jueves, 7 de agosto de 2014

112- Emergencias 31


El cambio de Inés, no paso desapercibido para ninguna. Laura rápido interrogó con la mirada a Marina y ésta solo abrió la boca impotente. Así las cosas, Inés salió la primera, seguida por una Marina que se mordía la lengua, auto-imponiéndose paciencia infinita con ella, dadas las circunstancias y tras ellas a la par, Karla y Laura.

- Pufff, por si no tienes amigas lesbianas, te aviso...estas ante su primer bollo-drama- le comentó Karla, resguardándose bajo su abrigo. La noche en la sierra se presentaba invernal. Laura no la entendió y como decía Karla, no tenía amistades cercanas lesbianas, pero con Marina con un pie en la otra cera, bien valía informarse.

- ¿Bollo- drama? ¿Que es eso?- se interesó, imitando a Karla. Fuera hacia un frío que pelaba, algo que parecía no importar a Marina e Inés, que caminaban cómo si nada y alineadas en fila hacia el coche de la primera, único a esas horas en el amplio aparcamiento.

- Mujer contra mujer, de cualquier cosa hacen un mundo- le contestó Karla, aprovechando para encenderse un cigarro. La única cosa ocurrida antes del cambio de Inés, había sido la llamada oportunísima de Manu.

- Y su cualquier cosa es Manu. Ya veo...- encajó las piezas Laura, la mar de interesada, pero la sonrisa obvia de Karla, le molesto. Toda la culpa no la tenía Marina- Pelin exagerada en ese punto tu hermana, dejame que te lo diga.

- ¿Mi hermana?- fingió indignarse Karla, dispuesta a demostrarle en primera persona que era un bollo-drama- Perdona...pero Marina digamos que puede provocarle celos al más liberal. Manu, Xavier...y hasta ahí sabemos, pero la lista puede ser bien larga.

- Vamos ya...¿la estas llamado golfa?- indignada Laura podía llegar a ser más histriónica que Marlene Dieteich una mala noche. Ofender a Marina, la misma que tendía las llaves a Inés esperando alguna palabra o sonrisa que no llegaba, era ofenderla a ella o más, bajo el pacto de la fraternidad irrompible firmado por ambas en párvulos.

- No llegó a tanto, más bien ligerita- bajó el nivel de bollo drama Karla a propósito, fingiendo una pasividad que desataría los nervios de cualquier mujer.

- Es que no puedes llegar ni a eso. Pues yo he tenido más relaciones que ella, ¿a mi que me llamas?- conseguido, Laura participaba en un bollo-drama en primera persona y a lo Aba Gadner en soy el máximo emblema de la feminidad, se marchaba al coche atusando su rubia y cuidadísima melena. En otras condiciones, Karla se hubiese descojonado ahí mismo, Laura era alguien a quien tener al lado a las buenas y a las malas, porque siempre sería el agua en el desierto.

- Y esto es un bollo-drama- la siguió haciéndola detenerse con los ojos bien abiertos. La mar de curioso era el mundo de las lesbianas y tenia tanto por aprender.

- Ya veo- gesticuló Laura a lo Sherlok Homes, mirando de reojo a la pareja que se subía al coche, en completo silencio. De haber tenido pipa, hubiera golpeado la boquilla contra sus labios.

- Así es...el bollo-drama será peor cuanto más bollo-intensas sean ambas partes- continuó Karla, enamorándose fuerte de cada gesto, expresión u ocurrencia de Laura. La misma que ahora entrecerraba los ojos, procesando datos.

- No me digas. Marina es intensa, eso es innegable- mostró su preocupación sin mucho tiempo para seguir empapándose del lesbianismo y sus modos. Inés ya había arrancado el coche de Marina, y ambas las miraban. Desde fuera de notaba el bollo-drama elevado a la máxima potencia.

- Pues mi hermana no ha sido intensa nunca, más bien al contrario, por todo lo que nos ha pasado es más de reírse sin grandes traumas, pero con Marina pues- dejo caer apurando su cigarro. Con Marina según la pose que le veía en el coche, su hermana era de lo más bollo intensa.

- Ayyy, es lo que más me esta gustando de ellas. Si te fijas, se comportan como toda una pareja, sin haberse dado ni un solo beso- suspiró enamorada Laura, pese a la mirada fulminante que estaba recibiendo de Marina, ordenándola subir al coche.

- ¿No? ¿Estas segura que no lo han hecho?- la interrogó Karla, haciéndola dudar.

- Que yo tenga conocimiento, no. Y la mato como no me lo haya contado. Debe ser tan bonito y tan especial- se dejó caer apoyada en el coche en el que en teoría debían subirse. A su estilo, suspiró antes de cerrar los ojos presa de sus ensoñaciones- Labio a labio femenino, la suavidad que enerva, sin prisas, reconociendo sabores, amando su mezcla, el pequeño mordisquito que anuncia un nuevo enredo, la sonrisa intercalada, el abrir y cerrar de ojos, el beso que prosigue a tientas, distinto siempre y nunca igual. El deseo que nace vigoroso y que asciende sin brusquedad, manejado por la inimitable, sensualidad femenina- abrió los ojos, necesitando un abanico, de pronto no había frío y Karla, la miraba totalmente absorta- Jajaja, me pongo cachonda de unas formas tan originales, que no me beso porque no puedo. Venga, sigamos con las clases. ¿Que se supone debemos hacer nosotras?- le preguntó a Karla, que tras un carraspeo decidió por fin subirse al coche.

- Nada, no se te ocurra intervenir aunque ellas directamente te metan, o estarás en problemas- aconsejó a la Laura, deseando que o Marina o Inés, justamente le hicieran partícipe solo por ver su reacción que sin duda, no tendría precio. Para Laura eso se resumía en ser sigilosa y estar callada, por eso se cubrió la boca con su fular, mirando sin pestañear por la ventanilla- Jaja, eres lo mejor.

- Sush...calla, no queremos problemas- le pidió Laura metida de lleno en su papel. Aunque al rato comenzó a aburrirse, Marina e Inés, continuaban en un tenso silencio, que amenazaba con hacerla intervenir. Por suerte, a Marina le volvió la voz.

- Estaremos un rato, y después nos iremos. No pude cambiar el turno de mañana- comentó intentado una vía de comunicación con Inés, pero ésta volvió a omitirla. Habiendo estado ya en si casa, supo que poco quedaba de camino y no le apetecía lo más mínimo llegar a la casa de esas maneras- Inés- la nombró paciente aunque el aire expulsado de más, le resto paciencia sumándole el enfado que sentía- Genial- musitó ofuscada- nuestra enésima bronca y todo por unos celos estúpidos- prosiguió a baja voz, prefiriendo mirar la oscuridad por la ventanilla, que mirarla una vez más y hacerla hablar como fuese.

- Si fuese eso- dejo caer Inés, con toda la intención. Sin ver como el par que viajaba en los asientos traseros se daban la mano, tras el gesto de Karla, anunciando la explosión del bollo-drama.

- Ayyy, la mía esta que explota, que yo la conozco- le susurró Laura a Karla, quien miró a su hermana, no encontrándola en mejores condiciones que Marina- Sush.. Calla

- Pero si no he dicho nada- se quejó Karla ante el silencio pedido por Laura y ésta se cubrió de nuevo la boca con el fular, ésta vez para retener la risa nerviosa que le daba la situación.

- Ha sido llamarte Manu, y cambiar tu actitud conmigo...celos, cariño. Se les llama así- prosiguió Marina, dejando la paciencia a un lado. Ya le había dado suficiente espacio, pero que continuará callando y que además, la mirase cómo lo estaba haciendo, terminó por enfadarla. Demostrando ser tan intensa, como lo había dicho Laura.

- Celos dices...jajaja, hay que...- se mordió la lengua Inés, pero al mordérsela salió todo el veneno- Meses imaginándote, uniendo cachitos de ti como en un puto puzzle y después, me vengo a enterar que sabía cómo eras porque ya me habían hablado de ti. De tu color de piel, de tus pobladas pestañas, de tu generoso pecho y hasta de lo pu- no freno lo bastante rápido como para no aventurar la palabra que seguía. Palabra e incluso frase final, que Marina entendió demasiado bien.

- Te libras de una bofetada, por estar donde estamos, ¿y sabes que? Te jodes si sabes lo puta que soy en la cama sin haber estado en ella conmigo y te jodes otra vez,  por estar hablando de esas cosas con un imbécil cómo es Manu. No me voy en un rato, me voy en cuanto lleguemos- la respuesta de Marina, dejó al coche en completo silencio. Ines no daba más que para acelerar queriendo llegar cuanto antes a su casa y el par de atrás, se miró a ojos bien abiertos, los segundos que tardaron en curiosear el momento.

- ¿Tanto es?- se interesó Karla sobre las cualidades de Marina en la cama, a pesar de la congoja que le suponía ver a Inés, pasándolo muy mal.

- Seeh- contestó exagerando Laura- Pero yo más, ¿eh?- insistió aprovechando para realzar sus mismas o mejoradas cualidades. Conociendo a Marina, no había vuelta atrás y en cuanto llegasen, se marcharían- Que tontería, pasado tenemos todos.

- Ya claro, pero ha debido ser heavy para mi hermana estar comentando cosas tan íntimas y enterarse que hablaba de Marina- salió a la defensa Karla de su hermana, ella también podía ser intensa y montar un bollo drama con relación o sin ella.

- ¿Pero que cosas le contó el tonto de Manu?- se preguntó Laura, anotándose asesinar a ignorancia al pavo de Manu y su larga lengua.

- Pues...no se, lo que se comenta entre amigos- se relajo Karla, imposible no hacerlo si Laura le pellizcaba como nena pequeña el dorso de su mano.

- Ah...esto me recuerda a Miguel, mi ex...jajaja, ay madre mía- el recuerdo de su ex y las muchas conversaciones íntimas con Marina sobre él, le hicieron reír, recibiendo la dura mirada de ésta.

- ¿Que le pasaba?- se interesó Karla, acomodándose en Laura. En nada llegarían a la casa, sin que su madre saliese a recibirla con un rico vaso de leche.

- Veras...tenía su cosita doblada- comenzó a contarle entre risitas, que a Karla volviendo a sentarle cómo agua en el desierto- Y...cuando, tu sabes...se le notaba aún más. Lo deje justo cuando se iba a operar y ayyy, ya estamos llegando- exclamó al ver la entrada de la casa y ni corta ni perezosa, hizo que Karla se incorporará para tomarla del rostro- No voy a dejar de estar pendiente de ti. Llamame cuando necesites, cuando quieras charlar, cuando necesites llorar con alguien o simplemente, cuando sientas la necesidad de  escaparte de un baño por la ventana- se ofreció pasando de la risa al llanto y afectuosa a morir, se lanzó a besuquearla.

- Jajaja, vale...lo haré- rió Karla encantada con ella y terminó por abrazarla, ahogando en su hombro un suspiro que amenazaba por hacerse llanto.

- Ayyy, mi pequeña fugitiva- la acuno Laura entre sus brazos, con el coche deteniéndose. Las dos se despidieron con la firme promesa de estar en contacto y porqué no, de verse.

Mientras que Inés, salia del coche sin intercambiar una palabra o mirada más con Marina. Ésta se quedó en el coche y no se sorprendió al ver aparecer por la puerta a Susana. Esta vez en compañía de un chico. Sin querer ver a Inés, adentrarse en la casa sin tan siquiera mirarla, fijo su vista en la casita del árbol, esperando que Inés terminará de entrar y solo salió del coche, cuando Inés ya estaba dentro de la casa.

Para no variar, Susana siguió sus pasos hacia ella misma y el chico situado a su lado, se adentró en la casa tras Inés. Nada podía saber Marina, de lo que en esos momentos, Susana recordaba...

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Sacar a su cuñada de la casa, para disfrutar del sol sobre el césped, había sido una excelente idea. No muy conversadora, como mejor podía ayudarla en sus duras etapas depresivas por la pérdida de su marido, era esa. Sentarse junto a ella, a degustar una buena copa de vino, sin necesidad de banales conversaciones. Ella había perdido a un marido y a un excelente padre de sus hijas, pero no era la única que había perdido. Ella también lo había hecho, un hermano y más que eso, un amigo. Por suerte, sus sobrinas estaban rodeadas de familiares y amistades, que las mantenían entretenidas y para mayor suerte, Inés estaba en la edad, en la que un simple  beso, mejora tu día.

Y fue a Inés, a quien vio bajar de un salto de la casa del árbol, claramente ilusionada. Le extraño el cronómetro en su mano, pero entonces recordó que había subido a esa casita acompañada de una monada de niña.

- Toma ya- saltó Inés antes de llegar a ella, alzando el cronómetro y usual en ellas, se chocaron las palmas, bajo la atenta mirada de Carmen- La he besado durante cuatro minutos y treinta y seis segundos- les dijo sonriendo al máximo. Todo un récord de beso y tenia el cronómetro de su padre como testigo. Susana le sonrió negando con la cabeza, mientras Carmen, paso a regañarla con sólo nombrarla.

- Inés- la nombró claramente molesta, sin que Inés, entendiera el porque de su regaño- ¿La besas por más de cuatro minutos y la dejas sola en la casita?- le explico dándole los segundos necesarios para que Inés abriese la boca para quejarse sin que saliese ni una sola palabra.

- Jolines...es verdad- comprendió a su madre y con destreza, se esforzó en preparar un buen ramo de flores silvestre del mismo jardín que pisaba, ante la sonrisa más que orgullosa de su madre. Unas ramas de pino como fondo, unas cuantas margaritas y listo, tenia el ramo preparado para la chica que esperaba en su casita- Ya esta...¿te gusta?- le preguntó a su madre y le bastó, la sonrisa de ésta, de lo más bonita. Tocaba correr y subirse a la casita, pero a medio camino volvió hasta su madre y Tía- Después te hago uno a ti, bien bonito.

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El recuerdo a Susana le hizo mirar a la ventana de la habitación de Inés, ventana que se iluminaba en ese momento, haciéndola sonreír. Ines no había cambiado tanto desde aquellos años.

- Susana- el llamado de Marina, parada a su frente, le hizo mirarla- Me..me hubiese encantado tomar una copa de vino contigo. Pero tengo que irme- comenzó a despedirse Marina, ojeando por la ventana, como la casa parecía llena, seguro que con Silvia dentro- Queda en buenas manos- terminó suspirando fuerte y cuando quiso mirar a Susana, ésta estaba prácticamente pegada a ella. En su ya habitual silencio, vio como sacaba un pañuelo del bolsillo de su chaqueta y como con extrema suavidad, limpiaba sus mejillas. Marina ni siquiera se había dado cuenta que estaba llorando.

- Queda en las mejores, o sea conmigo- específico Susana, terminando de secarle el rostro- Tened cuidado en el camino- se despidió dejando un suave beso en la mejilla de Marina, que correspondió a su delicadeza con una sincera sonrisa.

- Ejem- carraspeo Laura haciéndose notar tras ellas. La rubia se moría por conocer a tan enigmática mujer con detalles tan deliciosos cómo el que acaba de tener con Marina- Ayy, no pues que...al final, nadie nos presentó- comentó ganándose la atención de Susana y no espero que nadie lo hiciera, ella misma se presentó- Soy el bombón que iba con Karla.

- Insuperable bombón, diría yo- le pidió la mano Susana, para besarla en su dorso y Marina rodó los ojos. Ahora tendría que aguantar el entusiasmo de Laura todo el camino de vuelta. Lo peor, es que continuaron empalagándose mutuamente.

- Enigmática y con buen gusto, lo tienes todo- se lanzó a besarla Laura, que hasta parecía medir más de lo que la realzaban sus tacones, cosas de sentirse y actuar muy Marilyn Monroe - Te quiero en mi facebook.

Marina podía haber seguido rodando los ojos hasta cansarse. Pero no pudo hacerlo, toda su atención se la llevó Inés, saliendo con una pequeña caja, delicadamente envuelta. En solo dos pasos la tuvo en frente, dejándola sin aliento.

- Quería mandártela hace tiempo, pero entre unas cosas y otras no pude hacerlo- la sobresaltó Inés, con la vista anclada a la pequeña caja- Cuando...cuando mi padre quiso hacernos una casita de árbol, hicimos varias maquetas y democráticamente ganó la que tienes detrás. Pero ésta es la que más me gustaba a mi. Tengo dos y...y..ufff, quería tuvieses una- concluyó incapaz de mirar a Marina. Los dos días transcurridos hacían sido tan arrolladores con ella, que no le quedaban sonrisas que mostrar, ni siquiera a Marina. Pero a ésta no le importó en absoluto, al revés, la muestra de su fragilidad más el precioso regalo, le hicieron cerrar los ojos al tiempo que tiraba de la americana de Inés, sin ninguna pretensión de aguantarse las ganas de besarla, como acabo haciendo.

- Ayyy, su primer bollo beso, me muero de la alegría aquí mismo...ay, perdón no debí decir eso, estando como estamos- el entusiasmo desbordante de Laura viéndolas le hizo hablar de más, ante la mirada divertida de Susana, que pronto calmó su arrepentimiento.

Mientras Marina, arrugaba la americana de Inés, en un esfuerzo descomunal por terminar un beso, que la estaba revolviendo por completo. Ines la ayudó, dejando un corto beso en sus labios y cogió sus manos, asegurándose que todo estaba bien.

- Avisame cuando lleguéis- le pidió sin poder apartarse de sus labios, asegurándose un nuevo beso, cuando Marina contestase.

- Si- lo hizo Marina y ambas volvieron a besarse, antes de soltarse.

Una vez estuvo en el coche con Laura, Marina la miró, esperando que su amiga algo dijese, aunque tuvo que ser ella, quien lo hiciese.

- No lo puedo evitar- dijo haciendo una pausa para tomar la mano de Laura, alzándola con la suya- Me encanta.

- Y a mi jajaja - la siguió Laura tan sonriente como se mostraba Marina- Pero no se dice así, se dice...me bollo encanta. Ayyy, soy muy bollo feliz por ti, ahora mismo. Y me muero por abrir el regalo, ¿me dejas?

La respuesta de Marina fue si, con más ansiedad que Laura, por ver la maqueta de la casita de Inés. Nada más desenvolverá ambas abrieron los ojos sorprendidas. La maqueta de Inés era un enorme helicóptero como casa de árbol y no venia solo, dentro esperaba para Marina, un bonito juego de pendientes.

- Ayyyy me bollo enamoro fuerte, que siiii. ¿Me los dejas para la Comunión de mi primo?
 
 
 

7 comentarios:

  1. - No lo puedo evitar..... Me encanta.( me desvelo para poder leerte 2.46 a.m )
    muchas gracias Gemo !

    Estrella fugaz

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  2. ¿Te quiero en mi Facebook? Jajajajaja, me encanta esta Laura, es de lo más graciosa. En cuanto a nuestras protagonista, estoy deseando que hablen las cosas en serio de una vez y con tiempo. También será curioso leer la próxima vez que la piloto se vea con Manu sabiendo ahora lo que sabe.
    El regalo de Inés, por cierto, precioso.
    Me gusta muchísimo la historia...gracias por el trozo.
    L.a.c.e.r

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  3. Como alguien cantaba...amo a Lauraaaaa, amo a Laura. Esta de categoría la historia Gemo. La tienes perfecta y es lo que más me gusta de tus historias, la mezcla de protagonistas. Y para no aburrir, me encanta el carácter de Marina..es distinto, me gusta. Gracias y sigue por favor

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  4. Que linda que es esta historia!!!!!!!!!!
    Gracias por escribirla

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  5. Siempre leo tu historias porque me gusta muchisisimo tu forma de escribir, aunque nunca he comentado, pero hoy no pude aguantar y tuve que dejar la flojera para decirte que me super-mega-recontra-ultra encanta esta historia, esta buenisima la historia, cada uno de los personajes, todo esta perfecto...

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  6. El caso es que los bollos celos siguen presentes asi se regalen bollos maquetas de helicopteros con bollos pendientes incluidos. Y es normal que los celos fluyan en cualquier instante. En realidad entre ellas un compromiso formal no hay todo es solo supociciones por la quimica que tienen ambas. Sin embargo es imposible que con esos detalles Marina no se sienta encantada y enamorada. Como es imposible que no reaccione y se defienda de los ataques hasta cierto punto groceros de Ines. Y Laura es todo un caso... el toque de frescura y ocurrencias divertidas

    Genial gemo y bueno se que nos repitimos mucho pero la historias es magnifica.

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  7. .....¡¡¡¡ IMPOSIBLE¡¡¡¡ DE TODO PUNTO IMPOSIBLE¡¡¡¡ NO EMOCIONARSE...NO VOLVER HACERLO¡¡¡ NO SOÑAR¡¡¡¡ NOO '''SENTIR'''..IMPOSIBLE¡¡¡¡...
    ......ESE...ESE...REGALO¡¡¡¡ ESA MAQUETA DE..DE...ESE REGALO OTRA VEZ¡¡¡¡ Y OTRA VEZ¡¡¡ ESOS PENDIENTES¡¡¡ '''ESE REGALO DETALLE DE MUJER..MUJER..MUJER¡¡¡¡...ME ENCANTO¡¡¡¡
    .......ESE PRIMER BESO...DESPUS DE ESE ROCE...ESOS CELOS..DE..PAREJA SIN AÚN BESARSE...COMO DECÍA LAURA¡¡¡¡ ES ...UNA HISTORIA TAN TAN TAN REAL EN CUALQUIER MUJER..EN CUALQUIER HISTORIA DE LA VIDA MISMA¡¡¡

    ....ESCRITORA.....QUE DECIRTE YA¡¡¡¡¡ ADEMÁS DE QUE ESA LAURA ME ENCANTA...ESOS BOLLO-DRAMAS¡¡ QUE Y CLAMAN¡¡¡ QUE DECIRTE...SI UNA Y OTRA VEZ¡¡¡ NOS DEJAS SIN PALABRAS¡¡¡

    ¡¡ME ENCANTA¡¡¡¡...ACES..¡¡TANTO¡¡¡ CON CADA LETRA TUYA¡¡¡QUE FASCINAS...ENLOQUECES¡¡¡ SIII¡¡¡¡¡

    ....GRACIAS....ESCRITORA...POR¡¡¡ TANTO¡¡

    CELESTE-NEGRO.

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