112- Emergencias 55

El impacto que causó el test de embarazo mostrado por Nacho, dejó a la mesa callada los segundos que necesito Laura para espabilar, intentando recuperarlo. Pero le fue imposible, primero por el propio Nacho, que habiendo mantenido relaciones sexuales con ella, estaba literalmente acojonado por la marca rosa clara y nítida que indicaba el test.

- No me jodas, Laura...no me jodas- exclamó sucesivamente sin poder creerse que Laura estuviese embarazada, mientras ésta levantada, luchaba por arrebatárselo de las manos, pero fue más rápida Karla, quien al lado de Laura miró el test, pese a la advertencia de esta.

- Devuélveme eso, pertenece a mi intimidad, joder ya- se desesperó Laura viéndose luchar sola, mientras Marina era incapaz de levantar la mirada de su plato e Inés, se mostraba más rígida que una plancha de acero. Quien no lo estaba era, Karla. El simple test le estaba sirviendo para descargar todo el coraje acumulado en ella, desde que había amanecido sola en la cama.

- Intimidad..ya, pues te dejaste uno igualito en el baño, incluido el rosa como señal de buena esperanza- le respondió Karla, encendida cada vez más.

- Madre mía, Laura...madre mía- rezaba Nacho, sin poder reaccionar, recuperando el test con su increíble color rosa.

- ¿Os podéis callar? No es lo que estáis pensando- intentó defenderse Laura, que de pronto se vio en medio. Por un lado tratando de salvaguardar a Marina y su adoración repentina por un plato de mesa, y por otro Nacho viéndose ya cómo padre, por no hablar de la mirada más rabiosa que estaba recibiendo de Karla.

- Ahora tomanos por gilipollas- salto Karla, acabando de perder los papeles y la poca calma que le quedaba para con Laura- ¿Esta es una nueva forma de anclarte a tu supuesta heterosexualidad?

- Supuesta heterosex...Naah, Jajaja ¿Laura? Lo hizo con una tía y no le gusto nada, ¿verdad Marina?- intervino Nacho buscando la comprensión de Marina, pero ésta seguía hipnotizada por un plato.

- Aja...y por eso toooodos conocemos esa historia, pero es pura mentira- le contestó Karla, obviamente más para Laura que para él -También se acostó conmigo anoche y puedo asegurarte que me duele la espalda de lo poco que le gustó. Oh si, los arañazos que tengo son de pararme, no de pedirme más.

- Eres.. Eres- se mordió la lengua Laura tras escucharla, incapaz de responder a lo dicho por Karla.

- La única que te esta diciendo la verdad, esa soy- retomó la palabra Karla, tirando a matar- Eres más lesbiana que Big Boo de la puta Orange is the New Black...pero eres tan falsa y tan retorcida, que te gusta engañarnos bajo esa divina apariencia de tierna locaza. Por miedo o por puro egoísmo, eso no lo se...lo que si se, es que si yo hubiese sido una pobre idiota ahora estaría destrozada por una tía que sólo busca explorarse sin que los sentimientos de los demás le importen una mierda. Niegame que no me has estado enredando todo este tiempo hasta que te metiste en mi cama y entonces, huiste de ella para saltar en brazos de tu gran amigo seguro que dispuesta a usarlo, para sacudirte el miedo que te supone sentirte loca bajo una mujer..vamos, niegamelo

- Que alguien la calle o le doy una bofetada- amenazó Laura al borde un ataque de nervios y ya hubiese querido Marina poder salir a defenderla. Pero a su lado, Inés le estaba provocando que toda la sangre de su cuerpo se detuviera de golpe, dejando de circularle. Dolorosamente callada y desesperadamente quieta. Normal, Inés no podía estar de otra manera, si su cerebro le estaba recordando uno a uno, los detalles a los que no había prestado la suficiente atención. Las gárgaras fingidas de Marina ocultando náuseas reales, los tropiezos que ocultaban mareos, la extraordinaria sensibilidad de sus pezones y los prodigiosos cambios de humor. Por no hablar de su desaparecido en combate, ciclo menstrual. La ecuación sumando los dos test de embarazo positivos, era sencillamente cabrona con ella.

- En todas eso que has dicho no cabe la posibilidad de que me haya enamorado de ti, ¿verdad?- ofendida en lo más profundo Laura cargo contra Karla- Porque tú y tu coraje contra el mundo, son los que siempre deben llevar la razón, ¿no?

- No me vendas películas, ¿quieres? Mejor vendeselas a quien sea el padre- por igual contraatacó Karla, arrasando sin medir nada, ni siquiera el estado de su hermana.

- Que no estoy embarazada, imbécil...y no te preocupes que a ti no te pienso vender nada- nuevamente se defendió Laura, dejando a Nacho sin saber.

- Joder...¿es si o no, Laura?- quiso saber desesperándose Nacho, sin poder digerir el color jodidamente rosa.

- No es ella la que está embarazada. No sufras o si, no se bien- fue Inés quien contestó a Nacho, callando la mesa nuevamente. Ésta vez el silencio llevaba el mismo sarcasmo que el usado por Inés. Así, Karla dejo de asesinar a Laura para mirar a Inés y Marina sin poder creerse el giro de acontecimientos y Laura también paso a mirarlas a ellas, reconociendo a Marina totalmente acorralada.

- Inés- pidió Marina en un intento de calmarse y no explotar como le venía apeteciendo y Laura lo supo, la conocía lo suficientemente bien, para saber que Marina sintiéndose acorralada, arrasaría con todo.

- Vaya...recuperó el habla- dijo Inés, haciendo temer lo peor a Laura- ¿Vas a dejar que siga cargando con todo tu amiga o por fin darás la cara?

- ¿Que cara tengo yo que dar?- respondió Marina alzando la voz. Se acabó su breve paciencia, la cara de Inés y su forma tan decepcionada de mirarla dolía tanto como para defenderse atacando- Para empezar él no tenía que haberlo sacado- señaló enérgica al poco afortunado Nacho que se hundió al momento en la silla- porque es algo que no le incumbe. Me quieras creer o no- concluyó para Inés y su mirada más irónica sobre si.

- Mira que bien...volvemos a las colas con turno- apuntilló Inés sin medirse. En un clásico tiqui-taca entre ellas que esta vez, amenazaba con irsele de las manos, porque a pesar de ver el dolor e indignación que causaban sus palabras en Marina, prosiguió con auténtico veneno- Nacho estás eliminado, a ver quien es el siguiente. Venga, estamos todos deseando saber quien es el afortunado padre.

- Inés..tampoco te pases- corrió a defender a su amiga Laura, escandalizada por las palabras de Inés, provocando a Karla.

- Se pasa lo que le salga de los ovarios- le contestó Karla y Nacho, se vio obligado a intervenir entre tanta mujer disgustada.

- Vale chicas.. Pasemos a intentar respirar- les pidió a todas aunque ninguna lo miraba- Yo siento muchísimo haberlo sacado, pero joder...me vi siendo padre en un momento, temblores me entraron...también habrá que entenderme a mi, ¿no creéis?

- Cállate- le gritaron todas menos Inés, que bastante tenía con aguantar estoica lo que le venía encima.

- Es mio...¿sabes?- le dijo Marina a Inés, despegando sin necesidad de pistas, motores, ni queroseno...le bastaba las ofensas recibidas y peor, comprobar que sus temores se habían cumplido- Es mío principalmente, por muy poco que a ti y tu absoluta posesión de macho primitivo te importe. Pero dado que lo que más te importa, no es lo jodida que estoy por ésta situación, te diré..¿el padre? No lo se, cielo...cualquiera puede ser, porque en el fondo es lo que quieres como respuesta. Confirmarme como eso mismo, una cualquiera ...pues bien, ya lo tienes...ya tienes tu respuesta- terminó por decir o más bien escupió. Aunque para Inés fueron auténticos disparos a bocajarros que acabaron con sus posibles palabras como respuesta y sus ganas de permanecer en esa mesa. Por eso en silencio y a pesar de la súplica que mostraban los ojos de Marina se incorporó dispuesta a marcharse de la terraza y del mismo Suances. Y esa, fue su sentencia- Eso es...ahora vete- se levantó Marina tras ella viéndola marcharse, sin poder quedarse callada, diciendo lo que no quería decir- ahora vete a buscar altura, escondete por siempre de lo que aquella mujer te hizo, de la muerte de tus padres, de lo que sientes por mi y de todo aquello que te perturbe- gritó sintiendo los impactos directos que estaba causando en Inés, en vez de gritar un "Espera, dejame explicarte" que por lo menos, hubiese servido para amortiguar el daño sufrido por sus propias palabras. Karla no tardó nada en seguir los pasos de su hermana, omitiendo la mano de Laura intentando que la mirase una última vez y Marina ni sintió la mirada llorosa de Laura sobre si, ni la mano de Nacho acudiendo a su auxilio al verla destrozada. Pero no, Marina no cayó en su silla como esperaban sus dos amigos, prefirió coger su bolso y marcharse sin saber donde. Laura fue tras ella, como lo había hecho Karla con Inés y el pobre Nacho se quedó solo en una mesa a medio concluir de cinco comensales.

- Bien...pues, ehm- musitó todavía sin poder digerir lo que acaba de ocurrir en segundos, con el test de embarazo aún en su mano y así, lo encontró el camarero al acudir a la mesa.

- ¿Café o postre?- extrañado por la ausencia repentina de las féminas, el camarero cumplió con su deber.

- Un solo...jijiji, que es como me han dejado- bromeó Nacho y tuvo que abrir los ojos al temerse lo peor. Con desesperación busco su cartera sin hallarla, pues iba junto a Marina en su bolso y como última salida rebusco en el neceser de Laura, donde no encontró ni un céntimo- Joder...si ya me lo decía mi padre, déjate de estar todo el día con las dos niñas esas...ja, pues anda que no tenía razón, un tío no te deja así de tirado Joder- pensó al tiempo que se apremiaba en buscar una solución, cuando el camarero volvió con su café- Jiji.. Cuando...cuando puedas me traes la cuenta, mujeres...jijiji, te montan un dramon de Oscar y te dejan aquí si un céntimo para pagar la cuenta jijij, que...seguro a ti te da igual, pero es que...querrás que te pague, ¿No?- preguntó y siguió, ante la cara del camarero- ¿Me dejas un teléfono para llamar o directamente llamas tu a la policía?

Nacho consiguió pagar la cuenta y esa misma tarde, Karla e Inés se buscaron la vida para regresar a Segovia, sin haberse vuelto a ver. Los tres amigos en cambio , decidieron quedarse a pesar de los escasos ánimos para nada y quien continuaba en Pedraza, que era Lucía, se marchaba a Madrid tras la sorprendente invitación de Susana. Desde la bronca por mensajería protagonizada por ambas, ni una, ni la otra se habían vuelto a escribir, pero fue justo después de comer, que Lucía recibió un mensaje de Susana, que le hizo coger el móvil y leer con cierto temor.

Mensaje de Susana a Lucía: Ahora que todo está claro entre nosotras, me preguntaba si te apetecería esto..

Tras el mensaje, Susana le envió la foto de una entrada para la obra de teatro "Caligula" dirigida por Joaquín Vida, que Lucía reconoció al momento, haciéndola gemir de puro de placer. Pero ni tan fácil, a pesar de que se moría por disfrutar de esa obra, trató de no contestarle enseguida, y así le dio tiempo a recibir un nuevo menaje de Susana: Tenemos por costumbre, disfrutar de la obra y después tomar unos vinos en el Chef-house de un amigo. Si quieres, tienes un tren a las 18 horas, es tontería traer coche en Madrid. Yo te recogería, ya me dices.

Mensaje que volvió a no contestar, aunque lo cierto es que ya se estaba preparando para llegar a tiempo a ese tren de las 18 horas, cuando recibió un nuevo mensaje de Susana: Vale...deja de hacerte la dura, debes estar loca por ver esa obra de teatro, y piensa que...podrás pasar una noche, sin estar preocupada por un pene. Que se lo mucho que te gustan, pero también debe gustar desconectar de lo mismo de vez en cuando.

- Jajaja- el último mensaje provocó la risa de Lucía, y así fue incapaz de no responder con: ¿Me prometes que dejaras el pene en casa?- tras enviarlo repaso su pepueño y elegante bolso de viaje, dando tiempo a que Susana, volviera a constestarle con: Así es...prometo dejarlo en el segundo cajón de mi mesita. Nada heroico ni gentil, en verdad le encanta pasarse la vida ahí- Ehm- tras leerlo musitó arrugando los labios. Tenía un punto de excitación conocer ciertos gustos o más bien placeres de Susana, pero todavía lo era más, volver a la provocación subliminal con ella escribiéndole: Contigo siempre se vuelve a El Quijote, la irrealidad de lo real. ¿Uhm?

Mensaje que estando saliendo prácticamente de su casa, recibió Respuesta: Ya lo gritaron los estudiantes de la Sorbona en el 68.. Seamos realistas, pidamos lo imposible.

Y mensaje que ella volvió a responderle con: Caligula...salgo para la estación de tren. Disculpame con tu pene, quizás podamos coincidir en otra ocasión.

Éste mensaje no sería el único entre ellas, en verdad Lucía viajó acompañada por Susana mediante mensajes que enlazaban un tema con otro. Manteniendo sus móviles tan activos como lo habían estado los de Marina e Inés, hasta este día. Aunque fue Marina, quien impidió que sus móviles nada supieran de ellas. Sentada en el mismo acantilado en que se sentara la noche anterior con Inés, le escribió entre lágrimas de auténtico arrepentimiento: No quise decirte todo eso, Inés y entiendo tu disgusto por todo, pero cielo...no supe hacerlo mejor. Lo siento.

- Dale tiempo- la sorprendió Nacho sentándose junto a ella- No es fácil asimilar algo así de golpe- prosiguió acogiendo el llanto de su amiga entre sus brazos- Mañana deberíamos ir al médico- propuso comportándose como el amigo que era, encogiendo un poco más a Marina.

- Si no os importa, prefiero hacerlo en Pedraza con mi madre- a media voz, se disculpó con él y también con Laura, la cual seguro también querría acompañarla.

- Lucía...madre mía cuando se entere, ¿te acuerdas la brasa que nos daba con la prevención? A mi no se me ha olvidado todavía su explicación de como poner correctamente un condón- buscó el humor Nacho, sobrecogido por el estado de Marina y consiguió su objetivo, a Marina no le quedó más que reír, su madre sería otro buen varapalo.

- Jajaja, claro...le prestabas toda la atención del mundo.

Y así, la noche llegó con Inés tumbada en su alta cama de Segovia, con su teléfono apagado, con Marina acunada por sus grandes amigos de siempre y con Lucía en Madrid, recibida por una motera sin intenciones de abandonar la moto en la estación, por mucho que Lucía llevase vestido y alto tacón.