viernes, 22 de agosto de 2014

112- Emergencias 43




El congreso del partido político a celebrar en Madrid el siguiente fin de semana, tuvo a Marina ocupada prácticamente las veinticuatro horas del día. Por suerte tenían las guardias en el centro de emergencias para ponerse al día y que Marina, dejase por unas horas, su ocupación principal. Con tanto por hacer, pasaron dos semanas sin que pudieran verse, algo que iban sobrellevando como bien podían, aunque siendo ambas de fuerte carácter, algún choque protagonizaban. A petición de Marina, quien se dirigía caminando a la terraza donde había quedado con su madre y Laura como dos horas antes de lo que conseguía llegar, Inés desistió de acompañarla a Madrid. Marina sabía por experiencia lo absorbentes que eran esos Congresos y lo desconcentrada que estaría de saber a Inés en Madrid. Así las cosas, Inés pasaría el fin de semana en El Espinar, donde los amigos de toda la vida planeaban pasarlo como en los viejos tiempos y ella lo pasaría encerrada en un Congreso. Y de eso justamente, es de lo que hablaba con Inés por teléfono.

Al llegar a la terraza donde la esperaban, le pidió una pausa a Inés, para saludar a su madre y a Laura, pero estas apenas la saludaron con la cabeza, para continuar pegadas a sus móviles.

- Eah...creía yo que me iban a echar la bronca por llegar tarde y están de lo más a gusto- le contó a Inés, tomando asiento. Para que colgar la llamada si las otras dos no levantaban la vista de sus móviles- Por cierto- viéndolas así, fue que cayó en la visto por ella misma en el Facebook de Inés- la tipa ésta- dejo caer tragando veneno, mejor eso que nombrar a Silvia y sus provocaciones constantes colgando fotos de Inés en esa aplicación sin olvidar etiquetarla en ellas. Fue decir "la tipa ésta" e Inés conduciendo hacia el El Espinar, arqueo las cejas. Ni idea de a quien se refería Marina, pero ya iba conociendo sus tonos más ácidos. Sin querer meter la pata callo esperando que ella continuase, al igual que Laura y Lucía, que dejaron por un instante sus móviles, para escucharla proseguir- Silvia creo que se llamaba, ¿no? Esta chica con la que alguna vez estuviste- le resto toda la importancia que pudo en la vida de Inés, relajando las cejas de ésta. Otro detalle de Marina conocido, disimulaba muy mal los celos. Laura y Lucía se miraron por unos segundos, e inmediatamente después, volvieron a sus móviles para escribirse a pesar de estar sentada una enfrente de la otra.

Mensaje de Laura a Lucia: Esta celosa como una perra, te lo dije.

Mensaje de Lucía a Laura: A mi tampoco me hace mucha gracia la tal Silvia.

Mensaje de Laura a Lucia: ¿Pero como sois tan celosas? En el amor, no debe haber más cadenas que las ganas constantes de tenerse, verse, quererse y ayyyyy quiero estar encadenada a un hombre que me quiera mucho. ¿Tanto estoy exigiendo?

Mensaje de Lucía a Laura: Cielo...hace siglos que deje de creer en los hombres, no busques en mi apoyo para tus sueños.

Mensaje de Laura a Lucia: Ja...pues algún caramelo te has comido.

Mensaje de Lucía a Laura: Cariño..tonta no soy y alguno más caerá.

Como ellas continuaban a los mensajes de WA, y atentas a otras redes sociales, Marina continuaba con Inés.

- Ya se que apenas usas Face, si lo se...pero cariño joder- subió la voz Marina en su habitual despegue a dos motores y en consecuencia, volvió a arquear las cejas de Inés, en modo alerta- He visto más fotos tuyas por ella, que por ti. ¿Cuantas fotos tiene? ¿Os hacíais books cada dos días?

Mensaje de Lucía a Laura: La echa de menos. Es evidente.

Mensaje de Laura a Lucía: Está celosa pérdida y así, tu hija no rige. Te aviso.

- Genial...si yo se que no eres tú, que es ella- siguió Marina, recordando cada foto puesta por Silvia, donde Inés salía guapísima pero demasiado cerca de ella. Mejor ser disimulada- Y te diría que le dijeras, pero paso de darle esa satisfacción a la mala víbora esa.

Mensaje de Lucía a Laura: Demasiado evidente. No se con las mujeres, pero con un hombre jamás hay que demostrar lo mucho que te jode algo, más si es sobre otra mujer. Esta hija mía a veces, es tonta.

Mensaje de Laura a Lucía: Es que la otra es una mala bicha. Ahora le doy la razón. No ves ya. Me quema la sangre esa mujer.

- Si lo se, Jejeje no seas tonti- continuaba ahora super melosa Marina. Igual que despegaba a toda velocidad, se suspendía en el aire, mecida por Inés y sus cosas- Pero es que, pues...no se, no deja de colgar fotos tuyas y cualquiera que las vea, que sales guapísima y casi todas de piloto, pues consulta tu perfil y bingo...apareces como soltera y hasta precisas...soltera y muy a gustito oiga- terminó pellizcándose el labio. Mal muy mal mostrarse tanto, pero ese soltera empezaba a escocerle. Sus celos, como no, no pasaron desapercibidas por las dos enganchadas al móvil que la escuchaban.

Mensaje de Laura a Lucia: Esta claro el diagnóstico, colega.

Mensaje de Lucía a Laura: Aja...quiere marcar territorio.

Mensaje a Laura a Lucia: La super heterosexual jajaja, como toda una bollo gata. Ay ay ay, Susana está en face ahora mismo. Me mueroooo

Mensaje de Lucía a Laura: Ah...¿tiene face?

- No te estoy pidiendo que lo cambies, ¿eh cielo? - prosiguió Marina, no queriendo que sus celos quedasen tan evidentes. Que narices, ella era un tía independiente y autosuficiente, Inés podía tener los perfiles que quisiera, como ella misma, lo que primaba y lo que estaba siendo lo más importante, es que Inés a quien buscaba a cualquier hora del día era a ella. Como ella, era quien le hacía partícipe de todo, incluido su menú- A ver..me han traído la carta, ¿que cenamos?- volvió a pellizcarse el labio, esta vez como niña consentida. Ya que no podían compartir una cena, ésta era una buena forma de hacerlo, causándole ilusión. Más, al ver como ni Laura, ni Lucia, le hacían ningún caso. Escuchar a Inés, decirle que pararía en la siguiente estación de servicio para también picar algo con ella, le hizo suspirar enamorada- Ayy, no te detengas en una retirada, que me da cosa. Mientras la buscas te digo...no me apetece pescado- le dijo leyendo la carta, sin poder saber lo que él otro par se escribía.

Mensaje de Laura a Lucia: Jajaja que no quiere pescado dice. Si me dijo ayer que esta que se sube por las nubes. Cuando coja a Inés, la rompe.

Mensaje de Lucía a Laura: ¿Cuando has estado con Susana?

Mensaje de Laura a Lucia: El otro día nos llevó a Ávila. Adoro a esa mujer, la adorooo. Espera.

- Ya cariño...- continuaba a lo suyo Marina, sin hacerle falta cerrar los ojos, para sentirse con Inés. Por suerte para el bolsillo de ambas, la tarifa plana en llamadas, no las arruinaría- Pero la carne de noche se me hace muy pesada. ¿Una ensalada?

Mensaje de Laura a Lucia: ¿Como sabes que estuve con Susana?

Mensaje de Lucía a Laura: Eh..lo vería en tu face. Espera cielo, me escriben por temas de trabajo.

- Ja- musitó Laura dejando de mirar su móvil para mirar a Lucia. Ella no le había dicho nada de su quedada con Karla y Susana. Por tiempo, ni siquiera lo había podido conversar con Marina y en su face, ella no había colgado ninguna foto de ese día, menos con Susana y ésta, nada experta en Facebook, ni siquiera las había etiquetado en la foto. Lucía sólo lo podría saber por Facebook, pero no por el suyo, ni por el de Susana.

- No tomaré vino...no- rectificó a Inés, Marina sin guardarse explicaciones- no es por el trabajo, es que a medio día me sentó fatal. Mira que fue olerlo, ¿y sabes? Me dio como asquito...jajaja, si...contigo se muy bien que botella compartiré. Bien guardada que la tengo. Espera un momento- le pidió a Inés, al ver como Laura y Lucía se miraban con los respectivos móviles en sus manos como apuntándose- ¿Que ha pasado?- les preguntó extrañada ante la tensión que se respiraba entre ellas.

- Nada...aquí tomando una copa- le contestaron al unísono, para de nuevo volcarse en sus móviles.

Mensaje de Laura a Lucia: No me lo puedo creer...¿os habéis hecho amigas en Facebook?

- Jajaja, ahora mismo- le respondió a viva voz Lucía y Laura entrecerró los ojos, claramente molesta. Su móvil le había avisado tarde de tal unión. Unión que no sabia muy bien, como tomarse.

- Nada cielo- continuó para Inés, Marina- Están como niñas con el móvil. Jajaja, Ujum como nosotras y más que estaremos esta noche. Quiero verte en la casa del árbol, ¿si? Dame unos segundos, voy a pedir- se despidió por los segundos que tardó en pedir agua con una ensalada ligera. En tanto Laura, sin saber porqué le molestaba tanto que Lucía se hubiese hecho amiga por Face con Susana, se hizo un Kiss-Selfie que no tardó nada en publicar en esa misma Red, etiquetando en ella a Susana.

- Ayyyy, salí monisima, ¿no crees?- le preguntó con toda la intención a Lucia, quien miraba el face de Laura y su beso a Susana, mientras repiqueaba sus largas y cuadradas uñas en la copa de vino.

- Super..aja- contestó con desgana, dando un buen trago a su copa. Por favor, la piloto era de lo más borde que había conocido, por mucho que el misterio que despertaba le hubiese hecho mandarle la solicitud de amistad. A su edad, molesta por un beso de un niña como era Laura. Cuando ella tenía fotos de una verdadera mujer. Hecha y derecha, con un cruce de piernas que ni la Presidenta de Madrid. Y como había dicho Laura, ahí tenia a sus caramelitos para demostrarlo. Aunque, Facebook es libre y en él a cualquier hora, se puede colgar una foto de sus piernazas bronceadas en vestido corto, como hizo en ese mismo instante. Si en ese momento, las redes de Internet se hubiesen caído, Susana se habría librado de mojarse con el gintonic que al ver semejantes piernas se echó encima; Laura no habría necesitado nueva manicura, al romperse una uña al comprobar la baja treta de Lucía y sus piernas; y Lucía, no habría necesitado reforzar su hidratante en la comisura de sus labios, por sonrisa permanente. La que da, la victoria.

- Hola, otra vez mi pajarito- regresó a la conversación Marina con Inés, provocando que el otro par firmara una tregua no hablada sobre Susana, para volcarse en la Marina más pastelosa.

Mensaje de Lucía a Laura: Vas a tener razón. ¿Sabes cuando van a verse? Inés va a necesitar  que le aumente los multivitaminicos.

Mensaje de Laura a Lucia: Espero que sea antes de que Marina se tatúe, comience a vestir con camisas de cuadros y la llame princesa o peor, preciosa. Por cierto, una cosita así de nada, la foto ésta que acabas de publicar, es de hace muchos años...¿no?

Mensaje de Lucía a Laura: Ja ja ja...quisieras a mis cincuenta.

Mensaje de Laura a Lucia: Ayyy, que curiosas las hetero que esconden en el armario  toda una Ellen Degeneres por años.

- Huy cielo, perdona que no te responda- le dijo Lucía sonriendo orgullosa sobre su copa, alargando cuanto pudo el interés de Laura- Susana acaba de comentar mi foto. Oh, oh

- Se acabo- se incorporó de un golpe Laura, herida en su orgullo- Dos copas en el Martinius. Quien antes se lleve un caramelito, gana.

- Hecho- por igual se incorporó Lucía, decidida a todo- Y cuidado, dijiste caramelo, no vale cualquier niñato salido.

- Ja...te vas a enterar- recogió su bolso y pertenencias Laura, como hizo Lucía. Dos fieras dispuestas a comerse la noche, que dejaron la cena sin pagar, para del brazo cómo dos excelentes amigas cruzar la hermosa plaza de Pedraza en busca del Púb de moda. Dejando a Marina, con Inés al otro lado de la línea, totalmente indignada.

- Serán cabronas...me han dejado la cuenta a mi- se quejó a Inés, aunque bien mirado, la mesa para ella en la plaza que más le gustaba con Inés al teléfono. Tampoco era mal plan- Nos quedamos solas.

- Jijiji Marina- risoteo Inés. Esa vocecita en Marina, anunciaba a la Marina más guerrera.

- ¿Me temes?- se interesó cogiendo aire. Por ella seria capaz de hacerle de todo. El hambre, no de comida, ya apretaba y como.

- Ayyyy, pues un poco si- contestó sincera Inés. En esa mezcla tan propia que Marina le producía. Ternura extrema, con un calorcito inmenso que la recorría por entero.

- Haces bien, cariño. No sabes las ganas que te tengo. No lo sabes, joder ya. Quiero verte, ¿por que no lo entiendes?- habitual en ella, cambio de humor. Estaba genial cenar con ella aunque fuese por teléfono y estaba genial, compartir un buen ratito de caricias y besos en la casita. Pero no, las ganas del contacto físico, del abrazo íntimo, del beso que se enreda o simplemente peinarle la ceja que siempre se le despeinada, ganaban enfadándola con el mundo.

- Si me dijiste que no fuera- contestó a su desesperación Inés, extrañandola igual o más, que la misma Marina.

- Ay, mandame unos cuantos aviones cargados de besos, que aguante las ganas. Por favor, Inés.
 
 
 
 

4 comentarios:

  1. Si que Ines le mande aviones cargados de besos y tambien de papelitos.. recuerdos de mi infancia... con mis hermanos veiamos pasar un avion y le gritabamos con todas las fuerzas... avienten papelitos jejejeje.

    Redes sociales y todo lo que generan... En fin que voy a bloquear a Susana de este relato!!!

    Muchas gracias gemo.

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  2. Me encanta, como siempre! Pero echo de menos a Karla, me encanta la peque de la familia :)

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  3. me encantó la cena por teléfono y el duelo de Lucía y Laura. Que chispa tienes!
    Constance

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  4. Chispa, humor, amor y todas entrelazadas. Resumiendo, otro historion tuyo. No drama, Jajaja gracias Gemo

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