sábado, 9 de agosto de 2014

112- Emergencias 32


Los días de descanso para Inés, por el triste fallecimiento de su madre, dejaron las transmisiones del Centro de Emergencias huérfanas de su locutora favorita. El pobre Manolo, era uno de los más sentidos al respecto y el hombre no se cortaba un pelo, en anunciarlo por esas comunicaciones.

- Se echa en falta a la jodia, sin ella no tengo nada que cotillearle a mi mujer y así, me acusa de no ser comunicativo- decía a vox populi Manolo y se lo hacía escuchar Marina a Inés, vía móvil. Tras oírlo, Marina volvía a su conversación con ella.


- Te echan de menos- le especificaba pellizcándose el labio, disfrutando de su nueva adicción, juguetear con el deseo más que cálido entre ellas, adquirida en los últimos días, ya fuese por correo, mensajes de WA o su favorito, por teléfono.

- Me echan...estamos hablando del plural de la tercera persona, presente del modo indicativo- contestó a su susurro Inés, dejando de estar sentada en la sala de espera del bufete de abogados, al que acudía arreglando un sin fin de papeleo. Imposible estar sentada cuando Marina comenzaba a hablarle con una tonalidad absolutamente lujuriosa.

- Ujum...eso dijo Manolo- prosiguió Marina, deleitándonse del cambio en Inés, más nervioso pero a su vez más íntimo.

- Refiriéndose a ellos, claro- obvió Inés, provocando la cursilería de Marina.

- No se- se negó con arte Marina, Inés debía currarse mucho más, una declaración tan endulzada como era echarla de menos.

- Que tu pues...no sabemos- insistió Inés un tanto divertida. Tenía su punto acorralar a Marina y que ésta escapase tan deliciosamente.

- Uhm...bueno, yo estoy hablando contigo, ellos no- no varió Marina, haciendo acertar a Inés, en su pronóstico y eso...

- Agh...sabes que me gustas malísima, lo sabes- confesó Inés, prácticamente gimiendo.

- Jajaja, si...me esta encantando y lo mejor, puedo serlo más- a los susurros incendiarios de Marina se le mezclaron las risas. Algo tan propio cuando se trataba de Inés.

- Lo se...pero, estoy en un sala de espera, en nada me llaman y oh, tengo una sorpresa para ti- corrió a decirle Inés al ver movimiento entre las secretarias del bufete.

- Dímela rápido no te vayan a llamar sin decírmelo- se le olvido enseguida el deseo y la provocación a Marina, ansiosa de cualquier sorpresa de mano de Inés.

- Bien- le dio emoción Inés, sin creerse haber aguantado tanto sin decírsela-  Suma...cena, Pedraza, mañana.

- ¿No?- preguntó sin creérselo Marina. Llevaba esperando esa cita desde que se despidieron en casa de Inés.

- Si- contestó decidida Inés, sin poder hacer ningún gesto de victoria como le nacía.

- ¿En serio?- se aseguró Marina, antes de dejar a su corazón libre para latir cuanto quisiera.

- Seeh...sumale tu y yo...y no sale un plan mejor- redondeo Inés, babeando de solo imaginarse compartir una cena con ella. Nada más escucharla, Marina con el corazón a mil, buscó su tableta para escribirle a Laura, en tanto continuaba con Inés al telefóno.

- Creo que no- contestó a Inés, tecleando rápido a Laura: SOS, viene mañana a cenar conmigo.

- ¿Crees?- insistió Inés sonriendo. Marina quería mantener el mismo tono juguetón, pero a ella llegaba más alterado, ilusionándole que ambas compartieran la misma emoción por verse. Marina tardó un poquito en seguir hablando con ella. Normal, estaba leyendo la pronta respuesta de Laura: ¿Busco una bollo estética o nos bollo apañamos con la de siempre?

- Jajaja- se le escapó la carcajada a Marina. Laura y sus bollo unidos a lo que fuese, eran únicos. Riéndose contestó a Laura: Nos bollo apañamos, coge cita para mañana.

- Riendo también me gustas, aunque no sepa porqué- se alivió Inés, sea lo que fuera, le permitía tranquilizar su ritmo cardíaco, últimamente guiado por Marina.

- Es...pues- titubeo Marina sin saber que excusa dar, pero entonces llegó una nueva contestación de Laura: Ayyyyy que ahora es que caigo que es vuestra primera bollo cita y yo así...me bollo emociono muy fuerte- Jajaja, espera por favor- pidió sin poder contener las risas provocadas por Laura a la que escribió: Deja el bollo, que la tengo al teléfono.

- Bueno estoy en el mejor sitio para hacerlo- la tranquilizó Inés, mirando la sala de espera, justamente. Mientras Marina no podía retener las risas, Laura volvía a contestar: Si yo no he cogido bollo, pero conozco a una que cuando lo coja...

- No lo suelta- prosiguió la frase sin terminar de Laura, Marina dejando a Inés, sin entender nada.

- ¿El que no suelta?- interrogó Inés, pérdida pero encantada con esa perdición. Escuchar así de risueña a Marina, era un verdadero placer.

- Jajaja, nada era a Laura que- hizo una pausa dejando la tableta para poder centrarse en ella. Haciéndolo, le volvieron las ganas de jugar- Pues...me dice que si algo cojo, no lo suelto.

- ¿Y es así?- le preguntó Ines tragando saliva. Llegaba el momento tantas veces imaginado e incluso soñado y un poquito le acojonaba, más si Marina se mostraba tan guerrera.

- Uhm...ya veremos- lo deje en el aire Marina con un tono más allá de juguetón, incitando a Inés, a adelantar la cena para esa misma noche. Pero lo cierto, es que la secretaria del bufete le anunció su turno.

- Mañana...si. Tengo que entrar, ¿te llamo a la noche?- se despidió mordiéndose los labios, estaba clara la contestación de Marina.

- Si, te llamo yo desde nuestro sofá- contestó Marina, esperando que ya fuese ese momento. Cuando ambas colgaron la llamada, Marina se quedó columpiándose en su butaca. La cita para el día siguiente, llegaba en el momento más esperado. Y sus ansias por ese momento le hacían morderse los labios, deseosa. La luz intermitente de su tableta, le anunció nuevas risas, Laura había seguido contestando: Existía la heterosexualidad, la homosexualidad y la bisexualidad...mañana en Pedraza, quedará inaugurada la Inesexualidad. Me bollo encanta, ¿a ti no?

Y más que eso, el día para Marina paso de lo más rápido y así su cita en la estética llegó. Acompañada por Laura, los cosquilleantes nervios, siempre gustosos por la parte excitante y un tanto inquietante que llevaban, se aliviaban por sus ocurrencias, claramente ilusionada como lo estaba la misma Marina.

Normal, sin ser consciente de ello, Marina se mostraba radiante, de excelente humor y ciertamente nerviosa. Para Laura era como volver a los quince años de ambas y sus primeras citas amorosas, compartidas por ambas en larguísimas conversaciones.

Revisando las dos, las tonalidades a elegir para sus mechas, Marina dudaba en cual ponerse en esta ocasión.

- No se si aclarármelo un poco- le participó arrugando los labios. Entre la variedad y conociéndose, solo había dos opciones, mantener el mismo color de cabello o la que le participó, extrañando a Laura.

- Te encanta el tuyo de siempre, ¿vas a cambiar?- extrañada trató de ayudarla a decidir, a su modo- Se acerca el bollo momento y ni sabes ya.

- Jajaja, pues estoy loca porque llegue- le contestó Marina cerrando el book. Laura tenía razón, la inquietud le estaba pasando factura. Pero no era solo ese bollo momento al que se refería Laura, era poder abrazarla cuanto deseaba. A Laura solo le había participado de los momentos más juguetones o pícaros, pero habían existido otros mucho más tristes.

---

- Si ne quedo quieta o dejo de estar ocupada, me viene su recuerdo y...y no puedo más que llorar.

- Es normal, Inés...poco a poco su recuerdo será alegre, ahora mismo es lógico que llores o incluso te enfades con todo y todos.

----

Conversaciones con Inés, que desde su sofá le hacían desear poder teletransportarse y llegar directa y en segundos, a la casita en el árbol.

El recuerdo le hizo emocionarse y como no, Laura a su lado, estuvo al quite.

- Ayyyy que te más a bollo estrenar.

Con estreno o no, el día prosiguió transcurriendo igual de rápido y ambas decidieron aprovechar el sol de junio para tomar el sol, en el pequeño jardín de Marina. En sendas hamacas, Laura aprovechaba la tranquilidad curioseando entre las redes sociales, mientras Marina se dedicaba a pensar en los últimos detalles para su cita. En un momento dado, Laura la vio con la mirada pausada sobre el único árbol del jardín, no perdiendo la oportunidad de bromear.

- Como esto siga como va...te veo con una camisa de bollo cuadros tallando madera para una bollo casita de árbol- bromeó entre miradas cómplices de dos amigas unidas en todo y Marina trató de pegarle un pequeño empujón.

- Estas muy pesada con el bollo- le dijo esperando cualquier salida de Laura, pero su móvil vibrando entre sus piernas le hizo cogerlo rápido y sonreír al máximo, mirando divertida a Laura. Ines la estaba llamando- Es mi bollo amor- babeo reteniendo la carcajada por las caras orgásmicas de Laura tras decírselo- Hola- enseguida cambio el registro de su voz, esperando una nueva broma de Laura, girándose en la hamaca. Hablar con Inés con Laura cerca, era motivo de carcajadas aseguradas.

- Hola- contestó Inés tratando de sonar normal, alertando a Marina.

- ¿Que pasa? ¿Todo bien?- se interesó sentándose en la hamaca.

- Joder...no había otro día, ni otro momento, hoy vienen desde Barcelona unos familiares que no pudieron venir al duelo de mi madre, no puedo irme sin atenderlos- le explico rápido Inés, quedándose las dos calladas. La rabia era compartida, como lo era la natural obligación familiar de Inés.

- Pues...pues...pues...joder- titubeo Marina no queriendo hundir más a Inés, tan decepcionada por su cita fallida como ella. Pero la rabia le pudo, haciéndola exclamar- Me moría por verte- sincera se expresó dejando a Inés totalmente loca. Y provocando que Laura abriese los ojos sorprendida, para a continuación, reaccionar  incorporándose de la hamaca, creyendo ser sigilosa, y caminar hasta el árbol, que según su astucia, debía camuflarla mientras llamaba a alguien. Marina siguió sus pasos, sin prestar atención al atranque de Inés, tras su declaración.

- Que...que...que, yo...yo...yo...siii- titubeo Inés un buen rato sin nadie que le ayudase a continuar medianamente normal.

- ¿Si que?- le preguntó finalmente Marina, a punto de cabrearse. Había esperado esa cita con ansia y ahora quedaba en nada.

- No qué...pues que...- prosiguió Inés con su titubeo. Marina se moría por verla, era para olvidarse de familia y volar directa a ella con helicóptero o sin él.

- Inés- la nombró Marina tratando ahora si de calmarla, aunque lo hizo un tanto distraída. Laura tras el árbol jugaba a un extraño escondite. De pronto se ocultaba, de pronto se asomaba a ojearla cómo si no la viese estando enfrente como estaba.

- Marina- la imitó Inés, rascándose nerviosa la cabeza. A veces sus conservaciones eran de lo más raras.

- Laura- musitó Marina, atenta a Laura y su malísima imitación de James Bon tras el árbol.

- Muy bien, ya hemos pasado lista- le dijo Inés, esperando lo que enseguida le llegó.

- Jajajaja- las risas de Marina, super divertida entre la chapuzas Bon y las ocurrencias de su bollo amor- Es que tengo a Laura tras el árbol, como escondiéndose.

- ¿De que?- la interrogó Inés, sin que Marina pudiera responder a esa pregunta. Laura aprovechaba el árbol y su grosor, para en teoría esconderse llamando a Karla.

- ¿Te has enterado ya? Viene mi gente de Barcelona- la informó Karla nada más atender su llamada.

- Ayyyy, ¿pero entonces cuando nos vemos mi pequeña porrera? Me estoy enfadando muy fuerte.

Así las cosas, la bollo cita no se dio y al día siguiente, poco pudieron hablar Marina e Inés. Sin cita y sin poder tenerla cuanto quería, Marina se desinfló y así, no quiso ningún plan para esa noche, que no fuese yogur helado en su sofá. Siendo principios de verano, se acomodo en él en una de sus camisetas caseras, con el único propósito de degustar su enorme tarrina de yogur. Pero nuevamente, y con tan sólo dos cucharadas de yogur tomado, su móvil volvía a anunciarle llamada entre sus piernas. Leyendo quien la llamaba, se pellizco el labio, dejando la tarrina.

- Siempre apareces teniéndote entre mis piernas- le dijo a Inés, tras descolgar, especializándose en ponerla cardíaca en cuanto le daba la gana.

- Joder...pues, no me importaría nada estarlo, pero...te acabo de mandar mi ubicación por whatsapp- le contestó Inés a las prisas- Mirala y seguimos por mensajes. Un beso- colgó rápido, extrañando a Marina, que se quedó mirando el móvil, sin saber muy bien que hacer, aunque simple, optó por seguir las instrucciones de Inés. Se fue a a aplicación, sonrió traviesa como siempre que entraba en el chat privado con Inés y de un salto se incorporó del sofá.

- Me muero- exclamó mirando una y otra vez la precisa ubicación de Inés y ante un nuevo mensaje recibido, se le cayó el móvil de puro nervio. Una vez recuperado, leyó de parte de Inés: "Llego a tiempo para nuestra reserva de las diez". Nada más hacerlo el móvil volvió a caersele entre risas desatadas- Jajajaja- entre risas escribió disfrutando de sus repentinos nervios- "Suma...Pedraza, cena, tu y yo" y entre querer saltar y morderse los labios, recibió un nuevo mensaje cómo contestación al suyo: "No hay mejor plan". El tremendo subidon de saber a Inés tan cerca, debía compartirlo con su mejor e insuperable amiga, a la que directamente llamó: Muérete...tengo a Inés a diez bollo minutos.

- Ayyyyyyy me bollo muero muy fuerte, pero...¿ya estas arreglada pedazo golfa y no me has enviado foto?- la pregunta de Laura, dejo a Marina mirándose totalmente despeinada y con una simple camiseta.

- Ahora si que me muero, tengo solo diez minutos.
 
 
 
 



8 comentarios:

  1. Y las ganas de más que no se me van...sigue

    ResponderEliminar
  2. Hayyyyy, que me bollo muerooooo!!!!!!!!! Cómo hago para esperar lo que sigue?
    Eres GRANDE, Gemo. Gracias mil por alegrar mi día.
    Constance

    ResponderEliminar
  3. Decirte gracias por hacerme pasar l sábado un rato muy agradable...q ocurre q mientras leo soy feliz de y hacerlo... Cuando termino me quedo triste quiero más...y mas
    Un saludo. C

    ResponderEliminar
  4. Jo, siempre se me hacen cortos los trozos. Espero con ansias el proximo.
    Saludos

    Jamaiquera

    ResponderEliminar
  5. ME ENCANTO EL TONTEO DE ESTAS DOS...ESTAN EN FASE ''TONTORRONA'' SIN REMEDIO..JJAJA..
    MUY DIVERTIDO..ME SIGUE GUSTANDO MUCHISIMO ESTE RELATO NIÑA.....LAS DOS ESTAN DE AZÙCAR

    GRANDE TU_DIVINA-WILSON

    ResponderEliminar
  6. Suscribo todo lo que han dicho anteriormente. Que estoy deseando leer otro nuevo trozo, y que me encanta, me encanta, me encanta.
    Gracias Gemo.
    L.a.c.e.r

    ResponderEliminar
  7. quero passar domingo , segunda ate domingo de novo só lendo kkkk
    brigoninha

    ResponderEliminar
  8. .....''TE LLAMO YO...DESDE NUESTRO SOFA'''' SIEMPRE APARECES ENTRE MIS PIERNAS''''...¿ SE PUEDE DECIR MÁS...DE LAS DOS?...ESTAN COMO DICE DIVINA...DE DULCE..DE LOCURA...DE..DE..TODO...Y ESA CITA..QUE PARECIA QUE NO...Y..Y..AL FINAL...SERÁ?...
    ESCRITORA...ME PIERDO UNOS DÍAS...Y LA HISTORIA NO ES QUE QUEME...ES QUE QUEMAS MÁS Y MÁS...Y TODAVIA MÁS...¡¡¡ SUBLIME¡¡¡ Y NO PUEDO DEJAR DE MENCIONAR A ESA LAURA..QUE JIJIJI TRAE TAL FRESCURA...QUE LA SONRISA CON ELLA...ES IMPOSIBLE BORRARLA¡¡¡¡
    ¡¡¡ ME ENCANTA¡¡¡ Y SI ME REPITO...SI¡¡¡¡
    GRACIAS.....ESCRITORA....SIEMPRE...

    CELESTE-NEGRO

    ResponderEliminar