miércoles, 20 de agosto de 2014

112- Emergencias 41


"Feliz con lo que tengo, feliz con lo que siento, es que cada momento está lleno de ti. Completamente libre, mil sueños imposibles, soy dueño de la luna si estás cerca de mí..."

La canción escuchada en el díal favorito de Marina, las hacía bailar olvidando que conducía por las calles más céntricas de Pedraza. Ella y Laura se entregaban a la canción como cuando eran adolescentes y se pasaban horas inventando coreografías, que ambas bailaban cantando. Claro que, las improvisaciones de Laura sobre la canción, le hacían reír intentando callarla.

- Es que cada bollo momento está lleno de ti oh oh- cantaba Laura sin cortarse en subir los brazos. De normal, dos tías cañón, cantando entre risas paradas en un semáforo, llamaban la atención, aunque ellas no se enterasen en un primer momento.

- Jajaja, deja de meter bollo en cada cosa- le pidió Marina queriendo taparle la boca, pero Laura en ese momento abría los ojos, mirando a los dos cachas de tíos que en un coche situado en paralelo, no dejaban de mirarlas. Marina siguió la vista de Laura hasta ellos y se le amargó la sonrisa, ante la simpleza obtenida en la sonrisa de ambos. Muy cachas, muy guapos, pero simples hasta decir basta.

- ¿Sabes por qué me encanta el verano, guapa?- le preguntó el tipo más cercano a su ventanilla, haciendo que Marina apretase los dientes, con verdadera cara de asco, para asombro de Laura.

- ¿Sabes tú por que voy a pasar de tu cara, guapito?- lo imitó totalmente indignada, no dejando que  a su pobre amiga, se le cerrasen los ojos por lo sorprendente que estaba resultando su actitud. Después de todo el chico no estaba siendo asqueroso, solo juguetón, aunque lo cierto, es que su verdadero interés estaba en el que conducía el coche. Una mirada de lo más dulce, en cuerpo de hombre. Pero claro, con Marina en pleno ataque feminista, podía quedarse sin partido.

- Jajajaja...no, ¿pero quieres saber tú que fiera te ves más guapa?- insistió el chico sin disimular la verdad de sus palabras. Pero iba mal, no sólo por lo dicho si no por el estúpido gesto de mostrar ahora si disimulando un brazo demasiado currado en el gimnasio. A Marina le resultó tan básico y simple, y seria que estaba ovulando o sería que estaba hasta arriba de trabajo ocasionándole no ver a Inés cuanto quería, que sin pensarlo echo el freno de mano y salió del coche, pese al intento de agarre de Laura, que tras ella salió, como lo hizo el chico apoyándose en su coche. La fiera llegaba hasta él, pero no para lo que él creía.

- ¿Quien te ha dicho que me interese un mínimo lo que piensas?- atacó sin medirse, bien cruzada de brazos, mientras Laura no sabia donde esconderse- ¿Eh? ¿Te he mirado yo? Dime...- fue subiéndose más, provocando que el chico sonríese complacido. Su atención, desde luego que le había conseguido- ¿Lo he hecho para que te creas un super pene? ¿Acaso me has visto cara de necesitar uno?- avanzó hacia él deseando borrarle la estúpida sonrisa con la que la miraba descarado, en tanto Laura continuaba sin poder reaccionar.

- Hey fiera...relaja que solo quería ser simpático con vosotras- se excusó el tipo el tipo de palabra, sus gestos en cambio eran otros. Y esos otros fueron los que terminaron de encender a Marina.

- Ah perdona...que como estas muy bueno debía caer rendida a ti, ¿es eso?- ironizó ridicularizandolo con la mirada y entonces si, el tipo se sintió ofendido.

- Va a ser verdad que lo necesitas, guapa- musitó tirando a dar y Marina no se lo pensó. Prácticamente se pego a él.

- ¿Que insinúas imbécil?- le preguntó cara a cara, sabiendo muy bien lo que había escuchado. Por suerte Laura reaccionó buscando la ayuda del otro chico, que salió del coche molesto con la situación creada en mitad de la calle.

- Lo que me has oído...- le contestó el tipo herido en su orgullo y prosiguió, dispuesto a joderla- Va ser verdad que necesitas un buen

- Vale tío- lo cortó el otro chico y tuvo suerte, Marina le tenía reservada una buena hostia si llegaba a concluir la frase- Metete en el coche- prosiguió para su amigo, abriéndole la puerta y Marina nada más quiso saber. Como él, se metió en el coche dando un buen portazo.

- Sabrás tu...lo que yo necesito- continuó entre dientes, totalmente revuelta, mientras fuera a Laura le hubiese encantado más que sonreír con el chico majo, pero el estado de su amiga, su combustión por momentos, era lo apremiante. Despidiéndose se introdujo en el coche, y contó mentalmente mientras Marina retomaba la marcha- Estúpido

- Marina- dejo de contar. Total, ni ella ganaba nada esperando, ni Marina parecía desentrancarse.

- Payaso- siguió Marina, asqueada por la mirada del tipo.

- Marina...ehm- dudo Laura. El atasco de Marina era importante.

- Cerdo- continuó Marina omitiéndola

- Marina ya vale- insistió pero nada, mejor atajar a la solución perfecta. Decidida manejo el bluetooh del coche de Marina- A ver si ahora que estas en el lado bollo, te vas a dedicar a espantarme a los tíos, vamos ya- murmuró marcando un número clave, el que a los cuatro tonos, les permitía escuchar la voz de Inés.

- Hola- saludó creyendo que era Marina quien la llamaba.

- Bombón- la secundo enseguida Laura. Inés seguro le ayudaba a haber entender a Marina, que ella seguía estando en el mercado heterosexual.

- Cielo- por igual la saludó Marina suspirando. Inés llegaba como agua del cielo en plena sequía.

- Jajaja mis chicas- se sonrió Inés escuchando como la saludaban al unísono.

- Ayyyy Inés, no sabes lo que nos ha pasado ahora mismo. De no creer- corrió a explicarle Laura

- Inés...era un cerdo, ya te lo digo yo- incidió Marina todavía indignada.

- Fue simpático al principio y el majo estaba buenísimo- la debatió Laura aún incrédula. No era la primera vez que ambas recibían un piropo o simplemente que dos tíos intentaban un acercamiento. No había porqué hacer de ello un crimen.

- Me llamó fiera- insistió Marina. No podía ser tan difícil de entender. Llevaba días vistiéndose para una sola persona, aunque sólo pudiera verla por fotos y un baboso era el que la bicheaba en persona. Era para cabrearse y más.

- Tu a él super pene- volvió a reprobarla Laura, mientras Inés trataba de pillar hilo, pero ni con aguja de pescar. Eso sí, lo de super pene le hizo arrugar el entrecejo.

- Eh..- murmuró intentando unirse a su charla, así lo mismo pillaba eso del super pene.

- Que se fastidie- le digo a Marina a Laura, para enseguida buscar la comprensión de la piloto- Inés...¿te lo puedes creer?

- Pues..pues, si os entendiera algo, seguro que si- le contestó Inés. Por un lado encantada con que Marina creyese que entre ambas había una conexión sobre natural y por otro lado, en alerta por ese super pene asqueroso. Estaba claro, su lado homosexual ya odiaba a ese super pene, fuera de quien fuese.

- Yo te lo cuento- dijeron las amigas  a la vez para pasar a mirarse entrecerrando los ojos, en un íntimo duelo

- ¿Perdona?- se ofendió Marina al momento. Estaban hablando con Inés, ella debía tener preferencia- Es mi..es...bueno, pues es- titubeo con el mi chica a media garganta, y así ganaba Laura y el super pene atravesado en Inés.

- Mi cosita piloto ella...¿a que si Inés?- tomo la preferencia para si Laura, pestañeando cómo si Inés estuviese ahí mismo.

- Si, pero un momento.. Eh, ¿eso de super pene que era?- terminó por preguntar, o entre una y la otra la acabarían liando sin conseguir entender nada.

- No te vayas a poner celosa, que no es el momento- la avisó Marina, pero curiosamente se le paso toda la indignación pillada por el cerdo asqueroso y baboso. Inés celosa bien valía un cabreo.

- ¿Y quien te llamo fiera?- insistió Inés, pasando del aviso. Si no le fallaban las cuentas, había un super pene llamándola fiera en algún lugar de Pedraza. No sería mala opción aterrizar en el ano del super pene.

- Inés que no tiene el día, que a nada que la pinches te monta un bollo escenon a lo Escarlata O,hara de morirte- intercedió Laura con tanta seriedad, que las tres acabaron por echarse a reír- Jajaja - una porque Inés sin saberlo la había calmado como nadie. Otra porque el tipo majo y cachas seguro no tendría ni un cuarto de las cosas que Karla si tenia aun faltandole pene y la otra porque al final, asumía que con lo bonita que era Marina no sería el único super pene al que le petaria el culo con la cabeza de su helicóptero- Madre mía.

- ¿Vais a desayunar?- les pregunto Inés, pasadas las risas, sin que la sonrisa se le borrara. Seguro contestarán al unísono.

- Si- lo hicieron, haciéndola mirar con complicidad a su visita inesperada. Delante de ella, le apeteció vacilar y siendo el día que era, hasta obtener un premio mediante una pequeña treta.

- Y seguro querrías que desayunara con vosotras- les dijo, pendiente de una sola contestación.

- Siiii y con Karla.. ¿Venís?- se entusiasmó de momento Laura, mirando al cielo como si por él fuesen a llegar.

- Ya quisiera- le contestó Inés, un poquito desanimada. Marina no había dicho nada. Pero es que ella, al otro lado del teléfono, no podía ver a Marina, mirando el rastro que un avión acababa de dejar sobre el cielo- ¿Marina?- la llamó esperando algo. No en vano, su treta había fallado.

- Acaba de pasar un avión- le contestó Marina pellizcándose el labio. Nunca se había fijado en esos rastros y ahora se veía buscándolos en cualquier momento.

- Montones- la siguió Inés, haciendo el signo de la victoria.

- Ujum...muchos- secundó Marina, entre disfrutar del subtexto en su lenguaje con Inés y la cara de Laura, quien obvio, no entendía de aviones que dejan caer besos.

- Ayyy, no seáis así...¿que os estáis diciendo?- no pudo quedarse sin saber. Pero Marina ya estaba aparcando con el tiempo de un desayuno rápido.

- Inés...te llamo cuando este en la sede del partido y más tranquila me cuentas que tal tu regreso. ¿Si?- la informó Marina, quedando para más tarde. Lejos de cerdos y celos, quería saber como había sido recibida la piloto en el Hospital tras el fallecimiento de su madre. Ambas siguieron despidiéndose y Laura indignándose. Pero, una chica recurrente cómo ella, no se iba a quedar atrás.

- Bombón, luego hablamos por WA...y ayyyy, sales bollo guapísima en la foto que ha colgado Susana en su Facebook.

Obvio, nada más colgar la llamada con Inés, Marina quiso saber de que foto hablaba Laura y como era, que ella no la había visto. Mientras Inés guardaba su móvil en el bolsillo, antes de abrazarse a su visita ataviada con el clásico mono de piloto.
 
 
 

4 comentarios:

  1. Vaya tela con Marina...cualquiera le tose, jejeje. Parece que está necesitando a Inés con mayor intensidad y presencia en su día a día, eso me gusta. De quién no tenemos noticias Gemo es de Manu...¿qué habrá sido de el? Qué conste que sí lo quieres eliminar del fic no tengo problema alguno...jejeje.
    Muchas gracias por el trozo.
    PD. Con ganas de leer el siguiente,
    L.a.c.e.r

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  2. ......MARINA CON GENIO...CON FURIA...ENVUELTA EN ESOS VAIVENES SUYOS...CAMBIANTE...IMPULSIVA..SIEMPRE MARINA....Y EN TODO ...EN TODO...INES....CALMANDOLA CON SU SONRISA...LLEGANDO JUSTO EN EL MOMENTO QUE SE LA NECESITA...¿ COMO SE LLAMA ESO?....
    ...Y ESTA HISTORIA SIGUE SIENDO...EL MÁS MARAVILLOSO DE LOS VICIOS...SI¡¡¡¡...TANTO¡¡¡ QUE LEERLA SIGUE SIENDO OTRO TAMBIÉN...¡¡¡ ME GUSTA ESCRITORA¡¡¡¡

    ....GRACIAS....SIEMPRE....

    CELESTE-NEGRO.

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