Caminos
con baches, a veces más hondos, a veces más pequeños y otros
remendados con capas de alquitrán, que se agrietan a la larga. Ese
podía ser el camino de Karla. Una carretera convencional para la que
nunca hay presupuesto. Un remiendo aquí, otro allí y en cuanto cae
una buena tunda de agua, socavon de la leche.
Puede
ser normal, si con sólo nueve años pierdes a tu padre, que no sólo
es padre, es tu ídolo, tu primer amor y en ocasiones, hasta tu
juguete preferido. Nada extraño, si a una pérdida tan grande, le
sumas que tu madre no consigue afrontarla. Que se hunde cada dos por
tres en largos periodos de depresión y con sólo doce años, tu
hermana mayor se marcha a conseguir sus sueños y te deja ahí,
rodeada de llantos que tú no puedes acallar. Probable es, que en tu
camino se crucen ciertas amistades no recomendables para una cría y
que en ellos encuentre la evasión que no sólo busca, sino que
necesitas para continuar respirando.
El
remiendo, siempre venía siendo el mismo, su Tía Susana. Era ella
quien la sacaba de la basura, ella quien a periodos se la llevaba
lejos de su madre o incluso se quedaba con ellas. Pero remiendo no
sana ni remedia. Es un parche que te permite continuar camino, pero
que no te puede evitar nuevos baches.
El
fallecimiento de su madre, era mucho más que un bache, y ahora
sentada en el suelo y apoyada en el sofá donde su Tía veía
televisión, podía recordar uno de tantos remiendos de su Tía.
---
Una
nueva fiesta que terminaba con ella tirada en cualquier sitio, como
una puta colilla inservible. Y otro amanecer en que su Tía acudía
por ella para sacarla de donde fuese y llevarla con ella a Torrejon.
Era increíble como de rápido, el remiendo surtía efecto. Running
con ella por la mañana, asistir a clases en la misma base aérea,
que su Tía día a día le dejará eligir el menú de ambas, película
tonta para echar la siesta, después algún paseo y noche con los
extravagantes amigos de su Tía. Era como pasar de estar metida en un
cubo de basura a una suite en el puto Ritz. Todos la tomaban en
cuenta, se preocupan de sus estudios, de su forma física. Joder,
hasta de su lectura y a Sofía le encantaba el hip-hop para
desesperación de Susana.
Remiendos
que terminaban con un nuevo vuelo de su Tía.
-
Karla sabes que me encanta tenerte aquí, pero...
Mentira,
para una adolescente de la boca de su Tía solo salían mentiras.
-
Tu madre quiere que vuelvas.
Más
mentiras, a su madre solo le preocupaba ir a dormir al cementerio e
Inés. Nada más.
-
Yo debo salir para Haití, y no regresaré hasta que hayamos ayudado
allí.
A
sus mentiras le sumaba sus incumplimientos de palabra. Su Tía seguía
volando, a pesar de sus ruegos para que lo dejase. Pero si a su madre
no le importaba, como le iba a importar a su Tía. Además, ésta
contaba con la ayuda de Sofía.
-
Es piloto...no sabe hacer otra cosa, Karla. Karla...Karla vuelve.
Que
se jodieran buscándola, porque más jodida que ella no iban a estar
nunca. Pero la escapada, no era eterna y acababa con ella llorando
entre los brazos de su Tía.
-
Lo único por lo que me gusta que seáis piloto...es porque oleis
como Papá.
Volvía
la calma, trataba de entender su trabajo como decía Sofía, volvía
con su madre que habiéndola extrañado la recibía mimosa. Entre
tiempos Inés y sus aventuras cómo piloto de rescate, regresaba su
Tía...y la adolescente con problemas de conducta que era, no llegaba
a entender los sacrificios de esa mujer, ni escuchándola hablar con
su madre.
-
Susana...Sofía tiene razón, o estás volando o con nosotras. Apenas
tienes tiempo para ella.
-
Bien que lo sabía, no le mentí...mi vida es así.
-
Estoy mejor, Susana...ahora viene Inés unos días...vete con Sofía
a cualquier sitio, contentala.
----
Ahora
sentada en el suelo, podía comprender la forma en que aquel día,
Susana miró a su madre. Palabras, solo palabras para tranquilizarla.
Pero aquella misma noche, su madre volvió a la tumba de su padre a
la hora exacta en que su avión fue derribado, como cada noche. No
estaba bien como le había dicho y Susana lo sabía. Pensando en
ello, buscó la mano de su Tía, igualito que en otros tiempos, con
la mente puesta en aquel día.
-
¿Que sabes de Sofía?- le preguntó mordiéndose los labios, con su
pregunta había asustado a su Tía, seguro que estaba a punto de
dormirse- Jaja, te estabas quedando sopa.
-
Jrums- gimió desperezándose Susana, sin olvidar darle una pequeña
patada- Menos mal, que Inés no está...ya no tengo edad para éste
sofá.
-
Te ofrecí mi cama anoche- le recordó Karla, quedándose con como su
Tía, esquivaba el tema Sofía.
-
Babeas durmiendo, no se cuando te lo vas a creer- bromeó con ella
Susana sonriéndose por dentro. A Karla no se la había a dar tan
fácil.
-
Eres escrupulosa y claramente exagerada y va...no me dijiste de
Sofía. Vi en Face...que está en plena lucha por el ébola- le tocó
insistir a Karla subiéndose al sofá con ella.
-
Pues ya sabes como yo- continuó esquivándola y era una delicia, ver
la impaciencia innata de Karla apoderándose de ella.
-
Venga ya...- exclamó Karla desesperándose como irónicamente
esperaba Suena que hiciese. Pero la mirada de su sobrina sobre ella,
pidiéndole en verdad saber, le hicieron hablar, cuidándose eso sí.
-
He estado muy liada y ya sabes sus horarios allí, es de locos
conseguir compaginarnos- le dió la excusa más fácil. Preferible a
contarle que se pasaba horas pegada al móvil, pero no hablando con
Sofía.
-
¿Liada?- se preguntó Karla. Para Sofía su Tía siempre había
encontrado el hueco, aunque ya no fuesen más que amigas. Rallada,
siguió- Pero si hoy con los móviles...- no continuó, mirando
su propio móvil. Ya no era solo que su Tía mantuviese contacto con
Sofía, además era que ella no había avisado a su Tía que
estaba en Pedraza, e Inés ni siquiera lo sabía y por raro que
pareciera, Laura no lo había publicado en ninguna Red social.
Entonces, ¿como lo había sabido Susana? ¿Lucía? No podía ser,
que va, imposible.
-
El tuyo no deja de parpadear- le dijo Susana ajena a sus
pensamientos- Me tienes que decir cual comprarme, no me dura nada la
batería del mío- prosiguió cogiendo el de Karla, para fijarse en
su forma y marca.
-
Deben ser Nacho y Laura, estaban de copas- comentó a su Tía, sin
aclararse. En Pedraza había sido vista por Laura, Lucía y Nacho. La
primera no había tenido tiempo ni desayunar, se fue corriendo al
trabajo y no tenía después de la noche que habían pasado juntas
porque avisar a su Tía. En Nacho ni tenía que pararse a pensar,
solo quedaba Lucía, por muy imposible que le pareciera. Aunque, se
conocían. Joder, menudo kilombo, lo único que le quedaba era tirar
de sutileza completando su frase- Mira a ver que dicen- le dijo
preparándose para estar atenta a cualquier gesto de su Tía- Fueron
con Lucía- concluyó agarrándose a un cojín. Si lo pensaba, Lucía
era el tipo de mujer calco de las mujeres que había conocido a su
Tía, incluida Sofía. La emoción de su investigación, la pagó
contra el pobre cojín y así, no supo si el brillo que atravesó los
ojos de su Tía fue real o producto de su imaginación.
-
Me gusta muchísimo- dijo Susana y Karla un poco más y se infarta.
Su Tía confesándose podía ser lo más- pero mucho, la sonrisa de
este chaval. Es muy tierna- siguió a lo suyo Susana, provocando
pequeñas taquicardias en su sobrina, que por ahora no se detendrían-
Y Laura...me encanta esta chica...es vida, eso es...vivir en
mayúsculas.
Suficiente,
no era plan sufrir un infarto, debía ver ella misma la foto que
Susana no dejaba de contemplar.
-
A ver...que la vea yo- no le pidió, porque directamente le quitó el
móvil y ahí estaban los tres sonrientes. Joder, cuanta razón
llevaba Susana con ellos dos, pero que hija de puta, no decía nada
respecto a Lucía y en esa foto tan natural, cualquiera diría algo
de la belleza con tanto carácter de Lucía- Vale...una lesbiana de
cincuenta añazos es imposible que no diga nada de una mujer como
Lucía...la maria no es nada buena con mis neuronas, pero tonta aún
no me ha dejado- realizó su conclusión en algo, sin asustar a su
Tía, pese a que aventuró, que Karla se iba a revolver en tres,
dos...uno- ¿En que demonios estas con ella? Te olvidas de Lucía,
pero ya...¿vale? O sea..no.
-
Estas aseverando sin saber nada- buscó la paz Susana, sin ningunas
ganas de lucha, pero Karla iba lanzada y así, no le quedó de otra
que atajar- Deja tú, lo que tengas con esos chicos.
-
Yo no...me están ayudando, ¿sabes?- quiso ponerle toda la
convicción del mundo, pero ni por asomo le llegó así a Susana.
-
Muchísimo...lo he visto esta mañana. Estabas pletórica, fumada
hasta las trancas, pero pletórica. Si lo estuviesen haciendo, no
estarías desorientada a las nueve de la mañana- no subió el tono,
no hacía falta para Karla la entendiera y tratara de explicarse.
-
Porque joder..me- detenerse o seguir, con la mirada de Susana sobre
sí, era mejor seguir, a su modo claro- Volviendo a Sofía...yo,
cuando te has visto con ellas, tu...me refiero con su chica, la
jovencita con la que está... Vosotras... Tu, mierda...me gustan los
dos, me gustan demasiado los dos- dudosa, titubeando y en verdad
sufriendo la dualidad de la que hablaba, acabó por soltarlo y
si...desayunando con Lucía había hablado pestes de la mujer que la
miraba con toda la calidez del mundo, pero no, las pestes habladas no
eran más que la necesidad de tenerla pendiente y comprendiéndola
como estaba ahora mismo. ¿Como podía ser tan cabrona con esa mujer?
¿Que día no había estado a su lado así estuviese a kilómetros?
Susana se le quedó mirando sonriendo enternecida por sus nervios.
Para ella no era tan complejo, menos con la edad que tenía Karla.
-
Tienes 24 años, Karla...si a tu edad no te gusta la gente, uno..dos,
los que sean...¿cuando?- le dijo tan obvio. El tiempo y la vida, ya
se ocuparían de volverla más selecta. Pura supervivencia sin más.
Susana tras lo dicho, no buscó alargar la conversación. Estaba
convencida que las hostias debe dárselas uno mismo, y normalmente no
falla, pese a que te hayan hecho veinte advertencias de que te vas a
hostiar- Vamos a la cama, anda- terminó pidiéndole pero Karla
sonrió antes de besarla bien fuerte.
-
Naah...me voy a escuchar un rato música, tu mira a ver quien te está
fundiendo la batería del móvil y después, te vienes un rato a que
te babee la almohada. Es lo suyo- concluyó Karla, ganando el
recuerdo. Esa mujer merecía poder divertirse un rato. Aunque,
que fuese con Lucía, a ella le escocía un tanto.
Vieja
y astuta, Susana no se lanzó a por él móvil, y eso que ganas no le
faltaron. En la foto recibida por Karla de los tres, Lucía se veía
ciertamente espectacular. Apenas maquillada, mostrando los surcos
naturales que deja la edad en el rostro, cabello recogido y un brillo
en sus ojos impresionante. No lo hizo, hasta que comprobó que Karla
ya estaba en su habitación con la música a todo trapo. Vale, a su
edad escondiéndose y sin saber muy bien porqué, si Karla ya había
dado algo por hecho, aunque no estuviese hecho y puede que nunca lo
estuviese. Menudo trabalenguas, que pasó en cuánto comprobó en su
móvil, que Lucía no la había decepcionado, al consentirla
enviándole la misma foto que había recibido Karla.
Vista
en su propio móvil, todavía observó a Lucía más bella que en la
primera vez que había contemplado esa foto y ni pudo, fijarse en el
mensaje que la acompañaba. No podían existir letras, que aumentaran
la belleza contemplada. La serenidad que da una edad llena de
vivencias, la elegancia innata que alcanza límites absolutos, la
sintonía perfecta de su rostro y ese brillo tan único y especial.
Susana
se equivocaba, las letras pueden ser por ellas mismas, más o menos
hermosas, pero el impacto real en quien las lee, no se consigue por
palabras bellas de por sí y si, por el sentido que en ellas
encontramos.
Mensaje
de Lucía a Susana: Te encuentro en pequeños detalles. Estuve con
los chicos tomando una copa, y estuvimos departiendo sobre las
fantasías. Tu alegato de que las fantasías son renovadas
constantemente fue muy aplaudido, pero ya sabes que no te dejo ganar,
prefiero la victoria para mi. No me llames cínica por ello, ¿uhm?
La verdadera fantasía, la más placentera y satisfactoria, es saber
que conseguiste formar parte de la fantasía de otra persona. Anotame
un gran touchdow, cielo.
Palabras,
que esa noche no sólo unían a Lucía y Susana.
Me gusta mucho el personaje de Susana. Su carácter es de lo más atractivo. Ese punto de dureza, ironía y frialdad que, en realidad, enmascaran a una persona entregada, atenta y muy protectora. Me tiene totalmente atrapada... ¿Qué pasaría con la tal Sofía? De todas formas estoy deseando leer más acercamientos con Lucía, la que al parecer trae loca a la piloto.
ResponderEliminarHay que cambiarle los hábitos a Karla ya.
Muchas gracias por el trozo Gemo
Me encanta!
L.a.c.e.r
Simplemente, genial, ya conocemos un poco más a Susana y Karla.
ResponderEliminarGracias,
A.
amo tudo gemitooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo
ResponderEliminare mais uma vez falo não me gostaria karla com nacho não, não tem nada haver um com outro então ele fora e levando xavier junto
brigoninha
No me puede gustar mas esta historia. Besos
ResponderEliminar......PUES....CUANTA RAZÓN LLEVAS EN ESTE TROCITO ESCRITORA....CUANTO¡¡¡ AL DECIR DE LAS LETRAS...PORQUE ES LO QUE SE CONSIGUE...Y ESTOY SEGURA...QUE ES LO QUE HAN CONSEGUIDO EN SUSANA....ESA MUJER QUE APARENTA DUREZA Y NO DEJA DE SER...ESA TIERNA TIA...QUE NUNCA...NUNCA FALLA....AUNQUE PARA ELLO Y POR LO QUE SE VE...HAYA TENIDO QUE DEJAR UN CACHITO DE CORAZÓN EN EL CAMINO...Y QUE AHORA LA VIDA RECOMPENSA '''CON ESAS LETRAS QUE LLEGAN DE OTRA MUJER...DE FORMA TAN..TAN..TAN ARROLLADORA...Y COMO¡¡¡ '''' TE ENCUENTRO EN PEQUEÑOS DETALLES''''....SE NECESITA MÁS ...PARA QUE EN VERDAD LAS LETRAS...HABLEN?? NO...CREO QUE NO...Y ESA FORMA DE DECIR ...DE HABLAR DE QUE PUEDE SER LA MEJOR FANTASIA..Y QUE SIN DUDA ...ESTOY SEGURA LO ES¡¡¡
ResponderEliminarMUJERES QUE SIGUEN DESGRANANDO SUS VIDAS....MUJERES QUE ''VIVEN'' QUE ESTAN ''VIVAS''' COMO ESA LAURA QUE PARECE EL REFLEJO DE ESO MISMO...MOMENTOS UNOS Y OTROS QUE HACEN LAS MISMAS...QUE LAS LLENAN....
RETAZOS DE CADA UNA DE ELLAS....QUE SE MUEVEN CON LOS VIENTOS QUE LAS EMPUJAN ESAS MISMAS VIDAS...MOMENTOS PARA REIR...PARA LLORAR...PARA ILUSIONARSE...PARA PERDONAR...PARA AMAR...PARA '''SENTIR'''''...VIDAS .... LAS QUE CADA UNA VIVEN...LAS QUE QUIEREN SEGUIR VIVIENDO....
ESCRITORA...Y TÚ....QUE SABES COMO NADIE MOVER ESAS LETRAS...QUE LAS BORDAS ...CON LAS QUE ''PINTAS''' ESAS MISMAS FANTASIAS DE LAS QUE HABLAS EN LA HISTORIA...DONDE NOS LLEVAS SIGUIENDO CADA UNO DE ESOS MOMENTOS QUE NOS REGALAS...PARA SENTIR EL PLACER DE SUMERGIRNOS EN ELLAS...DE SABOREAR UNA BUENA LECTURA...DE LEER YA ENTRE ELLAS EL ALMA DE SUS PROTAGONISTAS...TÚ..HACES POSIBLE EN CADA TROZO...QUE SIEMPRE NOS SEPA A POCO Y QUERAMOS MÁS...AÚN SABIENDO DE TU ESFUERZO...Y ES QUE EL PLACER....A VECES..NOS VUELVE EGOISTAS...PERO ESO NO NOS HACE...DEJAR DE VOLVER A BUSCARLO ..SIEMPRE..Y ES QUE...ESE PLACER ENGANCHA...COMO TUS HISTORIAS...CHUTES INOFENSIVOS PARA PODER PERDERSE TRAS UN DÍA DE LUCHAR EN LA VIDA...DE TRABAJOS...DE TODO.
GRACIAS.......POR ¡¡TANTO¡¡¡¡
CELESTE-NEGRO.
viva a outra que sabe usar as palavras CELESTE-NEGRO KKKKK adoro ler seus comentários
ResponderEliminarbrigoninha