sábado, 23 de agosto de 2014

112- Emergencias 44


La caza más loca de Lucía y Laura, en el Púb de moda, concluyó de la peor de las maneras posibles; en tablas. Antes de las dos copas que habían pactado, una y otra, contaban con un pretendiente. En el caso de Laura, un joven abogado de adorable aspecto perdido y en el de Lucía, otro joven para decepción de Laura.
- Será lagarta la tía. Ese también me gusta a mi. No ves ya- pensó Laura mientras el abogado, se esforzaba pese a su timidez, en alargar la conversión entre ellos lo bastante, para ganarse el número de contacto de Laura.

- Jajaja, ay mi niña...queda mucha loba en este cuerpo- se congratulaba Lucía. A fin de cuentas, si alguien imparcial tuviera que declarar una ganadora, sin duda seria ella. El joven de Laura era de lo más mono, pero carecía de mérito. Ambos estaban en la misma edad. En cambio ella, estaba siendo agasajada por un chico que debería estar en los treinta y pocos años. Más de quince años de diferencia, debían darla como ganadora. Pena no poder atender la jovial conversación del muchacho, su móvil la reclamaba. Él y la borde de la piloto con sus mensajes privados por facebook.
Mensaje de Susana a Lucia: Piernas de vértigo, sonrisa de escándalo, y en general, cuerpo de impresión. Cualquiera compraría tan magnífica mercancía. Insisto, cualquiera.
La acidez de su mensaje y el subtexto que lo acompañaba, la enfadaron al momento. Así, le fue imposible no contestarle en cuanto terminó de leerlo.
Mensaje de Lucía a Susana: Cielo...en el escaparate de cualquier tienda que se precie, se muestra lo mejor. Pero solo en las grandes boutiques, encuentras en el interior prendas mucho más increíbles que las mostradas. Claro que...el acceso a esas boutiques no es generalizado.
- Vamos y vamos- pensó indignándose Laura, al ver a Lucia con el móvil. No sólo se ligaba a todo un bombón, sino que hasta se permitía ignorarlo cómo le daba la gana- Yo de mayor, ella, vamos que si.
De poder escuchar los pensamientos de Laura, seguro que Lucía hubiera vuelto a congratularse. Pero entre que no leía pensamientos y que Susana le contestaba al momento, solo podía estar a lo que más le molestaba, Susana y su hostilidad gratuita.
Mensaje de Susana a Lucía: Me quedo yo ahora dudando, ¿usted es de tienda de barrio de toda la vida o de la calle Serrano en Madrid?
- ¿Cómo?- exclamó Lucía escandalizándose por la ofensa clara de Susana. No sólo era hostil, borde, y arisca. También sumamente descortés. Por supuesto que ella era de Serrano, La Milla de oro, de Rodeo Drive o más, del mismísimo Dubai. Callada no se iba a quedar, pero tenia una apuesta que ahora menos que nunca iba a perder. Por eso, se mojó los labios mirando al chico que trago saliva ante tan sugerente gesto en tremenda mujer.
- Esperame que acabe un cosita- le pidió enredándolo en una secuencia de gestos y formas, que enloquecería a cualquier tío y enseguida escribió para Susana: Hay un dicho que dice: margaritas a los cerdos. Con la clase se nace, y saber advertirla, es innato.
Orgullosa lo envió, volviendo a sonreír al chico, causando la indignación de Laura, testigo directo de los hechos.
Al abogado no podía decirle nada de Lucía, no fuera a espantarse y tampoco es que este logrará salir de su timidez. La misma que al principio le había gustado pero que ahora le aburría hasta el extremo. Aburrida e indignada, una única persona podía ser su rescate y a ella le escribió.
Mensaje de Laura a Karla: Peque...se me esta subiendo la mala leche a la cabeza.
Mensaje de Karla a Laura: Hola cosita guapa. ¿Por que? ¿Que te hacen?
Mensaje de Laura a Karla: Jijijiji ayyyyyyyyy
Mensaje de Karla a Laura: A mi cosita chiquitita y super guapa, que nadie le suba nada a la cabeza. ¿Eh?
Mensaje de Laura a Karla: Jijiji Más...dime más.
Mensaje de Karla a Laura: Voy a darte besos en la cara hasta que tu sonrisa reviente. Porque eres lo más bonito de Pedraza, Segovia, Castilla y León, España, Europa y planeta tierra, así en general.
Karla supo cómo ocuparse de subirle el ego a Laura, mientras ésta maldecía que Karla no tuviera un dieciocho entre sus piernas acompañado de un torso masculino, musculado lo justo para marcar, a poder ser tan poco velluda como ella misma. Sería su hombre ideal. Entretenida, no vio como Lucía continuaba a la gresca vía mensajes privados con Susana.
Mensaje de Susana: También hay un dicho que dice; el que se pica ajos come.
Mensaje de Lucía: Si de dichos se trata, aquí tienes otro que te va ideal: No ofende quien quiere, si no quien puede.
Mensaje de Susana: Pues ahí va otro; no por mucho madrugar, amanece más temprano.
Mensaje de Lucía: Pero...¿de que hablas?
Mensaje de Susana: Será más bien de que escribo, Antonia.
Mensaje de Lucía: Soy Lucía
Mensaje de Susana: Lo se, Manuela.
- Agh...es insoportable- musitó teniendo que sonreír forzada al chico al que estaba ignorando por deporte- Pues conmigo no se juega, se va a enterar- continuó ignorándolo ofendida por Susana. En letras podía vacilarla cómo quería pero haber que hacia si la llamaba- Dejame otro momentito, ¿Si?- se acordó del chaval, que educada continuaba siendo y se dispuso a llamar a Inés. Necesitaba urgentemente el teléfono de la idiota de su Tía. Repiqueando las uñas, cual su costumbre, espero unos cuantos tonos hasta que Inés contestó.
- Ahm...ahhh, ayy dígame- contestó Inés con la voz claramente alterada entre jaleos, haciéndola fruncir el ceño.
- ¿Cielo estas bien?- se preocupó la mujer, por un momento olvidando a Susana y sus ataques directos.
- Agh...si, si si que lo estoy, si- de nuevo contestó como buenamente pudo Inés, faltandole el aire y aún, con ese especial zumbido que sola una cosa nos deja en los oídos.
- Ah...suenas ehm...- dudó Lucía. No, no podía ser, Marina estaba en Pedraza, hacia nada habían cenado con ella e Inés, estaba en el pueblo. Si no estaban juntas..tomar conciencia de lo que podía estar interrumpiendo, le hizo darse prisa e ir al grano- Necesito me mandes el número de tu Tía. Solo era eso, un besito cielo- cortó la llamada, con una sensación un tanto extraña. Pero enseguida volvió a sonreír, ese par debía apañarse como bien podía y no se consideraba nadie para juzgar nada, menos si incumbía a su hija. Esperando que Inés le mandase el número de Susana, dejó de estar pendiente de facebook.
- Se te va acabando la copa, ¿te traigo otra?- aprovecho para hacerse notar el chico, que esperaba como ella le había pedido y Lucía se sorprendió. Se había olvidado de él por completo.
- Uhm...pero que encanto de niño eres- lo mimo un tanto, acariciándole sutil la mejilla- Si, que sea de lo mismo- acabo por pedirle. Lo mismo con suerte, se perdía en el camino de ida y vuelta. En esos momentos, solo una cosa le prevalecía. Poner en su sitio a la descarada de Susana.
Sin contar, con que Laura seguía observándola, rezagada tras su conquista a quien ningún caso le estaba haciendo. Pero el chaval se había quedado prendado y tampoco es que en Pedraza tuviese muchos sitios donde ir.
Viendo las artimañas de Lucía para con el joven caramelo, Laura quiso asegurarse la victoria. Solo Marina, experta en exquisitos  caramelos, podía desempatarlas.
- Ayyy, permíteme un momento bomboncito- se disculpó con el chico avanzando lo justo, para llegar a una columna. Allí parapetada, pasando de lo que la peña comentaba por su astucia y sigilo, llamó a Marina, quien le contestó tras unos cuantos tonos de espera.
- Ahm...dios, joder Laura no te puedes imaginar, me vuelve muy loca...¿que quieres?- contestó Marina claramente apurada, dejando a Laura con la boca abierta. Su amiga no tenía límites, como la madre que la parió manejando a su caramelo.
- Eh...- titubeo, entre sorprendida y espía. En el teléfono la hija, en el Púb la madre y ella como epicentro.
- Vamos Laura que la he mandado a que se tome un zumito, porque me cago en lo jodida que ha sido la vida con ella, pero no...eso va a cambiar, como que me llamó Marina Sánchez. ¿Tu que querías?- le entraron las prisas a Marina, teniendo la llamada de Inés en espera.
- Eh pues...ehm, ¿estas en casa?- preguntó mirando inquieta para todos lados. Marina no estaba en las mejores condiciones para contarle sus más que próximas intenciones.
- Pues claro...fuera por mi, estaría en una casita de árbol, pero toca aguantarse un poquito más- le contestó Marina, pensándose muy seriamente colgarle la llamada, que menuda chorrada de llamada estaba siendo.
- Ah pues eso quería saber. Un beso y tenle piedad, no ves ya- le colgó al final Laura, guardándose de que su risa más maquiavelica no fuera vista por nadie. Que suerte, ser una apasionada de los pañuelos, fular o pashminas varias, le servían de ayuda en cualquier momento.
- Laura- la llamó el pobre abogado elegido como trofeo, sobresaltándola- Perdón- se disculpó al verla a punto de sufrir un colapso- Es que llevas rato aquí como escondiéndote, ¿estas bien?- se interesó por raro que parezca. Otro la podía haber dado por loca, pero él no, a él le molaba esa locura tan distinta de Laura.
- Ay mi vida...si es que, naah...tú ven conmigo y calladito. Tu callado hasta que yo te lo diga- lo manejo como quiso, que para eso ella es amiga de las Sánchez y garbosa, camino junto a él hasta Lucía y sus voces al teléfono.
- ¿Te parece normal?- la escuchó e identificó en ella toda la mala leche que podían llegar a tener las Sánchez, sin saber con quien hablaba- ¿Que ibas a dormir? ¿Y a mi que más me da?- parecía bajar la intensidad de su mala baba, pero nada, solo era un acto reflejo. Lucía proseguía cantándole las cuarenta a alguien, mientras su caramelo, la esperaba ni más pachorro- Te he llamado...pues si, porque me ha dado la gana, eah...¿no puedo? Porque tu lo digas, guapa- el femenino empleado por Lucía, dejó a Laura muerta en curiosidad- Joder...es que me exasperas, si no sabes que significa lo buscas en el diccionario junto a malandrina. Y buenas noches, que descanse usted- colgó la llamada Lucía, y no dejo a ninguno de ellos por fulminar con la mirada. Alguno tenía que pagar la rabia amontonada contra Susana. Pero, ahí estaba Laura y su necesidad visceral de saber quien de las dos ganaba la apuesta.
- ¿Que os parece si nos tomamos en la última en mi casa?- propuso Laura  con sobrada experiencia. No hay que estar muy buena, ni haber salido mucho, para saber que a dos tíos que llevan dos copas roneandote aceptarán una última copa en casa, si o si.
Los dos lo hicieron y Lucía los acompañó por pura inercia. La gresca más que conversación, con Susana, le había dejado con el típico come-come, tendría que haberle contestado esto o aquello, o quizás decirle esto más aquello y así, continuó todo el camino a pie hasta no, la casa de Laura y si, la casa de su hija. El agriamiento producto de todo ello, no le había permitido apreciar el cambio de dirección, pero ver abrir la reja de su hija a Laura, fue demasiado para no darse cuenta.
- Pero Laura- se quejó no entendiendo que hacia ahí, en la casa de su hija, con un crió que bajaba la mano por su cintura camino al culo que no llego-  que demonios hacemos
- Sush...sush...calla, que puedes despertar a nuestra compañera- la calló Laura mintiendo con una bellaca y trató de que Lucía la entendiera guiñándole un ojo. Astuta no los dejo pensar y prácticamente los empujó adentrándolos en el jardín- Ayy que noche, ¿no os parece?- teatralizo a su modo, caminado super ligero por el jardín.
- Laura espera- intentó detenerla Lucía, pero no había forma, Laura llegaba a la puerta de su hija, y ella continuaba zafándose como podía, sin ser muy arisca  del chico convertido ahora en salidorro total- Laura que Marina puede estar...puede- titubeo que a fin de cuentas y por muy madre liberal y amiga que se considere, sigue siendo madre y en la llamada a Inés le había parecido que ésta podía estar como estaba, cuando Laura abrió la puerta y Marina gritó histérica, saltando de su sofá sin encontrar con que cubrir su desnudez.
- Eh...joder- exclamaron los dos caramelos, alucinando encantados. Marina se veía de lo más sensual, a pesar de su natural sorpresa.
- Pero- fue lo poco dicho por Laura tragando saliva. Aunque le duró poco, enseguida se indignó- Ya esta...ya tenías  que lucirte delante de mi ligue.
- Marina vístete- ordenó Lucía, acudiendo rápido hacia su hija. Esa imagen tan fiera, tan loba y tan mujer, debía ser cubierta. Así se lo pedían sus entrañas de madre, menos liberales que las de madre guay.
- Alguna vez debes superar aquello- le contestó Marina a Laura, buscando el camisón. No podía estar tan lejos, se había fotografiado con él hacia solo unos minutos.
- Aquello dice...era mi novio- prosiguió Laura indignada a muerte.
- Agüita- musitó el abogado, Marina continuaba desnuda.
- Madre mía- musitó el otro viendo el culo en pompa de Lucía recogiendo el camisón de su hija a la que no tenía que haberle dejado tanta libertad.
- ¿Novio? Jajaja, ¿un cine es novio?- siguió Marina con Laura, total el camisón ya lo había recuperado su madre.
- Marina que te vistas- la cogió Lucía dispuesta a ponérselo ella misma y mejor, no transcribir los murmuros del par de chicos ante la imagen que ofrecían juntas.
- Inés cariño escúchame esto, me muero si no te veo pronto, ¿si?- vestida Marina recupero el control y su teléfono- Ahora tengo que dejarte- continuó para Inés, clavando su mirada en Laura, quien comenzó a recular para atrás ante el avance de Marina- no se si nuestro próximo encuentro tendrá que ser en la cárcel.
- Jejeje a ver amiga mía de toda la vida, a ver...que era solo una visitita lo que yo quería hacerte. Recuerda nuestro pacto de párvulos, recuérdalo Marina. Ayyy no me mires así, que sabes me da susto.

8 comentarios:

  1. Jajajajaja! Qué momento...Marina e Inés necesitan estar juntas y a solas ya. Qué decir de las otras parejas. Me encanta la soltura de Laura, la elegancia de Lucía y la malafollá de Susana.
    Muchas gracias por el trozo Gemo.
    L.a.c.e.r

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  2. Sin comentariossssssssssss! Qué te puedo decir, por diosssss!!!! Gracias, Gemo, por el Trozaso!!!!! tres, cinco, diez veces gracias!!!!!!
    Constance

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  3. Muchas gracias señora escritoria... Leerte es un lujo. Un saludo C

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  4. masssssssssssssssssssssssssssssssssssssssss

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  5. te amo cada dia maissssssssss gemito
    brigoninha

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  6. jajajaja, ay dios me matas entre la tos y la risa me vas a matar.
    1 que heteros mas rara levantado tipo y pensando en mujer jaja y 2 SI que la mata Marina porque si se entera Ines de lo que hizo Laura directamente la tira del helicóptero.
    y 3 te adoro GEMO y gracias por causarme tantas emociones con tus escritos

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  7. .....GRACIAS....SIEMPRE....ESCRITORA....POR...¡¡TANTO¡¡¡
    CELESTE-NEGRO.

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