La
mañana amaneció increíble tanto en Madrid como en Pedraza. La mas
madrugadora sin duda, fue la más cascarrabias, Susana. Para quien la
mejor forma de quitarse horas de insomnio y el sufrimiento de una
estrecha litera, era pegarse una buena tunda a correr. La Base de
Torrejon, desde luego que cuenta con perímetro suficiente, para
sudar rabiosas horas.
La
siguiente en despertar fue Lucía. Ni por asomo tan activa como
Susana. Mujer de placeres, como le había escrito a la propia Susana,
se desperezo en la cama, con sutiles movimientos que no rompieran su
inmejorable estética sobre sábanas blancas. Pero para que mentirse,
mujer coqueta alzó ambas piernas revisando que en la noche, las
arañas basculares no hubiesen aparecido, rompiendo su armonioso
color de piel. Para nada, su genética era de lo más consentidora
con ella y que carajo, las ocho horas semanales de pilates y spining
también ayudaban. Decidido, desayunaría en la cama leyendo sus dos
periódicos matutinos, el de tirada nacional y por supuesto el local.
A éste último debía prestarle atención, buscando en él la
noticia que auguraba la llegada de alguna buena obra de teatro.
Después, no estaría mal un baño en la piscina antes de dedicarse
por completo al cuidado de sus crisantemos, dalias y petunias. Se le
antojaba una mañana de domingo perfecta disfrutando de su jardín,
sin contar con que Laura se despertaba en esos momentos y viendo a
Karla y Nacho dormir, quiso volver a la adolescencia, allí donde
junto con Nacho, solía colarse los domingos por la mañana en casa
de Lucía, para disfrutar con Marina de la piscina. Eso, cuando
consiguiera soltar a Karla, la que dormía boca abajo con ella
prácticamente tumbada encima. Tan increíblemente a gusto sobre
ella, que lejos de soltarla, se abrazó más a ella, mirando el
rostro risueño a pesar de estar durmiendo de Nacho y bumb, sin venir
a cuento y sin buscarlo, contempló desde una perspectiva paralela la
perfecta imagen que los tres ofrecían en esa cama y bumb, nueva
explosión que se daba en su interior, haciéndola abrir los ojos de
par en par y que el corazón amenazara con salirsele por cualquier
sitio. Debía hablar Marina, debía hacerlo pero ya mismo. Como si
estuviese haciendo algo ilegal, salió de la cama tratando de ser
sigilosa. Oh si, no podía llamar la atención y así lo hizo, hasta
encerrarse en el baño, móvil en mano.
-
Me muero...polilove Marina, polilove- le dijo a Marina en cuanto ésta
descolgó. Obvio, la había despertado llamándola.
-
Joder...de puta madre- escuchó exclamar a Marina y le entraron los
mil miedos. Era de mala persona, si..pero joder, Marina era su amiga,
debía mostrarse más comprensiva con ella.
-
No seas tan dura conmigo, ¿quieres?- se quejó a punto de llorar y
obvio de nuevo, Marina se quedó alucinando. Ella no estaba
quejándose por Laura, más bien agradeciéndole que la hubiese
despertado con no se que rollo del polilove. Llegaba tarde al
Congreso, era un hecho. Más, si en vez de salir disparada de la
cama, se quedaba en ella, descubriendo el desnudo cuerpo de Inés,
antes de seguir con Laura en un intento de ser amiga, porque estar
viendo el culito respingon y firme de Inés, no ayudaba a empatizar
con nada ni nadie.
-
¿Pero que dices?...llego tarde, ¿sabes? Primera vez en mi vida-
siguió a las quejas Marina. Pero era pura palabrería. Lógico, su
feminidad había probado uno de los mayores éxtasis, la feminidad al
cuadrado. El roce, la suavidad, la calidez, y el culo de Inés,
provocándola.
-
¿Tu también querías? Marina por favor, ¿nunca has querido y ahora
si?- se mantenía en su propio enredo Laura, paraciéndole increíble
la actitud avariciosa de Marina. A la que pareciera, no le bastaba
con Inés sino que también quería participar en su polilove.
Aunque, que carajo, sería la hostia- ¿Querrías de verdad?
-
Joder si quiero, madre mía...es que no sabes lo que es sentirla
ahí..rozándome con lo que sea- le contestó Marina, dejándose
llevar por sus instintos. Aquellos que le pedían subirse a ese culo
para marcarlo con sus ganas.
-
Con lo que sea dice,...que estas con su hermana, por dios Marina-
escandalizada musitó Laura abriendo la puerta del baño,
contemplando la idea. Suerte de ser un torbellino, aunque a veces no
se entendiera ni ella misma. Ahí estaban, abrazados. Debía haberles
dado lo suyo y lo de todos sus familiares, porque se veían agotados.
-
Y no sabes como estoy- prosiguió a lo suyo Marina, montando un pura
sangre blanco de altos vuelos. Así imposible pensar y menos mantener
una conversación que no fuera mostrar lo que estaba sintiendo
cabalgando un pájaro, por raro que suene- No lo sabes...uhm...voy a
tener que dejarte...umm dios si, te dejo...te dejo, si..ay cielo no
te muevas...Ahm si, si es para eso, si...muéveteeee.
-
¿El que ne dejas? ¿A Inés? ¿Que Inés también? Me muero, puedo
morirme siendo médico y todo- por igual prosiguió Laura, mirando al
par de angelitos durmiendo, a quienes debía sumar Inés y Marina,
más ella misma, no había cama para tantos, no podía haberla y
encima su amiga, le acababa de colgar- Marina no me cuelgues cuando
te estoy hablando, me puedo enfadar fuerte. He dicho- para ella,
porque Marina había mandado el teléfono bien lejos.
Así,
todos despiertos y en marcha, unas con más fortuna que otras. A la
pobre Laura no le bastó con su extrañó despertar, que además,
tuvo que presenciar el primer pis de Nacho. Si no fuera por lo bueno
que estaba, y lo perfecto que lo habían diseñado, le habría
chillado. Si, cualquier cosa como perra histérica, pero no lo hizo,
su parte más cuerda, prefirió contemplar a Karla a medio despertar.
-
Ayyy- sin olvidarse suspirar. Se veía tan super mona, con esa carita
de niña rebelde y tenia un vientre tan firme. Si hasta el cabello le
caía desordenadamente perfecto. Pero joder, la había usado...ella
más madura y adulta, había pervertido a ese angelito de la peor de
las maneras.
-
No hicimos lo que estas pensando, Jajaja me encanta como te lo montas
tu sola- le dijo Nacho, sorprendiéndola y se notaba que la conocía,
porque Nacho fue precavido y le tapó la boca, hasta que la noto
recuperarse.
-
¿Cómo sabes lo que estoy pensando?- le preguntó girándose en sus
brazos, notando cómo Nachete le daba los buenos días. Obvio, miró
a Nachete para después mirar a Nacho, a punto de ofenderse muy
fuerte.
-
Porque te escuche hablar con Marina- se explicó Nacho intentando
abrazarse a ella. Jopes, un abrazo mañanero es de lo mejor, sin que
tenga que reñir con un polvo mañanero, que hay sitio y tiempo para
todo. Pero Laura se resistía entrecerrando los ojos, claramente
molesta.
-
¿Y como sabes que hablaba con Marina?- se cruzó de brazos,
intentando hilar fino, pero la sonrisa ensanchándose de Nacho,
formando los dos hoyuelos más sexys que pueda habitar en rostro
varonil, se lo ponía difícil.
-
Porque siempre estáis hablando- le respondió con sobrada obviedad
Nacho. Si no había abrazo, más valía darse una ducha antes de que
Karla despertase sin que Nachete se hubiese dormido. Que no son
formas caballerosas, para tan dulce pecosa.
-
Ayyy, porque la quiero, ¿sabes? Pero ella esta en su bollo mundo y
pasa del mio- siguió quejándose Laura, clavando la mirada única de
Ingrid Bergman en Casa Blanca. Hasta que vio el apetitoso cuerpo
desnudo de Nacho introduciéndose en la ducha- Ayyy- entonces volvió
a suspirar, de buena gana se metía con él en la ducha, si. Y
suspiró porque no era propio, hasta que Karla la abrazó por la
espalda- Ayyyy- haciéndola volver a suspirar- Mi peque-musitó
recomponiéndose. Su peque estaba como había llegado a casa, nada le
había hecho ella, podía suspirar feliz. Hasta que...
-
Estás super cañón recién levantada- le decía Karla dándole un
fuerte beso en los labios, que la dejaba cómo había despertado.
Loca, muy loca y sin Marina, pérdida en su bollo mundo.
Un
bollo mundo, que la atrapaba sin remedio. Pudiera ser, que
influenciado por el miedo que poco a poco, comenzaba a hacer mella en
ella. Si no fuese una cabrona hija de puta, habría aprovechado esa
noche con Inés, para hablarle de lo que podía estar pasándole.
Pero no, como cabrona egoísta, se dejaba llevar por el miedo a
perderla, callándoselo mientras no podía dejar de saborearla. A
Marina no le bastó con cabalgarla e investigar caminos nuevos a
recorrer por sus manos, se la llevó a la ducha y ahora, tratando de
salir para el Congreso la retenía contra ella en las puertas del
ascensor.
-
En Suances, prometo dejarte descansar- le decía sin soltar su
rostro. Culpa de sus labios, gruesos lo justo para morderlos
incansablemente. Y no se quejaba, Inés. Más bien lo contrario, se
dejaba morder sin soltarle el culo, no fuera a correr el aire entre
ellas y la corriente variara el rumbo norte.
-
Si, allí- la secundó hablando boca a boca, por decir algo. Ella lo
tenía muy claro. La noche anterior habían demostrado lo bien que se
les había dado parar un ascensor con nocturnidad. Todo sería probar
ahora, como se les daba con luz. Decidida comenzó a empujarla para
dentro, pero Marina la mordía más fuerte sin moverse, tanto que
hacia pupa- Ay que así duele- terminaba por quejarse, sin que a
Marina le importase mucho.
-
Sigo sin saber que tienes, solo investigo- le explico siempre amable,
pero sin dejar su tarea.
-
Eso es, quedate conmigo e investigame mucho, que le den al Congreso-
dijo Inés y no necesito decir más, para recuperar a la Marina más
profesional, aquella que se había currado ese Congreso por meses,
por supuesto que asistiría, debía hacerlo, aunque le estuviese
costando la vida, dejar los labios e investigación.
-
Tengo que ir...pero escúchame, cuando dejes la habitación, das la
llave y punto, nada más tienes que hablar, está todo a cargo del
partido..¿si?- insistió porque la profesionalidad y los labios
extraordinariamente adictivos de Inés, no daban para olvidarse de
las simpáticas recepcionistas del Hotel.
¿Celos?
Se preguntó más tarde en el coche que la llevaba al Congreso. Por
supuesto que no, se respondió en ese mismo coche. Había sido
educada por Lucía Sánchez, y creía en su palabra. Los celos no son
más que la expresión de la inseguridad más primitiva y si pensaba
en Jaime, Manu o algún otro, no los había sentido en la vida. Mucho
más no pudo pensar, ni menos recapacitar, el coche llegaba al
Palacio de Congresos y según vio, no era la única que ese día
llegaba tarde, la Presidenta de Madrid también y para su sorpresa,
cuando entró en el Palacio tras ella, ésta la esperaba acompañada
de su asesora Raquel y ni siquiera le dieron tiempo a saludar.
-
Café, por favor- le solicitó la Presidenta, y Marina tuvo que reír.
Las tres, incluida ella, perfectamente vestidas y maquilladas para
una celebración tan mediática como la clausura del Congreso anual,
pero no dejaban de ser evidentes, los rastros de sueño en ellas.
Siendo una de las organizadoras, rápido las acompañó a una sala
privada donde el aroma a café hizo suspirar a las tres. Poco
después, taza de café en mano, mantenían una sonrisa pícara que
terminó al tomar la palabra la Presidenta.
-
Hay noches que saben a vino reserva, tres años de envejecimiento con
al menos uno en barrica- dijo asociando su noche a uno de sus vicios
confesables, el vino. Raquel rodó los ojos, antes de dar un sorbo a
su café, mientras Marina se dispuso a replicar.
-
No hay que infravalorar un vino joven, con menos de seis meses en
barrica. Vin primeur, le llaman- pronunció en perfecto francés
sonriendo por el evidente lenguaje subliminal entre ellas. No estaba
nada mal comparar su noche con vino. Pero tanto vino, acabó por
molestar a Raquel.
-
Ambas lo estáis sobrevalorando. La mía supo a colacao. De bote y
con tres días de envejecimiento en casa, a la semana no llega, vaya-
dijo defendiendo a la clase llana y las tres estallaron en risas.
Vale, tocaba ser sinceras.
-
A decir verdad- fue la primera en confesar Marina- la mía aún le
pone galletas a la leche- les dijo y fue increíble lo bien que se
sintió hablando de cotidianidad con Inés. Hombre, mujer...al final
era lo de menos.
-
Uhm- musitó la Presidenta, ella también debía rebajar su
sobrevaloracion- La mía es más de ponerle miel. Hacia años que no
preparaba vasos de leche.. Pero le hace descansar y si descansa..- lo
dejo caer cucándoles un ojo. De todo hay que saber sacar provecho y
las tres volvieron a reír, dando por terminado su café. Era la hora
de enfrentarse a un día repleto de compromisos.
Mientras
tanto, la madre de Marina, salía al jardín, preparada con un
bañador sport. No se había equivocado y la mañana estaba increíble
para disfrutar de la piscina y de sus flores. Recogiéndose el
cabello estaba, cuando su móvil sonó, deteniendo sus intenciones de
nadar. Sería su hija, la desaparecida desde el día anterior. Pero
no, era Susana mandándole una foto por WA. Foto donde pudo leer:
Runstatic; acaba de completar 8 kms en 38 minutos.
Y
foto a la que siguió un mensaje, donde leyó: No está mal, para una
provecta.
-
Cielo- murmuró sin poder creérselo- Llevaba años sin escuchar tal
expresión- musitó pellizcándose el labio. Desde luego que usando
tales calificaciones parecía una carcamal. Aunque debía corregir,
era una carcamal con carácter digno de pararse a jugar con él. Pero
entonces...
-
Ayyy Lucía, tengo que hablar contigo- la sorprendió Laura subida a
la valla de la acompañada del siempre encanto de Nacho y Karla.
Vale, si Karla estaba ahí, ya tenía una explicación para la
desaparición de Marina, sin duda Inés estaría en Madrid.
-
Buenos días primero, ¿venís a robarme o bañaros?- les preguntó
recibiéndolos sonriente. No estaba nada mal, tener a la juventud
bien cerca.
-
Bañarnos- le contestó Nacho, al que siguió Laura.
-
Y hablar contigo- insistió Laura remarcando su interés. Si no
tenía a la hija bien valía la madre. La misma que se posicionaba
frente a la piscina dispuesta a sumergirse.
-
Buenos días- la saludó Karla un tanto avergonzada. Estaban saltando
a la casa de Lucía por todo el morro. Pero ésta sonreía esperando
que entrasen al jardín.
-
Uhm...paso a paso..primero, ¿quien me hace una foto saltando al
agua?- les preguntó Lucía sin olvidarse de picar a Susana. Los
chicos apareciendo se lo habían puesto bien fácil.
Al
final fue Nacho quien hizo de fotógrafo, en tanto Karla no dejaba de
observar como prácticamente babeaba fotografiándola. Viéndolo,
cayó en la especial amistad que éste mantenía con Laura, sin saber
la que mantendría con Marina, y a su vez, contemplando como Lucía
salía del agua tras la fotografía y le daba un pico. Era para
alucinar y Laura, se percató de su alucinamiento.
-
Jajaja, peque esa mujer que ves ahí, nos da veinte vueltas, pero
no..no ha estado con Nacho...aunque él la besó una vez- le contó
entre risas, al ver su cara de sorpresa. Cara que relajó, por un
momento se había visto rodeada del típico enredo de serie
americana.
-
Joder Laura, no le cuentes eso- protestó Nacho en cuanto las escuchó
y así...
-
Jajaja, ahora si que quiero saberlo- pidió Karla. Normal, quien no
querría saber como un adolescente, preso de la extrema sensualidad
de toda una mujer, la besa pese a sus mil y un nervios.
Chicos
sin complejos, olvidaron los remilgos y desayunaron poniendo al tanto
de cientos de anécdotas compartidas a Karla. Sin que Lucía,
olvidara enviar la foto a Susana, bajo el texto: Hay tantas formas de
expulsar toxinas...
Mensaje
y foto, que llegaron a Torrejon, donde Susana caminaba por una de las
pistas de aterrizaje, viendo a lo lejos a Inés.
-
Joder con doña placeres- murmuró dejando que Inés inhalara
queroseno cómo una auténtica yonki de los aviones. Así podía
contestarle a Lucia con: Ya temía otra contestación.
Escribió
y error. De nuevo se había equivocado con las palabras y así le
daba ventaja a Lucia. Ventaja que ésta usó remitiéndole la
siguiente foto-captura:
Acompañada
por el mensaje: Uy si...da mucho miedo, ¿uhm?
Y
así comenzaron los mensajes de ida y vuelta, mientras Laura le
confesaba a Lucia sus nuevos temores.
-
¿Crees que me puedo estar bollo enamorando de Karla o de los dos?-
le preguntó desesperándose. Se veían monisimos jugando juntos en
el agua.
-
Jajaja, cielo...lo único que te ocurre, es que estás viviendo en
primera persona el enamoramiento de Marina. Sólo estas confundida,
tu eres hetero, tanto como yo- sentenció Lucía cuando
contradictoriamente, enviaba otra foto-captura a Susana:
Convirtiendo
lo que era un desayuno entre Tía y sobrina, en dos tías pendientes
de un móvil.
Lo
hacía Susana, sonriéndose por la caña recibida a manos de la
escultural Lucía y lo hacía Inés, en un nuevo despegue de su
Mykoyan.
Mensaje
de Marina a Inés: Tu "Presi" nos ha invitado a cenar
cuando volvamos a Madrid. Bueno, sus palabras fueron...estaría
perfecto compartir una cena con "tu" encanto de piloto.
Mensaje
de Inés a Marina: Es que lo soy, nena. Y esa mujer sabe apreciar lo
bueno.
Mensaje
de Marina a Inés: Pues no lo seas tanto, guapa.
Mensaje
de Inés a Marina: Pero si yo...
Mensaje
de Marina a Inés: Digo yo que ser simpática se puede, pero tanto...
¿para que?
Mensaje
de Inés a Marina: Ya estamos, madre mía.
Mensaje
de Marina a Inés: Genial...¿es que te canso?
Mensaje
de Inés a Marina: Suances...mañana Suances...todita tuya seré. Ya,
¿si?
Mensaje
de Marina a Inés: Lo siento es que....¿me mandas un París- Madrid?
Mensaje
de Inés a Marina: Jijiji, guapa tú. Ahora mismo va, cargadito.
-
Se va a enterar- murmuró Susana incorporándose de la silla,
asustándola por las formas- Hazme una foto.
-
¿Que? ¿Para que?- alucino Inés, su Tía se ajustaba la camiseta y
se peinaba, en modo chula de barrio. ¿Que estaba pasando con ella?
La lecheeeeeeeeeee, más quiero mas
ResponderEliminaraiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii gemitoooooooooooooooooooooooooooooooooomas quero todas juntas seria la leche
ResponderEliminarbrigoninha
Uffs. Como me gustaría a mi una cena con Inés y Erika? Juntas...
ResponderEliminary sigo diciendo QUE RARAS HETERO
ResponderEliminar.....CELOS...PASIÓN...LOCURA¡¡¡
ResponderEliminar''' MI CAMA...SIEMPRE ESTARA ENCANTADA DE RECIBIRTE..''''...¿ SE PUEDE DECIR MÁS...MÁS...MÁS...? SE PUEDE..SI LO DICE UNA PRESIDENTA...'' HAY NOCHES QUE SABEN A VINO DE RESERVA'''...MÁS?..
ESCRITORA....ESCANDALOSAMENTE ¡¡ÚNICA'¡¡¡...LO ERES...COMO ESTA HISTORIA QUE DERROCHA ENCANTO A LA VEZ QUE SIGUE EMBRIAGANDO...
GRACIAS.....POR ¡¡TANTO¡¡¡