de poseer su boca. El desearla
todo el día, la llevó a sentir que en pocas envestidas más,
empotrada contra esa puerta, se correría entre sus dedos.
-
Dejame tocarte, necesito tocarte- le pidió temblando al borde de un
abismo donde el vacío te espera con un espectaculares fuegos
artificiales y buscando tocarla, subió su falda con absoluta
ansiedad hasta su cintura. Dejándola de nuevo igual o muy parecido,
a como se encontraba su madre en un pequeño balcón de Madrid.
La
diferencia con Marina, no era que su falda se arrugase en su cintura
sin que a ninguna le importase. La diferencia era que en el caso de
Lucia, era ella quien estaba encajada entre una pared y el cuerpo de
Susana, y eran los dedos de ésta los que navegaban en su propio mar
bravo y salado. Así las encontró Sofia al salir al balcón en busca
de Susana. Lucía con el cuello elevado en el último jadeo roto, con
la falda retorcida en su cintura y con Susana pegada a ella.
Y
tras Sofia, Fatima. Que se quedó anclada a la increíble
armonía que los cuerpos entrelazados de ambas, ofrecían. Lucía no
vio a la segunda al girar su cara buscando una bocanada de aire sin
dejar de acariciar la nuca de Susana y si la vio poco le importó,
porque a quien si vio fue a Sofia. Un segundo manteniéndose la
mirada, dos puede que tres, cuatro o cinco. Los que fuesen. Porque
Lucía la estuvo mirando como el torero que mira al toro que tiene
enfrente, humillándolo sin necesidad de espada y capote, hasta que
tuvo que ser Sofia quien bajase la mirada, aceptando la derrota.
-
Más claro, agua- musitó tras ella Fatima. Pero lo hizo de una
manera tan infantil defendiendo a su amiga que a Sofia no le molestó
lo mas minino, al revés lo que hizo fue provocarle picarla,
hasta ver donde llegaba.
-
¿Perdona?- le preguntó entrando con ella al salón y Fatima tragó
saliva sin olvidarse de los intereses de su amiga.
-
Un dicho muy clásico pero tremendamente cierto- le contestó bien
segura pero miércoles. Que mirada mas curiosa y atrayente tenía
Sofia. Sin duda las experiencias de Dora exploradora en África,
debían dejar huella y ella la mostraba a través de su forma de
mirar. Forma que le hizo adivinar que Sofia no se quedaría callada.
-
Puede que así sea, pero en tu boca, desconociendo lo que han sido
dos vidas, queda arriesgado- le dijo a media sonrisa. La cara de
Fatima era un libro abierto y era divertido jugar con ella y leer el
resultado en sus expresiones
-
Cariñin...sin agravios pero, acostarte con alguien de vez en cuando,
no te hace formar parte de su vida- volvió a decirle con soltura
Fatima intimidándose un poco. Que manera de mirar y que manera de
sonreír, por favor. Si fuese un tío, le follaba esa forma entre
chulesca y divertida, quitándole toda la tontería. Pero tenía
tetitas, curvas y en general un aire de tía currada que ayyyy..¿se
estaba excitando? Va a ser que si. Lo visto en ese balcón, con Lucía
sencillamente espectacular alcanzando el cielo por los dedos de una
mujer y la tipa ésta con aires de trotamundos, sumado a su genética
curiosa de más e imaginativa como pocas, acabaron por excitarla sin
que Sofia, dejase el juego.
-
Mm....demasiado complicado como para explicarlo en pocas palabras-
comenzó a explicarle Sofia, haciéndola caminar de espaldas hasta
una esquina mas intima- ¿Alguna vez te ha gustado algo tanto que a
pesar de negarte una y otra vez a volver a cogerlo lo has acabado
cogiendo esa misma una y otra vez? Podría ser algo así o que
realmente no somos ninguna propiedad. Lucia puede ahora retenerla
entre sus piernas, que mañana o pasado o cualquier otro día, pueden
ser de nuevo mis piernas las que la retengan. Porque nacimos sin
cadenas y así deberíamos seguir- concluyo disfrutando del mosaico
de expresiones de Fatima con una adorable tonalidad infantil.
-
Ya claro...con la excusa de la libertad te lo has montado muy bien-
no de calló Fátima a pesar de que su espalda topó con la pared.
Agüita con tener a Dora exploradora y su chulería a menos de medio
metro, pero ja...a ella no se la daba, por eso siguió - Vives con
una yogurin y te tiras a una madurita cuando te apetece gozar de la
experiencia. Eso si, Susana tiene esa manera de mirar tan triste y
pérdida, que cualquiera se la follaría nada mas que para ver si
sabe sonreír.
-
Jajaja, tu también podrías, si te dejaras llevar por lo que sientes
en cada momento- acortó el medio metro Sofía, sin dejar de
desgustar la timidez corajuda de Fátima, como si fuese el más
premiado de los caldos- Ahora mismo, por ejemplo- sentenció
acorralandola entre la pared y ella. Muy equivocada debía de estar
si Fátima se quedaba quieta y callada.
-
Jejeje, dejame tranquilita, que yo soy muy de machos- la empujó
buscando que corriese el aire Fátima. Jesús bendito, que manera de
ponerla cachonda tenía esa mujer sin pene. Ayyyy, empezaba a ser
urgente para ella hablar con su hija. ¿Que era esto de excitarse por
una tía? ¿Un ataque de lesbianismo? Joder, si es que Lucía se veía
de lo más complacida en ese balcón, lo mismo todo sería como decía
Sofía, dejarse llevar. Pero dios, que mujer más descarada. De nuevo
se pegaba a ella y peor, tonteaba con su pelo.
-
Ya veo....machos con un buen pene- le susurró Sofía apoyándose en
su cuerpo. Pene no tendría, pero madre mía que rico era sentirla
así de pegada. Noche loca, veras que le venía noche loca y así...
-
Ayyy... Pues, pues...deja de reírte de mi, ¿quieres? Se que
sólo estas jugando conmigo para que te de la razón- giro la cara en
modo enfado total. Sofía solo se estaba riendo y ella poniéndose
cachonda, habría que examinar que había bebido esa noche, aparte de
pedirle a Lucía no ir por ahí follándose a Susana. Por suerte, su
mirada topó con la de Felipe, ciertamente defraudado al verlas así
de pegadas.
-
¿Estas segura?- insistió Sofía, arriesgando entre el juego y la
realidad. Pero, Fatima seguian enredada a los ojos almendrados de
Felipe y asi....
-
Si..cariño, de lo poco que tengo claro, pero si...me encantan los
penes que saben mirarte desarmándote.
-
Jajaja, me encanta tu naturalidad...enamora- rió Sofia, dejando el
juego entre ellas.
Y
sus risas llegaron al balcón, donde Susana continuaba buscando
refugio en la calidez de Lucía. Pero a ésta, viéndose medio
desnuda y con Susana aferrada a ella, se le ocurrió como conseguir
estar mucho mejor dadas las circunstancias.
-
Se me está quedando el culo helado- le dijo a baja voz sin querer
que ni sus voces rompiesen la unión tan prodigiosa entre ambas- Una
vez te dije hablando sobre Karla, que yo no tuve tiempo para locuras
por tener a Marina tan joven. Pues bien, creo que ha llegado mi hora.
Que le den a tu general y sus ganas de quitarte las alas, vamos a
coger la moto, vas a conducirla hasta donde quieras y mañana
llamaremos con cualquier excusa para no trabajar- terminó por
proponerle y le dio una cachetada esperando más reacción en ella,
que la sonrisa que podía sentir en su hombro- Vamos...piérdete
conmigo- la apremió sintiendo como la adrenalina comenzaba a
circular libre por su cuerpo haciéndola reír salvaje- Podrán
quitarte las alas pero siempre, podrás aterrizar en mi...ahora
vamonos, quememos gasolina- prácticamente gritó bajándose la falda
para después tirar de su mano en búsqueda de la libertad momentánea
y tirando de ella, atravesó el salón sin fijarse en nada ni
importarle absolutamente nada. Su paso fugaz por el salón, hizo
sonreír victoriosa a Fátima.
-
Ayyyy....yo lo siento mucho Cariñin, pero me da en la nariz que
Susana encontró unas piernas de las que no querrá salir- vaciló
gallita encantada con la sonrisa con la que Lucía se marchaba de ese
Chef-house y no, a pesar de tragar saliva por su propia chulería y
por lo que Sofia pudiera hacer, ésta no dijo nada y solo sonrió,
mirando como Lucia y Susana se marchaban.
Al
final de la noche, una moto atravesaba kilómetros sin un destino
marcado más allá de la libertad, mientras que una hetero acababa
sentada en el suelo entre copas y risas de un grupo de gente
encantadores más allá de sus orientaciones sexuales y una pareja,
paseaba por la bellísima Plaza de Pedraza, hasta que el paso de un
avión las hacía detenerse y que Marina llevase las manos de Inés
hasta su barriga.
-
Ya le pasa como a mi, es escuchar un avión y se estira, esperando
que llegues.
Me gusta la comparativa que viven madre e hija, tía y sobrina, con sus respectivas parajes, esa forma de encauzar los problemas que se van encontrando, y poco a poco la madurez que van adquiriendo para llegar a su fin. “Ese Nos casamos para formar nuestra familia” y por el otro lado como busca Susana que sea Lucía la primera en saber “que pierde sus alas“, haciéndola participe de ese dolor.
ResponderEliminarY qué decir de Fátima, “de tal palo tal astilla” ya sabemos a quién sale Laura. Jajaja Me ha gustado el “duelo” con Sofía. Chapo.
Gracias.
A.
Eres única en el mundo de las letras, pero...¡los números no me cuadran!
ResponderEliminarPufff...menudo trozo. Me ha encantado. Inés comienza a saber llevar a Marina y su impulsividad. De Susana y Lucia, qué decir...me tienen enamoradas estas dos. Por lo menos la doctora ha dejado claro que para ella no es un mero rollo. Deseando saber mas de ellas.
ResponderEliminarDe Fátima y Dora, jajaja... Qué arte tienes...
Gracias por el trozo
L.a.c.e.r
.......'''PORQUE...CUANDO CREO QUE NO PUEDES SORPRENDERME MÁS...VAS Y LO HACES...'''...ESA SI...ESA SI ES MARINA...LA QUE NUNCA DBE DEJAR DE SER...LA QUE LUCHA POR LO QUE QUIERE...LA QUE LO DA TODO...A QUIEN LA MANTIENE EN ESA LOCURA...QUE SE VE...NO QUIERE SALIR''''..ESA...SI¡¡...LA QUE DA EL LUGAR QUE DEBE A QUIEN AMA...AHORA..SI¡¡..ESA QUE SABE ACARICIAR...LA QUE CON FURIA POSEE DONDE Y CUANDO LE DA LA GANA A QUIEN PROVOCA ESE DESEO...¡¡¡ ESTA MARINA SI ES ESA MUJER FUERTE...¡¡ME GUSTA¡¡¡ COMO ESA PILOTO QUE MARCA TERRITORIO...QUE SABE POSICIONARSE...PORQUE SIENTE QUE PUEDE HACERLO...
ResponderEliminar....ÚNICA...ESCRITORA LO ERES¡¡¡...UNA Y OTRA VEZ TE LO DIRE...Y UNA Y OTRA VEZ...EN CADA UNA DE TUS LETRAS...LO DEMUESTRAS...¡¡¡ ABSOLUTAMENTE DESLUMBRANTE CAUTIVADORA¡¡¡...ES ESTA HISTORIA...DONDE TODO ENCAJA...DONDE TODO ES POSIBLE Y DONDE SE MEZCLA PASIÓN Y TERNURA POR DOQUIER..SI¡¡¡..
GRACIAS.....POR ¡¡TANTO¡¡¡
CELESTE.NEGRO.
Gemo; Soy una mujer en la última etapa de su vida y lectora compulsiva, he leido mucho (tengo el ego muy arriba, jejeje). por eso me encanta, me fascina, tu capacidad para atraparme, no solo con la trama y los personajes, sino también por la forma en que juegas con las palabras, con las frases, con las situaciones. Esa capacidad de hacernos reir, pese al drama, de mostrarnos que la vida vale la pena vivirla con ganas. Todo habla de tí, de tu forma de ser.
ResponderEliminarUfff!!! Se me fue la mano! sigo otro día.
Constance